El nudo BPSΣ

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JM Gasulla

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Feb 13, 2013, 9:24:44 AM2/13/13
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El nudo BPSΣ (1)
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Empiezo a plantear aquí el nudo BPSΣ para comprender la estructura (la naturaleza) de la enfermedad que, lejos de ser biológica, aún siéndolo, es fundamentalmente discursiva, según vengo sosteniendo desde hace tiempo en este espacio.

¿Y qué es esa extraña letra que le he añadido al BPS, llamándolo así BPSΣ? La letra, espero que la habréis reconocido ya, es la Σ, sigma mayúscula, griega, y que es la letra que representa al Síntoma antes de ser Signo. El sonido que se representa mediante la letra sigma, tiene tres representaciones: Σ, σ,  ς. He elegido la mayúscula para no introducir confusión con quienes también utilizan esta letra para representar la misma función. Las siglas BPSΣ se leen como Biológico, Psíquico, Social y Síntoma. 

Cada una de esas letras representa un registro o consistencia (lógica y psíquica) diferente. Así, la B representa a una consistencia que es de la misma naturaleza que lo Real, pero que al aplicarla a nuestro conocimiento, la sesgamos ya atribuyéndole una consistencia biológica. La P, que es de la misma consistencia que lo imaginario, pero que la cercenamos de su carácter general para aplicarla a nuestro interés, esto es, el registro o consistencia de lo Psíquico. La S está en el lugar del registro general de lo Simbólico, pero que nosotros lo atribuimos a lo Social, justamente por el carácter eminentemente social del mismo símbolo. Finalmente, la letra  Σ representa un registro o consistencia original, que es el Síntoma tal como está estructurado en el campo de la Antesala o sala de espera del consultorio médico, en el dispositivo propedéutico de "La puerta del consultorio médico", que he desarrollado aquí y al que me he referido en multitud de ocasiones. Aquí añado que  Σ se encuentra metafóricamente tanto antes de entrar a la consulta como al salir, pero dentro de la consulta, Σ se borra y en su lugar está S, el Signo. Más adelante desarrollaré un poco más el registro o consistencia del Síntoma, o consistencia Σ.

La imagen que puede representar nuestra idea es esta:

Figura 1: Nudo Borromeo de 4 Registros.

Nosotros cambiaremos el nombre de los registros o consistencias y los colores. Utilizaremos el Rojo para la consistencia Biológica, el color Azul para la consistencia Psicológica, el color Verde para la consistencia Social, y el color Amarillo o Anaranjado para la consistencia del Síntoma Σ.

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JM Gasulla

JM Gasulla

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Feb 14, 2013, 12:39:20 PM2/14/13
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El nudo BPSΣ (2)
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Voy a intentar desarrollar de un modo comprensible la construcción del nuevo sistema de coordenadas que va a ser necesario para la comprensión lógica, o lógica-matemática, de la clínica. En suma ¿cómo y por qué, mediante el uso de qué licencias argumentales, vamos a trasformar la lógica de la clínica en el nudo que llamo BPSΣ?

Doy por descontado que todo el mundo sabe qué son las coordenadas cartesianas. Brevemente, se trata de un sistema que registra las relaciones entre dos clases de fenómenos muy diferentes entre sí, aunque simultáneos. Esas relaciones se representan en un sistema formado por dos rectas (euclídeas) perpendiculares en el plano (euclídeo) y que se cortan en un punto común, al que se le da valor 0 (cero) A cada recta se le denomina "eje", y hay dos ejes: el eje de las ordenadas, también llamado "eje vertical", "Eje Y" o "Eje y", o simplemente "y", y el eje de las abscisas también llamado "eje horizontal", "Eje X", "Eje x" o simplemente "x".

