Psicosomática III

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JM Gasulla

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Jun 7, 2012, 8:51:10 AM6/7/12
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Psicosomática III (1)
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En el hilo ¿Qué es psicosomática? yo decía que lo psicosomático no es otra cosa que un corte que da el discurso médico sobre el discurso del enfermo. Ese corte reúne las características de una negación simple por cuanto separa dos regiones sobre una esfera agujereada, que es una hoja de papel común: lo somático, que es asimilado a lo verdadero y es de lo que se ocupa el médico, y lo psíquico, que es lo falso y eso le pertenece al enfermo; y es que de lo psíquico el médico no se ocupa ni aún en el caso de la psiquiatría, pues al tratarse siempre del discurso médico, lo psíquico únicamente es tomado por su vertiente somática, como una alteración funcional de las funciones ordinarias del cerebro.

Esa equivalencia de lo psíquico a lo somático, que induce a la neurociencia monista hegemónica a no reconocer ninguna otra realidad que la materia neurológica, deja fuera del conocimiento del médico una parte fundamental del proceso de enfermar. Se admite sin reparos que el ambiente, los microorganismos o los traumatismos, son causas comunes de enfermedad, y al no reconocerle a lo "psíquico" más realidad que la que pueden identificar los neurocientíficos, porque de acuerdo con la estructura de la negación simple que posee el discurso médico, lo psíquico o bien es falso o bien es somático, lo que podríamos llamar la especificidad del ser humano, aquello que hace humano al humano y le causa perturbaciones o le procura curaciones, queda fuera del conocimiento del médico.

Pero asumamos que la realidad del objeto del médico, la enfermedad, se construye a partir de dos referentes materiales o, mejor, tres referentes fundamentales (que están el el fundamento), dos materiales y uno conceptual o abstracto: la lesión, la alteración funcional y la función simbólica que liga ambos referentes con el concepto de enfermedad. Si sospechamos que lo psíquico, esto es, el discurso, es también un referente de la enfermedad ¿cuál es entonces su materialidad? 

Tendremos que ir aclarando estas cuestiones. Ahora me centro en lo que pudimos ver en el hilo ¿Qué es psicosomática?. Decía allí que los fenómenos clínicos podían ser representados mediante su lógica, y que esta lógica se correspondía con la lógica canónica clásica de conectivas. 

En ese hilo hay tres dificultades o problemas mayores que nos obligan a no detenernos en lo que allí quedó establecido, e ir más allá en nuestras reflexiones y en nuestro conocimiento sobre cuál es la realidad de la enfermedad:

1. La escritura sobre una superficie esférica es trivial. Trivial quiere decir que no se anuda, solo se corta, pero el corte que es una negación ¿qué desconecta sobre esa superficie esférica perforada, que topológicamente es una hoja de papel? Finalmente, si representamos unas coordenadas cartesianas sobre una esfera perforada mediante un poro, estas coordenadas se separan, tal como veíamos en la figura 5 del mensaje (11):

 
Este deslizamiento, que no anuda, nos lleva frente a la imposibilidad de poder escribir (y no representar únicamente como nos sucede con las dos dimensiones de la hoja de papel) los procesos que determinan lo patológico en la enfermedad humana. Por decirlo así, no podemos utilizar objetos de dos dimensiones para comprender conceptualmente, en abstracto, la enfermedad.
 
2. Tal como habíamos propuesto en el mensaje (4) del mismo hilo, y según lo establecíamos mediante la figura 2 del mismo mensaje 

 
nos interesaba estudiar las relaciones entre el Sujeto, que tomaba el lugar de lo psíquico, con el Otro, que ocupaba el lugar de lo somático. Pues bien: ¿de dónde sale esa equivalencia, para poder aplicar la lógica clásica sobre la clínica? Auguro las dificultades, puesto que la lógica no diferencia entre sujeto y objeto, sino que utiliza funciones sintácticas y objetos, que son elementos semánticos. La función de sujeto no existe en lógica, solo en gramática y, por otra parte, el Otro solo existe en lógica como predicado con función veritativa semántica (recordemos que Frege resolvió la cuestión mediante la expresión formularia F(x) en "Estudios sobre semántica: Función y concepto" sobre lo que habremos de volver)

3. Si establecemos lo psicosomático como el corte de una negación sobre el discurso del paciente, de acuerdo con la estructura de la negación simple que vimos en el mensaje (9) del hilo "¿Qué es una ley?" y el "depurado" que opera la Lógica Canónica Clásica (LCC en adelante) sobre el pensamiento, si únicamente operamos con la LCC hay una parte del pensamiento que queda eliminada. Recordemos el ejemplo más simple en el sueño que relató Freud al hablar de la estructura de la negación: "He soñado con una mujer. Usted pensará que es mi madre, pero no lo es", o la estructura del antónimo como negación, tal como vimos en el sueño de una paciente mía que había soñado con el demonio. Para recuperar esa parte, que es, como veíamos, únicamente deducible pero que formaba parte de la conducta efectiva de un ser humano aunque la mayor parte de veces desconocida cuando no negada si alcanza la consciencia, nuestro sistema lógico ha de poder ser escrito sobre una superficie de una sola cara, pero que tenga un interior y un exterior. Hemos de poder tener en cuenta esa parte del pensamiento que no llega a la consciencia (recordemos en retardo entre la producción del pensamiento y su percepción consciente, de entre 150 y 300 milisegundos), pero que es efectivo desde el punto de vista de la consciencia.

La superficie sobre la que representar los procesos psíquicos o la persona total, que era el objeto de la medicina que habíamos encontrado en Balint, ha de ser mínimamente una Banda de Moebius (BM en lo sucesivo), que es una superficie de una sola cara pero localmente se comporta como una hoja de papel con dos caras. Esta banda o cinta de Moebius tiene este aspecto:

Si se intenta recorrer la superficie con un dedo o un lápiz, se recorre en su totalidad delimitando un adentro y un afuera "falsos", y es una superficie de una sola cara aunque localmente presente dos caras y se comporte como una hoja de papel.

Iremos desarrollando estos ítems y adentrándonos en las propiedades lógico-matemáticas de estos objetos que vamos a ir necesitando para construir nuestro modelo de enfermedad biopsicosocial de un modo lógicamente riguroso, yendo paso a paso y explicando estas cosas del modo más fácil que pueda.

Planteados los tres problemas mayores con que nos topamos al presentar la clínica como un proceso lógico-matemático escrito sobre una superficie de papel (superficie esférica agujereada), veremos qué panorama se despliega ante nuestro entendimiento cuando vayamos desarrollando las soluciones a esos problemas. Al ir transitando por estos problemas, es posible que nos volvamos más rigurosos y más conscientes de una diversidad de procesos que están presentes en nuestro objeto de interés (la enfermedad), y que de otro modo pasan absolutamente desapercibidos.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Jun 12, 2012, 3:17:40 PM6/12/12
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Psicosomática III (2)
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Vamos siguiendo un camino hacia la obtención de un modelo biopsicosocial científico de enfermedad. 

La construcción de un modelo científico o lógico-matemático, no es la obtención de un esquema o un dibujo con el que representar una idea, como en la pintura o incluso como en dibujo técnico imprescindible en ingeniería o en arquitectura, sino que se trata de obtener un modelo que en sí sea él el aparato lógico-matemático mediante el cual funciona u opera todo proceso patológico. Se trata de construir los conceptos que proporciona el modelo teórico y seguirlo, del mismo modo que un ingeniero de la NASA sigue la trayectoria de los vehículos espaciales según las fórmulas gravitacionales. Así pues, no se trata de obtener un dibujo, una pintura o incluso una fórmula matemática al estilo de la física, una representación del objeto enfermedad, sino que pretendemos construir científicamente el concepto de enfermedad mediante conceptos científico-matemáticos y estos incluyen representaciones como ocurría con las figuras cónicas en las matemáticas griegas y alejandrinas.

Hasta ahora hemos dado unos primeros pasos utilizando los conceptos lógicos fundamentales que encontramos en la lógica proposicional. Esos primeros pasos han sido muy útiles para caer en la cuenta de que los fenómenos clínicos responden conceptualmente a un cálculo lógico. Sin embargo, y puesto que, aunque todavía no lo he justificado, nos proponemos operar con una topología del sujeto, cuando utilizamos la escritura sobre superficies planas, como las hojas de papel, los folios, y escribimos esa lógica clínica mediante círculos de Euler-Venn, el aparato conceptual así construido se desmorona porque sobre una superficie esférica los nudos que se establezcan son triviales, no se anuda nada.

Asimismo, cuando hemos examinado las propiedades intrínsecas del pensamiento, hemos visto, mediante ejemplos sencillos, que el pensamiento es una producción "automática" del cerebro (el cerebro produce pensamientos como el hígado produce bilis, decía no sé quién), pues pensamos aún sin quererlo, nuestros cerebros casi siempre están pensando en "modo automático" y a veces nos resulta casi imposible detener esta actividad automática en las ideas obsesivas, en las conductas repetitivas, en las construcciones delirantes y en los pensamientos que nos "machacan" así que encuentran una brecha para acceder insistentemente a la consciencia, etc. Los pensamientos se producen unos 150 a 300 milisegundos antes de que alcancen la consciencia y siguen unas leyes de formación que en modo alguno son arbitrarias, que se modifican al pasar por el "filtro" del pensamiento lógico consciente. Este pensamiento "primero", no por el hecho de haber pasado el filtro que produce el pensamiento consciente o "segundo", es inoperante como parecería de un modo vulgar, sino que, muy al contrario, sigue siendo muy operativo. Lo vemos en la conducta y en nuestras contradicciones lógicas que no sabemos cómo resolver.

