¿Existe, hoy, una Masonería cristiana?

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Oct 26, 2008, 5:26:06 PM10/26/08
to SECRETO MASONICO
¿Existe, hoy, una Masonería cristiana?
De: mason¼azul (Mensaje original) Enviado: 21/09/2008 10:42 p.m.

Conferencia pronunciada dentro del Ciclo “La Maçoneria dels orígens al
futur”, organizado por la
“Fundació Caixa de Sabadell” www.fcaixasabadell.org y la “UB -
Universitat de Barcelona”, entre los
días 5 y 30 de abril del 2005
¿Existe, hoy, una Masonería cristiana?
En el presente ciclo de conferencias, los organizadores han previsto
abordar el tema de
la Masonería desde diversos enfoques: desde un punto de vista
histórico; la mujer y la
masonería; la incidencia de la masonería en la sociedad en las
diferentes épocas;
masonería y medios de comunicación, masonería y política; inclusive,
la masonería
como una espiritualidad laica – cosa aparentemente contradictoria, ya
que la
espiritualidad tiene que ver con lo sagrado, mientras que el laicismo,
defiende la
independencia personal y social de todo lo que es sagrado, pero... en
definitiva, hoy toca
hablar de Masonería cristiana que es para lo que he venido.
En realidad, la Masonería, nació, ha sido y continúa siendo cristiana.
Otra cosa, es en lo
que la hayamos convertido entre todos a lo largo del tiempo. Vivimos a
principios del
siglo XXI, era de la comunicación por antonomasia, pero también por
antonomasia, era
de la manipulación de la información. Es más, desde un punto de vista
tradicional,
vivimos inmersos en la era de la confusión, en la que nada es lo que
parecer ser. Dice
una leyenda, que un emperador chino de la dinastía Ming, preocupado
por devolver al
imperio el esplendor perdido, pidió consejo a un sabio sobre lo que
había que hacer. El
sabio le contestó, que lo que había que hacer, era devolver a las
palabras su auténtico
significado.
“En un principio era la Palabra...” empieza diciendo el prólogo del
Evangelio de Juan.
La Palabra, que para los cristianos dio origen a todo lo creado,
palabra que los hombres
hemos acabado deformando y dándole otros significados que nada tiene
que ver con su
sentido original. En lo concerniente al tema que nos ocupa, tampoco
las palabras
expresan su sentido original, como ahora veremos.
Decía, anteriormente, que la Masonería nació cristiana. Sin pretender
repetir de nuevo,
lo que otros ponentes, a buen seguro, deben haber explicado, será
preciso, a pesar de
todo, hacer un recorrido que vaya de los orígenes de la Masonería
hasta nuestros días.
Hay quien quiere encontrar los orígenes de la Masonería en el antiguo
Egipto, quizá por
aquello del delantal con el que salen pintados los egipcios en los
papiros que han
llegado hasta nuestros días, y quizá tengan razón, aunque no haya
ninguna
documentación fidedigna.
Cuando se empiezan a encontrar marcas, signos y vestigios de todo
tipo, es a partir de
las cofradías de picapedreros medievales.
Estas cofradías, tomaban el nombre de Logias o Guildas y no estaban
organizadas en
tres grados como la mayoría de la masonería actual, sino que había dos
niveles:
aprendiz y compañero. De maestro, acostumbraba haber solamente uno, y
era el que
dirigía la obra: el maestro de obras o arquitecto. La sociedad del
siglo XI, no tenía nada
que ver con nuestra sociedad actual. La sociedad del siglo XI, era una
sociedad de tipo
tradicional en la que el orden terrestre era un reflejo del orden
celestial, y donde las
2
leyes naturales se harmonizaban con la Revelación divina, hallándose
el conjunto de la
vida social, empapado de esta unidad espiritual. Evidentemente que
estas
organizaciones eran cristianas, ¿cómo podía ser si no en aquella
Europa medieval?
En aquellas Logias, los obreros dirigidos por el Maestro, llevaban a
cabo la realización
de su oficio, desarrollando las técnicas inherentes al mismo, y a la
vez, desarrollando
una metodología del conocimiento que nada tenía que ver con las
técnicas propias de la
construcción, sino con un conocimiento de índole superior, propio de
una sociedad en la
que como he dicho, todo giraba en torno a la mayor Gloria de Dios.