El conocimiento y uso de las coordenadas cartesianas se debe, como es fácil adivinar, a René Descartes, quien en su obra magna "El discurso del método", a uno de los apéndices lo tituló "La Geometría" y en él desarrolló la geometría analítica. Para resolver problemas de álgebra (vale la pena detenerse a considerar con algo de atención todo el desarrollo que hace el autor sobre la solución al problema de Pappus, porque en ese desarrollo uno capta las esencias de sus coordenadas), Descartes utilizó una serie de representaciones de curvas sobre el plano, a partir de las proyecciones de sus puntos sobre dos rectas perpendiculares que se cortan en un punto común llamado 0 (cero). Algunos atribuyen el mérito de haber utilizado o "descubierto" el sistema de coordenadas a Fermat; no obstante, es probable que ninguno de los dos matemáticos se influyera mutuamente, dadas las fechas de sus respectivas publicaciones. Sea como fuera, Descartes no utilizó números negativos ni sus ejes tenían valores negativos, provisión directamente atribuida a Newton.

Dado que doy por conocidos los ejes cartesianos, me detengo en qué condiciones son necesarias para que dichas coordenadas sean aplicables al mundo físico, puesto que no se trata más que de una especulación matemática y, por lo tanto, abstracta o ideal (perteneciente al mundo de las ideas y no de la realidad efectiva) ¿Cómo, por qué y de qué manera se puede aplicar ese objeto matemático y, en consecuencia, ideal, a los objetos físicos?

Si miramos una curva de temperatura, comprendemos de inmediato y de un solo vistazo la evolución de la enfermedad. Estamos utilizando un sistema de coordenadas cartesianas para representar dicha curva, aunque la tendencia no sea representar una curva, sino una recta quebrada que une ciertos puntos del plano. En esa curva se ponen en relación dos tipos de fenómenos muy distintos entre si o, mejor dicho, sin que posean ningún elemento en común. Se trata de dos registros, o incluso de dos consistencias, absolutamente diferentes: la temperatura corporal y el tiempo. Ni tan siquiera ambas consistencias se miden con los mismos valores ni las magnitudes de cada valor son superponibles a las del otro. Temperatura y tiempo son muy diferentes y se miden mediante instrumentos y escalas diferentes. ¿Qué tienen, pues, en común, para poder ponerse en relación? Obviamente, ambas comparten un punto, el punto 0, que está en el origen de los registros o anotaciones. A partir del punto 0, ambas consistencias compartirán, sobre las rectas euclidianas de proyección ("recta euclidiana" o "recta euclídea" es una recta dividida en segmentos iguales, representando cada segmento un número real positivo si está situado a la derecha del 0, o negativo si está representado a la izquierda del 0 si se trata del eje de abscisas, "x", u horizontal, y de enteros positivos si están por encima del 0, y negativos si están por debajo, en el eje de las ordenadas, "y", o eje vertical), una misma unidad que no pertenece a la naturaleza de la consistencia, sino a la construcción de la gráfica, al método de registro. Así, grados centígrados y días no tienen en común más que la misma unidad representada en ambos ejes, esto es, comparten el 0. 

Este es el punto que a mí me parece crucial para comprender cuáles son las relaciones entre distintos fenómenos, y qué tienen en común para que, a pesar de ser tan heterogéneos, las relaciones se estudien a partir de algún elemento en común. La naturaleza de este elemento común no es otra que lo que podría llamarse una tercera naturaleza, matemática o numeral. Sólo comparten, repito, el mismo valor unidad en cada eje, y el mismo origen: el punto 0. Nada más. No importa la naturaleza del fenómeno registrado. Importa que cada fenómeno adquiere, sobre las coordenadas, un mismo valor de unidad (número real), que es segmento de recta de magnitud idéntica y que es lo que permite situar un punto en el plano euclidiano generado por ambas rectas que se cortan, a partir del 0 como único elemento en común. 

