Sobre la estructura de la enfermedad

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JM Gasulla

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Apr 25, 2013, 8:49:31 AM4/25/13
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Estructura de la enfermedad (1)
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He abierto este hilo con un título acaso algo precipitado, porque antes de comprender bien la estructura de la enfermedad, nos iremos familiarizando poco a poco con algunos conceptos que iremos introduciendo. 

El punto de llegada será el poder escribir bien la enfermedad, y comprender esto:

Figura 1: Estructura escrita de la enfermedad.
Tomado y modificado de Carlos Bermejo

En la figura 1 tenemos la estructura general de la enfermedad, esto es, tal como la enfermedad se inscribe en nuestro pensamiento a partir de los registros de lo biológico, lo psíquico y lo social, más el síntoma (Σ) De acuerdo con la escritura general que regula las relaciones entre el significante y el significado
Significante
significado
tal como lo concibió Lacan. El elemento significante es lo manifiesto, mientras que el elemento significado está bajo una barra que, dice Lacan, se opone a la significación. Esta representación no debe ser tomada como un quebrado en aritmética. No indica más que la autonomía del significante con respecto al significado y, no solo autonomía, sino una auténtica resistencia a la significación del significante. 

En la figura 1, entonces, en el "numerador" escribimos dos significantes distintos "Enfermedad" y Esquizofrenia, y en el "denominador" un mismo e idéntico objeto, que es una cadenudo "finkeana", lo que quiere decir que es una cadena con un enlace y un anudamiento borromeo. Veremos poco a poco qué quiere decir esto.

Sigo en otros mensajes.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Apr 27, 2013, 10:24:06 AM4/27/13
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Estructura de la enfermedad (2)
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En el primer mensaje de este hilo hemos visto, sin comprender todavía nada, cuál es la estructura de la enfermedad. Pero no entendemos ni sabemos nada de lo que he escrito ahí, en especial lo que he representado en la figura 1.

Doy pasos para comprender eso.

En primer lugar, convendría leer el artículo de George L. Engel titulado "The Need for a New Medical Model: A Challenge for biomedicine" <-- (clic sobre el enlace para acceder al original inglés) en Science. 196; 4286: p: 129-136. 8 abril 1977, cuya traducción párrafo a párrafo he colgado en Mis Documentos, accesible haciendo clic sobre el título del artículo --> "La necesidad de un nuevo modelo médico: Un desafío para la biomedicina".

La traducción que he aportado está dividida por párrafos, de modo que resulte fácil acudir al original inglés para las citas.

Engel desarrolla la necesidad de un nuevo modelo médico de enfermedad comparando dos patologías comunes y reputadas la una como puramente biomédica, como la diabetes, y la otra puramente mental, como la esquizofrenia, y se aplica en desmontar esa dicotomía demostrando, a la vez, que ambas poseen la misma estructura y, en consecuencia, ambas responden por igual a un modelo biopsicosocial. Este desarrollo está en los párrafos 5-14 a 5-20.

Tras haber leído el artículo, con especial atención a los párrafos que he indicado, es fácil conjeturar que Engel nombra una única estructura biopsicosocial con dos nombres diferentes: diabetes y esquizofrenia. La enfermedad, evidentemente  que él no lo dice, pero viene a decir, es una estructura. 

¿Qué clase de estructura es esa que puede ser nombrada de diversas maneras? ¿En virtud de qué principio se puede decir que la diabetes y la esquizofrenia es la misma estructura? De ser eso cierto ¿cómo se diferencian? Eso es lo que vamos a ir comprendiendo poco a poco, pero de momento tenemos que aclarar que nos vemos enfrentados a un problema de escritura y de traducción de un escrito a lenguajes diferentes, porque más que de enfermedades concretas, se trata de comprender las estructuras (del pensamiento, añado). Lo mismo, la misma cosa, se nombra o se traduce, al menos, a dos lenguajes diferentes. Aquí, con George L. Engel nos vemos llevados, pues, a esta cuestión:

Figura 2: La misma estructura traducida de dos maneras diferentes
Figuras tomadas y modificadas de Carlos Bermejo

En la figura 2 tenemos planteado el problema. Cada uno de los dos significantes DIABETES y ESQUIZOFRENIA, remite a una misma estructura, que es una estructura biopsicosocial, más un síntoma reparador, aquí coloreado de gris (me resulta difícil colorearlo según nuestro código: amarillo o anaranjado). Esta es la cuestión que está planteada en Engel: en realidad, no hay dos tipos de enfermedades, biomédica o mental, sino que la enfermedad no es más que una única estructura que es traducida y nombrada en lenguajes diferentes. En el lenguaje de la biomedicina recibe una serie de nombres, y en el lenguaje de la psiquiatría, recibe otros, pero se trata siempre de la misma estructura biopsicosocial, a la que yo le he añadido un síntoma reparador.

En realidad, la enfermedad es una estructura (mental) construida mediante tres registros: el registro de lo biológico, el registro de lo psíquico y el registro de lo social, más un síntoma (Σ), que actúa a modo de registro "reparador" de la estructura, a no confundir con el Síntoma clínico (que desde ahora representaré mediante la letra griega ς para distinguirlos mejor), del que he hablado en "la puerta del consultorio médico" dominando el campo de la "antesala". La necesidad de esos tres registros (pero no el cuarto, que lo desconocía) lo justifica ampliamente Engel, de modo que no hago hincapié. Yo tendré que justificar la razón y existencia de ese cuarto registro Σ.

Esa es, para mí, la cuestión clave que está planteada en Engel, sin que él llegara darse cuenta de en qué nivel estaba planteando las cosas. No obstante, aunque no supo desarrollarlo, fue él quien lo dedujo y quien lo dijo. Mi punto de vista es que si bien estaba acertado, iba por el buen camino, se equivocó cuando quiso desarrollar su modelo por teoría de sistemas. En el artículo que siguió a este, titulado "The Clinical Application of the Biopsychosocial model" <-- (acceder al texto traducido haciendo clic sobre el título)

Sigo.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Apr 27, 2013, 11:38:56 AM4/27/13
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Estructura de la enfermedad (3)
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En los dos libros de Jean-Michel Vappereau "Estofa. Las superficies topológicas intrínsecas", y "Nudo. La teoría del nudo esbozada por J. Lacan", en la páginas II y III de la presentación, que Vappereau llamó "Presentación de la serie de los fascículos de resultados", idéntica en ambos libros, el autor explica un poco extensamente el problema de la escritura y de la traducción de lo escrito en dos lenguas distintas, que es el mismo problema con el que nos vemos enfrentados aquí al intentar comprender, más allá del dicho, lo que Engel desveló como estructura fundamental de la enfermedad (lo que entendemos como "el decir" (o enunciación) subyacente a todo "dicho" (o enunciado)) en ese texto memorable que he comentado en el mensaje anterior: "La necesidad de un nuevo modelo médico: Un desafío para la biomedicina".