Sobre el cristianismo de estas cofradías de picapedreros, están de
acuerdo hasta los
masones actuales no cristianos, ya que los documentos que nos han
llegado, lo
demuestras de manera incontestable. Me estoy refiriendo, a lo que
entre los masones
conocemos como los “Antiguos Deberes” u “Old Charges” – haciendo
servir también
las palabras inglesas, por aquello del empecinamiento por querer
vincular los orígenes
de la Masonería, única y exclusivamente con Inglaterra, cosa
absolutamente inexacta
como también veremos. Los ingleses también los denominan “landmarks”
que quiere
decir límites, por analogía con los límites que un masón no ha de
transgredir. Estos
“Antiguos Deberes” son un conjunto de obligaciones de conducta ética y
moral para sus
miembros.
Los Antiguos Deberes
A pesar que los masones no se ponen de acuerdo – en esto y en otras
muchas cosas – en
el número de estos Antiguos Deberes (algunos autores los cifran en
24/25) nos
fijaremos en un docena, ya que son los aceptados por la mayoría. Son
los siguientes:
• El Manuscrito Real o “Regius” 1, (1390)
• El Manuscrito Cooke, 2 (1410/1420)
• Los Estatutos de Ratisbona (1459)
• El Manuscrito Grand Lodge nº 1 3, (1583)
• El Manuscrito de Edimburgo 4, (1696)
1 El Poema Masónico, o Manuscrito Real (Regius), también denominado
Manuscrito Halliwell, por el
nombre de su primer editor, data en torno a 1390. Publicado en 1840
por James Halliwell (en The early
History of freemasonry in England), es mencionado en 1670 en un
inventario de la biblioteca John Teyer.
En la actualidad se conserva en el Museo Británico. El poema compuesto
de 794 versos en inglés antiguo,
demuestra que los “misterios” de la confraternidad eran practicados en
Inglaterra en el siglo XIV.
2 El Manuscrito Cooke, se conserva en la actualidad en el British
Museum. Su denominación se debe a su
primer editor, Matthew Cooke, History and articles of Masonry,
Londres, 1861. Esta fechado en torno a
1410 ó 1420, pero es la transcripción de una compilación que se
remonta a algo más de un siglo atrás. El
Manuscrito Cooke sirvió de base para el trabajo de George Payne,
segundo Gran Maestro de la Gran
Logia de Londres, que lo adoptó como primer reglamento en 1721.
Aparece además como la principal
fuente en la que Anderson se inspira para la redacción de su Libro de
Constituciones de 1723.
3 El Manuscrito Grand Lodge nº 1, que data de 1583, es el Antiguo
Deber (Old Charge) que sigue al
Regius y al Cooke. El original inglés fue publicado por W. Mc Leod, A
lost manuscript reconstructed: the
ancestor of one branch of the Old Charges, en el boletín de la Logia
de Estudios e Investigaciones “Ars
Quatuor Coronatorum”, vol. 94, Londres, 1982, págs. 16-21. Una
traducción francesa de este texto,
debida a Edmond Mazet, apareció en la revista: La franc-maçonnerie,
documents fondateurs, París,
l’Herne, 1992, págs. 130-138.
4 El Manuscrito de Edimburgo, es el más antiguo catecismo simbólico
que ha llegado hasta nuestros días.
Este texto, así como otros a los que sirvió de modelo, se refiere a
dos temas principales: el simbolismo del
templo de Salomón y al secreto. The Edimburg register house ms. 1696,
publicado por Harry Carr, The
Early masonic catechisms, 1963, reeditado por la Kessinger Publishing
Company, Kila MT, págs. 31-34.
3
• El Manuscrito Dumfries nº 4, 5 (1710)
• El Manuscrito Kewan, 6 (1714-1720)
• La Institución de los Francmasones, 7 (1725)
• El Manuscrito Graham, 8 (1726)
• La Masonería según las Escrituras, 9 (1737)
• Diálogo entre Simón y Felipe, 10 (1740)
• El Manuscrito Essex, 11 (1750)
De estos manuscritos ingleses, hay tres que se corresponden con la
época de la
masonería conocida como operativa, y son el Manuscrito Regius, el
Manuscrito Cooke
y los Estatutos de Ratisbona. De estos tres, el más antiguo es el
Regius, que data de
1390; el Cooke, dicho así porque adoptó el nombre de su editor,
fechado entre 1410 y
1420, y los Estatutos de Ratisbona, que datan de 1490 y probablemente
son los últimos
textos de la masonería operativa.
El Manuscrito Regius es un poema de deberes morales y se compone de
las siguientes
partes:
- Fundación de la Masonería en Egipto por Euclides,
- Introducción de la Masonería en Inglaterra bajo el reinado de
Athelstan (rey sajón,
925-939),
- Los Deberes: quince artículos,
- Los Deberes: quince puntos,
Traducción francesa en Textes fondateurs de la Tradition maçonnique
1390-1760. Introduction à la
pensée de la franc-maçonnerie primitive, traduits et présentés par
Patrick Négrier, París, Bernard
Grasset, 1995.