No importa en qué escala si sitúa el 0 en cada consistencia (0 absoluto para la escala de temperatura, el instante 0 para el inicio del Big Bang o la fecha teórica del nacimiento de Cristo como año 0 de nuestra Era...) Por ejemplo, aunque la escala de la temperatura tome como 0 en el eje de ordenadas el valor de 35ºC, y en el eje de las abscisas el valor 0 represente el primer día del ingreso, esto es, un día con nombre propio (la fecha: lunes 11 de febrero de 2013) ambos valores cero se unifican en un solo valor 0, tomado arbitrariamente como tal  en sus propios registros quedarán reducidos a un nuevo registro (cartesiano) en el que el que valor original de cada registro adquirirá un valor unidad, o fracciones si procede, en el sistema de coordenadas. 35,5ºC adquirirá el valor 0 en el sistema cartesiano, y cada segmento unidad del eje y podrá estar representando unidades de temperatura o fracciones: Por ejemplo, el segmento 1 podrá representar 36,5ºC, el segmento 2, representará 37,5ºC. Cada división unitaria podrá representar el valor que se desee según el grado de precisión que le queramos conferir a la representación. Para poder utilizar el sistema de coordenadas para representar las relaciones del mundo físico, es necesario, pues, que cada consistencia pueda ser reducida a un número, y que el número que da origen a su serie sea el cero. Si una consistencia carece del 0, no es posible representarla en un sistema cartesiano y, en consecuencia, no pueden estudiarse sus relaciones con otras consistencias.

En el sistema cartesiano, los nombres de las consistencias cuyas relaciones se pretende estudiar pueden ser sustituidos por las letras que denominan los ejes (x, y) y las relaciones entre ambas, en términos numéricos precediendo a cada letra, como por ejemplo, 3x4y. Esta expresión es el resultado de la relación entre x e y, sea la consistencia que sea la que le está dando soporte. Por ejemplo, esa relación puede interpretarse como que el día 3 el paciente estaba a 4 unidades de temperatura (39,5ºC), siendo cada unidad equivalente a los grados que hemos hallado en la realidad. Así pues, ese punto nombrado 3x4y puede ser leído como mejora, empeora o está estable según la forma de la curva. 

La condición para utilizar este tipo de representación y de cálculo, a partir de la cual obtener un resultado que expresa una lógica, es que el tipo de relación entre ambas consistencias o registros sea numérica o reducible a números y valores numéricos, siendo común el cero, al que podemos denominar valor de origen.

Pero el sistema lógico que queremos estudiar no se puede reducir a números y ninguna de las consistencias que lo forman goza del valor 0. No hay, pues, un punto común de corte a partir del cual poder construir un sistema de coordenadas. En consecuencia, es preciso otro sistema de registro de fenómenos de modo que pueda estudiarse la lógica de relación entre ellos, pero sin que nos veamos forzados a reducir esos elementos a números.

Lo iré desarrollando poco a poco.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Feb 15, 2013, 5:24:32 AM2/15/13
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El nudo BPSΣ (3)
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En el mensaje anterior hemos visto que las coordenadas cartesianas, originalmente inventadas por Descartes y por Fermat para resolver problemas de álgebra, y definitivamente asentadas por Newton para resolver problemas de física, están en el fundamento científico del estudio de las relaciones entre fenómenos de diferentes características, con la condición de que cada registro pierda su identidad y se someta a las reglas de construcción que impone el método.  En el gráfico de la temperatura corporal que he utilizado como ejemplo, porque lo supongo sobradamente conocido, la temperatura y el tiempo se igualan al proyectar sus valores en escalas idénticas sobre la recta euclídea, y la naturaleza de esas relaciones entre dos registros se realiza sobre el plano euclídeo a partir de puntos de intersección comunes. Solamente perdiendo su identidad, borrándose en tanto consistencias diferentes e igualándose a las exigencias del modelo algebraico, pueden estudiarse las relaciones existentes entre consistencias diferentes. Ese es el fundamento y exigencia del análisis de las relaciones que tienen las cosas entre sí, mediante la utilización del método analítico inherente a las coordenadas cartesianas aplicadas al mundo físico. Es así cómo las relaciones entre distintos fenómenos físicos, químicos, biológicos, puede matematizarse mediante fórmulas que no son más que expresiones algebraicas (fórmulas matemáticas, lenguaje matemático) que, por más complejas que sean, no son más que una forma de escribir las curvas con las que los distintos fenómenos quedan registrados en el plano euclídeo. Se trata del paso de lo real a la realidad, del desconocimiento al conocimiento científico del mundo.