Dice Vappereau (página I): "... Esta práctica [el psicoanálisis] se apoya sobre un método y produce un discurso [lo mismo podemos decir sobre la medicina]. El método es conocido por quienes estudian textos [eventualmente, de otras lenguas desconocidas, de las que únicamente quedan incomprensibles restos escritos]. Recibió sus cartas de nobleza con Champolion [quien tradujo por primera vez los jeroglíficos egipcios], que ya lo utilizó con éxito. El método psicoanalítico consiste en comparar dos versiones de un mismo texto, porque el discurso analítico se apoya en la hipótesis de que nuestro aparato psíquico se elabora a través de una serie de traducciones, transcripciones, transliteraciones... [Ver aquí lo que desarrollamos en el hilo que titulé "Pensamiento y persona" donde daba cuenta de las sucesivas traducciones y transliteraciones que hace nuestro pensamiento de una forma automática] Reagrupamos estos diferentes actos bajo el término de traducción, que se estudia aquí. Para recurrir a ese método, hay que disponer de varias versiones del texto estudiado [como hizo Champolion gracias a la "piedra Roseta" donde un mismo texto estaba escrito en tres lenguas distintas] El psicoanálisis solo se aplica a un sujeto hablante que proporciona por sí solo, en un mismo discurso, las diferentes versiones de un mismo texto...

"... El estudio del problema que plantea la traducción culmina en una práctica de la escritura que el doctor Lacan encuentra en la escritura de la lengua japonesa. Tal vez sepa el lector [evidentemente que somos absolutamente ignorantes de eso] que el japonés letrado escribe su propia lengua (lectura kun-yomi) mediante el recurso a los caracteres que servían para escribir un estado arcaico del idioma chino (lectura on-yomi) que él desconoce [Ver figura 3: El mismo trazo se lee de dos formas distintas: "mizu" y "su-i"]

"Así se dice y se escribe el elemento que nosotros escribimos agua... Esta práctica de la letra exige numerosas observaciones. Para iniciar la discusión, nos conformaremos aquí con algunas de ellas.

"El recurso a esta escritura produce un efecto de traducción permanente. Para el japonés letrado, esa traducción se efectúa en una misma cultura. Hecho que se experimenta en su mayor pureza en el japonés escrito debido a los caracteres que introducen en la traducción otra dimensión; ésta es producida por una ficción de tres [No entro a pormenorizar esta "ficción de tres", pero ya podemos intuir ahora nosotros por dónde puede ir la cuestión del tres].

"Volvemos a encontrar esta instancia de la letra en los Escritos de Lacan, cuando éste presenta la estructura del significante mediante un par de oposición caballeros/damas [aquí adjunta como figura 4], que corona dos puertas idénticas y señala entre nosotros los lugares sometidos a las leyes de la segregación urinaria.

"Es un tanto impertinente ilustrar así la función de la letra, pero esa es, no obstante, la forma en que se presenta entre nosotros, incluso en nuestra vida pública, en una articulación que parece borrarse en la escritura alfabética [recuérdese que nosotros ya hemos hablado ampliamente de la función de la escritura utilizando un texto de Jean Allouche en el hilo que titulé "Los errores de Damasio" y al que recomiendo volver para poder seguir mejor lo que voy explicando aquí; por eso he puesto un hiperenlace al título del hilo, para facilitar las cosas, y recomiendo prestar especial atención al "mensaje 8" <-- (clic sobre el título para acceder, mejor incluso imprimir), aunque si no se ha leído lo anterior se perderá mucha comprensión)]

"Los elementos clínicos pueden entenderse mejor de ese mismo modo en la práctica". Hasta aquí la parte que quería destacar de Vappereau

He destacado fuertemente la última frase, y aunque el texto continúa proporcionando valiosísimas aportaciones, creo haber llegado al punto que considero crucial para comprender nuestro problema, que es el de la estructura de la enfermedad tal como la pensó Georges L. Engel.

Sigo en otro mensaje.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Apr 27, 2013, 12:18:36 PM4/27/13
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Estructura de la enfermedad (4)
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Por una razón que debe ser la magia oculta de la informática, en el mensaje anterior no he podido insertar el enlace al hilo "Pensamiento y persona", en el que intento explicar de qué manera nuestro pensamiento se escribe mediante una serie de sucesivas traducciones, desde la entrada como un registro binario (eso lo decimos porque operamos de un modo binario) hasta la salida en forma de pensamiento acabado.

Hasta ahora, hemos postulado que:
1. Nosotros captamos el mundo y construimos la realidad mediante el pensamiento
2. No hay más realidad que la construida por los automatismos del pensamiento; lo que hay ahí afuera es lo Real
3. El origen del automatismo del pensamiento obedece a la función de la escritura
4. Esta función de la escritura imprime la ley de la autonomía del significante, que supedita al significado.

 La función de la escritura o, mejor, la función de la Letra, es lógicamente anterior al habla y a la posibilidad misma de la escritura y lenguaje. 

De acuerdo con el axioma 2 de los 4 que he expuesto más arriba ("No hay más realidad que la construida por los automatismos del pensamiento") se comprende mejor la doctrina a la que me he referido en numerosísimas ocasiones, de Mirko D. Grmeck, Les maladies a l'aube de la civilitation occidental. Paris. Payot. 1983, página 12: "La enfermedad en general, e incluso todas las enfermedades en particular, son conceptos que no se desprenden inmediatamente como tales de nuestra experiencia. Son modelos explicativos de la realidad, y no elementos constituyentes de esta. Brevemente, las enfermedades no existen verdaderamente más que en el mundo de las ideas. Interpretan una realidad empírica compleja y suponen, pues, cierta filosofía médica, un sistema de referencias patológicas. Así, por ejemplo, si el hombre que sufre, tose, escupe sangre y adelgaza, si el bacilo que se instala en su organismo, y si las lesiones características de los pulmones existen en el sentido fuerte del término, no ocurre lo mismo para la tuberculosis, cuya existencia está ligada a una estructura conceptual bien articulada, a una ideología particular." Más allá del platonismo del autor, es de este modo cómo interpreto cuando voy exponiendo aquí sobre la estructura de la enfermedad. Sin ese platonismo no se comprenderían muchas cosas.