Con estas y otras ideas, a la vez que damos pasos en la construcción lógico-matemática de nuestro modelo, los hemos de ir dando también en el depurado conceptual de los conceptos clínicos, de modo que se alcance en ellos el punto en que esos conceptos han de ser necesarios y ningunos otros puedan venir a desplazarlos, consiguiendo la necesidad conceptual que desplace a cualesquiera otros conceptos contingentes. 

Si nos proponemos, pues, un modelo conceptual lógico-matemático que comprenda tanto las leyes autónomas del pensamiento primero, como las del pensamiento segundo y las que formulamos como reguladoras de nuestros organismos (las leyes que formula la medicina organicista para el organismo y al enfermedad), nos conviene comprender en qué consiste eso y cómo los matemáticos piensan filosóficamente su disciplina, esto es, cómo resuelven los problemas ontológicos y epistemológicos que se les plantean, porque de acuerdo con nuestras pretensiones, esos también van a ser nuestros problemas, a los que añadiremos los derivados específicamente de nuestra disciplina clínica.

En el seguimiento del análisis filosófico de las matemáticas he seguido con mayor dedicación a dos autores franceses que dieron su vida en manos de la Gestapo, por la libertad del pensamiento. Me refiero a Albert Lautman, fusilado en Bordeaux (Burdeos) por la Gestapo el 1 de agosto de 1944 y a  Jean Cavaillès, también fusilado en Arras (Dep. Pas-de-Calais) el 17 de febrero de 1944, a quienes he citado en diversas ocasiones en este foro. Sin embargo, le debo a Maurice Caveing (Le problème des objects dans la pensée mathématique. Vrin. 2004) mis reflexiones actuales y es también de este autor de quien tomo apoyo.

He de decir que últimamente Caveing me ha proporcionado mis mejores momentos intelectuales al encontrar en él buenas respuestas que resuelven algunos de nuestros problemas y "atascos", sirviendo a la vez de guía firme.

Caveing examina en el libro que he citado, siguiendo cierta tradición filosófico-matemática, lo que él llama "une pensée opératoire" (un pensamiento operatorio-operativo-eficaz-funcional), que sería aquél en el que consiste el pensamiento matemático, esto es, en una actividad fundamentada, no en sostener un discurso, el discurso matemático, sino en resolver problemas y demostrar teoremas. Para mi frustración, no puedo entrar aquí a pormenorizar y desarrollar la riqueza de sus desarrollos, porque no es el lugar, pero he encontrado tanta riqueza de pensamiento en él que recomiendo el disfrute de su lectura. De todos modos, no es mi propósito pasar de puntillas sobre él, sino que, muy al contrario, hacerle caso.

Pero lo que Caveing denomina "pensamiento operatorio" lo denominó de igual modo el psicosomatólogoPierre Marty como un concepto que desarrolló con su colega y amigo M. de M'Uzan para el congreso de medicina Psicosomática celebrado en Barcelona en 1962. Si para el matemático "pensamiento operatorio" es una forma de pensamiento en la que, a grandes rasgos, predomina la racionalidad matemática ¿tienen algo en común ambos sistemas operatorios de pensamiento, el del matemático y el del psicosomatólogo? ¿Es que el pensamiento operatorio que rige el funcionamiento del pensamiento matemático, es patológico y es la causa de la patología psicosomática, tal como postulaban, y siguen postulando sus seguidores, Martyde M'Uzan?

En este foro creo que sólo he mencionado de pasada a Pierre Marty, y me parece que eso es no hacerle justicia. Se trata de un médico francés, que junto con M. de M'Uzan han fundado la denominada Escuela Psicosomática de París que en la actualidad dirigen, entre otros, Michel Fain y Claude Smadja. Se trata de alguien que es capaz de desarrollar una teoría psicosomática bastante completa y digna de estudiar. De hecho, tiene múltiples seguidores, incluso aquí en España, y yo he asistido a algunas reuniones y congresos de los que suelen organizar periódicamente. He de decir que me he marchado de algunas y que cuando he presentado algún trabajo en alguno de sus congresos, no han entendido absolutamente nada de lo que he dicho y, acaso, me han escuchado por cortesía, pero creo que no comprenden nuestro empeño y métodos. No obstante, y a pesar de que considero sus desarrollos muy distantes de los míos, tengo por costumbre leer y seguir todo cuanto se relaciona con lo que me interesa, sin dejarme llevar demasiado por los prejuicios a los que mis ideas me arrojan con frecuencia.

En España está la sociedad S.E.P.I.A (Sociedad de Estudios Psicosomáticos Iberoamericana), que sigue la escuela parisina de Pierre Marty, y la  S.E.M.P (Sociedad Española de Medicina Psicosomática) en cuyos congresos presenté algunos trabajos donde tampoco entendieron nada de lo que decía. Hasta me propusieron para vocal e incluso alguno llegó a postularme como presidente de la sociedad, cargos que rechacé amablemente. Hay diversas revistas de "medicina psicosomática". Yo sigo particularmente las publicaciones de Journal of Psychosomatic Research y las de la Revue Française de Psychosomatique y de laRevue de Médecine Psychosomatique. Hay otras muchas publicaciones, como Psicoanálisis y Hospital que publica PsicoMundo y otras publicaciones que cada cual puede elegir a su gusto, además de una diversidad de libros.

En el siguiente mensaje hablaré un poco de Pierre Marty y de su teoría psicosomática, sin perder de vista mis propósitos principales, pero creo que es necesario llegar a comprender si el sistema de pensamiento que Marty Caveing mencionan, tienen algo que ver entre sí, porque entonces, desde el punto de vista de la psicosomatología, el pensamiento matemático, tal como lo vamos desarrollando y proponiendo como modelo, sería un pensamiento patológico y los matemáticos serían "enfermos psicosomáticos". De hecho, ya hemos hablado del matemático John Forbes Nash Premio Nobel de Economía, sobre cuya vida se rodó la película "Una mente maravillosa". ¿Será que, efectivamente, el pensamiento operatorio de las matemáticas engendra, o es una forma de patología? 

JM Gasulla

JM Gasulla

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Jun 13, 2012, 6:36:34 AM6/13/12
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Psicosomática III (3)
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Voy a detenerme un poco en Pierre Marty antes de seguir con nuestro empeño de construir un modelo científico de enfermedad.

En 1980 Toray-Masson publicó un libro cuyos autores eran A. Haynal y W. Pasini traducido al español y titulado Manual de Medicina Psicosomática. En él se exponían las diversas teorías psicosomáticas existentes hasta el momento. Más tarde, en 1994, Hanna Kamieniecki publicaba en la colección Que sais je? de la Presses Universitaires de France, una Histoire de la Psychosomatique, con una dedicatoria expresa a Pierre Marty. Previamente, en 1990 Pierre Marty había publicado en la misma colección Que sais je? de las Presses Universitaires de France, su libro inicial La Psychosomatique de l'adulte (traducido al español por Amorrortu editores como La psicosomática del adulto. 1992) donde se exponían los rasgos esenciales de la teoría psicosomática de la llamada Escuela de París. 

El contenido doctrinal de la obra de Marty está distribuida en dos tomos. El primero, publicado en 1976 por Payot, se le dió el título de "Les mouvements individuels de vie et mort. Essai d'economie psychosomatique". Traducido al español en 1984 por Ediciones Toray como "Los movimientos individuales de vida y muerte". El segundo tomo, publicado en 1985 por la misma editorial francesa (Payot), llevó el título de "L'Ordre psychosomatique", que no sé si está traducido al español.

Marty fundamenta su concepción de la medicina psicosomática sobre tres pilares básicos: la depresión esencial (DE), el pensamiento o vida operatoria (PO) y las desorganizaciones y regresiones múltiples (RM). En el librito "La psicosomática del adulto" se encuentran condensadamente muy bien explicados estos conceptos que aquí vamos a resumir todavía más.

1. Depresión esencial (DE) Marty fundamenta la producción de fenómenos psicosomáticos a partir de un hallazgo clínico que denominó "depresión esencial" y que definió como "depresiones sin objeto, ni autoacusación, ni siquiera culpabilidad consciente, donde el sentimiento de desvalorización personal y de herida narcisista se orienta efectivamente hacia la esfera somática". Anteriormente (1960), esta depresión esencial, o depresión psicosomática, la había enunciado así: "La depresión psicosomática, a la que en diversas ocasiones he llamado depresión sin objeto, en definitiva sería mejor llamarla 'depresión esencial', puesto  que ella constituye la esencia misma de la depresión, a saber, la disminución del tono libidinal sin contrapartida económica positiva alguna".

En la época en la que estudié profusamente a Marty, apareció un libro que fue señalado como un caso paradigmático de patología psicosomática. Bajo el seudónimo de Fritz Zorn, el libro se publicó tras el fallecimiento del autor, acaecido dos años antes como consecuencia de un linfoma de Hodgkin, y se le dio el título en español (publicado por Anagrama) de "Bajo el signo de Marte", del título original "Mars", publicado en 1977 por Kindler Verlag. En ese libro autobiográfico se creía ver de forma ejemplar la llamada "depresión esencial" de Marty y todos y cada uno de los rasgos típicos de lo que se consideraba una enfermedad psicosomática. Yo organicé también un grupo de estudio sobre este caso por la década de los 90. Volver a él desde mi perspectiva actual, me proporciona una interpretación bastante diferente a las que se hicieran entonces, incluidas las mías.
 
