Nos va el futuro en ello y el presente también.
Salud y besos.
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El docente de la Educación Permanente debe ser un activista, un agitador social, una persona implicada en el medio en el que desarrolla su trabajo. Sin necesidad de ser perfecto, debe buscar conocer la realidad más próxima de su alumnado, su problemática y sus necesidades para que desde la parcela que la sociedad le ha encomendado pueda hacerle frente, implicándose en la medida de sus posibilidades...me encanta¡¡¡
Preciosas palabras Rafael, gracias por incluirme.Se os echa de menos, un beso enorme para todos y ánimo con la semana que va a ser vista y no vista!
Buenos Dias , Rafael y amigas y amigos de la Educación Permanente.
Soy Juan Rincón. Para quienes no me conozcáis soy maestro en Educación Permanente desde hace 34 y pico años. Actualmente, soy Jefe de Estudios del CEPER La Arboleda Perdida en el Puerto de Santa María, Cádiz. He escrito dos libros de relatos basados en la historia de nuestra “Educación de Adultos”, “Cardito de Puchero. Historias de la Educación de Adultos en Andalucia” y “Cardit@ de Pucher@ 2. Cuando cambiamos el punto y la coma por el punto.com”.
A un curso vista de mi jubilación reflexiono y dialogo con frecuencia sobre el futuro de la Educación Permanente con otras personas que me han acompañado en este viaje que ha definido mi vida. En mi centro, por ejemplo, observamos con cierta fatalidad que en seis o siete cursos, toda la plantilla “histórica” habrá dejado la docencia y , a veces, tememos que se agoste una forma de trabajar participativa adquirida con muchísimo esfuerzo colectivo.
Quizás, ¡ojalá!, la generación docente que venga a continuación, sea capaz de actualizar este “legado” y adaptar este edificio que dejamos a este sugestivo y, a la vez, desesperante siglo XXI, a esta sociedad insolidaria pero, al tiempo, portadora de todos los mimbres para solucionar los grandes retos de la injusticia social. Esperar que sea la Admon. Educativa la que sugiera los caminos de la modernización solidaria es resignarse a un futuro de precarización e itinerarios educativos personalizados y competitivos.
A veces, siento que quienes ahora nos jubilamos hemos fracasado en esa tarea de contagiar el espíritu innovador, colectivo, comunitario y democrático de nuestra labor de más de tres décadas. Nos hemos llenado la boca de la teoría de Paolo Freire pero no en todos los centros hemos sabido articular una alternativa sólida de práctica moderna de su metodología.
Quizás la falta de una asignatura de Educación de Personas Adultas en la formación inicial de las y los profesionales de la educación pública hubiera ayudado en esa tarea pero en la mayoría de las facultades de Ciencias de la Educación su existencia ha sido fugaz y errática, dependiendo más de la voluntad que de la creencia en su necesidad.
Y en la formación del profesorado novel que se incorpora a los Centros se pone mucho más interés en el manejo de las plataformas moddles y similares que en las estrategias de participación democrática o los procesos de desarrollo comunitario en nuestros centros.
Yo no desaprovecho mis oportunidades “literarias” para hacer memoria e incluso “apología” de una determinada manera de trabajar la Educación Permanente pero reconozco pero una parte de ese empuje se ahoga en el continuo trasiego inestable de personal por nuestros centros. Pocos y pocas son las personas que viene a quedarse y, quien lo hace viene a veces para terminar su andanza docente. Poca gente joven se acerca al menos con intención de quedarse a mi centro. Quizás había que demandar de la Admon. Educativa fórmulas que “discriminaran positivamente” la permanencia en nuestros centros como forma de garantizar la “especialización” de su plantilla. No sólo necesitamos especialistas en Inglés o en el ámbito científico tecnológico. Herramientas como el conocimiento de los perfiles de las personas adultas y las estrategias de motivación adecuadas, la dinámica de grupos, la metodología participativa, la empatía, etc… son tan necesarios en nuestra tarea diaria y futura como la gramática sajona o las nuevas tecnologías.
Creo que no está todo perdido y que aún podemos hacer mucho por continuar esta tarea generosas aún desde nuestras futuras horas liberadas. Yo, por lo menso, me ofrezco a ello.
Abrazos. Juan Rincón.
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