LA SERPIENTE DE LA SALVACION

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ALCOSERI

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Oct 25, 2008, 7:54:14 PM10/25/08
to SECRETO MASONICO
LA SERPIENTE DE LA SALVACION

Hemos dicho que, según la interpretación Gnóstica del Génesis, el
dios
creador había aprisionado a Adán y Eva en un mundo de miseria y los
había dotado de un alma servil. Dice la biblia que después de comer
el
fruto prohibido Adán y Eva se escondieron, avergonzados por la falta
cometida. Dios llegó al paraíso y llamó a Adán con estas palabras:
“¿Dónde estás?”. Dios parece comportarse como un amo llamando a su
sirviente. Al no encontrarlo parece decir “¿Dónde estás? ¿Dónde te
has
metido? ¿Qué has hecho? ¿Qué pasa que no estás aquí trabajando?”.


Este dios creador los ha creado a Adán y Eva incapaces de distinguir
entre el bien y el mal, entre el reino de lo increado y el reino de
lo
creado. También los creó ignorantes de su origen y su destino.


¿Por qué los había creado así? Según la Gnosis, no quería el creador
que los hombres conocieran su verdadero origen. Este mundo ha sido
creado contra la voluntad del Dios Incognoscible y el creador no
quiere que los hombres sepan esas cosas. No quiere que se den cuenta
en qué situación Espiritual se hallan, quiénes son, para qué han sido
creados. Quiere que permanezcan en la ignorancia. Por eso les
prohibió
comer el fruto del árbol del conocimiento. Porque “se abrirían sus
ojos”, despertarían y se percatarían de quiénes son y de dónde
vienen,
en qué situación están y qué deben hacer. Advertirían que el Edén no
era un paraíso, sino todo lo contrario.


En la descripción que hace el Padre León Meurin en su libro “La
franc-
maçonnerie”, cuando comenta las interpretaciones Gnósticas sobre el
paraíso terrenal y la Serpiente del Génesis, se encuentran estas
ideas: Jehová no quiere que el hombre conozca su origen y su alto
destino. Le ha prohibido todo contacto con el mundo superior. Quiere
que el hombre lo refleje a él, al creador y no al Dios Supremo.


Pero el hombre despertó, se hizo conocedor del bien y del mal. ¿Cómo
logró eso?, la Serpiente tentadora del Edén le dió a comer el fruto
prohibido que abrió sus ojos. Según los Gnósticos esta Serpiente es
Lucifer, el que trae la Luz. Lucifer significa eso: Portador de Luz.
Lucifer tomó la forma de una serpiente para despertar a los hombres.
Es un Enviado del Dios Supremo, del Dios Incognoscible. Es un Enviado
del Dios Verdadero que penetró en este mundo de miseria, imperfecto y
deficiente, para despertar y liberar al hombre, para mostrarle cuál
es
su verdadera situación y cuál puede ser su alto destino. Por esta
razón los hombres que siguen los mandamientos del dios creador ven a
la serpiente como algo maligno y satánico, y en medio de su gran
confusión la equiparan a satanás.


Por el contrario, los Gnósticos ven a la Serpiente Lucifer como
salvadora. Como alguien que vino a salvar a los hombres, como un
Enviado del Dios Verdadero. Esta Serpiente iluminadora que trae la
Gnosis , la verdad Gnóstica que permite descubrir lo auténtico y
verdadero en este mundo de confusión, ha venido a liberar al hombre.
Lucifer es el verdadero liberador del hombre. Ha venido a liberar al
hombre de la tiranía de Yahvé, de la tiranía del dios creador. Les ha
traído a los hombres el conocimiento verdadero capaz de liberarlos,
el
conocimiento que por sí solo libera, que puede ayudar al hombre a
salir de este mundo satánico, a regresar al mundo de donde proviene.


Esta Serpiente es, para los Gnósticos, la Serpiente de la Salvación,
la Serpiente que ha abierto los ojos de los hombres, que les ha
ofrecido la manzana de la emancipación, para ayudarlos a despertar y
liberarse de este mundo de miseria y materia impura.


El creador quiso hacer al hombre como a los demás seres vivos,
incapaz
de distinguir entre el bien y el mal, y por la acción de la Serpiente
se ha despertado y liberado. Indudablemente, dicen los Gnósticos,
este
conocimiento, esta Gnosis que la Serpiente Lucifer ha traído a los
hombres, ha producido un gran disturbio cósmico en la creación. Así
es
de poderoso este conocimiento. La Gnosis produce cambios en quien la
recibe, en quien la escucha, porque no es un conocimiento común y
corriente, es un conocimiento que libera.


Hay un interesante libro cuyo título es “Atheism in Christianity”,
escrito por Ernst Bloch, que nos ofrece una buena síntesis de todo
este aspecto del pensamiento Gnóstico, el aspecto relacionado con la
Serpiente liberadora como Enviada del Dios Verdadero.