En las coordenadas y en el análisis cartesiano, entonces, las diferencias se borran en una única identidad obtenida de la construcción de un "artefacto" que llamaríamos "la unidad cartesiana", que no es más que el segmento de recta que representa la unidad cartesiana sobre las rectas perpendiculares. El 0 y lo que yo llamo la "unidad cartesiana" son, pues, el Universo que va a servir para la construcción de la realidad y el análisis y estudio de las relaciones entre fenómenos. Sólo este simple paso va a permitir matematizar lo Real y construir la realidad científica del mundo y escribirlo mediante fórmulas matemáticas, porque las relaciones entre fenómenos se transforman en curvas en los ejes cartesianos, que pueden ser escritas mediante fórmulas algebráicas. Este análisis y la construcción matemática de la realidad se puede complicar después cuanto se quiera, por ejemplo, añadiendo más dimensiones al plano euclídeo, incluso construyendo un plano no euclídeo con rectas no euclídeas, pero el fundamento de la aplicación de las matemáticas al mundo real para comprenderlo y manipularlo, siempre será el mismo: se borra la consistencia de cada registro y es sustituidas por la consistencia matemática del cero y la "unidad cartesiana". Las coordenadas cartesianas uniformizan el campo del conocimiento de la realidad mediante el artificio de establecer un cero o punto de partida y una unidad arbitraria sobre la recta, común a todas las consistencias estudiadas.

En la recta euclídea (ver figura), donde se representan los números reales, positivos o negativos, lo que importa es el punto de origen, el 0, y la longitud de la unidad, representada por un segmento de recta de longitud exacta, repetida y marcada sobre la recta cuantas veces se necesite. Todas las unidades de medida de los distintos registros científicos quedan sometidas a la unidad cartesiana, que las hace equivalentes; y todas las diferencias entre los distintos registros quedan  borradas al quedar escritas en ese sistema de medida mediante la unidad única. Y es así que en los gráficos de la evolución de la temperatura en una enfermedad, mediante esa unidad cartesiana se borran las unidades individuales de temperatura y tiempo, para ser medias todas en "unidades cartesianas". La curva que se obtiene mediante el registro de los datos provenientes de la realidad, puede escribirse y expresarse bajo la forma de una ecuación. Es esa la relación que hay entre la realidad y las matemáticas: las realidad científica, desde Descartes, se construye de esa manera.

Pero cuando nos planteamos los registros biológico, psíquico y social de nuestro modelo de enfermedad,  que lo convertimos en modelo BPSΣ cuando queremos introducir el sujeto en la clínica y aspiramos a una medicina "humana" o, si se quiere, más real o ajustada a realidad, nos encontramos que se trata de registros o consistencias, y que carecemos de unidades para anotar los eventos correspondientes a cada registro. En consecuencia, al carecer de una unidad común, porque cada registro posee su sistema propio de registro (en lo Psíquico se registran imágenes, emociones, conductas, efectos corporales, impresiones sensoriales, mientras que en lo Social se registran significantes, significados, palabras, símbolos, signos, discursos, fórmulas, relaciones), el sistema cartesiano de coordenadas es inútil. Son consistencias que no se pueden unificar en una sola unidad, no se pueden transformar a unidades cartesianas.