2. Pensamiento operatorio. (PO) Según Marty, como ya he explicado en el mensaje anterior, tuvo la idea de desarrollar el concepto de "pensamiento operatorio" con M. de M'Uzan, para presentarlo en el congreso de psicosomática de Barcelona, 1962.

Según Marty, "las actividades fantasmáticas y oníricas [la actividad del pensamiento, según lo entiendo yo] permiten integrar las tensiones pulsionales y de este modo protegen la salud física individual". Esta idea contiene la misma que sostenemos aquí desde hace tiempo, es una reinterpretación de esta cuestión: el pensamiento es un regulador del goce del cuerpo y de la acción del cuerpo y del mundo sobre el sujeto. Desde un punto de vista evolutivo, el pensamiento regula el goce del mundo sobre el individuo. Esa es mi idea, la del pensamiento como el regulador del goce posee un lugar en la economía del cuerpo y del organismo.

El PO es, para Marty: "... un pensamiento consciente, sin ligazón con los movimientos fantasmáticos (representativos) apreciables. Duplica e ilustra la acción, la precede o la sigue dentro de un campo temporal que empero es limitado. Las relaciones del sujeto con sus interlocutores habituales o particulares (el investigador, por ejemplo) se traducen en una 'relación blanca'"... "El PO utiliza mecanismos mentales neuróticos o psicóticos. El aislamiento del Inconsciente no parece ser de tipo obsesivo, puesto que no proviene de un distanciamiento obtenido por manipulación mental o verbal del material psíquico" ... "El PO se presenta desprovisto de valor libidinal, casi no permite que se exteriorice una agresividad, demuestra ser inepto para sostener la dramatización sado-masoquista. Se lo puede considerar como una modalidad del proceso secundario en virtud de su orientación hacia la realidad sensible, del afán de causalidad, de lógica, de continuidad. No obstante, este pensamiento que se aferra a cosas y no a conceptos abstractos ni a productos de la imaginación o a expresiones simbólicas, sugiere la precariedad de la conexión con las palabras, así como la existencia de un proceso de investidura de nivel arcaico"

3. Desorganizaciones y regresiones múltiples (RM) Esta idea es compleja de explicar de un modo simple y encuentra su punto de partida en lo que Marty consideró que era su teoría de los movimientos individuales de vida y de muerte, esto es, en los procesos psíquicos que acompañan  invariablemente el desarrollo ontogenético de cada ser humano, esto es, el desarrollo conjugado de las funciones psíquicas y corporales sincronizadas, a lo largo de un acontecer histórico individual. Con este tenor de fondo, el desarrollo psíquico, a la par que el físico, se completa mediante ciertos puntos de fijación libidinal, básicamente, de relación del sujeto con la madre y el entorno social, tal como promovieron, y vieron sagazmente, los psicoanalistas de la corriente kleniana de psicoanálisis, quienes estudiaron muy finamente las primeras construcciones de objeto infantil.

Según interpreto yo a Marty, el desarrollo ontogenético (individual) muestra claramente la existencia de unos puntos de fijación de lo que ahora llamaríamos "el sentido", ligados al amor (materno para el caso) y a la libido. Como que el pensamiento consciente sigue su desarrollo al albur de los avatares individuales, cuando aparecen dificultades para un desarrollo "normal" ("traumas psíquicos", pero también dificultades epigenéticas, sociales, de alimentación, etc.), el individuo tiende a "regresar" hacia posiciones libidinales anteriores en los que la relación libidinal quedaba bien afianzada y segura; por así decirlo, uno busca refugio psíquico en aquellas sensaciones placenteras que organizaron su mundo de goce. Si esos puntos de fijación primeros no están bien afianzados mediante la relación de amor materna, cuando el sujeto sufre un "trauma" psíquico a lo largo de su vida y regresa en busca de un punto de apoyo "infantil", si ese punto de fijación al que se regresa no estuvo suficientemente bien afianzado, el sujeto sufre una desorganización psíquica que se acompaña invariablemente de una desorganización somática, esto es, de una enfermedad.

Esta teoría, aquí mínimamente expuesta, ha de poder ser explicada en los términos que proponemos según un modelo biopsicosocial de enfermedad, esto es, en los términos de un modelo científico de enfermedad, y a ello nos apresuramos, de modo que no será de extrañar que vaya haciendo referencias a Pierre Marty y a su teoría psicosomática, no para que nosotros sigamos con él, o con sus seguidores, una medicina psicosomática, sino para que desarrollemos un modelo científico de enfermedad mediante el cual podamos comprender cómo están articulados entre sí los elementos clínicos y teóricos que los diversos médicos que jalonan la historia del movimiento psicosomático han ido desarrollando.

Nuestro modelo no es un modelo de medicina psicosomática, sino que es un modelo científico de enfermedad, y en ese modelo la medicina psicosomática tiene su lugar y es un aspecto parcial del mismo. Por decirlo así, nuestro modelo científico de enfermedad es capaz de integrar la diversidad de corrientes médicas que se han ocupado y ocupan en serio del problema de la enfermedad humana.

Seguiré.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Jun 20, 2012, 7:08:52 AM6/20/12
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Psicosomática III (4)
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Me reencuentro con este hilo que, a pesar de las apariencias, no había abandonado. A veces, las interrupciones se deben a la necesidad de actualización antes de escribir, fiel al compromiso de rigor y de actualización. 

En el mensaje (3) de este hilo me había referido de un modo muy resumido, a los tres ejes principales que delimitan el campo del pensamiento de la psicosomática en Pierre Marty

Si recordamos, estos tres ejes eran: 1. Depresión esencial; 2. Pensamiento operatorio; 3. Regresiones y desorganizaciones múltiples.

Todo empezaba en ese fenómeno clínico que llamó "depresión esencial" (DE) y que definió de un modo muy claro como una depresión sin objeto, sin autoacusación ni culpabilidad consciente, en la que el sentimiento de desvalorización personal y de herida narcisista se orientan hacia la esfera somática.

Este dato clínico de  la DE es, creo yo, muy importante, porque se encuentra en innumerables descripciones clínicas, de un modo directo o indirecto, pero no en todas. Y, además, no deja de ser un dato clínico entre otros, que a mi modo de ver está lejos de caracterizar plenamente todo cuanto en la clínica podemos describir y comprender sobre eso que llamamos "fenómenos psicosomáticos" que tanto nos cuestan de captar de un modo cabal y riguroso.

Encontramos la DE en lo que Lacan llamó "holofrasación" y en la "afánisis". No entro ahora en estos detalles, pero en suma, esa DE, junto a lo que para Lacan era el fenómeno psicosomático, sin decir ni profundizar debidamente apenas más sobre eso, lo encontramos en esa figura de la lógica proposicional que hemos llamado "Negación de la réplica" en el mensaje (13) del hilo "¿Qué es psicosomática?" y cuya figura en círculos de Euler-Venn se corresponde con la siguiente figura más o menos garabateada a mano:

 

En la "Negación de la réplica" (conectiva 5, la de la izquierda en la figura) el Sujeto, que estaría representado por el círculo de la izquierda mientras que el de la derecha estaría representando al Otro, no tiene lugar, no tiene cabida ni representación posible. No solo no hay posibilidad de que exista el sujeto, sino que tampoco puede formarse el mundo, eso que llamamos un Universo de discurso. Sólo existe el Otro. No hay sujeto. Eso es lo que ocurre con la llamada "depresión esencial".

Por el contrario, en la conectiva llamada "Réplica", la 5', la de la derecha de la figura, el otro está borrado, no existe. Sólo existe el Sujeto y el Mundo. Esto es la manía pura. Con esta figura 5, que representa la conectiva "la réplica", tenemos representada de un modo lógico lo que se llama trastorno bipolar o también psicosis maníaco-depresiva. En la "Negación de la réplica" estaríamos en la depresión, y en la "Réplica" estaríamos en la manía.

Pero le vemos dos problemas a esta idea de Marty trasladada a la rigorización que pretendemos: 1) esa depresión esencial se corresponde también, y la define, con una psicosis afectiva que llamaríamos melancolía o psicosis depresiva o monopolar depresiva. No hay ni siquiera delirio, porque el delirio ya sería una forma de generar un sujeto. 2) Cuando pasamos a escribir esa figura sobre una superficie de papel, sabemos que al final se desvanece porque sobre una superficie esférica cualquier nudo es trivial: no se anuda nada, todo se corta pero sin desconexarse. Este tipo de representación sobre una superficie esférica, sobre una hoja de papel, es disolvente, diluye cualquier posibilidad de cálculo y de manejo clínico.

Así pues, nos vemos obligados a buscar otras formulaciones más rigurosas para nuestros hallazgos clínicos más depurados.

El segundo paso a comentar es si el Pensamiento Operatorio (PO) del que habla Pierre Marty referido a los trastornos psicosomáticos, es superponible al Pensamiento Operatorio del que habla Maurice Caveing al referirse al pensamiento matemático. Es importante comprender claramente en qué se distinguen, porque de otro modo, desde la clínica estaríamos diciendo que todos los matemáticos poseen un pensamiento patológico de tipo psicosomático, o que el pensamiento matemático es patológico, de tipo psicótico bipolar.