Los Gnósticos de épocas posteriores, en los orígenes del
cristianismo,
lo que se dió en llamar Gnósticos Cristianos o Cristianos Gnósticos,
percibieron a Cristo como la Serpiente del Génesis. Esto fue así
porque Cristo, mucho después de los sucesos del paraíso terrenal, al
igual que la Serpiente vino a traer un mensaje liberador. Un mensaje
que libera de este mundo impuro a los hombres. Según estos Gnósticos
Cristianos, se trató de un conocimiento capaz de poner a los hombres
en contacto con el otro mundo, opuesto al del demiurgo: el mundo
incognoscible del Dios Verdadero.


A Cristo, portador de ese mensaje, de esa Gnosis, se lo ha equiparado
a la Serpiente del Génesis, quien vuelve por segunda vez a la Tierra
para ayudar nuevamente a la humanidad. En la primera venida fue la
Serpiente Lucifer y en la segunda fue el Cristo Lucifer. Según la
Gnosis Cristiana, cuando Cristo vino al mundo lo hizo por segunda
vez,
pues la primera fue en el paraíso terrenal. En ambas se trató en
realidad de Lucifer, el Enviado del Incognoscible. En ambas su
mensaje
fue el mismo: la Gnosis que perturba, que produce cambios, que
despierta y libera a quien la escucha. Para los Gnósticos Cristianos,
la Serpiente es Cristo, el Salvador que vino dos veces a este mundo.


Hay un diagrama Gnóstico, en el que se ve una serpiente crucificada,
clavada en una cruz, lo cual demuestra todavía más la identidad
Gnóstica entre la Serpiente del Génesis y Cristo. Hay mitos que
afirman que la cruz en la que Cristo fue crucificado fue hecha con la
madera del árbol del conocimiento del bien y del mal.


Hubo una época en que todo este conocimiento estaba escrito y se
transmitía. Pero ese período duró hasta la “conversión” de
Constantino
y el fortalecimiento de la iglesia de Roma como religión oficial del
Imperio Romano. Desde ese momento los libros y documentos de la
Gnosis
fueron prohibidos, perseguidos y destruidos. Es muy poco lo que ha
quedado de ellos.


Origenes, por ejemplo, describió un diagrama Gnóstico en el cual se
ve
claramente una serpiente que divide los dos mundos, el mundo creado y
el mundo increado. Aunque a nadie le agrada este dualismo de los dos
mundos, así es la realidad y hay que aceptarla. El Gnóstico sabe que
hay otro mundo sumamente perfecto, un mundo que no tiene nada que ver
con éste. Origenes pudo tener acceso a esos diagramas y libros
Gnósticos, a toda esa información, para después criticarlos, como
también lo hicieron San Agustín, Tertuliano, Hipólito, Ireneo de
Lyon,
Epifanio y muchos otros.


Pero ahora, la mayoría de los textos Gnósticos originales no existen,
han sido destruidos. Estos críticos de la Gnosis distorsionaron toda
la información de los textos Gnósticos originales, poniendo frases
fuera de contexto para ridiculizarlas mejor, entre otras
estratagemas.
Pero nada de eso importa ya. La Gnosis Primordial está siempre
presente, aunque muchos no lo adviertan. En las distintas
oportunidades en que apareció abiertamente en el mundo se trató
siempre de la misma Gnosis, aunque con diferentes connotaciones
históricas y culturales. Aunque prohibida y perseguida, la Gnosis
nunca desapareció y no desaparecerá jamás. Permanece siempre al
alcance de quien la merezca. Cuanto más se la persigue más se
fortalece.


Además del libro de Bloch, hay otros libros también interesantes que
hacen una descripción de estos aspectos de la antigua Gnosis, en lo
que se refiere a la Serpiente salvadora del Edén. Uno de ellos es
“Adán, le dieu rouge”, de Robert Ambelain y otro es “Gnostics and
their Remains”, de C.W. King, este último escrito en el siglo XIX.


Hay un dato muy interesante sobre la Serpiente del Génesis en el
libro
“Refutación contra todas las herejías”, escrito por Hipólito, gran
perseguidor de Gnósticos. En este libro, Hipólito comenta y critica
unas palabras de Celso, que para él son horrorosas. Se trata del
fragmento de Celso en que éste sostiene, refiriéndose a los sucesos
del paraíso terrenal, que así como el creador maldijo a la Serpiente
cuando esta echó a perder sus planes y le arruinó su obra, así debe
ser maldecido el creador por cada hombre que haya despertado. Así
como
el creador maldijo a la Serpiente de la Salvación, así será maldecido
el creador mientras exista, por cada Espíritu liberado de sus garras.
Hipólito observa horrorizado que, si bien sabía que los Gnósticos
equiparaban al dios creador con satanás, nunca había imaginado que
también lo maldicieran.


