Drástico cambio para Candy, pasar de cierta lasitud en su vida cotidiana anterior, a la inflexibilidad de la insigne institución.
¡Ay Candy!, ¿De verdad estas disculpando a Eliza?
“Me gustaría que dejara de aprovecharse de mi presencia para aliviar la insatisfacción que le provoca estar en un ambiente tan rígido”
Tu siempre tan noble. En cualquier ambiente ella es la misma, estando en casa, con sus padres, no tuvo reparo en hacerte la vida de cuadritos.
Aunque suavice la actitud de Eliza, de seguro el abuelo William, conoce bien a su gente y sabe que esperar de la “señorita” Leagan y de su hermano, quién, cual replica de Eliza le suelta el mismo y trillado rollo para dejarla en mal, pero Candy ya esta curtida en esos menesteres, le ha contestado certera y con aplomo al engreído de Neal. ¡Bien por ti Candy!
Saludos.Me hiciste reir, Fran, con la forma telepática de comunicación de los hermanos Legan, de verdad que no lo había notado pero creo que tienes razón!!!Ah si, Albert leyendo el diario de Candy y las locuras de ella y los hermanos Cornwall. Y yo creo que Albert no asistió a esa escuela, no se por qué? Lo habían educado en casa con profesores privados y solo hasta la universidad habría asistido a una institución. (Pobrecito) O quizás a otra escuela mas alejada de la alta sociedad en Escocia u otra de solo varones; e una mixta lo habrían reconocido mas fácilmente (ya sabemos como somos las mujeres) aunque si acaso se podían ver los chicos y las chicas solo en misa, supongo!Saludos,Annabelle