¿Qué significa que se trata de registros de consistencias? Pues que los tres registros (no hablo ahora del Síntoma Σ porque no es un registro, sino una estructura completa y acabada en la que no se registra nada; ya lo veremos) son consistencias porque siguen la pauta de su sustancia, esto es, no permiten registrar nada que no sea de esa naturaleza. El lo psíquico no se registra otra cosa que lo psíquico, esto es, imágenes psíquicas, emociones, impresiones y en lo social no se registra nada que no sea proveniente de lo social, esto es, palabras, símbolos, organizaciones, discursos, dinero. Algo parecido ocurría con los registros cartesianos, pero era posible transformarlos en una unidad común. Aquí no podemos hacer esa operación de reducción si hemos de conservar esa, vamos a llamarlo provisionalmente así, "dimensión o campo del sujeto".

¿Y lo biológico? Se diría, en consecuencia de lo anterior, que en el registro de lo biológico no se registra más que lo que proviene de lo biológico, pero de inmediato caemos en la cuenta de que lo biológico está compuesto, a su vez, de imágenes o sensaciones y símbolos, es decir, no habría un registro de lo biológico propiamente dicho, porque se trata de cosas compuestas. Entonces, a pesar de que mantendré el apelativo de "lo Biológico", porque se trata de algo fuertemente arraigado en la medicina, en realidad ese registro que llamo impropiamente de "lo Biológico" debería llamarse propiamente registro de "lo Real". ¿Y qué es "lo Real"? Pues, tal como lo describió Peirce, se trata de la primeridad, de lo que se da en sí y por sí de forma inmediata sin necesidad de nada más; lo que es en sí y por sí sin otra mediación. De acuerdo con esta definición, ya vemos que lo Biológico no es lo Real, la Primeridad, sino que es ya una apreciación, una Segundidad (por lo imaginario) y una Terceridad (por lo simbólico) sobre la Primeridad, que es inmediata. Entonces ¿Qué registra el registro de lo Real, que nosotros llamamos para nuestra conveniencia, lo Biológico? Pues en el registro R o B, se registra un algo que no adquiere realidad hasta que no se relaciona con lo Imaginario (para nosotros lo Psíquico) y lo Simbólico (para nosotros, lo Social). Eso que se registra de lo Real, y que posee la consistencia de lo Real, lo llamaremos X.

Estas tres consistencias, que nosotros tomamos por BPS, son diferentes entre sí y están bien delimitadas: en ninguna se puede registrar lo que se inscribe y ha de inscribirse en las otras dos: las X, o lo que constatamos como perteneciente a lo biológico, por ejemplo, la temperatura corporal, se registra directamente en el cuerpo del enfermo, pero se registra también en el registro de lo imaginario o Psíquico como una impresión que describe una imagen (está caliente, agitado, sudoroso, está mejor, peor, igual), y en el registro de lo Simbólico o Social como un número (p.e.: fiebre, 38,5ªC). Luego, entonces, si ninguna puede registrar del mismo modo lo que corresponde a la sustancia de otra ¿qué las relaciona? Porque, por ejemplo, es cierto que percibimos lo Real (X) mediante imágenes, afectos, emociones y sensaciones que pertenecen al registro o consistencia de lo Psíquico(Imaginario), y también lo registramos mediante palabras, discursos, fórmulas, que pertenecen al registro, o consistencia, de lo Social(Simbólico). 

Ya vemos que en cada registro el mismo fenómeno se registra de un modo diferente, y que lo que ocurre en uno, en los otros dos queda también registrado  pero de otra forma, equivalente, pero no traducible en los mismos términos. Estamos, pues, ante la función de la escritura, que no es más que comprender cómo están registradas las cosas en esos tres registros tan diferentes. Los tres registros tiene, pues en común, estar afectados por la función de la escritura, que como vemos, no puede quedar circunscrita a la escritura del lenguaje como pretenden los lingüistas. Esto también ocurre, ya lo he dicho, con los registros científicos que se registran y se formulan mediante las coordenadas cartesianas. La diferencia no está, pues, tanto en el registro, sino que la dificultad la encontramos en la conversión a un punto mítico, el cero (0), y al establecimiento de una unidad común ("unidad cartesiana")