En efecto, en los pocos libros Gnósticos salvados de las llamas,
vemos
que el dios creador es llamado a veces satanás. La tradición Gnóstica
se refiere al demiurgo como “satanás, el creador del mundo y del
hombre”, “satanás y sus demonios, creadores del mundo”, y cosas por
el
estilo.
http://groups.google.com.mx/group/SECRETO-MASONICO/browse_thread/thread/3ed25f07b933d4e6

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De: <NOBR>cronos-0-1</NOBR> (Mensaje original) Enviado: 03/10/2008
10:35 p.m.
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st1:PersonName>Hemos dicho que, según la interpretación Gnóstica
delGénesis, el dios creador había aprisionado a Adán y Eva enun mundo
de miseria y los había dotado de un alma servil. Dice la biblia que
después de comer el fruto prohibido Adán y Eva se escondieron,
avergonzados por la falta cometida. Dios llegó al paraíso y llamó a
Adán con estas palabras: “¿Dónde estás?”. Dios parece comportarse como
un amo llamando a su sirviente. Al no encontrarlo parece decir “¿Dónde
estás? ¿Dónde te has metido? ¿Qué has hecho? ¿Qué pasa que no estás
aquí trabajando?”. Este dios creador los ha creado a Adán y Eva
incapaces de distinguir entre el bien y el mal, entre el reino de lo
increado y el reino de lo creado. También los creó ignorantes de su
origen y su destino. ¿Por qué los había creado así? Según la Gnosis,
no quería el creador que los hombres conocieran su verdadero origen.
Este mundo ha sido creado contra la voluntad del Dios Incognoscible y
el creador no quiere que los hombres sepan esas cosas. No quiere que
se den cuenta en qué situación Espiritual se hallan, quiénes son, para
qué han sido creados. Quiere que permanezcan en la ignorancia. Por eso
les prohibió comer el fruto del árbol del conocimiento. Porque “se
abrirían sus ojos”, despertarían y se percatarían de quiénes son y de
dónde vienen, en qué situación están y qué deben hacer.

Advertirían que el Edén no era un paraíso, sino todo lo contrario. En
la descripción que hace el Padre León Meurin en su libro “La franc-
maçonnerie”, cuando comenta las interpretaciones Gnósticas sobre el
paraíso terrenal y <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la
Serpiente">la Serpiente </st1:PersonName>del Génesis, se encuentran
estas ideas: Jehová no quiere que el hombre conozca su origen y su
alto destino. Le ha prohibido todo contacto con el mundo superior.
Quiere que el hombre lo refleje a él, al creador y no al Dios Supremo.
Pero el hombre despertó, se hizo conocedor del bien y del mal. ¿Cómo
logró eso?, <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Serpiente">la
Serpiente</st1:PersonName> tentadora del Edén le dió a comer el fruto
prohibido que abrió sus ojos. Según los Gnósticos esta Serpiente es
Lucifer, el que trae <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Luz.">la
Luz. </st1:PersonName>Lucifer significa eso: Portador de Luz. Lucifer
tomó la forma de una serpiente para despertar a los hombres.

Es un Enviado del Dios Supremo, del Dios Incognoscible. Es unEnviado
del Dios Verdadero que penetró en este mundo de miseria, imperfecto y
deficiente, para despertar y liberar al hombre, para mostrarle cuál es
su verdadera situación y cuál puede ser su alto destino. Por esta
razón los hombresque siguen los mandamientos del dios creador ven a la
serpiente como algo maligno y satánico, y en medio de su gran
confusión la equiparan a satanás. Por el contrario, los Gnósticos ven
a <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Serpiente">la Serpiente </
st1:PersonName>Lucifer como salvadora. Como alguien que vino a salvar
a los hombres, como un Enviado del Dios Verdadero.

Esta Serpiente iluminadora que trae la Gnosis, la verdad Gnóstica que
permite descubrir lo auténtico y verdadero en este mundo de confusión,
ha venido a liberar al hombre. Lucifer es el verdadero liberador del
hombre. Ha venido a liberar al hombre de la tiranía de Yahvé, de la
tiranía del dios creador. Les ha traído a los hombres el conocimiento
verdadero capaz de liberarlos, el conocimiento que por sí solo libera,
que puede ayudar al hombre a salir de este mundo satánico, a regresar
al mundo de donde proviene. Esta Serpiente es, para los Gnósticos,
<st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Serpiente">la Serpiente</
st1:PersonName> de la Salvación, <st1:PersonName w:st="on"
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los ojos de los hombres, que les ha ofrecido la manzana de la
emancipación, para ayudarlos a despertar y liberarse de este mundo de
miseria y materia impura. El creador quiso hacer al hombre como a los
demás seres vivos, incapaz de distinguir entre el bien y el mal, y por
la acción de <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Serpiente">la
Serpiente</st1:PersonName> se ha despertado y liberado.
Indudablemente, dicen los Gnósticos, este conocimiento, esta Gnosis
que <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Serpiente Lucifer">la
Serpiente Lucifer</st1:PersonName> ha traído a los hombres, ha
producido un gran disturbio cósmico en la creación. Así es de poderoso
este conocimiento. La Gnosis produce cambios en quien la recibe, en
quien la escucha, porque no es un conocimiento común y corriente, es
un conocimiento que libera. Hay un interesante libro cuyo título es
“Atheism in Christianity”, escrito por Ernst Bloch, que nos ofrece una
buena síntesis de todo este aspecto del pensamiento Gnóstico, el
aspecto relacionado con <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la
Serpiente">la Serpiente</st1:PersonName> liberadora como Enviada del
Dios Verdadero. Los Gnósticos de épocas posteriores, en los orígenes
del cristianismo, lo que se dió en llamar Gnósticos Cristianos o
Cristianos Gnósticos, percibieron a Cristo como <st1:PersonName
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Génesis.