De paso, a la vez que examinamos y comparamos ambos tipos de pensamiento para comprender bien de qué se trata en la clínica, y si la clínica está bien orientada o no, o requiere modificaciones, aprenderemos más sobre qué es el pensamiento, cómo funciona y qué tipos de pensamiento podemos encontrar.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Jun 23, 2012, 5:36:57 AM6/23/12
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Psicosomática III (5)
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El otro día tuve la alegría de encontrar a un amigo al que hacía un tiempo que no veía y por quien siento un profundo cariño. Después de darme unos consejos de quien ha hecho de su experiencia una enseñanza para otros, me dijo algo parecido a esto (no son palabras textuales): Eso que envías (se refiere a los mensajes que se acumulan en este foro) no lo leo, pero lo guardo en carpetas. Jajajajajaja. Me reí y me sigo riendo. Es tal cual el destino de todo esto: no ser leído, sino que guardado en carpetas a la espera de que algún mítico e incierto día se sacuda la pereza y se decida leerlo. ¡Genial! La verdad produce efectos balsámicos. Jajajajaja. Lo respeto pero es un plomo. Jaja.

No obstante, sigo enviando electrones a vuestras carpetas. Creo que esto que escribo le puede ayudar a algunos a entender su trabajo y a estar algo más cómodos en la clínica.

Venía hablando de Pierre Marty porque, a pesar de ser el fundador de la escuela de psicosomática de París, nunca antes lo había mencionado y aunque uno no esté adscrito a esa escuela, vale la pena conocerla y, al menos, saber por qué no se siguen todas sus enseñanzas, ver con qué dificultades no resueltas se encuentra uno al confrontar la teoría de Marty con la práctica clínica, y a qué enmiendas o reparaciones, o nuevas interpretaciones de los fenómenos descritos, da lugar su lectura pausada. 

Recordaremos que Marty fundamentó su teoría psicosomática sobre tres pilares (Depresión Esencial, Pensamiento o Vida Operatoria y Desorganizaciones y Regresiones Múltiples), de los que comento dos: Depresión Esencial y Vida o Pensamiento Operatorio.

Sobre lo que Marty denominó "Depresión Esencial", en mayo de 2005 traduje un artículo de Alice Miller titulado (se puede acceder al texto haciendo clic sobre el título) "La depresión o el arte de embaucarse" y lo comenté en un foro sobre medicina (se pueden leer los comentarios haciendo clic sobre el título) "La depresión o el arte de embaucarse COMENTARIOS EN FORO CORREGIDO". Además de bajárselo y guardarlo en una carpeta, yo recomiendo fuertemente leer el artículo de Alice Miller. En esencia, yo creo que ella se refiere a la Depresión Esencial de Pierre Marty, sin saber nada de eso ni mencionarla, de modo que lo que la autora dijo en su escrito creo que posee un notable interés. Asimismo, el desarrollo de la depresión que hace Miller permite comprender mejor qué es el Pensamiento o Vida Operatoria de Marty

Alice Miller dice que "La depresión es la consecuencia de la evitación de todas las emociones relacionadas con las heridas [psíquicas] de la infancia". La autora hace especial hincapié en los traumas psíquicos infantiles y, sobre todo, en la humillación infligida a los niños como causa de esa depresión. Añade: "La depresión, que refleja ese vacío interior es, lo repito, el resultado de la evitación de todas las emociones que están ligadas a las heridas precoces. Eso conduce a que una persona depresiva no sea, por así decirlo, capaz de sentir sentimientos conscientes a menos que, desencadenados por un acontecimiento exterior, no sea desbordado por sentimientos que le son completamente incomprensibles, puesto que la verdadera historia, y no la idealizada de su infancia, le es desconocida, y que él vive esta irrupción de sentimientos como una catástrofe súbita"

Estos comentarios de Miller me parecen una excelente explicación sobre los conceptos mayores que utilizó Marty para describir ese estado de cosas "psicosomático". No puedo por más que insistir en que no solo os bajéis y guardéis en una carpeta el artículo de Miller, sino que lo leáis y añadáis a esa lectura el archivo de comentarios que hice en un foro y que he aportado junto al artículo de Miller.

Estamos entonces ante lo que en un determinado ámbito clínico se denominan "psicosis afectivas" (PA), esto es, un estado en el que se podría decir que no es el pensamiento el que delira, sino los afectos. Muy impropiamente diríamos que lo que se encuentra en el fondo de los llamados "fenómenos psicosomáticos" es un "delirio afectivo". El equivalente a las "psicosis afectivas" es, a grandes rasgos, lo que Marty describía como la dificultad o ausencia de mentalización de la vida afectiva. No es que los afectos deliren, porque sólo delira el pensamiento, sino que los afectos no entran en la vida mental asociativa e inundan el panorama del sujeto, desbordándolo y generando efectos somáticos. Es la descripción más intuitiva que se me ha ocurrido en torno a este interesantísimo tema: los afectos no pueden entrar en el pensamiento asociativo. Esto es una primera aproximación a la comprensión del fenómeno. Iremos profundizando poco a poco en ello hasta lograr decirlo con firmeza y sin error o desvío posible.

El trabajo sobre estas llamadas "psicosis afectivas", genéricamente clasificadas en trastorno bipolar y paranoia, en todas sus formas, son el referente útil para comprender los fenómenos psicosomáticos. Es un trabajo en progreso. Son conceptos que no están cerrados o concluidos.  Pero sobre esa base se pude trabajar para incluir los fenómenos psicosomáticos como un delirio afectivo expresado en el cuerpo.

Si alguno siente algún interés en todo esto, está invitado a seguir leyendo.

Sigo.

JM Gasulla

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Jun 23, 2012, 7:33:35 AM6/23/12
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Psicosomático III (6)
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Tenemos, pues, la Depresión Esencial de Marty como el fenómeno central y que está en el origen de los fenómenos llamados psicosomáticos. 

Conocemos también a qué causas puede atribuirse el establecimiento de esa depresión esencial, siguiendo un poco el hilo de Alice Miller en su descripción de la depresión como el arte de embaucarse.

Esta Depresión Esencial, instalada en la infancia del modo descrito por Miller, que consiste en la falta de incorporación de la vida afectiva al transcurrir asociativo del pensamiento ordinario, da lugar a un tipo de pensamiento que Marty denominó "Pensamiento Operatorio" y más adelante le cambió el nombre por "Vida Operatoria".

Un ejemplo clínico excelente de una "Depresión Esencial" y de un "Pensamiento o Vida Operatoria" lo tenemos en el relato autobiográfico que bajo el pseudónimo de Fritz Zorn, Gottfried Zorn realizó antes de morir y que no vio publicado. También el el año 2005 abrí un hilo de comentario sobre este libro en un foro de medicina. La recopilación de mis comentarios, así como los fragmentos que entonces me parecieron más significativos del relato, los tenéis accesibles haciendo clic sobre el título "Fritz Zorn. Bajo el signo de Marte" Recomiendo su lectura y no solo guardarlo en una carpeta.

No es una psicosis clásica, delirante, lo que describe este hombre. Es lo que se podría llamar, una "psicosis afectiva", donde lo que domina el panorama de su relato es la ausencia de afectividad. No voy a entrar en su caso, por lo que me introduzco directamente en eso que llamo "psicosis afectiva".

En un primer momento, esa ausencia de afectividad, de reconocimiento afectivo, de pobreza de vida afectiva, en la que el sujeto no ve más que una monotonía gobernada por un conjunto de normas sociales que obedece, sin posibilidad de replantearse su posición con respecto a ese orden impuesto que sigue fielmente al modo de un autómata, esta ausencia de vida afectiva, digo, yo lo interpreto como lo que describió Marty como "Pensamiento o Vida Operatoria". Más adelante, en 1973, Marty afirmó que la descripción clínica que desde la escuela de psicosomática de Chicago habían hecho P. E. Sifneos y J. C. Nemiah sobre ese concepto clave de "alexitimia", coincidía punto por punto con lo que desde París ellos llamaban "Pensamiento o Vida Operatoria". A este respecto, yo hice una traducción crítica en 1995 de un artículo de Sifneos publicado en la Revue Française de Psychosomatique, analizando el concepto de "alexitimia" que posteriormente utilicé en las discusiones de algunos seminarios. Transcurridos los años, no soy capaz de encontrar el material traducido ni los comentarios. Si doy con ellos, tendréis libre acceso.

Pensamiento o Vida Operatoria, Alexitimia y Depresión Esencial son conceptos emanados de la clínica que no pueden separarse ni ignorarse. Ahora bien. Estos mismos conceptos los hallamos en la patología que denominamos "psicopatía"; son los rasgos clínicos que se encuentran en un psicópata y a mí me cuesta mucho afirmar que las personas que padecen fenómenos clínicos que llamamos psicosomáticos, sean psicópatas, a pesar de que compartan con los psicópatas ciertos rasgos clínicos comunes.

Ciertamente, tanto los fenómenos llamados psicosomáticos como los fenómenos psicopáticos, comparten una estructura lógica común, que hemos caracterizado suficientemente como "Negación de la Réplica", que es la conectiva 5. Pero si bien comparten una estructura lógica ¿qué los separa? ¿Cuál es el elemento diferente que permite distinguir con claridad entre un fenómeno psicosomático y una psicopatía? ¿Qué lógica es esa, que no podemos representar de un modo tan simple como hasta ahora venáimos proponiendo?

Hemos de dar algunos pasos esclarecedores más.

Pero antes, todavía nos quedará por dilucidar si el pensamiento operatorio que caracteriza a los matemáticos, según Caveing, que es la cuestión con la que abría este hilo, es el mismo pensamiento operatorio que se describe en la clínica y que caracteriza tanto a los psicópatas como a los fenómenos psicosomáticos.