Las cosas en lo Real (lo Biológico para nosotros), se escriben mediante una marca o huella, por ejemplo, lo caliente o fría que esté la piel del enfermo. La percepción de esa temperatura se registra mediante una impresión sobre el aparato sensorial del médico (sobre este aspecto, Laín Entralgo hizo un magnífico desarrollo al hablar de la Medicina Hipocrática y en qué consiste el método hipocrático, en Pedro Laín Entralgo. La medicina hipocrática. Alianza Universidad. Madrid. 1982), que lo anota mediante algún tipo de escritura, por ejemplo, mediante una nota clínica o mediante un guarismo. Así pues, la temperatura del cuerpo (registro de lo Real-Biológico), la percepción de calentura (registro de lo Imaginario-Psíquico) y la anotación de esa percepción (registro de lo Simbólico-Social), que son tres registros diferentes, comparten y tienen algo en común, que es la función de la escritura, conservando cada uno su escritura, o forma de registro, propia.

Así que, mientras que en el sistema de registro cartesiano, cada registro o consistencia perdía su identidad propia y quedaba borrada al ser trasladada al registro cartesiano, único e idéntico para todos los posibles registros de las distintas consistencias, en el aparato lógico BPS (después hablaremos y le añadiremos el síntoma Σ, como veremos más adelante) cada consistencia conserva las características de su sustancia. 

Pero ¿cómo se relacionan entre sí? ¿De qué manera cada uno de los registros "escribe" sobre los otros dos la misma cosa?

Continúo en otro mensaje.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Feb 19, 2013, 6:48:23 AM2/19/13
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El nudo BPSΣ (3)
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Hasta ahora hemos visto en este hilo, que las coordenadas cartesianas son posibles porque las propiedades de cualquier objeto de estudio científico se pueden reducir a números, y las coordenadas cartesianas se construyen mediante números que se representan como segmentos sobre una recta. Cualquier registro científico que describa relaciones, es posible trasladarlo a las coordenadas porque todos comparten el 0 (cero) y las mismas unidades cartesianas. A partir de ahí, las relaciones se pueden escribir de u modo matemático mediante fórmulas. Este fue el paso dado por Descartes: la unificación de los registros de los objetos del mundo en fórmulas matemáticas.

Las relaciones pueden ser tan complejas, o más, como la fórmula que "dice" el conjunto de datos obtenidos en la figura adjunta. 

El problema se presenta cuando los registros no comparten la propiedad del número y en consecuencia no pueden ser representados ni estudiados mediante coordenadas cartesianas. Además, lo que en las coordenadas cartesianas se comparte la consistencia de la recta, cuando abordamos los fenómenos clínicos, las consistencias son diversas y no se soportan en la recta, sino que se escriben en superficies cuya "estofa" es muy distinta entre si.

La superficie sobre la que se escriben las coordenadas cartesianas es una pastilla esférica (ya habíamos aprendido a saber qué es una pastilla esférica u hoja de papel (Para recordar qué es una pastilla esférica u hoja de papel, dar un vistazo al hilo "¿Qué es psicosomática II?", en especial al "mensaje 6") Es una superficie plana, con bordes (los bordes de la hoja de papel) También se puede escribir sobre una esfera, pero es incómodo. La mayoría de relaciones son duales y se establecen sobre un espacio bidimensional. lo cual no obsta para que se complejicen en un espacio tridimensional o más dimensiones y puedan escribirse sus respectivas expresiones matemáticas tal como estamos acostumbrados a verlas, esto es, de izquierda a derecha y de arriba abajo, sobre líneas, filas o renglones.

Por razones que no desarrollaré ahora, los tres registros que dotan a nuestro aparato psíquico de inteligibilidad sobre el mundo real, se escriben sobre superficies tóricas, esto es, en vez de escribirse sobre esferas se escriben sobre toros. ¿Qué es un toro? Es una superficie cerrada, bilátera cuya forma recuerda la de un neumático o la de un donuts. Sobre esta superficie se puede escribir siguiendo varios ejes y direcciones. En la figura se han representado solamente dos: lo que se llama un eje longitudinal y un eje transversal, pero admite más posibilidades que forman parte de las propiedades de esta superficie topológica. 