Entonces, cuando decimos que la estructura de la enfermedad es esta:

estamos diciendo que no hay dos tipos de enfermedad, origen de todas las disparatadas discusiones en torno al dualismo psique-soma en el que se han metido "eminentes mentes pensantes", en lo que se podría llamar una antología del disparate. En consecuencia, al proponernos leer la estructura tal como nos orientó George L. Engel, de un modo biopsicosocial, y habida cuenta de los conocimientos que hemos adquirido sobre la escritura, la Letra, la primacía del significante y la estructura de nuestro pensamiento (tema que todavía no hemos concluido aquí), del lenguaje y la lógica, está fuera de lugar cualquier discusión sobre la naturaleza "espiritual" del ser humano y de nuestro pensamiento.

En el siguiente mensaje empezaremos a aprender a leer bien esa estructura representada en la figura. Es esencial.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Apr 28, 2013, 6:52:12 AM4/28/13
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Estructura de la enfermedad (5)
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En el último párrafo del mensaje (2), que copio a continuación, se produjo un corte en lo que iba escribiendo, que después no rectifiqué, de modo que el texto produce un efecto de incompletud que intentaré subsanar en lo que sigue. 

Copia del párrafo inacabado: "Esa es, para mí, la cuestión clave que está planteada en Engel, sin que él llegara a darse cuenta de en qué nivel estaba planteando las cosas. No obstante, aunque no supo desarrollarlo, fue él quien lo dedujo y quien lo dijo. Mi punto de vista es que si bien estaba acertado, iba por el buen camino, se equivocó cuando quiso desarrollar su modelo por teoría de sistemas. En el artículo que siguió a este, titulado "The Clinical Application of the Biopsychosocial model" <-- (acceder al texto traducido haciendo clic sobre el título)"

Añado como continuación de este párrafo, que en el siguiente artículo que publicó Engel, donde ofrecía su solución teórica al modelo de enfermedad que acababa de inventar, eligió mal la teoría, porque lo intentó por teoría de sistemas y en el ejemplo que desarrolló en el artículo, el del infarto de miocardio, cae, creo que sin advertirlo, en la paradoja de Russell sobre clases y conjuntos. Engel desarrolló el infarto de su paciente señalando, efectivamente, en qué nivel, o en qué sistema, se estaban produciendo los hechos, pero al hacer eso, perdemos de vista la perspectiva general del infarto, del que solo vemos instantes fluctuantes y temporales, pero no la unidad completa del modelo de enfermedad, ni la lógica que relaciona cada uno de estos niveles de sistema que él describió. La teoría de sistemas no le proporcionó las herramientas que serían deseables para comprender la "enfermedad" de acuerdo con su estructura biopsicosocial. Engel no podía ver, en la teoría de sistemas, la estructura de la enfermedad que había descrito un tiempo atrás. Esa estructura se desdibujó.

Para recuperar la estructura de la enfermedad, siguiendo el método de comparación de textos probadamente eficaz, no sólo desde los trabajos de Champolion, sino desde mucho antes, y ampliamente utilizado por numerosas disciplinas, entre ellas el psicoanálisis, como se encarga de recordárnoslo Vappereau, Engel debiera haber tenido en cuenta los axiomas que he postulado en el mensaje (4),  y es probable que entonces, el modelo biopsicosocial de enfermedad hubiera cobrado otra dinámica, que es la que intento darle desde estas letras en este lugar, porque entonces hubiera virado hacia la lingüística y la teoría del significante. La realidad es un discurso que trata cernir lo Real y, en consecuencia, la realidad no debe ser confundida con lo Real. La enfermedad no es eso que hay ahí en el cuerpo del enfermo, sino que es un constructo sobre eso que hay en el enfermo. La enfermedad es lo que el médico dice que hay ahí en el organismo del enfermo, pero no es "la Enfermedad" en el sentido de lo Real. De hecho, hay una diversidad de constructos y de discursos sobre eso que hay ahí en el enfermo. 

Cada uno de esos discursos sobre la enfermedad pretende una parcela de lo Real ahí, y a esa parcela la llama "enfermedad". Pero ¿qué hay más allá de los discursos particulares sobre la enfermedad? ¿Existe una "realidad Real" que diga qué es la enfermedad? Nosotros no aspiramos a decir el Todo de lo Real de la enfermedad, sino que, como Champolion, los lingüistas o los psicoanalistas, comparamos textos y deducimos qué es lo que se mantiene invariable a pesar de ser dicho de formas distintas. Comparamos medicinas, distintas formas de entender las distintas enfermedades en cada una de esas medicinas, y tratamos de deducir qué es lo común a todas, aquello que permanece absolutamente inalterado e inalterable, y a eso inmutable, subyacente a todos los discursos posibles sobre la m"enfermedad" en general y las enfermedades particulares, le llamamos "estructura de la enfermedad".

A partir de la deducción y comprensión de cuál es la estructura de la enfermedad, podemos comprender qué modelo lógico, o qué lógica, subyace a la patología humana. Y eso es lo que hemos pretendido. hacer una clínica rigurosa a partir del conocimiento de la estructura íntegra dela enfermedad, aplicándola a cada caso particular.

¿Cómo reconocemos la estructura de la enfermedad como siendo biopsicosocial más un sinthome (Σ)?

Voy a tratar de exponerlo utilizando el texto de Engel que he traído traducido, y que acompaña a este mensaje como archivo adjunto para que cada uno pueda tenerlo para sí, y poder seguir lo que digo (Nota: es posible que algunos buzones de correo traten este mensaje como spam por este motivo, de modo que recomiendo revisar el buzón de spam. De todos modos, si alguien no pudiera acceder al archivo que he adjuntado, puee acceder al texto de Engel mediante las indicaciones que he dado en mensajes más arriba) Por cierto, que me excuso porque en algunos pasajes no modifiqué la traducción automática, y resultan ilegibles, pero con un poco de intuición se comprende el texto.