Esto fue así porque Cristo, mucho después de los sucesos del paraíso
terrenal, al igual que <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la
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liberador. Un mensaje que libera de este mundo impuro a los hombres.
Según estos Gnósticos Cristianos, se trató de un conocimiento capaz de
poner a los hombres en contacto con el otro mundo, opuesto al del
demiurgo: el mundo incognoscible del Dios Verdadero. A Cristo,
portador de ese mensaje, de esa Gnosis, se lo ha equiparado a
<st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Serpiente">la Serpiente</
st1:PersonName> del Génesis, quien vuelve por segunda vez a
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venida fue <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Serpiente
Lucifer">la Serpiente Lucifer</st1:PersonName> y en la segunda fue el
Cristo Lucifer. Según <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Gnosis
Cristiana">la Gnosis Cristiana</st1:PersonName>, cuando Cristo vino al
mundo lo hizo por segunda vez, pues la primera fue en el paraíso
terrenal. En ambas se trató en realidad de Lucifer, el Enviado del
Incognoscible. En ambas su mensaje fue el mismo: la Gnosis que
perturba, que produce cambios, que despierta y libera a quien la
escucha. Para los Gnósticos Cristianos <st1:PersonName w:st="on"
ProductID="la Serpiente">la Serpiente</st1:PersonName> es Cristo, el
Salvador que vino dos veces a este mundo. Hay un diagrama Gnóstico, en
el que se ve una serpiente crucificada, clavada en una cruz, lo cual
demuestra todavía más la i dentidad Gnóstica entre <st1:PersonName
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Génesis y Cristo.



http://www.testimonios-de-un-discipulo.com/IMAGENES/la_serpiente_de_moises_1_.jpg



Hay mitos que afirman que la cruz en la que Cristo fue crucificado fue
hecha con la madera del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Hubo una época en que todo este conocimiento estaba escrito y se
transmitía. Pero ese período duró hasta la “conversión” de Constantino
y el fortalecimiento de la iglesia de Roma como religión oficial del
Imperio Romano. Desde ese momento los libros y documentos de la Gnosi
s fueron prohibidos, perseguidos y destruidos. Es muy poco lo que ha
quedado de ellos. Origenes, por ejemplo, describió un diagrama
Gnóstico en el cual se ve claramente una serpiente que divide los dos
mundos, el mundo creado y el mundo increado. Aunque a nadie le agrada
este dualismo de los dos mundos, así es la realidad y hay que
aceptarla. El Gnóstico sabe que hay otro mundo sumamente perfecto, un
mundo que no tiene nada que ver con éste. Origenes pudo tener acceso a
esos diagramas y libros Gnósticos, a toda esa información, para
después criticarlos, como también lo hicieron San Agustín, Tertuliano,
Hipólito, Ireneo de Lyon, Epifanio y muchos otros. Pero ahora, la
mayoría de los textos Gnósticos originales no existen, han sido
destruidos. Estos críticos de la Gnosis distorsionaron toda la
información de los textos Gnósticos originales, poniendo frases fuera
de contexto para ridiculizarlas mejor, entre otras estratagemas. Pero
nada de eso importa ya. <st1:PersonName w:st="on" ProductID="La Gnosis
Primordial">La Gnosis Primordial</st1:PersonName> está siempre
presente, aunque muchos no lo adviertan. En las distintas
oportunidades en que apareció abiertamente en el mundo se trató
siempre de la misma Gnosis, aunque con diferentes connotaciones
históricas y culturales. Aunque prohibida y perseguida, la Gnosis
nunca desapareció y no desaparecerá jamás. Permanece siempre al
alcance de quien la merezca. Cuanto más se la persigue más se
fortalece. Además del libro de Bloch, hay otros libros también
interesantes que hacen una descripción de estos aspectos de la antigua
Gnosis, en lo que se refiere a <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la
Serpiente">la Serpiente</st1:PersonName> salvadora del Edén. Uno de
ellos es “Adán, le dieu rouge”, de Robert Ambelain y otro es “Gnostics
and their Remains”, de C.W. King, este último escrito en el siglo XIX.
Hay un dato muy interesante sobre <st1:PersonName w:st="on"
ProductID="la Serpiente">la Serpiente</st1:PersonName> del Génesis en
el libro “Refutación contra todas las herejías”, escrito por Hipólito,
gran perseguidor de Gnósticos. En este libro, Hipólito comenta y
critica unas palabras de Celso, que para él son horrorosas. Se trata
del fragmento de Celso en que éste sostiene, refiriéndose a los
sucesos del paraíso terrenal, que así como el creador maldijo a la
Serpiente cuando esta echó a perder sus planes y le arruinó su obra,
así debe ser maldecido el creador por cada hombre que haya despertado.
Así como el creador maldijo a <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la
Serpiente">la Serpiente</st1:PersonName> de <st1:PersonName w:st="on"
ProductID="la Salvaci�n">la Salvación</st1:PersonName>, así será
maldecido el creador mientras exista, por cada Espíritu liberado de
sus garras. Hipólito observa horrorizado que, si bien sabía que los
Gnósticos equiparaban al dios creador con satanás, nunca había
imaginado que también lo maldicieran. En efecto, en los pocos libros
Gnósticos salvados de las llamas, vemos que el dios creador es llamado
a veces satanás. La tradición Gnóstica se refiere al demiurgo como
“satanás, el creador del mundo y del hombre”, “satanás y sus demonios,
creadores del mundo”, y cosas por el estilo.