Abordaré la cuestión en el siguiente mensaje.

JM Gasulla


JM Gasulla

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Jul 3, 2012, 6:49:36 AM7/3/12
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Psicosomático III (7)
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Acabo este hilo que quedaba pendiente de cierre, en el que dejaba planteada la cuestión de si el "pensamiento operatorio" del que hablaba Caveing referido al pensamiento matemático, podía coincidir con el "pensamiento operatorio" del que hablan algunos especialistas en psicosomática desde Pierre Marty y la escuela de psicosomática de París, o con Sifneos y Nemiah sobre alexitimia, desde la escuela de psicosomática de Chicago.

Creo que, llegado el momento de concluir sobre las distintas especies de pensamiento operatorio, hemos visitado y conocido a vuelo de pájaro la corriente de pensamiento psicosomático dominante en algunas esferas médicas. Ese pensamiento clínico nos ha conducido de nuevo, siguiendo mi forma de pensar, hacia la lógica canónica clásica y a la conectiva 5 (negación de la réplica) en la que hemos reconocido la fuente de la comprensión clínica de los fenómenos y, a su vez, el origen de la dificultad de comprenderlos por cuando la expresión de esa conectiva lógica no da cuenta cabal de todos los fenómenos que podemos reconocer en la clínica. 

Pero el tema que abrió el hilo de discusión era si el pensamiento operatorio (alexitímico y psicosomático) de Marty, tenía algo que ver con el pensamiento operatorio de Caveing (aparentemente falto de cualquier afectividad y matemático)

Independientemente del análisis que pueda llevarse a cabo sobre el pensamiento matemático y su racionalidad aparentemente sin subjetividad, tal como ocurre con el "pensamiento operatorio psicosomático", aquél se asemejara a este dado que, efectivamente, la nota más característica del "pensamiento operatorio matemático" es una necesidad de operar, calculando y demostrando, dejando aparte la subjetividad y la lectura y presencia de lo emocional, como con la alexitimia. El pensamiento matemático, que implica esa necesidad de calcular y demostrar es, no obstante y en esencia, fuertemente creativo. Canaliza, pues, un ansia o fervor altamente especulativo con miras a la creación de objetos nuevos (teoremas) por medio de reglas y normas que le confieren a los resultados de ese cálculo especulativo, el rango de verdad y validez. Es un pensamiento que utiliza un lenguaje específico y los productos de ese lenguaje generan, a su vez, nuevas formas y nuevos objetos (nuevos teoremas).

¿Qué clase de objetos son los que se generan mediante el "pensamiento operatorio psicosomático"? El pensamiento operatorio, según  Marty, se caracteriza, muy precisamente, por carecer de objeto y por la incapacidad de generar nuevos objetos de goce, ya que se construye sobre una depresión esencial, que es un estado en el que el sujeto carece de vigor vital y se encuentra con un vacío de pensamiento (uno de mis pacientes bipolar -ya hemos visto que el trastorno bipolar responde también a la conectiva lógica 5- me decía que no notaba su pensamiento, que su cerebro estaba vacío y que a sus años -25 años- era incapaz de excitarse ni aún tocando a una mujer, con lo que mucho menos viendo pornografía o imaginando nada, porque no podía imaginar). No hay ningún objeto, según los "psicosomatólogos", que canalice un goce. Antes bien, de acuerdo con la conectiva lógica 5, no hay ninguna posibilidad de creación de objeto porque el sujeto está desaparecido, y está por entero en las manos del goce del Otro en el medio de una relación dramática y mortal. En pensamiento operatorio psicosomático que es, según Marty, la clave para comprender los fenómenos psicosomáticos, no es productivo ya que su nota más característica es, precisamente, la ausencia de objeto de goce. Muy al contrario que el pensamiento operatorio matemático según lo describe Caveing, que se caracteriza precisamente por la producción de nuevos objetos matemáticos (teoremas). Mientras que el pensamiento operatorio psicosomático es vacío e improductivo, el pensamiento operatorio matemático es lleno y altamente productivo.

Pero ¿qué es generar un objeto? ¿Cómo se genera un objeto de goce en nuestro pensamiento? ¿Cómo genera esos objetos nuestra mente, para canalizar el goce?

Es un tema que hay que desarrollar ampliamente en un nuevo capítulo, por lo que es más que probable que el párrafo anterior no se haya comprendido bien del todo, pero aquí daré alguna indicación intuitiva de creación de un nuevo objeto de goce.

Hace apenas unos días, un amigo me comentó que, según Vappereau, la curación de las psicosis afectivas pasa por la creación de un objeto -de goce- (este "de goce" lo añado yo) La mayoría de autores coinciden en esto. No profundizo en el tema por su complejidad conceptual y porque aquí no hemos desarrollado todavía ninguna teoría concerniente al objeto y a su génesis, pero valgan dos viñetas clínicas para comprender cómo se genera un objeto de goce al final de una crisis psicológica y "psicosomática" a cuyo través el sujeto encuentra cierta estabilidad psíquica y física.

Una mujer que padecía eso que se ha dado en llamar "locura histérica de Maleval", o "locura histérica clásica" o "locura" a secas, desveló, tras un intenso y agotador trabajo, la causa de su locura en los abusos sexuales por parte de su padre durante su infancia. Una vez fuimos desvelando una a una las causas de esa locura, no bastó con ese desvelamiento, con ese decir o reconocer, sino que se vio empujada a llevar a cabo una operación de reducción de senos, porque esos nuevos senos serían "nuevos" y no los habría manoseado su padre.

Una joven a quien su pasional amante había abandonado, se vio impelida a implantarse un piercing en la vulva porque así construía una nueva vulva que no conocía su amante. Del mismo modo que la paciente de la reducción de senos se  construía una nueva zona erógena al crear un nuevo objeto de goce imaginario en su cuerpo, esta joven creaba un nuevo objeto de goce en una nueva zona erógena con la que por un lado, castigaba imaginariamente a su ex-amante y, por otro, reconstruía un objeto y una zona inéditas, para sus futuros amantes y para sí misma a la vez que preservaba para el primero aquello que sólo él había visto y disfrutado, pero a quien no correspondería ver y disfrutar de lo nuevo que ella se había creado para sí y para otros.

Hay diferencias casi evidentes en la formación de cada uno de esos nuevos objetos de goce en el cuerpo como zonas erógenas. La significación de cada uno se aprecia con relativa facilidad. Mientras en la primera se trata de borrar y construir sobre lo borrado en una zona erógena del otro (el padre en este caso) que aunque perteneciente a su  organismo, no podía reconstruir sobre esos senos una zona erógena propia (era el padre quien había disfrutado sexualmente de sus senos, pero no ella, y ahora necesitaba unos nuevos senos que fueran imaginariamente "de ella"), en la segunda se trata de preservar y reconstruir un nuevo objeto sobre una zona erógena propia, ya erotizada por la sujeto en una relación sexual "a dos".

El objeto de goce, que se construye de diversas maneras como hemos visto en los dos ejemplos clínicos, y que de ninguna manera puede considerarse como único e inmutable, es una construcción que se asemeja a la construcción del objeto de goce matemático, pero con la salvedad de que dicho objeto matemático se construye de un modo racional y sobre el papel (mejor tendremos que buscar otros espacios para desarrollar nuestros objetos clínico-matemáticos, porque según hemos ido viendo, escribir sobre la hoja de papel de dos caras, en dos dimensiones, no es la mejor opción para desarrollar nuestros conceptos y cálculos) mientras que el objeto de goce, aunque también es fruto de un cálculo lógico imaginario, resultado de una deducción silogística (se opera los senos para crearse unos nuevos que no hubieran sido mancillados, o se coloca un piercing para crear una nueva zona erógena que no conozca su amante; muchos tatuajes cumplen esa función de crear nuevos objetos de goce sobre el cuerpo delimitando así nuevas zonas erógenas donde dirigir la mirada del Otro) se inscribe sobre la superficie, también bidimensional, del cuerpo.

Una nota característica de la génesis de un objeto de goce que aparece al finalizar una crisis psíquica, es que no es predecible su concreción o materialidad, pero si su formación. Dicho en llano: cuando un proceso psíquico o psicosomático haya concluido para bien, el sujeto se creará un nuevo objeto de goce (generalmente erótico) que, además, será cambiante puesto que al final del proceso de "curación" habrá despertado o asimilado el "mecanismos" de génesis de nuevos objetos de goce, con lo que estará en plena disposición de construir cuantos objetos de goce sea capaz de generar su aparato psíquico. Pero no es una génesis voluntaria. El sujeto hace algo sin saber lo que está haciendo. Es racional y obedece a una lógica, que se puede deducir o conocer, pero en su génesis no ha mediado la voluntad salvo como ejecutante (decidir operarse realmente los senos, o decidir colocarse voluntariamente un piercing)

La diferencia en la creación de objetos, pues, se encuentra, entre otras cosas, en el tipo de superficie sobre la que se escribe el nuevo objeto de goce, más que en su racionalidad lógica o en su intencionalidad. Si ese objeto se escribe sobre la superficie corporal, tenemos el objeto creado como resultante de un proceso psicosomático o psicótico; mientras que si el objeto de goce creado se escribe sobre una superficie de papel o sobre cualquier otra superficie que no sea la corporal, podrá ser un objeto matemático. Quedaría para la discusión si un objeto de arte, que es fruto de la imaginación y de la inspiración del artista, qué clase de objeto es, ya que al no estar sobre el cuerpo, no es psicosomático o psicótico, y al estar formado sobre una superficie no corporal (lienzo, mármol, luz, electrónico, etc.) podría decirse que es matemático y, sin embargo, no lo es. El diferencial, pues, entre un objeto artístico y un objeto matemático (que ambos se crean fuera de la superficie del cuerpo) probablemente haya que inscribirlo en que mientras que el objeto matemático es abstracto aunque exteriorizado, y más racional que intuitivo, el objeto artístico es más intuitivo que racional, aunque también abstracto y exteriorizado. Estas cosas quedarán pendientes para cuando nos introduzcamos en la génesis psíquica de los objetos y cómo nuestro pensamiento los genera.