En el párrafo 5-15, página 13, he destacado en amarillo un párrafo, al que le he adjuntado un comentario en forma de globo. El párrafo destacado dice: "Así, mientras que el diagnóstico de diabetes es sugerido en primer lugar por un núcleo primordial de manifestaciones clínicas como por ejemplo la poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso, confirmándose mediante datos de laboratorio el déficit relativo de insulina, el modo cómo es experimentado, cómo se manifiesta en una persona individual y cómo le afecta, requieren la consideración de factores psicológicos, sociales y culturales, por no mencionar otras circunstancias o la complicación de factores biológicos." En la oración que he resaltado aquí, va un comentario en forma de globo: "Comentario [jmg1]: Aposición entre el enlace psicosomático y lo social, que se anudan mediante un síntoma particular"

Este comentario mío se amplía por lo que sigue en el texto de Engel, y que no está destacado por mí: "La variabilidad en la expresión clínica de la diabetes y de la esquizofrenia  así como en la vivencia y la expresión individuales de estas enfermedades, refleja tanto estos otros elementos como las variaciones cuantitativas en la anomalía bioquímica específica"

En la página 14, párrafo 5-16, dice Engel, y yo lo destaco: "Así, cada uno de los síntomas clásicos asociados a la diabetes puede potencialmente también ser expresión de/o reacciones de un sufrimiento psíquico, del mismo modo que la cetoacidosis y la hipoglucemia pueden inducir manifestaciones psiquiátricas, incluyendo alguna característica considerada típica de la esquizofrenia."  En el globo insertado como comentario a la frase destacada en rosa, digo: "Comentario [jmg2]: Enlace entre lo psíquico y lo somático o entre lo biológico y lo psíquico"

He querido destacar de este modo cómo el texto de Engel va entrelazando un nudo a partir de diversos registros (hace un anudamiento de registros), cuyas características especiales pasaré a examinar en sucesivos mensajes.

JM Gasulla
La necesidad de un nuevo modelo médico.doc

JM Gasulla

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Apr 28, 2013, 9:56:47 AM4/28/13
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Estructura de la enfermedad (6)
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La enfermedad, antes de ser "La Enfermedad", es una percepción en el cuerpo de uno. Es un rasgo de la personalidad al mismo título que el estilo grafológico de la letra, la personalidad, el estilo de andar, de hablar, de escribir y cualquier otro rasgo de la personalidad capaz de ser descrito.

La enfermedad es un rasgo de la personalidad porque no sólo se puede definir según ciertos cánones clásicos de quienes estudian la personalidad (ver, entre otros, a Jacques Lacan. De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad (conocida por "El caso Aimée")* Siglo XXI Editores. 1976), sino porque se percibe, en primer lugar, e independientemente de la concepción que cada cultura, actual o histórica, tenga sobre ese "otro goce" que se siente en el cuerpo de goce y que en nuestra cultura llamamos "Enfermedad". Esta percepción y distinción efectuada en el campo del goce, aísla del ser de la persona un elemento extraño al cuerpo, aunque adyacente a él, que llamamos organismo.

Entonces, esta "enfermedad", se percibe, digo, como un cambio en el goce que, de gozar del cuerpo, pasamos a ser gozados por él, esto es, a "sufrirlo". En parte, nos enteramos de que tenemos un organismo, distinto del cuerpo, porque hay regiones o zonas de nuestro cuerpo que gozan de nosotros, esto es, nos duelen, nos molestan, nos impiden ciertas funciones de goce, nos exaltan, nos expanden, nos limitan, etcétera. A esa parte del cuerpo que limita nuestro goce sobre el cuerpo, lo llamamos organismo y es, además, la sede del goce de alguien ajeno al nuestro, como por ejemplo el médico, el mago, el chamán, el curandero, el fisiólogo, el radiólogo, el cirujano, etcétera.

Al considerar el cuerpo como la sede del goce del sujeto (esto quiere decir que gozamos de nuestro cuerpo y que el único saber "natural" que tenemos sobre el cuerpo es un saber sobre su goce, esto es, aquello que nos place, lo que nos disgusta y lo que nos resulta indiferente, tanto sobre la piel como sobre otras percepciones propioceptivas), separamos y aislamos en nosotros mismos partes que responden plenamente a una "anatomía" del placer, del dolor, y de la "indiferencia", cada una variable y cambiante, pues aquél lugar que nos causaba placer, puede cambiar de inmediato en dolor, y que esa anatomía del goce no se confunde con la "anatomía del anatomista". El organismo, sobre el que opera la medicina, no tiene apenas nada que ver con el cuerpo del que gozamos.

Entonces, cuando sentimos algo en nuestro cuerpo, lo sentimos en nuestro cuerpo de goce, y eso, el cuerpo de goce y la percepción de la pérdida o ganancia de goce sobre él, es lo que se transforma en enfermedad por el médico o lo que el medio cultural toma por "enfermedad", o desviación de la salud, cierto goce "negativo" percibido en el cuerpo. No todo goce es negativo para ser tomado socialmente por enfermedad. La euforia o el estado de manía de algunas psicosis no es percibida por quien la padece como disonante o negativa, sino que es el entorno social quien dictamina que ese goce del cuerpo que experimentan ciertas personas, es patológico.

De modo que espero que con lo dicho podamos hacernos una idea que de la propiocepción y la valoración (darle un valor positivo o negativo) a esa percepción de sí mismo, constituye un enlace indisoluble en la construcción de la "enfermedad". Traducido al lenguaje biopsicosocial, podemos decir que lo biológico y lo psicológico están inseparablemente enlazados. Esta situación la podemos escribir sobre la superficie de un toro, tal como vimos que se hacía en el hilo "Algunas nociones sobre nudos y cadenudos I", donde veíamos que para escribir un enlace, no lo podíamos hacer sobre una superficie esférica, tal com vimos cuando desarrollamos la lógica canónica clásica según esquemas de Euler-Venn, sino que era necesario escribir un enlace sobre una superficie tórica, tal como se ve en la figura 1

Figura 1: Escritura de un enlace sobre la superficie tórica.

Así pues, lo bio-psicológico, o por emplear una expresión ampliamente difundida, lo psicosomático, se ha de escribir cono un enlace, de modo que ambos registros, el de lo biológico y el de lo psíquico, se penetran respectivamente en sus respectivos "pseudo-agujeros".
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(*) En la página 39 de la edición española de la tesis doctoral de Jacques Lacan hay una definición de personalidad que es la que yo he utilizado en mi afirmación de que la enfermedad es un rasgo de la personalidad. CAPÍTULO 2: CRÍTICA DE LA PERSONALIDAD PSICOLÓGICA. Párrafo 4: IV DEFINICIÓN OBJETIVA DE LOS FENÓMENOS DE LA PERSONALIDAD: "Así pues, toda manifestación humana, para que la conectemos con la personalidad, deberá implicar:
1) un desarrollo biográfico, que definimos objetivamente por una evolución típica y por las relaciones de comprensión que en él se leen. Desde el punto de vista del sujeto, se traduce en los modos objetivos bajo los cuales vive su historia;
2) una concepción de sí mismo, que definimos objetivamente por actitudes vitales y por el progreso dialéctico que en ellas se puede detectar. Desde el punto de vista del sujeto, se traduce en las imágenes más o menos "ideales" de sí mismo que hace aflorar a la consciencia;
3) una cierta tensión de relaciones sociales, que definimos objetivamente por la autonomía pragmática de la conducta y los lazos de participación ética que en ella se reconocen. Desde el punto de vista del sujeto, se traduce en el valor representativo de que él se siente afectado con respecto a los demás.
En el párrafo V: POSICIÓN DE NUESTRA DEFINICIÓN CON RESPECTO A LAS ESCUELAS DE LA PSICOLOGÍA CIENTÍFICA. Lacan se desmarca abiertamente de las definiciones adoptadas por las escuelas de psicología científica y dice que su definición no se funda ni sobre el sentimiento de la síntesis personal..., ni sobre la unidad psicológica que da la consciencia de individuo, ni sobre la extensión de los fenómenos de la memoria