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De: Buscador2174 Enviado: 11/10/2008 12:00 p.m.
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De: Buscador2174 Enviado: 11/10/2008 12:15 p.m.

EL FUEGO DE LA SERPIENTE Y LA GNOSIS

La filosofía transfigurística es una filosofía universal, lo que
quiere decir que desde la aurora de la humanidad dialéctica acompaña
al hombre caído en su marcha por la vida, sin que nunca haya sido
modificada ni un ápice.

La filosofía transfigurística es la filosofía gnóstica, es decir, es
el único contacto divino posible en el tiempo.

La filosofía transfigurística es la enseñanza de la sabiduría moderna,
que es vertida en el mundo y en la humanidad, ahora que puede actuar
directa y efectivamente en la búsqueda y la salvación de lo que se ha
perdido.

La filosofía transfigurística es la sabiduría de las serpientes, es
decir, la radiación de la sabiduría del Espíritu universal.

Concretamente, deseamos escribirle sobre esta sabiduría de las
serpientes, ya que a todos los alumnos verdaderos que se encuentran en
el camino se les dice: "Sed sabios como las serpientes". Y si quiere
comprender de verdad esta llamada, como una llamada a la vida de la
más apremiante actualidad, destinada de modo muy personal a usted, le
aconsejamos que haga todo lo posible por captar lo que la Escuela de
la Rosacruz tiene que transmitirle.

En la filosofía transfigurística, la serpiente simboliza
principalmente dos aspectos. Por un lado, simboliza lo más santo y
absolutamente divino, y por otro lado lo más despreciable e impío.
Vemos a la serpiente como un reptil sibilante escupiendo y derramando
su veneno, pero también vemos a la serpiente como símbolo del Espíritu
Santo. Descubrimos que la serpiente es sinónimo del diablo, y también
observamos que los antiguos sacerdotes llevaban la serpiente de oro
como diadema, en señal de elevación espiritual.

Estas dos apreciaciones tan opuestas han causado una gran confusión y
han engendrado la discordia entre quienes no podían entenderlas. En
repetidas ocasiones el hombre ha caído en la idolatría, y siempre
caerá cuando, empujado por los instintos religiosos naturales, no
pueda captar las intenciones de la pura Gnosis.

Usted lleva una serpiente en su ser, enrollada alrededor de su árbol
de la vida. La cabeza de la serpiente se percibe claramente con la
visión material ordinaria. En la Biblia a veces se representa
simbólicamente a esta serpiente como "la serpiente de cobre". Esta
serpiente es su ser anímico, su radiación de la conciencia, su
potencial de alma que llena todo su sistema del fuego de la serpiente,
es decir, el sistema cerebro-espinal. ¡Ésta es la serpiente de cobre!
La serpiente que repta por la tierra con la cabeza llena de veneno
mortal.

¿Por qué hablamos de "la serpiente de cobre"? Sepa primero que la
palabra "cobre” en hebreo se puede traducir también como "serpiente".
Sepa además que el cobre, por lo tanto la serpiente, es un principio
femenino. Bástenos indicar que el cobre es el metal de Venus.

En el alma, en el potencial del fuego de la serpiente, reposa el
principio reproductor, el principio femenino. Sin embargo, el mismo
sistema contiene también el principio creador, el aspecto masculino
del alma. En todo sistema

en todo sistema del fuego de la serpiente descubrimos, por tanto, dos
aspectos: la serpiente de cobre y la serpiente ígnea, o sea
respectivamente el principio femenino y el principio masculino en el
hombre. Podemos decir también simbólicamente que en el árbol de la
vida humana habitan dos serpientes. En ciertas personas el principio
masculino es positivo y el principio femenino negativo, y en otras
estos dos principios

están inversamente polarizados.

Por lo tanto, el caduceo de Mercurio con sus dos serpientes, una
blanca y otra negra, es el símbolo que indica el estado biológico
dialéctico general, a saber, el árbol de la vida con sus dos aspectos
anímicos. Cuando vemos reproducciones de los sacerdotes egipcios
llevando la diadema con dos serpientes, es sencillamente la
representación exterior del estado interior de su propia alma, así
como el alma de todos sus semejantes.

Estos dos principios anímicos en el hombre, que también se pueden
llamar Adán y Eva (Adán, la serpiente ígnea, y Eva, la serpiente de
cobre) están en lucha perpetua. Estos dos principios están
continuamente deliberando y tomando decisiones. El hombre posee esta
facultad de deliberación interior. Las dos serpientes se entrelazan
alrededor del árbol de la vida. Una vez es el principio masculino el
que habla al principio femenino, y en otra los Papeles se cambian.

En el hombre, las dos serpientes se atacan mutuamente; se acusan
recíprocamente. La serpiente ígnea quiere realización; la serpiente de
cobre quiere posesión. Los instintos creadores y reproductores están
en lucha incesante. Y sin embargo sólo existe en el alma un único
interés: el mantenimiento, la auto-conservación, la sed de vida. Así
repta la serpiente siseante en medio del fango de esta naturaleza. ¡Y
que Dios sea clemente con los que se acerquen demasiado a ella!