Que sea bilátera quiere decir que tiene, como la esfera, un "adentro" y un "fuera" y que solo se puede apsar de una a otra saltando un borde, esto es, dando un corte sobre la superficie. Sobre esta superficie se puede escribir tanto por la cara "externa" como por la cara interna. La otra propiedad remarcable de la superficie tórica es que delimita un "agujero" que se llama "impropio". El agujero central no pertenece al toro, sino que pertenece al espacio en el que el toro se encuentra inscrito. Es un agujero que no existe como tal, pero que pertenece por igual al toro, como una de sus características principales, y al espacio que lo rodea.

Cada uno de los toros sobre los que se registra lo Biológico (Real), lo Psíquico (Imaginario) y lo Social (Simbólico) es de una consistencia o estofa diferente. Podríamos representar por ejemplo lo biológico mediante una estofa metálica, lo psíquico mediante una estofa de tela y lo social mediante una estofa de plástico. Podemos reducir cada uno de esos toros a una tira que represente el eje longitudinal máximo y ver que no se pueden hacer coincidir en ningún punto. Esos círculos se deslizan uno sobre los otros sin ningún clivaje o anclaje. Si pensamos que eso es ya un sistema de "coordenadas", como se hacía con las coordenadas cartesianas, la primera cosa que desaparece es el 0 (cero) Las tres consistencias distintas no tienen ningún punto en común, ningún punto 0 sobre el que empezar a construir registros y anotaciones como en el gráfico de la fiebre.

Sin embargo, aunque no sea posible "clavar" un clavo y fijar un punto con una chincheta, como ocurre en las coordenadas cartesianas, esas tres consistencias están anudadas y se relacionan entre sí. Se trata entonces, no de fijar un punto común, porque no lo hay, sino de construir una relación que anude de una forma consistente los tres registros.

Lo que mejor se acomoda es un anudamiento de forma borromea.

Lo veremos enseguida.

JM Gasulla

JM Gasulla

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Feb 22, 2013, 6:14:40 AM2/22/13
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El nudo BPSΣ (3)
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Ya digo que ocasionalmente me detengo a pensar sobre la utilidad de todo esto, y si a quienes lo lean les sirve de algo realmente, más allá del ejercicio mental de comprenderlo, que ya es en sí útil como ejercicio o gimnasia mental. Es por ello que intento no perder de vista qué finalidad puede tener para los demás esto que escribo y desarrollo aquí, además de serme útil a mí. Concluyo que intento desarrollar un aparato lógico para la clínica, es decir, una guía para los médicos que sea útil para no perderse en el manejo de los fenómenos de sujeto que configuran y determinan la enfermedad humana; y si bien a algunos les puede parecer complejo su desarrollo pleno y su aplicación clínica con garantías, al menos saber de qué manera no obstruir los fenómenos de sujeto que se dan en la práctica médica.

El primer paso que intento dar en este incipiente desarrollo de la lógica para la clínica, es proclamar que no se trata de que la causa de la enfermedad sea el sujeto (lo psíquico, como gusta decir erróneamente a algunos), como podría deducirse de lo psicosomático, donde es probable caer en el pensamiento fácil de que lo psíquico es causa directa de las enfermedades. Lo que yo sostengo es que no se trata de causa, sino de entramado, de relación, de nudo, de red. Lo psíquico no es la causa de lo somático, sino que están entramados, relacionados o anudados, esto es, que se relacionan pero que no se causan. De ahí que insista en que no existe un punto común, un 0 (cero) cartesiano que fije o clive (clave) las relaciones entre somático, psíquico y social, sino que los tres registros permanecen independientes, pero relacionados puntualmente en ciertos cruces (no cortes) mediante una lógica que se puede formalizar. 

