Psicosomático III (7)===============
Acabo este hilo que quedaba pendiente de cierre, en el que dejaba planteada la cuestión de si el "pensamiento operatorio" del que hablaba Caveing referido al pensamiento matemático, podía coincidir con el "pensamiento operatorio" del que hablan algunos especialistas en psicosomática desde Pierre Marty y la escuela de psicosomática de París, o con Sifneos y Nemiah sobre alexitimia, desde la escuela de psicosomática de Chicago.
Creo que, llegado el momento de concluir sobre las distintas especies de pensamiento operatorio, hemos visitado y conocido a vuelo de pájaro la corriente de pensamiento psicosomático dominante en algunas esferas médicas. Ese pensamiento clínico nos ha conducido de nuevo, siguiendo mi forma de pensar, hacia la lógica canónica clásica y a la conectiva 5 (negación de la réplica) en la que hemos reconocido la fuente de la comprensión clínica de los fenómenos y, a su vez, el origen de la dificultad de comprenderlos por cuando la expresión de esa conectiva lógica no da cuenta cabal de todos los fenómenos que podemos reconocer en la clínica.
Pero el tema que abrió el hilo de discusión era si el pensamiento operatorio (alexitímico y psicosomático) de Marty, tenía algo que ver con el pensamiento operatorio de Caveing (aparentemente falto de cualquier afectividad y matemático)
Independientemente del análisis que pueda llevarse a cabo sobre el pensamiento matemático y su racionalidad aparentemente sin subjetividad, tal como ocurre con el "pensamiento operatorio psicosomático", aquél se asemejara a este dado que, efectivamente, la nota más característica del "pensamiento operatorio matemático" es una necesidad de operar, calculando y demostrando, dejando aparte la subjetividad y la lectura y presencia de lo emocional, como con la alexitimia. El pensamiento matemático, que implica esa necesidad de calcular y demostrar es, no obstante y en esencia, fuertemente creativo. Canaliza, pues, un ansia o fervor altamente especulativo con miras a la creación de objetos nuevos (teoremas) por medio de reglas y normas que le confieren a los resultados de ese cálculo especulativo, el rango de verdad y validez. Es un pensamiento que utiliza un lenguaje específico y los productos de ese lenguaje generan, a su vez, nuevas formas y nuevos objetos (nuevos teoremas).
¿Qué clase de objetos son los que se generan mediante el "pensamiento operatorio psicosomático"? El pensamiento operatorio, según Marty, se caracteriza, muy precisamente, por carecer de objeto y por la incapacidad de generar nuevos objetos de goce, ya que se construye sobre una depresión esencial, que es un estado en el que el sujeto carece de vigor vital y se encuentra con un vacío de pensamiento (uno de mis pacientes bipolar -ya hemos visto que el trastorno bipolar responde también a la conectiva lógica 5- me decía que no notaba su pensamiento, que su cerebro estaba vacío y que a sus años -25 años- era incapaz de excitarse ni aún tocando a una mujer, con lo que mucho menos viendo pornografía o imaginando nada, porque no podía imaginar). No hay ningún objeto, según los "psicosomatólogos", que canalice un goce. Antes bien, de acuerdo con la conectiva lógica 5, no hay ninguna posibilidad de creación de objeto porque el sujeto está desaparecido, y está por entero en las manos del goce del Otro en el medio de una relación dramática y mortal. En pensamiento operatorio psicosomático que es, según Marty, la clave para comprender los fenómenos psicosomáticos, no es productivo ya que su nota más característica es, precisamente, la ausencia de objeto de goce. Muy al contrario que el pensamiento operatorio matemático según lo describe Caveing, que se caracteriza precisamente por la producción de nuevos objetos matemáticos (teoremas). Mientras que el pensamiento operatorio psicosomático es vacío e improductivo, el pensamiento operatorio matemático es lleno y altamente productivo.
Pero ¿qué es generar un objeto? ¿Cómo se genera un objeto de goce en nuestro pensamiento? ¿Cómo genera esos objetos nuestra mente, para canalizar el goce?
Es un tema que hay que desarrollar ampliamente en un nuevo capítulo, por lo que es más que probable que el párrafo anterior no se haya comprendido bien del todo, pero aquí daré alguna indicación intuitiva de creación de un nuevo objeto de goce.
Hace apenas unos días, un amigo me comentó que, según Vappereau, la curación de las psicosis afectivas pasa por la creación de un objeto -de goce- (este "de goce" lo añado yo) La mayoría de autores coinciden en esto. No profundizo en el tema por su complejidad conceptual y porque aquí no hemos desarrollado todavía ninguna teoría concerniente al objeto y a su génesis, pero valgan dos viñetas clínicas para comprender cómo se genera un objeto de goce al final de una crisis psicológica y "psicosomática" a cuyo través el sujeto encuentra cierta estabilidad psíquica y física.