Usted conoce las motivaciones anímicas de las serpientes interiores.
En ciertos momentos penetran en el santuario del corazón para
considerar sus intereses; y a continuación derraman sus ofrendas en el
santuario de la cabeza. El veneno preparado en estos dos santuarios es
la artimaña, la táctica, el refinamiento con cuya ayuda se persiguen
los fines personales. El órgano por el que se lanza este veneno hacia
el exterior es la laringe. Existen todo tipo de venenos, y toda clase
de métodos que llevan el veneno hasta donde usted desee hacerlo
penetrar.

Hay una ciencia, cultivada desde hace eones, que tiene como finalidad
la perfección de la actividad de estas dos serpientes anímicas.
Llamamos a esta ciencia el ocultismo natural. El hombre que, en las
civilizaciones desaparecidas, se destacaba en el ejercicio de esta
ciencia llevaba sobre la cabeza una serpiente de metal como prueba de
su grado de perfeccionamiento en el cultivo de la personalidad.

Muchos relatos referentes a la creación nos describen el nacimiento de
esta compleja alma humana. Este nacimiento siempre se ha producido en
dos fases: en primer lugar, el nacimiento de la serpiente ígnea,
"Adán"; y en segundo lugar, el nacimiento de la serpiente de cobre,
"Eva". La serpiente ígnea es Adamas, es decir el pensador, el que
recibe las sugerencias del Espíritu. La serpiente de cobre es Hevah,
la madre de los vivos, el principio que

hace realidad esas sugerencias, la reproductora. Adán y Eva son pues
los dos principios anímicos en nosotros. <

Ahora bien, tan pronto como el alma hace un mal uso de su formidable
poder, se desliga del Espíritu. Entonces se separa de la conciencia
universal y su ser cae en la existencia de la muerte. Desde ese
momento, las dos facultades anímicas fundamentales se encuentran en
una constante ignorancia y, por consiguiente, en las tinieblas y la
discordia. Por ello, todo el sistema, regido por el alma, está
condenado a degenerar y a cristalizarse. No queda ni rastro, ni sombra
de la anterior gloria del alma. Entonces esta alma pecadora debe
morir, existiendo sin tregua en una miseria mortal, encadenada a una
rueda que la arrastra a través de las esferas de la dialéctica.

El alma caída que reconoce su estado, probablemente después de haber
hecho innumerables intentos por levantarse, puede preguntarse: ''¿Cómo
puedo ser rescatada?"

La Gnosis da una respuesta a esta pregunta fundamental. Pero de lo que
se trata ahora es de saber si el alma caída puede entender aún esta
respuesta de la Gnosis. Ésta es la gran prueba psicológica: ¿Puede el
alma entender el lenguaje de la Gnosis, o no?

En ese momento psicológico, la Gnosis dice al candidato: "¡Sé sabio
como las serpientes!" Y entonces hay que esperar si se produce una
reacción o no.

"Sé sabio como las serpientes". ¿De qué serpientes se trata? ¿No se
alude aquí a los dos principios anímicos en el hombre? ¡De ninguna
manera! Se alude a la propia radiación de la Gnosis, a la serpiente de
oro del verdadero espíritu divino, y ningún sacerdote auténtico tendrá
la audacia de modelar estas serpientes con uno u otro metal para
adornarse con ellas.

Esta radiación espiritual, estas llamas ígneas del Espíritu aparecen
también en dos formas. Con la primera se despierta al nuevo Adamas,
con la segunda a la nueva Hevah, es decir, a los dos aspectos del alma
nueva "que está ante Dios". Estos dos contactos se presentan también
como los serafines y los querubines, como las serpientes de oro y los
grifos, los animales alados de los misterios.

En los viejos mitos persas, el grifo es el animal de los misterios que
vigila la montaña de oro. Si el alumno aún puede entender la llamada
de la Gnosis, se vuelve hacia la montaña de oro del espíritu de donde
le vendrá la ayuda. Y entonces, al acercarse a la montaña sagrada de
las bienaventuranzas, clama con voz potente: "Mi auxilio viene del
Señor que ha hecho todas las cosas".

En cuanto ha pronunciado este mántram, los guardianes de la montaña,
los misteriosos grifos y los querubines vuelan a su alrededor. Uno de
ellos se lanza sobre él con la rapidez y el resplandor de un
relámpago, desgarrándole el pecho y cauterizándolo con un intenso
calor en el sistema del fuego de la serpiente. Quien es tocado así por
el fuego del espíritu oye un violento trueno y, en medio de este
estruendo ensordecedor, una voz le dice: ''¡Hijo del hombre e hijo de
las serpientes!, mira, yo te envío como oveja en medio de los lobos;
sé sabio como las serpientes".