JM Gasulla

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Apr 29, 2013, 4:36:22 AM4/29/13
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Estructura de la enfermedad (7)
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La enfermedad, digo, se presenta a nuestro pensamiento en tanto enfermos o potencialmente enfermos y, en consecuencia, a los ojos del médico atento, como un rasgo de la personalidad del sujeto; esto es, como el enlace inseparable entre lo biológico y lo psíquico: lo psicosomático.

¿Cómo escribir lógicamente esta cuestión?

Lo habíamos intentado mediante círculos de Euler-Venn, con los que escribíamos la lógica clásica. 

Esta forma de escribir la lógica clásica de proposiciones era óptima para una opción conformista de plantearse las cosas, porque además quedaban delimitadas cuatro zonas que correspondían fielmente con las posibilidades combinatorias de la verdad y la falsedad. La lógica canónica clásica, o lógica de predicados, quedaba así perfectamente escrita, incluso de un modo intuitivo que apenas requiere esfuerzo de comprensión, si además de los círculos se proporcionan dos colores para distinguir lo verdadero de lo falso: un color gris u oscuro para lo falso, y el color blanco para lo verdadero. 

Ocurría con este modelo de escritura que además de poder nombrar ciertas áreas, al quedar escritas sobre una pastilla esférica (hoja de papel, según hemos aprendido a distinguir en capítulos anteriores), los círculos se cortaban en dos puntos, A y B, que carecen de significación lógica y que, además, por el hecho de haber sido escritas sobre una superficie esférica, este enlace, junto con las áreas y los puntos de corte, se desvanecían al deslizarse sobre la superficie según la secuencia que se puede comprender de inmediato en la figura 3, desbaratando cualquier posibilidad de escritura lógica:  

Y es que cuando suponemos que esos dibujos son una forma de escritura, porque suponemos que la escritura es algo más que la escritura alfabética, tal como demuestran los lógicos, en especial Boole, nosotros tenemos que escribir lógicamente la enfermedad de modo que no quepa confusión ni error. Pero no tenemos que inventar apenas nada. Los lógicos han hecho ese trabajo, al que nosotros no tenemos más que acudir con lo nuestro para adaptarlo a esa forma de escritura.

Entonces, lo "psicosomático", que es tal como se presenta la enfermedad en primera instancia tanto para el enfermo como para el médico, se escribe bajo la lógica de un enlace, que nosotros hemos obtenido por escribirlo, no sobre una superficie esférica como los círculos de Euler-Venn, con el resultado desagradable que ya conocemos, sino por escribir esos dos círculos sobre una superficie tórica del modo como se presenta el la figura adyacente. 

Ahora bien. Un enlace no determina áreas ni describe otra lógica que la propia del enlace, esto es, el encadenamiento de dos círculos, o dos pensamientos encadenados como cuando no podemos apartar de nosotros una idea obsesiva que nos angustia sin podérnosla sacar de encima, a la espera de liberar el enlace o de anudar un elemento simbólico, esto es, una idea enlazada a la espera de una reparación mediante algún otro pensamiento con el que anudarse y quedar así liberado. Desde el punto de vista estructural, la idea que nos obsesiona y que no podemos apartar de nuestro pensamiento tiene la misma estructura lógica (no se olvide que nuestro proceder responde al método de comparación de textos ampliamente utilizado en ciencias) que la enfermedad tal como se presenta a nuestro entendimiento, esto es, inseparablemente psicosomática.

Pero es que al enlace le falta uno de los tres registros necesarios que componen nuestro pensamiento completo: el registro de lo Real, que nosotros sustituimos por el registro de lo Biológico y que indicamos con el color rojo; el registro de lo Imaginario, que aquí nosotros sustituimos por el registro de lo Psíquico y que indicamos con el color azul; y el registro de lo Simbólico, que nosotros sustituimos por lo Social y que indicamos mediante el color verde.

Estos tres registros se anudan de una forma borromea del siguiente modo, que ya nos resulta familiar: 

La escritura del nudo borromeo se caracteriza, tal como se muestra en la figura, porque no hay ningún enlace. Dicho de otra manera, ningún círculo penetra en el interior de ningún otro. Basta seguir por ejemplo el rojo para ver que se anuda pasando dos veces por encima del verde y dos veces por debajo del azul.  Pero si ahora nos fijamos en el azul, lo vemos pasar dos veces por encima del rojo y dos veces por debajo del verde; asimismo con el verde, que lo vemos pasar dos veces por debajo del rojo y dos veces por encima del azul. Los tres círculos entrecruzados de esta manera, escriben la base fundamental con la que está escrito nuestro pensamiento lógico. Esta base se puede reducir todavía más hasta dar con la estructura básica elemental de nuestro pensamiento: el triskel 

que, en virtud de las propiedades intrínsecas de la escritura, constituye nuestro rasgo principal o "rasgo unario" (Trait unaire en francés, que es como está escrito en la figura):

según habíamos aprendido en este mismo hilo, algunos mensajes más arriba.

JM Gasulla

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Apr 29, 2013, 9:00:23 AM4/29/13
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Estructura de la enfermedad (8)
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Para escribir de una manera formal de modo que esa escritura incluya la lógica propia de la clínica, vengo diciendo que la forma óptima es mediante teoría de nudos. La teoría de nudos nos proporciona herramientas óptimas para representarnos nuestros problemas clínicos y pensar sus soluciones sobre el modelo matemático.

He empezado por construir nuestro modelo de enfermedad de un modo psicosomático, esto es, en forma de un enlace entre el registro de lo biológico y el de lo psíquico que es, según mi punto de vista, tal como probablemente se presentan las relaciones entre el organismo y el aparato psíquico en los mamíferos.

