Sábado, 17 de noviembre de 2007
Arabia Saudí ha respondido con negativas a la insistencia de Chávez y
Ahmadineyad de <<politizar>> la OPEP. Ayer, en la sesión inaugural de la
histórica cumbre en Riad, que confirmó la división anunciada las horas
previas entre antiamericanistas y neutrales, el anfitrión, el rey
Abdulá bin Abdelaziz, rechazó que el petróleo se convierta en un
<<método de conflicto>> e instó a los consumidores y los productores a
intensificar su cooperación en los ámbitos de la energía, el clima y
el medio ambiente. <<El petróleo es una energía de construcción y no
debe convertirse en otra cosa>>, aclaró el rey árabe.
El monarca saudí hizo esta declaración después de que el jefe de
Estado venezolano, Hugo Chávez, presidente de la segunda cumbre de la
organización (del año 2000), exigiera en su discurso que la OPEP tenga
un papel político <<para exigir respeto a nuestros países>> y <<para que
los países desarrollados dejen de dirigir amenazas>> contra los
miembros del cartel.
El soberano fue claro al recordar que <<desde su creación hace cerca de
50 años, nuestra organización toma en consideración dos objetivos
principales: el primero es proteger los intereses de los países
miembros, y el segundo, proteger a la economía mundial de los
temblores repentinos del precio del crudo>>.
Chávez cita a Cristo
En territorio islámico, Hugo Chávez volvió a intentar sobresalir:
primero, haciendo la señal de la cruz antes de hablar, en un hecho sin
precedentes en un lugar como Arabia Saudí, y después, citando por dos
veces a Jesucristo como salvador de los pobres.
En su intervención, previa a la del rey anfitrión, lanzó el último
desafío a Estados Unidos con la advertencia de que el precio del
petróleo podría llegar a los 200 dólares si Washington decide invadir
Irán. Ante una asamblea en la que estaban representados los 13 países
productores de petróleo que integran la OPEP, el mandatario venezolano
abogaba por transformar la organización en un agente geopolítico
activo, con el que poder <<exigir respeto a nuestros países>>, el rey
Abdulá bin Abdelaziz.
Horas antes, a su llegada a Riad, el aliado del venezolano, el iraní
Ahmadineyad, había coincidido con Chávez en que el precio del petróleo
está demasiado bajo.
El monarca saudí, uno de los mayores aliados de Estados Unidos en la
región y actual presidente de la cumbre, ha intentado por todos los
medios sacar adelante una agenda puramente económica para el
encuentro. Sin embargo, tanto Chávez como Ahmadineyad presionaron las
semanas previas al encuentro para incluir las cuestiones políticas.
La cumbre, que finaliza hoy, ha abierto sus puertas con los precios
del petróleo en un ascenso imparable. El crudo se acercó
peligrosamente la semana pasada a los 100 dólares el barril,
reforzando la presión de países como Estados Unidos a los miembros de
la OPEP para que aumenten la producción.
No obstante, los ministros de finanzas y petróleo de los países
miembros anunciaron que la decisión de ampliar la oferta no se tomará
en esta cumbre, sino en la próxima reunión, el 5 de diciembre, en Abu
Dhabi. La OPEP no está dispuesta a recibir presiones, y el propio
secretario general de la organización advirtió hace unos días, que los
precios disparados del petróleo no se deben a una escasez del producto
en el mercado, sino que son consecuencia del bajo precio del dólar con
respecto al euro. Este extremo también preocupa a Arabia Saudí y a
EE.UU