Una mujer que padecía eso que se ha dado en llamar "locura histérica de Maleval", o "locura histérica clásica" o "locura" a secas, desveló, tras un intenso y agotador trabajo, la causa de su locura en los abusos sexuales por parte de su padre durante su infancia. Una vez fuimos desvelando una a una las causas de esa locura, no bastó con ese desvelamiento, con ese decir o reconocer, sino que se vio empujada a llevar a cabo una operación de reducción de senos, porque esos nuevos senos serían "nuevos" y no los habría manoseado su padre.
Una joven a quien su pasional amante había abandonado, se vio impelida a implantarse un piercing en la vulva porque así construía una nueva vulva que no conocía su amante. Del mismo modo que la paciente de la reducción de senos se construía una nueva zona erógena al crear un nuevo objeto de goce imaginario en su cuerpo, esta joven creaba un nuevo objeto de goce en una nueva zona erógena con la que por un lado, castigaba imaginariamente a su ex-amante y, por otro, reconstruía un objeto y una zona inéditas, para sus futuros amantes y para sí misma a la vez que preservaba para el primero aquello que sólo él había visto y disfrutado, pero a quien no correspondería ver y disfrutar de lo nuevo que ella se había creado para sí y para otros.
Hay diferencias casi evidentes en la formación de cada uno de esos nuevos objetos de goce en el cuerpo como zonas erógenas. La significación de cada uno se aprecia con relativa facilidad. Mientras en la primera se trata de borrar y construir sobre lo borrado en una zona erógena del otro (el padre en este caso) que aunque perteneciente a su organismo, no podía reconstruir sobre esos senos una zona erógena propia (era el padre quien había disfrutado sexualmente de sus senos, pero no ella, y ahora necesitaba unos nuevos senos que fueran imaginariamente "de ella"), en la segunda se trata de preservar y reconstruir un nuevo objeto sobre una zona erógena propia, ya erotizada por la sujeto en una relación sexual "a dos".
El objeto de goce, que se construye de diversas maneras como hemos visto en los dos ejemplos clínicos, y que de ninguna manera puede considerarse como único e inmutable, es una construcción que se asemeja a la construcción del objeto de goce matemático, pero con la salvedad de que dicho objeto matemático se construye de un modo racional y sobre el papel (mejor tendremos que buscar otros espacios para desarrollar nuestros objetos clínico-matemáticos, porque según hemos ido viendo, escribir sobre la hoja de papel de dos caras, en dos dimensiones, no es la mejor opción para desarrollar nuestros conceptos y cálculos) mientras que el objeto de goce, aunque también es fruto de un cálculo lógico imaginario, resultado de una deducción silogística (se opera los senos para crearse unos nuevos que no hubieran sido mancillados, o se coloca un piercing para crear una nueva zona erógena que no conozca su amante; muchos tatuajes cumplen esa función de crear nuevos objetos de goce sobre el cuerpo delimitando así nuevas zonas erógenas donde dirigir la mirada del Otro) se inscribe sobre la superficie, también bidimensional, del cuerpo.
Una nota característica de la génesis de un objeto de goce que aparece al finalizar una crisis psíquica, es que no es predecible su concreción o materialidad, pero si su formación. Dicho en llano: cuando un proceso psíquico o psicosomático haya concluido para bien, el sujeto se creará un nuevo objeto de goce (generalmente erótico) que, además, será cambiante puesto que al final del proceso de "curación" habrá despertado o asimilado el "mecanismos" de génesis de nuevos objetos de goce, con lo que estará en plena disposición de construir cuantos objetos de goce sea capaz de generar su aparato psíquico. Pero no es una génesis voluntaria. El sujeto hace algo sin saber lo que está haciendo. Es racional y obedece a una lógica, que se puede deducir o conocer, pero en su génesis no ha mediado la voluntad salvo como ejecutante (decidir operarse realmente los senos, o decidir colocarse voluntariamente un piercing)
La diferencia en la creación de objetos, pues, se encuentra, entre otras cosas, en el tipo de superficie sobre la que se escribe el nuevo objeto de goce, más que en su racionalidad lógica o en su intencionalidad. Si ese objeto se escribe sobre la superficie corporal, tenemos el objeto creado como resultante de un proceso psicosomático o psicótico; mientras que si el objeto de goce creado se escribe sobre una superficie de papel o sobre cualquier otra superficie que no sea la corporal, podrá ser un objeto matemático. Quedaría para la discusión si un objeto de arte, que es fruto de la imaginación y de la inspiración del artista, qué clase de objeto es, ya que al no estar sobre el cuerpo, no es psicosomático o psicótico, y al estar formado sobre una superficie no corporal (lienzo, mármol, luz, electrónico, etc.) podría decirse que es matemático y, sin embargo, no lo es. El diferencial, pues, entre un objeto artístico y un objeto matemático (que ambos se crean fuera de la superficie del cuerpo) probablemente haya que inscribirlo en que mientras que el objeto matemático es abstracto aunque exteriorizado, y más racional que intuitivo, el objeto artístico es más intuitivo que racional, aunque también abstracto y exteriorizado. Estas cosas quedarán pendientes para cuando nos introduzcamos en la génesis psíquica de los objetos y cómo nuestro pensamiento los genera.
Con esto concluyo el hilo, si es que no hay motivos para la discusión.
JM Gasulla