La lógica del enlace, que se da como un objeto mínimo de dos dimensiones sumergido en un espacio de tres dimensiones, y generado por la inscripción de dos círculos sobre la superficie de un toro (véase la figura adyacente), es que, contrariamente a la representación de la lógica mediante círculos de Euler-Venn, el enlace, en tres dimensiones no deja espacios para identificar áreas sobre las que escribir la lógica (lo hemos visto en el mensaje anterior). El enlace no dice nada más que dos registros o hilos están unidos mediante un enlace, y lo que le afecta a uno le afecta a otro. Esa es la única lógica del enlace.

Esta lógica psicosomática, que es como en principio se presenta la enfermedad para todo ser vivo con aparato psíquico, genera angustia. El cómo este enlace, que no es más que una forma de estar las cosas en el pensamiento o en la mente, genera angustia, creo que los psicólogos y los neuropsicólogos lo estudian pormenorizadamente. Ahora bien. El ser humano dispone de un mecanismo para manejar la angustia que se genera en el registro psicosomático, que es el anudamiento en forma borromea con el registro de lo simbólico, y en nuestro caso, con el registro de lo social después de haber realizado la sustitución entre Simbólico y Social.

Hay ser humano únicamente en el seno de una cultura. Lo hemos visto con los informes sobre niños salvajes que no han sido humanizados, en especial, por su completud y pormenorizada descripción, el informe del médico Jean Itard sobre el niño Víctor de l'Avéyron <-- (clic sobre el nombre para acceder a información sobe el caso y sobre el film de François Truffaut <--lEl pequeño salvaje", que es un fidelísimo reflejo del informe original redactado por Itard

El ser humano, pues, puede representarse mediante el anudamiento borromeo de los tres registros fundamentales, de los que ya hemos dado cuantas justificaciones hemos podido dar. 

Ahora bien: para que en el ser humano haya estabilidad psíquica estructural es preciso que los tres registros de lo Real-Biológico, Imaginario-Psíquico y Simbólico-Social estén bien anudados de un modo borromeo, la enfermedad, que en su primera y primitiva forma forma de presentarse, se hace mediante el enlace de lo psicosomático, dejando fuera de cualquier anudamiento lo social. Esto social que aparece "suelto", desanudado,  ha de anudadarse con lo psicosomático de alguna manera de modo que la estructura se estabilice.

Entonces, lo psicosomático, la enfermedad en suma, que está construido en nuestra mente como un enlace, necesita, para obtener una enfermedad humana y obtener estabilidad, esto es, para manejar y eliminar la angustia, anudarse con lo social, que aparece suelto, tal como se muestra en la figura: 

Nótese que el círculo de lo social no queda anudado de ningún modo con lo psicosomático cuando intenta hacerlo. No hay manera de anudar directamente el registro de lo social con el registro de lo psicosomático, a pesar de que una exigencia del sistema para obtener estabilidad. 

Es una situación de impasse. Cuando existe un enlace no es posible anudar directamente un nuevo registro de un modo directo. Es preciso anudar de diversas maneras el registro de lo social, que es el que le da dimensión de enfermedad humana al fenómeno psicosomático enlazado, obteniendo lo que se ha dado en llamar "cadenudos finkeanos", en vez de "nudos borromeos", tal como veremos a continuación. 

Dicho de otra manera: no basta considerar la enfermedad como un fenómeno psicosomático. Lo he repetido muchas veces. Lo psicosomático solo, como lo biomédico solo, no dan cuenta de la realidad de la enfermedad humana, que se construye únicamente mediante el "abrochamiento" con el registro de lo social, de modo que en cada cultura, el concepto de enfermedad determina la forma final de la enfermedad y los medios para tratarla. En la consideración del fenómeno enfermedad dependemos por entero del entorno social, de la cultura en la que vivimos. Pero en el sujeto individual, ese registro de lo social ha de anudarse de alguna manera concreta con lo psicosomático para que la enfermedad adquiera la dimensión de humana, esto es, se subjetivice y, en consecuencia, se calme la angustia invasora y devastadora que genera lo psicosomático, sin ninguna "atadura" estabilizadora. Lo social, en definitiva, posee la virtud de "atar", "ligar", o "estabilizar" lo psicosomático, pero ha de estar "bien atado". Lo social ha de ligarse con lo psicosomático de un modo "finkeano". 

El anudamiento entre los tres registros proporciona estabilidad psíquica si se trata de un anudamiento que pueda ser liberado mediante una acción similar pero en sentido contrario, como un "desanudamiento". A esto hacen referencia los psicoanalistas cuando buscan romper las fijaciones de sentido ante determinados pasajes no "metabolizados" mentalmente, en los que su inestabilidad se manifiesta en forma de angustia. Los psicoanalistas liberan esa angustia mediante una operación simple de generador de grupo, tal como veíamos en el hilo "Algunas nociones sobre nudos y cadenudos II", en especial en el mensaje (10). Se trata de series de anudamientos y desanudamientos o, mejor aún, de cadenas que quedan en la memoria en forma de registros anudados, por dónde la sorpresa de que un olor (la famosa magdalena de Proust) o cualquier recuerdo, el "dejá vu", etc., permanece en la memoria mediante ínfimas notas que evocan un todo. 

Hemos dicho en este párrafo, que lo más esencial de la enfermedad humana, porque lo humano está construido mediante tres registros, es que la forma de presentarse a lo psíquico común de los mamíferos, es la forma psicosomática, pero que en el humano eso psicosomático no se puede anudar con lo social de un modo borromeo, porque el enlace psicosomático lo impide.

Vamos a ver de qué manera ese anudamiento imposible con lo social que se contempla entre lo psicosomático y lo social, es posible anudarlo para darle estabilidad a la estructura mediante una cadenudo finkeana. Lo haré en el siguiente mensaje.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Apr 29, 2013, 7:23:40 PM4/29/13
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Estructura de la enfermedad (9)
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Cuando a veces vuelvo a leer lo que he escrito, me doy cuenta de que no lo he revisado o lo her revisado mal, antes de enviarlo, y pienso que si hay alguien que lo lee, va a llevarse muy mala impresión de mi. Debería pulir mucho más lo que escribo, pero las más de las veces lo hago con cierta prisa, a las horas que puedo, y a veces presionado porque es hora de comer, o de responder a alguna obligación. ¡Lamentable! En mensaje (8) debería redactarlo de nuevo todo entero. Está muy mal redactado.

Luego, cuando me doy cuenta de lo mal escrito que está lo que irremediablemente he enviado, intento corregirlo de algún modo después en el siguiente mensaje o en mensajes sucesivos, pero me temo que todavía lo enredo más.