El alumno se aparta entonces de la montaña de oro. El tiempo de su
ascensión aún no ha llegado. Se vuelve de nuevo hacia el valle y se
va, cual oveja en medio de los lobos, con los brazos cruzados sobre la
herida ardiente infligida por el grifo. Ahora se encuentra como
servidor bajo la nueva ley. Esta nueva ley dice:

"No recorráis con los paganos" -éstos son los indiferentes-; "ni
entréis en la ciudad de los samaritanos"-éstos son los simuladores-;
"id más bien hacia las ovejas perdidas", hacia aquéllos que, a causa
de su naturaleza fundamental, pueden ser auxiliados y salvados. "Id y
predicad diciendo: El Reino de los Cielos se acerca. Curad a los
enfermos resucitad a los muertos, purificad a los leprosos, arrojad a
los demonios", dicho de otra manera: atacad la dialéctica.

"No toméis ni oro ni plata ni cobre en vuestro cinto, ni saco para el
viaje, ni dos túnicas o sandalias, ni bastón, porque el trabajador
merece su alimento." Esto significa que no se deje llevar bajo ningún
aspecto por el instinto de posesión dialéctico, aunque fuese para la
alimentación cotidiana. No aspire a ninguna posesión, ya que todo
servidor del Reino de la Luz recibe lo que necesita.

"Cuando entréis en una ciudad, informaos de alguna persona digna de
recibiros y morad con él hasta que partáis. Al entrar en la casa,
dadle la paz. Si la casa es digna, vuestra paz descenderá sobre ella;
si no lo es, vuestra paz volverá a vosotros. Y si no os reciben o no
escuchan vuestras palabras, salid entonces de esa casa o de esa ciudad
y sacudid el polvo de vuestros pies."

"Guardaos de los hombres, porque os atacarán en todo. Y todos os
odiarán... Y si os persiguen en una ciudad, huid a otra. En verdad os
digo que no acabaréis de recorrer todas las ciudades antes de que el
Hijo del Hombre venga."

Así habla la sagrada ley al peregrino llamado.

Cuando el trabajador se comporta según esta ley, el antiguo yo en él,
las dos serpientes de la traición de la naturaleza, morirán para
siempre. El auto-sacrificio endurístico es un sacrificio al servicio
de la humanidad.

Y aunque el alumno sabe que acaba de empezar apenas el trabajo, y
dirige sus pasos fatigosamente de ciudad en ciudad, de hombre en
hombre con la buena nueva: "¡Hora est!, el Reino de los Cielos se
acerca",

aunque es consciente del larguísimo camino que tiene que recorrer
todavía, como por un milagro sucederá que se encontrará de pronto en
la montaña de oro en medio de los serafines y los querubines, cara a
cara con la Santa Omnipresencia, oyendo las palabras que ningún oído
humano jamás oyó.

"¡Sé sabio como las serpientes!" Ésta es la llave del camino.

¿De qué manera deberá recibir usted esta sabiduría? ¿Cómo deberá
utilizar esta llave? La respuesta a estas preguntas se le da en la
Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro. Contestar estas preguntas es
la razón de ser de la Escuela Espiritual. Responder a estas preguntas
es el deber permanente de la Escuela. Y si un trabajador olvida aunque
sólo sea una vez esta misión, ha faltado a su deber.

Usted conoce por el Antiguo Testamento la historia del pueblo judío y
la historia del alumno en el camino allí contenida. En la Escuela
Espiritual, los candidatos voluntariamente decididos a hacer el viaje
son conducidos fuera de Egipto, a través del desierto, hacia la nueva
Tierra Prometida. Usted conoce esto. Durante años le hemos estado
haciendo ver y experimentar la dialéctica como un antro infernal, e
invitándole a emigrar con nosotros hacia la vida nueva. Es un viaje a
través del desierto, ya que necesita dejar atrás todo lo que le ata al
viejo Egipto.

Es evidente que dicha marcha a través del desierto acarrea sus
dificultades particulares y específicas. Tensiones y conflictos que no
pueden ser evitados a ningún alumno. Complicaciones que hacen decir a
algunos con un suspiro: "¿Dónde me he metido?", y que de vez en cuando
hacen que deseen regresar a las acostumbradas actividades más
sencillas de la vida dialéctica habitual.

Por eso, lo que leemos en Números (capítulo 21) es completamente
correcto desde el punto de vista psicológico. Los peregrinos del
desierto, en camino hacia el paso del Mar Rojo, se ponen a protestar
diciendo a Moisés: "¿Por qué nos has sacado de Egipto? ¿Quieres que
perezcamos en el desierto? Pues aquí no hay ni pan ni agua, y estamos
hartos de esta mísera comida." Y está escrito que el espíritu que
guiaba al pueblo envió sobre ellos serpientes venenosas, de modo que
perecieron.

Hay que entender bien el sentido de este relato. Todo peregrino del
desierto se encuentra, en el sentido de los misterios liberadores, en
un estado de transición. Ya no es totalmente dialéctico, pero tampoco
es un hombre nuevo o lo es en escasa medida. En este estado existe aún
un dominio muy fuerte de las fuerzas inferiores que ponen todo en
acción para mantenerse, pero al mismo tiempo hay cierta receptividad
para las fuerzas de la Gnosis.

Si el alumno reacciona a las sugerencias de la Gnosis, es evidente que
la hostilidad de las fuerzas inferiores se hará más y más intensa.