Con esto concluyo el hilo, si es que no hay motivos para la discusión.

JM Gasulla

Luis Tarragona

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Jul 4, 2012, 5:19:34 PM7/4/12
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Hola,

el que dice que JMV dijo soy yo; pienso que él dijo que hay que construir el objeto @, que me parece una construcción previa al objeto de goce.

de acuerdo en que eso ocurre, involuntariamente, pero es mi opinión que si al psicótico se le orienta en su cura aportándole "fitas" se le facilita la cura. Ese será el tema que desarrollaré en las jornadas de la foundation europenne de psicoanálisis en Florencia en ectubre 2012.

saludos, Luís Tarragona

JM Gasulla

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Jul 5, 2012, 9:19:17 AM7/5/12
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Psicosomática III (9)
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Efectivamente, me refería a ti (Luís Tarragona) en el mensaje (7) de este hilo como a la persona a quien, según le había comentado J-M Vappereau, la curación de las psicosis pasa por la construcción del objeto de goce. No dije "objeto a" porque es un término que no hemos desarrollado aquí, de manera que las personas que lean esto no van a saber de qué se trata.

En 1983 se publicó un libro que causó cierta revolución en algunos círculos de "psicosomatólogos". Este libro significaba la apertura de un nuevo frente teórico en psicosomática dispuesto a influir en los médicos que seguían la doctrina psicoanalítica de Jacques Lacan y, surgiendo del seno de la École Freudiane de Paris, que posteriormente fue el núcleo constituyente de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) dirigida por J-A Miller, pretendía ser la contrapartida teórica lacaniana al movimiento psicosomático de Chicago (Sifneos y Nemiah) y a la Escuela de Psicosomática de París (de Marty, M'Uzan y Fain), de quienes ya he hablado en este hilo.

El libro: Jean Guir. Psychosomatique et cancer. Point Hors Ligne. Paris. 1983. Un título muy sugerente (Psicosomática y cáncer) con apuestas teóricas fuertes (el cáncer como un proceso psicosomático entre otras cosas) y un contenido que probablemente vayamos a abordar aquí próximamente. Fruto de este primer abordaje de la teoría o, mejor dicho, del fenómeno psicosomático, apareció un movimiento que se llamó "GREPS", una de cuyas ramas filiales fue, en Barcelona, el grupo de estudio de psicosomática en la Escuela Freudiana de Barcelona, que se llamó "GRESAIM" y cuyo jefe de filas fue Josep Monseny. Yo fui miembro y participé en algunas reuniones e incluso presenté algún caso clínico. 

El motivo de mi marcha y mi desafección de estos movimientos es porque en ningún caso quedaba planteada, como prioridad, la cuestión de las demarcaciones. Dicho en llano: ¿cómo se encuentran lo psíquico y lo somático? ¿Por qué, con qué base, con qué fundamento, alguien dice que el cáncer, o la dolencia orgánica que sea, tiene un origen psicosomático? Sostener sin pruebas o con fundamentos débiles esta cuestión es parecido a lo que ocurre con la religión: no es necesario demostrar nada; todo es una cuestión de fe y de establecer los dogmas que hay que creer sin demostración, y de plantear dudas sobre el dogma, ser expulsado de la fe como hereje. 

Dos corrientes (Chicago y París) proponen que la causa de la patología psicosomática es la afectividad, y una corriente (AMP) propone que esa causa es el lenguaje. ¿Cómo la afectividad y el lenguaje, solos o combinadamente, pueden causar enfermedades? ¿Dónde están y cuáles son los criterios de demarcación disciplinares? Me planteé que si me afiliaba a una corriente cualquiera, me convertía en seguidor, con lo que entraba a formar parte de una corriente ostentadora de una verdad ideológica que intentaría ser hegemónica y obtener la supremacía teórica sobre las doctrinas rivales, pero que la verdad no se podía encontrar en ninguna doctrina concreta y justamente en razón de su diversidad, la Verdad pretendida de lo psicosomático no es Una, con lo que es mejor estar informado de todas y pensar e investigar por cuenta propia tratando de comprender y estudiar qué aporta cada corriente teórica al conocimiento del fenómeno de la enfermedad. Para eso, no hay que estar afiliado a una corriente, sino que estar abierto a todas y al tanto de las novedades.

Fruto del movimiento de psicosomática asociado a la Escuela Freudiana fue la aparición de otros dos libros: Greps. Le phénomène psychosomatique et la psychanalyse. Navarin Éditeur. París.1986 y Greps. Exis-t-il un sujet psychosomatique? Navarin Éditeur. Paris. 1989.

En 1997, el grupo de estudio "GRESAIM", al que yo, entre otras actividades de estudio e investigación estaba adscrito en la época, y perteneciente al Instituto del Campo Freudiano de Barcelona, organizó una jornada con la participación de uno de los médicos que se habían adscrito al movimiento psicosomático en Francia. En la ocasión, el profesor invitado fue Alain Merlet y el título de su conferencia magistral fue "¿Se interpreta el Fenómeno Psicosomático?" (Fenómeno Psicosomático: FP, en adelante) Esta conferencia fue publicada por Ediciones Eolia y editada por el Instituto del Campo Freudiano de Barcelona 1998. Recuerdo que algunas personas con las que asistí al evento esperaban que yo hubiera intervenido en la discusión, pero la intervención que yo hubiera hecho hubiera sido tan demoledora en contra lo que había escuchado, que opté por callar, darme de baja y seguir investigando. El problema de la demarcación era, para mí, el más importante y en tanto no estuviera aclarado, cualquier cosa que se dijera me sonaba a magia y fe doctrinal, pero no a racionalidad y cientificidad.

Así que desde este movimiento de investigación en psicosomática, con una teoría nueva y ciertamente revolucionaria, se intentó dar la réplica teórica a los dos movimientos vigentes: el de la escuela de Chicago con Sifneos y Nemiah, y al de París con Marty, M'Uzan y Fain. Era el tercero en liza. Además de Jean Guir, como el investigador pionero dentro de la École Freudiane de Paris, posteriormente constituida en AMP, los nombres asociados a este período inicial son Alain Merlet, Patrik Valas y Josep Monseny, entre otros. 

Para resumir de un modo muy condensado: el fundamento de la nueva corriente de psicosomática (la tercera corriente de pensamiento en psicosomática: la de Chicago, la de París y la de la AMP) arranca de dos breves alusiones de Jacques Lacan. Una, en la lección XVII del 3 de junio de 1964 del Seminario 11 (Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis) donde Lacan analizó el concepto de "afánisis" y de "holofrasación" y puso como ejemplo ilustrativo su concepción del "fenómeno psicosomático". La segunda cita de Lacan se encuentra en una conferencia que dio en el Colegio Oficial de Médicos de París titulada "Psicoanálisis y medicina". Finalmente, y aunque muy poco mencionada, hay indicaciones sobre el efecto de la palabra sobre el cuerpo en la llamada "Conferencia de Ginebra sobre el síntoma" que Lacan pronunció el 4 de octubre de 1975 en el Centro Raymond de Saussure de Ginebra.

El "grueso" de la teoría psicosomática esbozada a partir de esas escuetas citas y alusiones, encuentra su apoyo en la "holofrasación", que yo he identificado como la conectiva 5 de la Lógica Canónica Clásica, que bajo mi punto de vista comparten por igual los fenómenos psicosomáticos y el trastorno bipolar. Dicho brevemente: si entre S1 y S2 se produce un "sellado" holofrásico, no hay posibilidad de inscribir un sujeto frente al fenómeno psicosomático y, en consecuencia, no es posible la creación de un resto como objeto de goce representante del objeto a. En estas condiciones, la enfermedad, el fenómeno somático, hace las veces de objeto de goce y el fenómeno psicosomático entra en vías de cronicidad. De acuerdo con mi punto de vista, se trata de que formalmente, la enfermedad no puede integrarse en el conjunto de la actividad psíquica como un elemento simbólico más, pero cuyas causas materiales hay que encontrarlas en los fenómenos biológicos que se desencadenan desde lo psíquico.

Pero todo esto es la conclusión y he de añadir que afortunadamente estas cosas las tengo ahora muchísimo más claras que hace 20 o 25 años. No obstante, diciendo todo esto me he anticipado excesivamente con respecto al programa de enseñanza que voy exponiendo aquí. Además, este lenguaje (holofrasación, afánisis, alexitimia, objeto a, etc.) es excesivamente técnico y emergente de una disciplina muy determinada. Mi propósito aquí es ir avanzando haciendo deducciones e ir introduciendo elementos teóricos y conceptuales a medida que vayan apareciendo. Con todo esto, a pesar de haberme adelantado excesivamente a mi programa, creo que, no obstante, merecías una respuesta de por qué no utilizo los términos ni desarrollo conceptos a los que tú y yo estamos acostumbrados y nos son familiares. 