Por resumir lo que quería decir en el mensaje (8), es que lo psicosomático se presenta a nuestra consciencia como un enlace de dos registros inseparables: el registro de lo biológico (el organismo) y el registro de lo psíquico. He dicho que nosotros sólo tenemos de nuestro cuerpo una noción que bien podríamos llamar "imaginaria" o "psíquica". El conocimiento efectivo que tenemos sobre nuestro cuerpo proviene porque en él está puesto en juego el goce. El cuerpo es cuerpo porque es la sede del goce, esto es, tal como ya he dicho en otros mensajes, la sede del placer, del displacer y de la indiferencia (la salud es el silencio de los órganos, decía no me acuerdo ahora quién, esto es, el pleno goce del cuerpo sin sustracciones que dejen en evidencia la existencia de los órganos) 

Sabemos que además de un cuerpo, nuestro cuerpo es un organismo justamente por la dimensión de displacer que nos proporciona, aquello que de nosotros quisiéramos eliminar. Lo que quisiéramos "sacar" de nosotros es el displacer, y eso está ligado a un cuerpo distinto del cuerpo del placer (y del nombre también) El resto del cuerpo que está marcado por el displacer o por la indiferencia (el silencio de los órganos), es el organismo, que la ciencia médica se ha encargado a lo largo de la historia de ordenar y clasificar. 

La aparición en la consciencia del fenómeno psicosomático, que invariablemente se acompaña de angustia, nos mueve a generar una demanda, una petición, a nuestro entorno cultural. Es así que lo psicosomático genera la demanda médica. La sociedad responde con un saber sobre lo psicosomático, del que el sujeto no sabe una palabra. La enfermedad es un constructo enteramente médico, y el paciente no entiende nada de lo que le dice el médico. Esta circunstancia se escribe muy bien en la estructura de la enfermedad tal como lo he hecho en el mensaje anterior, esto es, un enlace que no puede anudarse con ningún otro registro. Lo simbólico-social que sería el saber médico sobre lo psicosomático, o sobre la bioenfermedad, no puede anudarse con el enlace psicosomático, y el sujeto queda alienado al diagnóstico, esto es, elidido. No hay sujeto inscrito en esta estructura. No representa a ningún sujeto; no hay sujeto ahí.

Resumiendo: la aparición del enlace psicosomático en la consciencia de un individuo, genera una demanda social que se responde con un saber médico ad hoc; en nuestra cultura occidental, la respuesta cultural es la medicina científica. Para ese individuo, dada la imposibilidad estructural de anudar o de introducir lo que viene de la medicina en el aparato psíquico del sufriente, del enlace entre lo psíquico y lo somático, el saber que proviene de la cultura, esto es, la enfermedad, no puede anudarse directamente con el enlace. El anudamiento entre el enlace psicosomático y el registro de lo social debe hacerse subjetivando la enfermedad, esto es, generando un "sinthome" (Σ), tal como he dicho en diversos lugares en este foro. 

Espero que la siguiente figura sea suficientemente aclaratoria de la cuestión planteada:

El anudamiento biopsicosocial es imposible.

El Sinthome (Σ) ejerce una función de anudamiento reparador que da estabilidad a la estructura final de la enfermedad en el sujeto humano. Y entonces, tras esa reparación subjetiva, sí que hay sujeto, esto es, aquél que puede proponerse el sujeto del discurso sobre su propia enfermedad. Y ahí tenemos los bancos de los parques y avenidas llenos de ancianos explicando sus males, esto es, restituyéndose en tanto sujetos frente a una estructura que los domina.

He insistido con frecuencia que la medicina actual y el proceder de la inmensa mayoría de médicos es un obstáculo real al proceso de subjetivación, que entonces se lleva a cabo con aportaciones fantásticas y fantasiosas por parte del paciente, la mayoría de veces. Ese proceso de subjetivación de la enfermedad, es decir, de posicionarse en tanto sujeto de un discurso en el que todo le viene "de afuera", esto es, de un organismo que ha quedado aislado de su economía corporal de goce, de un discurso que proviene de lo social en forma de discurso médico, que no comprende ni es capaz de imaginar de un modo que estabilice la estructura, todo esto que proviene de "afuera", que le es extraño a pesar de estar el directamente implicado en tanto persona, es lo que se ha de "reparar" en la estructura de la enfermedad si uno quiere ser un buen médico conocedor de aquello que de verdad ocurre en los procesos del enfermar humano más allá de la fisiopatología, de las radiografías y de los registros biomédicos.

En el siguiente mensaje trataré de exponer qué tipos de reparaciones con el Sínthome (Σ) podrá hacerse en la estructura de modo que el sujeto no salga tan mal parado. Veremos que el (Σ) puede anudarse de forma borromea en diversos puntos, y cada uno de estos anudamientos borromeos produce unos efectos subjetivos distintos.

No obtenemos los mismos efectos clínicos si la "reparación" o el anudamiento de la estructura se produce como la figura de la izquierda (aquí el Sinthome está coloreado de gris) que como la figura de la derecha. Son dos formas de "·reparación" o de anudamiento de la estructura distintas, y producen efectos distintos. 

  

Iremos viendo la traducción clínica de estas distintas formas de anudamiento de las estructuras.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Apr 30, 2013, 10:22:08 AM4/30/13
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Estructura de la enfermedad (10)
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Jacques Lacan dedicó el Seminario del curso 1975-1976 a estudiar la teoría de nudos en relación con el sujeto y tituló precisamente ese seminario tan crucial, como"El Sinthome", esto es, el cuarto registro en relación con los otros tres para obtener un nudo borromeo de cuatro registros. En esta página (hacer clic sobre el título para acceder)--> "Staferla" están publicados (en francés) todos los seminarios de Lacan. El problema que se planteaba y trataba de resolver es, precisamente, tanto la justificación de la teoría de nudos como la teoría fundamental para una "topología del sujeto", como la justificación racional de introducir el cuarto nudo como en "Sinthome" (Σ).

El Sinthome (Σ) no es un registro como los otros tres, Real, Imaginario, Simbólico, o para nosotros, Biológico, Psíquico y Social. El (Σ) está estructurado y es invariante, mientras que los otros tres, no están estructurados y son variables. 

No entro en los pormenores del seminario "Le Sinthome" <-- (clic sobre el título para acceder) al que se puede acceder libremente. Uno también puede adquirir la versión en español publicada por Paidós.  En Internet está disponible en español, pero hay que buscarlo. Si alguien lo pidiera, le enviaría una copia en español. No obstante, es preferible tener el libro de Paidós porque los dibujos son mucho más claros. Hay una sesión entera del seminario, la del 16 de diciembre de 1975, dedicada a estudiar el nudo como soporte del sujeto, y que ha sido titulada precisamente como "Del nudo como soporte del sujeto". 