Si el alumno escucha las voces de la antigua naturaleza, entonces las
sugerencias de la Gnosis se vuelven para él como serpientes venenosas,
ya que las vibraciones del fuego de la Gnosis encuentran un terreno
profundamente discordante, debido a que, por la decisión tomada de
recorrer el camino del desierto, este terreno se había abierto a la
Gnosis.

Por ello, durante esta fase de su desarrollo, el alumno se encuentra
entre dos fuegos. Tiene que escoger entre la hostilidad de la
naturaleza o la muerte espiritual. Un término medio es absolutamente
imposible. Por esto el alumno en este conflicto se hace la pregunta:
''¿Qué debo hacer?" Entonces es confrontado con la serpiente de cobre
que está clavada en la cruz. Tan pronto como sea mordido en el
desierto por la serpiente de oro del Espíritu, conservará la vida
cuando se coloque ante la serpiente de cobre mirándola de frente.

Comprenderá ahora este lenguaje figurado. Colocarse ante la serpiente
de cobre y mirarla de frente mientras está atada a la cruz significa
crucificar el potencial del alma en uno mismo hasta que muera, es la
destrucción definitiva del dominio de la naturaleza sobre el hombre.

Si uno no se coloca de este modo ante la serpiente de cobre pero abre
su ser a la serpiente de oro del Espíritu, es decir, si quiere servir
a dos amos, a Dios y a Mammon, al Espíritu y a la naturaleza, la

consecuencia será que su contacto con el Espíritu será cortado. Ésta
es una muerte mucho más espantosa que la muerte natural, la cual sólo
es un incidente.

Cuando el alumno resuelve este gran conflicto del desierto en
beneficio de la llamada del Espíritu; cuando consigue ganar la
verdadera victoria en esta gran tentación, el huevo de oro de la
serpiente es depositado en él. Recibir el huevo de oro de la serpiente
significa obtener la prueba fundamental y estructural del comienzo del
segundo nacimiento. El huevo de oro de la serpiente se refiere al
desarrollo de un aura nueva, diferente, en el interior del campo
microcósmico. En esta aura están concentradas todas las fuerzas de la
nueva génesis humana, bajo la dirección de la chispa de espíritu
despierta. Y a medida que desaparece la antigua aura con todo lo que
contiene, la nueva aura, el aura dorada, se vivifica y se refuerza.

En un momento dado viven dos seres en el microcosmos: el hombre viejo
que recorre el camino de la endura, Juan, y el hombre nuevo que vive
la Manisola, Jesús. Y donde los dos se encuentran, Juan dice
refiriéndose a Jesús: "Él debe crecer y yo debo menguar".

Esto es también lo que las Bodas Alquímicas de Cristián Rosacruz
tratan de aclararle. El ave está preparada para su propio sacrificio.
Podemos estudiar cómo el nuevo rey y la nueva reina, el nuevo Adamas y
la nueva Hevah, es decir el alma nueva, nacen del proceso alquímico.

El nuevo rey es denominado por el hermano juanista "su padre", porque
¿acaso no ha sido él de hecho quien le ha salvado, quien le ha hecho
renacer por su ofrenda de sí mismo, con el pan, el agua y la sal, es
decir, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo?

Quienes son acogidos de esta forma en este doble y maravilloso proceso
alquímico y así son ennoblecidos hasta volverse caballeros de la
Piedra de Oro, han de prestar la siguiente promesa*:

"Vosotros, caballeros, debéis jurar que nunca someteréis vuestra Orden
a ningún demonio o espíritu, sino que la consagraréis exclusivamente a
Dios, vuestro Creador, y a su servidora, la Naturaleza; que
aborreceréis toda prostitución, libertinaje e impureza y que no
mancillaréis vuestra Orden con tales vicios; que sólo ayudaréis con
vuestros dones a quienes son dignos de esta ayuda y la precisan; que
no anhelaréis este honor para hacer uso de él con el fin de obtener
fama y reputación mundanos; que no desearéis vivir más tiempo del que
Dios os haya concedido. ¡Sed, pues, sabios como las serpientes!" ¡Que
quien pueda comprender, comprenda!

*Ver el libro "Las Bodas Alquímicas de Cristián Rosacruz", de Jan van
Rijckenborgh, Tomo



Respuesta
Recomendar (1 recomendación hasta el momento) Eliminar Mensaje 5
de 5 en la discusión

De: cronos-0-1 Enviado: 12/10/2008 07:29 p.m.
Es muy interesante...

"...Sed astutos como la serpiente, nobles como la paloma..." dijo
Jesus a sus discipulos....

Ademas, recordando a las culturas del continente Americano, mencionan
a uno de sus dioses: Quetzalcoatl "La serpiente emplumada", quien
regresaria nuevamente a ellos.... tal vez esto se refiera a que en
una epoca posterior, saldrian de ese estado caido y alcanzarian
nuevamente un estado espiritual mas elevado....

S:.F:.U:.


Kadyr-OrlandoGalindo

unread,
Aug 9, 2018, 4:14:22 PM8/9/18
to SECRETO MASONICO

EL FUEGO DE LA SERPIENTE Y LA GNOSIS

La filosofía transfigurística es una filosofía universal, lo que 
quiere decir que desde la aurora de la humanidad dialéctica acompaña 

al hombre caído en su marcha por la vida, sin que nunca haya sido ...

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Galindo Orlando
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