No obstante, y aunque todavía no hemos hablado de esos fenómenos clínicos que iremos encontrando y qué problemas plantean, creo que será muy interesante que nos hagas llegar una copia de tu ponencia en el próximo Congreso de Florencia en el que tú serás ponente. Puede ayudarnos mucho a pensar sobre todo esto.

Así que muchas gracias por tu aporte.

JM Gasulla

Luis Tarragona

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Jul 5, 2012, 10:57:21 AM7/5/12
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Mira JM, lo que me ha salido del alma (sabes qué quiero decir cuando digo ''halma'', y realmente eso me ha  salido del hhhalma) es un "Dios mío, si sabe la ostia..., y cuanto tiempo hace que sabe !!!. 

Pero vayamos al grano. JMVappereau no me lo dijo en un aparte, lo dijo en público en la última sesión en BCN, hará un mes; cabe la posibilidad de que yo entendiera mal; puedo repasar la grabación.

Eso escrito por tí en el post anterior que copio a continuación en cursiva, rogaría que lo desarrollaras:

El "grueso" de la teoría psicosomática esbozada a partir de esas escuetas citas y alusiones, encuentra su apoyo en la "holofrasación", que yo he identificado como la conectiva 5 de la Lógica Canónica Clásica, que bajo mi punto de vista comparten por igual los fenómenos psicosomáticos y el trastorno bipolar. Dicho brevemente: si entre S1 y S2 se produce un "sellado" holofrásico, no hay posibilidad de inscribir un sujeto frente al fenómeno psicosomático y, en consecuencia, no es posible la creación de un resto como objeto de goce representante del objeto a. En estas condiciones, la enfermedad, el fenómeno somático, hace las veces de objeto de goce y el fenómeno psicosomático entra en vías de cronicidad. De acuerdo con mi punto de vista, se trata de que formalmente, la enfermedad no puede integrarse en el conjunto de la actividad psíquica como un elemento simbólico más, pero cuyas causas materiales hay que encontrarlas en los fenómenos biológicos que se desencadenan desde lo psíquico.

No es fácil creerlo, pero hace un par de semanas, pensé algo así como que lo que ocurre en los psicóticos bipolares (que desde Berlín 2006 llamaba BiPolarDisorder, y ahora llamo BonPèreDisorder, ambos dos ''BPD'', que me parece mas amplio y etiológico el 2º) es que los S1 adquiridos en ''lalangue'' estaban como inmóviles, fijados, coagulados, no era posible una fluctuación, en mas y/o en menos alrededor de su punto medio inicial, eran inmodificables, estaban congelados. Eso se parece a lo que tú dices ''entre S1 y S2 se produce un "sellado" holofrásico''
A comentar que este curso 2011-12, he asistido al seminario dirigido por Rithée Cevasco sobre ''lalangue''

Al tú decir ''''  la "holofrasación", que yo he identificado como la conectiva 5 de la Lógica Canónica Clásica,  '''', ahí me coges absolutamente out of game, outside, orchay.

Quiera ese pequeño gran dios que todos llevamos dentro, cuanto menos el mío, que pueda leer todo eso que escribes; 
me alegro de habernos conocido, qué suerte tuve !!, 
porque,  la casualidad   , existir    , no existe, o eso dicen que dijo SF.

Saludos a todos, (y perdonad-me el vómito pelotero),
Luis Tarragona

Luis Tarragona

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Jul 5, 2012, 11:03:46 AM7/5/12
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Me pides que traiga la ponencia de Florencia (El Psicoanálisis y la Cura). Está todavía en supervisión, como yo digo, o sea que puede cambiar bastante, pero este sería el primer núcleo, aunque es un poco largo:

Psicosis: Posición del analista en la Cura.

.......¿De qué se trata en cualquier Cura? Entre otras cosas, de hacer un recorrido ---como si de una carrera ciclista por etapas se tratara--- desde donde está el analizante a un posible final, en base a la Dirección de La Cura. Recorrido que suele pasar en un principio por una exposición de hechos que llamamos “la novela”. No sé si estarán ustedes de acuerdo conmigo, pero esa novela se desliza, se desarrolla sobre un sustrato que tiene, al menos, los siguientes ingredientes: el GranOtro (A), el objeto a, los otros, las identificaciones, el sujeto del inconsciente, barras para A y S, significantes, moi, je, algún que otro losage, ideal … vamos, que esa lista no sé si soy capaz de decirla yo, o alguien; ah! me dejaba el deseo (delta), el goce, la necesidad, la demanda, el edipo …. y faltan mas, seguro !!!, el amor, el sexo, la sexualidad , S/<>@,  S/<>D, …
Pero en esta lista falta LA clave de bóveda que divide, al entender de Lacan, la humanidad en dos, los que sí (no psicóticos) y los que no (psicóticos) la tienen: la Metáfora Paterna (MP), . Falta en esa lista y falta entre los sustratos de la novela del psicótico, y faltan sus consecuencias: el Nombre del Padre (N del P), el falo simbólico, la correcta ubicación del falo imaginario (ver mi ponencia en Berlín 2006 ******), la barra en el GranOtro. No es el momento de entrar a fondo en el tema de si es antes la MP o el N del P, o simultáneos, o intercalándose. No es el momento tampoco de hacer la lista de las ausencias, malposiones, malformaciones, desvíos en esta lista.

Pienso que con un símil conseguiré expresar mejor eso que intento exponer: Es el simil que utilizo cuando algún amigo o conocido no analista me pide que le explique cómo funciona eso del psicoanálisis: el analizante es como un avión próximo a tomar tierra; lo consciente sería el piloto, que está en contacto, recíproco, con el resto del aparato (lo inconsciente) a través de palancas, circuitos electrónicos: los flaps, los motores, el timón … yo no sé nada de aviones. Una vez un oyente me dijo: el pasaje es la família, y el copiloto o el comodoro la esposa... Pero todo eso no es lo importante de lo que les quería decir.

Cuando un avión vuela, sigue unas carreteras aéreas, unas normas de tráfico, y tiene la ayuda de una persona, el controlador aéreo, ---yo lo llamo indicador de trayecto de voz--- que le va marcando el trayecto, la altura de vuelo, la velocidad de vuelo, la hora de llegada a un punto determinado, también le facilita el cambio de controlador al cambiar de zona o país, y al acercarse al aeropuerto. Durante el trayecto el avión dispone de señales indicadoras que le permiten orientarse: indicadores de toda la vida: determinados picos de montañas, ríos, ciudades de día y de noche, la constelación de estrellas, el sol y indicadores modernos: señales electrónicas de posición (radiobalizas, el equivalente a los faros lumínicos de la costa). Si un avión se acerca a menos de 5 km de otro avión, en una misma altitud de vuelo, lleva un aparato, todos los aviones lo llevan, que emite una señal de aviso, y si se acercan menos de 3 km, automáticamente se ponen de acuerdo los aparatos de los dos aviones para que uno ascienda 300 metros y el otro los baje, sin consultar a los pilotos.
En la toma de tierra, “landing”, tiene uno ---observen que ya no digo “avión”--- los indicadores físicos del terreno, la ayuda electrónica, la voz del controlador, las balizas lumínicas, ópticas, simples banderines en cabecera de pista, a lado y lado de la pista, la raya amarilla en el centro de la pista. Todo eso guía al avión, al piloto, pero es éste el que decide, dentro de sus posibilidades, dónde realiza el contacto con tierra, si a 10 metros, o 20, o 40, del inicio de la pista. Uno tiene ayuda, orientación, indicadores de voz, de toda la vida, modernos. Pero la última decisión (des-cisión) es de uno.

En caso de niebla cerrada muchos de estos indicadores no sirven.
Muchas de estas ayudas de trayecto y de landing no sirven.
Si además uno nunca ha realizado ese trayecto a lo máximo que puede llegar es a estudiar el terreno antes de despegar con Google Earth. ¡¡¡ Vaya diferencia con la realidad !!!, entre ver Firenze desde el aire, en directo, o desde la Piazzale Michelangeloel, el río Arno, la cúpula de Santa María del Fiore (Duomo), o verla en Google, en postales, en libros, en pinturas. Imagínense si es el primer vuelo, si tiene formación deficiente como piloto, quizá confunde Pitigliano con Castellfollit de la Roca.

El objetivo es conseguir pasar la barrera de control en la terminal del aeropuerto, la barrera de normalización social al terminar el análisis porque en el pasaporte están los Sg necesarios y suficientes para pilotar (valorar) la vida propia y con otros.

En el psicótico los indicadores están alterados, algunos no reciben, otros no emiten, otros depende del momento, de la situación. Todo eso ocurre porque la MP ---que abre el camino a los N del P, al falo simbólico, a cerrar el conjunto de los Sg y a su resignificación--- no tuvo lugar. El psicótico en esas condiciones debe landing en un aeropuerto que desconoce (no llegó al Edipo, a la castración) y con niebla, en un lugar en el que nunca estuvo, del que no tiene mapa, coordenadas, porque tiene en déficit algunas balizas indicadoras (las variables, Sg … parte importante de aquella lista que antes hice).

Un analizante no psicótico puede describir en su novela, en sus sueños, en alguna formación del inconsciente, algo que pueda relacionar con la castración, o con la MP, porque ese analizante en su pasado circuló por esa experiencia, por ese trayecto. Su novela tiene como fundamento (Ics) esas variables. Siempre pasó de una forma u otra por ese aeropuerto, tiene los indicadores, mejor o peor, o al menos los tuvo.
Un analizante psicótico sólo puede inventarla. No sabe de su existencia, y si la sabe porque lee textos analíticos, no sabe de su experiencia, no sabe de su aprehensión. No están en su Ics, no están on line.