Nuestra concepción teórica de la enfermedad viene impuesta por el enlace que he llamado "enlace psicosomático" Es nuestro punto de partida a la vez que nuestro escollo más importante para escribir la estructura de la enfermedad de un modo congruente y riguroso.. La lógica del enlace psicosomático no es otra que el que dos cosas están enlazadas, esto es: no son libres entre sí, no se pueden liberar, y una es a la otra lo que cada una es a si misma, pero que, no obstante, para existir como enlace exige una diferenciación entre los dos componentes.

El fenómeno patológico en el cuerpo se presenta de un modo psico-somático, esto es, como dos registros distintos unidos mediante un enlace. He insistido en que el registro de la enfermedad hace imposible la reducción de los principios teóricos o filosóficos a un solo principio (monismo material), como han pretendido algunos neurocientíficos. Nuestro registro de la enfermedad es dualista. Lo he justificado en un artículo que publiqué, titulado "¿Es todavía vigente el dualismo cartesiano?" Sin embargo, el anudamiento de esos dos registros, fiel reflejo del dualismo que postulamos, de tipo borromeo exige que cada registro sea libre e independiente de los demás, que no esté enlazado ni sea dependiente de los otros, aunque no puedan existir ninguno de los otros sin los demás. 

Hay en esa lección del 16 de diciembre de 1976 un párrafo que no me resisto a transcribir: "Sostengo [dice Lacan] la ex-sistencia del tercero [lo Real o lo Biológico para nosotros] en base al hecho de que dos son libres uno del otro [imaginario y simbólico] --es la definición misma del nudo borromeo [dice Lacan]--, y en particular sostengo la ex-sistencia de lo real respecto de la libertad de lo imaginario y de lo simbólico. Sistiendo fuera de lo imaginario y de lo simbólico, lo real acomete, interviene muy especialmente en algo que es del orden de la limitación [el efecto borde, límite o litoral]. A partir del momento en que está anudado a ellos de un modo borromeo, los otros dos le resisten.  Es decir, que lo real solo tiene ex-sistencia si encuentra el freno de lo simbólico y de lo imaginario."

La clave está en comprender los juegos de palabras que el autor realiza entre existir, ex-sistir y sistir. Como se puede deducir, el verbo "sistir" (al que se le "apegan" hasta 14 pefijos como "a-sistir, de-sistir, re-sistir, sub-sistir, in-sistir, con-sistir, etc.) hace referencia a una existencia en tanto ser, una existencia real, una existencia en sí misma, independiente de cualquier otra circunstancia que le permita existir o ser. Existir es el verbo "existir" como ser, pero dependiente de una existencia a partir de otros, una existencia dependiente o en relación a otros. Finalmente, ex-sistir hace referencia a aquello que sale del hecho de la existencia, como cuando hablábamos del "homo ex machina", el hombre que sale de la máquina lingüística del cerebro.

Con esta clave interpretativa se puede leer el párrafo que he traído, de diversas maneras. Cada cual que haga su lectura, pero yo hago una que es la que me conviene.

Un poco más abajo de este párrafo, dice: "Pero para que algo que es del orden del sujeto --en la medida en que el sujeto nunca no es más que un supuesto-- se encuentre, en resumidas cuentas, sostenido en el nudo de a tres, ¿es suficiente con que el nudo de tres se anude él mismo borromeanamente de a tres?"

Encontramos ahí una limitación a cualquier concepción topológica del sujeto de la enfermedad sostenido mediante un nudo borromeo (de tres o de cuatro registros, o tres registros y una consistencia), ya que en la consideración del sujeto de la enfermedad, siempre se ha de tener en cuenta el handicap del enlace psicosomático. Handicap que hemos de superar.. El sujeto (siempre supuesto, tal como se encarga de repetir Lacan), se sostiene en un nudo de a cuatro, porque de otro modo la subjetividad no tendría lugar, siendo, precisamente, el mayor exponente de la ex-sistencia del sujeto, esto es, aquello que sale del aparato lógico del nudo. 

Había prometido analizar los efectos del anudamiento de un modo borromeo al concebir la estructura de la enfermedad, pero antes me estoy viendo obligado a introducir estos elementos de consideración, porque no podemos prescindir de toda la reflexión de Lacan en torno al nudo, y aplicarnos los resultados de la solución de problemas similares..

JM Gasulla

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May 11, 2013, 10:12:45 AM5/11/13
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Estructura de la enfermedad (11)
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Concluyo este hilo sobre la estructura de la enfermedad, superponiendo la estructura lógica en una "topología del sujeto", sobre el esquema de "La puerta del consultorio médico"<-- (clic sobre el título para acceder) tal como la he expuesto aquí y en otros lugares:


Figura 1: Los componentes de la estructura de la enfermedad sobre "la puerta del consultorio médico"

En el "campo de la antesala" se encuentra la naturaleza psicosomática de la enfermedad, tal como la entendemos en tanto una manifestación objetiva de la personalidad del sujeto. La enfermedad se manifiesta en un primer momento, como un rasgo psicosomático de la personalidad, bajo la apariencia de un "síntoma (ς)indescifrado, que promueve un movimiento hacia lo social y cultural, representado aquí como el "campo de la consulta" del médico, donde los síntomas se significan en "signos (σ)".

Pero no basta con esta distribución de los elementos, ya que un diagnóstico médico es alienante por naturaleza, porque el enfermo no entiende el diagnóstico ni tiene el lenguaje del médico, y se le supone lego incluso siendo médico. Es necesaria un trabajo adicional en el sujeto para que la enfermedad adquiera cuerpo en la mente del enfermo. El proceso de subjetivación de la enfermedad es absolutamente personal y singular, puesto que cada uno ha de integrar en su historia, en la noción de sí mismo, en sus relaciones y en su proyección futura, la importancia del diagnóstico, de modo que anude lo psicosomático con el diagnóstico médico proveniente de lo social, con los elementos constitutivos de su personalidad. A este elemento singular, único, resultante de la operación de subjetivación, lo denominamos "Sinthome" (Σ)

Es por esa razón por la que hemos inscrito el registro del Sinthome (Σ) (color amarillo) cabalgando por encima del síntoma (ς), perteneciendo a ambos espacios: el de la antesala y el de la consulta.

Creo que de esta manera quedan mejor integrados los dos modos de comprender los elementos básicos y estructurales de la enfermedad humana.

JM Gasulla
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