Eso es lo que trato de desarrollar aquí con más o menos fortuna. Se trata de un anudamiento, de una relación lógica no causal, pero sí influyente. Lo psíquico no es causa de lo orgánico (lo psicosomático), como lo orgánico no es causa de lo psíquico (lo somatopsíquico) y lo biopsicosocial no es más que la expresión que da cuenta de un conjunto de relaciones lógicas no causales entre distintos registros que no se cortan, si no que se cruzan, tal como se muestra en la figura 1.

Figura 1: Izquierda: proyección de un cruce en dimensión D3 sobre un plano D2, y forma de escribirlo (interrumpiendo el trazo inferior) de un modo no cartesiano. Derecha: proyección en D2 de un triskel o cruce, con tres registros o consistencias diferentes, que se cruzan dando paso a una lógica.

Según lo expuesto, no puedo estar de acuerdo con otros discursos de corte terapéutica o médica, que pretenden una causalidad psíquica para las enfermedades. Incluso los hay más atrevidos que pretenden una causalidad psíquica transgeneracional, diferente de la genética. Postular la causa de algo es una de las tareas más difíciles que uno pueda emprender. La causa es del orden del dicho, no del hecho. Es por esto que yo me he inclinado hacia el estudio de las relaciones y no de las causas, en el proceso patológico. Porque no hacemos otra cosa que estudiar las relaciones entre fenómenos de distinta naturaleza incluso cuando afirmamos falsamente que la causa de una infección es el microbio que "la causa". El microbio no es la causa de la enfermedad, si no el agente.

Todo esto, que está expuesto en líneas muy generales, casi a nivel de la idea primitiva y más general, debe pormenorizarse, examinarse al microscopio y ver en qué consisten esas relaciones y qué lógica se puede deducir que las gobierna. Ese es mi propósito aquí. ¿Y por qué todo esto? Pues, entre otras cosas, porque por ejemplo, en el hilo "Algunas cosas sobre algunos casos" digo que la acción del médico hipocrático y científico obstruye la necesaria construcción de la "enfermedad del enfermo", esto es, impide o dificulta la subjetivación del acontecimiento singular que llamamos enfermedad, porque el proceso patológico se somete a la generalización de una lógica universal que no tiene en cuenta ni la singularidad de la subjetividad individual ni la singularidad del cuerpo. Esto último lo sostengo y hace referencia a que normalmente los médicos no escuchamos las particularidades de nuestros pacientes al estandarizar sus cuerpos y sus organismos. Pero eso lo desarrollaré en otros mensajes en aquél hilo. 

Ahora bien. La dificultad aparece cuando nos proponemos individualizar de una manera estricta cada caso, lo que es muy diferente de individualizar o particularizar según subclases, como se tiende a hacer hoy en día. En numerosas ocasiones, particularizar significa identificar según subgrupos de clases, pero lo que yo sostengo va más allá. Individualizar a nivel de individuo no es clasificar al sujeto en una subclase (por edad, por sexo, por peso, por nivel de colesterol, por rangos de cifras tensionales, por diagnóstico, por...) Se trata de establecer la lógica de una clase única, sobre una entidad biopsicosocial. Lo que no quiere decir que cada caso particular, en su exclusiva mismidad e intimidad, no pueda ser examinado a partir de métodos e instrumentos comunes. Intentamos, pues, hacer una lógica de lo singular y único (la lógica de Antonio Pérez López, por ejemplo; "la lógica del caso", podemos llamarla así) a partir de un procedimiento general, como es la lógica del nudo.

Las razones para preferir la lógica del nudo a la lógica cartesiana para analizar la porción del mundo que nos interesa, es porque la lógica del nudo permite la entrada del sujeto en medicina, mientras que la lógica cartesiana, no. Con ello creemos ser más fieles a nuestro primitivo proyecto de introducir al sujeto en la clínica, instaurando así el tercer paradigma médico del que hablara Laín Entralgo.

Cerrado este paréntesis aclaratorio, seguiré desarrollando la lógica del nudo clínico.

JM Gasulla
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