Si yo analista pienso que es posible rellenar los agujeros del esquema I para ‘’volver’’ a algo parecido al esquema R, pienso que es posible que el analizante psicótico aprehenda esas variables (quizá de otra forma) que faltan en su grafo del deseo (esas balizas) para “normalizarlo’’, si pienso que es posible que el analizante pase por una experiencia que sustituya la no experiencia de aquél momento temporo-lógico, constituyendo un 4º anillo reparador,  para eso, pienso que el único camino es hablarle de eso, hablarlo los 2 (los 4) con orden y concierto, con un cierto orden, permitir que a través de la palabra del analista adquiera la información necesaria que le permita ese paso, y que de la reflexión en común sobre los relatos de su novela, pueda el analizante aprehender esa experiencia. Es una talking cure en la que uno de los lados está cojo de experiencias clave ---que impiden avanzar en el trabajo de análisis, Die Durcharbeitung---, que sólo puede reponer recibiéndolas por / en la palabra, a través de un discurso informador del analista deliberadamente informador, claro y asequible. ¿Cabe en el pensamiento de alguien conversar con un psicótico de forma encubierta, espesa, retorcida para llegar a algún lugar? .....

Innegablemente es un poquillo técnico, pero JM ya os aclarará.
Saludos a todos.
Luis Tarragona



El jueves, 7 de junio de 2012 14:51:10 UTC+2, JM Gasulla escribió:

JM Gasulla

unread,
Jul 8, 2012, 12:03:42 PM7/8/12
to la-enf...@googlegroups.com
Psicosomática III (12)
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Responder en sencillo a Luis no es tarea fácil. El experto en trastorno bipolar es él. Aquí doy mi punto de vista.

Advierto: si se lee despacio, pero despacio y parando a pensar, creo que esto se podrá entender para los menos avezados. Si se quiere ir rápido, es probable que se guarde en una carpeta sin acabar de leer o sin haber entendido nada.

Con respecto a esa fijación de un significante sin significado de la que hablas, Luís, nuestro común amigo Carlos creo que pone ahí un significante "vacío" que no da paso a un saber. Puesto en álgebra, un S1 al que no le sigue un S2. Ahí está, me parece a mí y si según no me equivoco por haber interpretado mal a Carlos, el fenómeno psicótico. Un S1 que no da paso a un S2. El delirio es una cadena significante que se construye como un S2 frente a ese S1 que irrumpió "a lo bestia" procedente del Otro. 

Cuando a un "normal" le aparece un S1 brutal procedente del Otro (el S1 puede tomarse casi siempre como un significante del Goce del Otro), pone en marcha la máquina de goce que es el pensamiento, para "dominar" eso que viene sin significar, y darle un sentido. El sentido es un saber o S2 que regula el goce que viene del Ello, del Otro, del Universo o de Dios. Lo he dicho muchas veces: el lenguaje es una máquina cuya función principal es la de transformar la energía en bruto y a lo bestia que viene de los significantes S1 del Otro, en un goce del sujeto. El lenguaje y el pensamiento transforman el Goce del Otro en un goce del Sujeto, en un goce propio. Insistí en ello en el hilo Homo ex machina, que es uno de mis preferidos

En el FP (fenómeno psicosomático), según la teoría se trata de un S1S2, y no de un S1-->S2. De modo que se trata, no de un significante congelado o fijado, un S1 brutal, como en la psicosis, sino de un sellado entre un significante S1 y la cadena que lo sigue y que, en consecuencia, que no permite una posición de sujeto entre ambos. Como sabemos, entre un S1 y un S2 (un significante engendrando y otro significante en posición de saber; o, si se quiere , un significante que inicia un saber como primer eslabón de una cadena significante) engendra un Sujeto que aparece dividido por efecto de esa diferencia entre un significante sin significado, y una cadena de elementos significativos que irán a significarlo. Para que eso ocurra, es necesario que quede determinada una posición de sujeto. Hay más cosas que explicar ahí, pero creo que muy pocos o nadie nos entenderá.

Dicho en llano para que quienes no saben una palabra del álgebra que manejamos, nos entiendan un poquitín a nivel intuitivo (¡Joder! ¡Cómo me complico la vida!):

Conocemos el fenómeno de quedarse estupefacto, la estupefacción, la imposibilidad de situarse como sujeto, o de poder responder, ante algún acontecimiento psíquico o social, de alguna manera: uno se queda "de piedra", algunos se desmayan, otros padecen un infarto y pocos se suicidan ante este fenómeno de la estupefacción. Uno no tiene palabras. Te puedes quedar estupefacto porque te venga de afuera algo inesperado. Eso es a lo que podemos llamar un S1 brutal que viene del Otro. La aparición, pues, de eso que te deja estupefacto, puede dar lugar a diversas posibilidades: o lo intentas comprender (y así eso que te ha impactado consigues dominarlo), o te deja turulato para los restos y aunque te lo quieras quitar de la cabeza, no logras hacerlo. Eso sería un S1 que no da paso a nada, salvo a una angustia indomable.

Si la estupefacción es por algo teórico, por ejemplo, el actual y famoso bosón de Higgs (|bosón de Higgs| es un significante que carece de significado y busca significarse en un encadenado de significantes, que es un saber o explicación), uno no entiende. Si no entiende, puede buscar quien se lo explique. Si no ha entendido la explicación, queda en una situación leve de estupefacción: no puede hacer suyo el conocimiento. Se queda perplejo, estupefacto leve. Ahí hay un "sellado" entre el significante |bosón de Higgs|, que hace las veces de S1, y |la explicación|, que hace las veces de cadena de S2 o cadena significante. Así pues, cuando S1 y S2 aparecen "sellados, se produce el fenómeno de estupefacción, que es la imposibilidad de que se sitúe un sujeto entre |bosón de Higgs| y |la explicación|. Por ausencia de sujeto hay que entender que uno no puede subjetivar, hacer suyo, ni el significante |bosón de Higgs|, que a lo sumo queda ahí como vacío de significado y de sentido, ni |la explicación| que le daría sentido,

|La explicación| (S2 en nuestra álgebra), cuando se entiende, establece o proporciona, hace las veces de un significado para |bosón de Higgs| (S1 en nuestra álgebra), para una persona lega, porque para un físico de partículas eso tiene otro significado, es decir, que entre S1 y S2 se  abre la posibilidad de que alguien se posicione subjetivamente ante un determinado significante de acuerdo con su singularidad y le de un determinado sentido; por decirlo así, lo haga suyo interpretándolo a su manera. De ahí la definición que dice que un significante es lo que representa a un sujeto para otro significante, y dejo esto así para no andarnos con más complicaciones, de momento.

El proceso de significación "normal" en cualquier ser humano "normal", se produce a partir de un S1 que elaborado por el psiquismo o la mente de una persona, percibido según su subjetividad, le da un significado a partir de su posición subjetiva. Esto es lo que en los humanos sustituye al instinto. Mientras que en un animal la relación al saber instintivo actúa sin el intermedio de un sujeto (recordemos el famoso experimento de Pavlov en el que un significante |el sonido de una campanilla| provisto de significado |alimento|, provoca una reacción instintiva sin que el animal pueda hacer nada más que babear, porque no es él el dueño de ese reflejo), en el ser humano, siguiendo el mismo experimento, entre la campanilla y el significado que desencadena una acción se interpone un sujeto, esto es, una persona con su subjetividad (su estructura psíquica) y su historia, que si bien no puede controlar la secreción de saliva, sí puede decidir que se rebela ante el experimento, o que le repugna la situación y el alimento. Entre la campanilla y el alimento, en el ser humano no se interpone, o no da pie, a un reflejo instintivo, sino que da pie y se interpone en la acción refleja un sujeto.

En la psicosis, pues, y según lo entiendo de Carlos, el S1 (la campanilla, siguiendo el símil), no daría lugar a una respuesta de ningún tipo. No se habría inscrito el mecanismo por el cual pueda aparecer un S2 (un reflejo condicionado) ni una posición de sujeto (negarse a comer o rechazar el experimento), sino que el sujeto hace intentos fallidos de engarzar una cadena lógica coherente a partir de ese S1. Es lo que algunos clínicos distinguen como "deriva significante", deslizamiento de la cadena, ausencia de punto de capitón, ausencia de fijación o anclado, etc. Así pues, en la psicosis, siguiendo el símil, |el sonido de la campanilla| no daría pie a ningún reflejo, porque carecería de significación. El esfuerzo psicótico es buscar un significante, engarzar ahí una cadena significante que estabilice a ese S1 y lo fije en un significado que, por así decir, diera paso a una acción motora o refleja controlada.

Esto le puede parecer chino, o pakistaní, o kurdo, a muchos. ¿Pero de qué coño está hablando este tío? se pueden preguntar. Pues estoy tratando de dar cuenta de cómo se genera o desencadenan dos fenómenos clínicos básicos, y un mecanismo "normal", a partir de los constituyentes básicos del ser humano, que son el lenguaje, su cuerpo y el otro.

Para resumir:

En la psicosis, hay un S1 sin S2. Se puede representar así: S1-0
En el fenómeno psicosomático un S1 y un S2 soldados: S1S2
El proceso normal es S1 --> S--> S2, donde el S que aparece  representa al sujeto dividido por efecto de S1 y S2.

Podremos ir profundizando poco a poco en esto para que sea fácilmente comprensible y se lea y comprenda antes de guardarlo en una carpeta. ;-)

JM Gasulla
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