5 The Dumfries nº 4 ms., 1710. Publicado en Harry Carr, The Early
masonic catechisms, 1963, págs. 52-
68. Traducción francesa: “Textes fondateurs de la Tradition maçonnique
1390-1760. Introduction à la
pensée de la franc-maçonnerie primitive, traduits et présentés par
Patrick Négrier, París, Bernard
Grasset, 1995.
6 Según la traducción francesa de Patric Négrier aparecida en la Franc-
Maçonnerie d’après ses textes
classiques. Anthologie 1599-1967, Detrad, 1996 (impreso en la ciudad
de Atenas). El texto fue publicado
por vez primera en Harry Carr, The Early Masonic catechisms, Kila
(MT), Kessinger Publishing
Company, 1963, pág. 183. Es preciso decir, que el texto es
prácticamente idéntico al del Manuscrito de
Edimburgo.
7 Institution of free-masons, publicado en Harry Carr, The Early
masonic catechisms, 1963, pág. 83-86.
Traducción francesa en: Textes fondateurs de la Tradition maçonnique
1390-1760. Introduction à la
pensée de la franc-maçonnerie primitive, traduits et présentés par
Patrick Négrier, París, Bernard
Grasset, 1995.
8 Publicado en “Ars Quatuor Coronatorum”, vol. 80, Londres, 1967,
págs. 77-80. Traducción francesa en:
Textes fondateurs de la Tradition maçonnique 1390-1760. Contrariamente
a las Constituciones de 1723,
en las que el pastor James Anderson había tratado de alinear las
posiciones de la masonería especulativa
con la “religión natural”, el Graham es un texto de clara confesión
cristiana.
9 On Scripture Masonry fue publicado en el vol. 74, págs. 89-98, de
“Arts Quatuor Coronatorum”,
Londres, 1961, y Patrick Négrier realizó la traducción francesa
(Textes fondateurs de la Tradition
maçonnique 1390-1760, París, Grasset, 1995). Más que un tratado de
apologética, La Masonería según
las Escrituras, de John Tillotson /1630-1694, fue Decano de la
catedral de Saint-Paul en Londres, antes
de convertirse en el año 1691, en arzobispo de Canterbury) constituye
una defensa cristiana de la
masonería.
10 Dialogue between Simon anf Philip, publicado en Harry Carr, The
Early Masonic catechisms, Kila
(MT), págs. 176-178. Traducción francesa de Patrick Négrier, “La Franc-
Maçonnerie d’après ses textes
classiques. Anthologie 1599-1967”, París. Detrad, 1996.
11 Según la traducción francesa de Patrick Négrier aparecida en “La
Franc-Maçonnerie d’après ses textes
classiques. Anthologie 1599-1967”, París. Detrad, 1996 (impreso en la
ciudad de Atenas). El texto fue
publicado por vez primera en Harry Carr, The Early masonic catechisms,
Kila (MT), Kessinger
Publishing Company, 1963, pág. 183.
4
- Relato de los Cuatro Coronados,
- Relato de la Torre de Babel,
- Las siete artes liberales,
- Exhortación sobre la misa y la manera de comportarse en la iglesia,
- Instrucción sobre las buenas maneras.
Extraemos dos fragmentos del Manuscrito, por ejemplo, el comienzo del
Relato de los
Cuatro Coronados:
Oremos ahora al Dios Omnipotente,
Y a su radiante madre María,
A fin que podamos seguir estos artículos
Y los puntos, todos juntos,
Como hicieron los cuatro santos mártires,
Que en este oficio tuvieron gran estima;
Fueron ellos, tan buenos masones
Como pueda hallarse sobre la tierra...
Y acaba el texto diciendo así:
...que Cristo entonces, por su gracia celestial,
Os conceda el espíritu y el tiempo,
Para comprender y leer este libro,
A fin de obtener en recompensa el cielo.
¡Amén!. ¡Amén!. ¡Así sea!.
Digamos todos por caridad.
Por su parte, el Manuscrito Cooke, se divide en dos partes: la
primera, que consta de
diecinueve artículos, es una historia de la geometría y la
arquitectura; y la segunda, que
es un Libro de Deberes, comienza con esta invocación:
“Demos gracias a Dios, nuestro Padre Glorioso, creador del Cielo y de
la
Tierra y de todo lo que está en ellos y que Él conoce [en virtud] de
su Gloriosa
Divinidad. Él hizo todas las cosas para ser obedecido, y muchas de
ellas en
beneficio de la Humanidad; les ordenó someterse al hombre, porque
todas las
cosas que son comestibles y de buena calidad [sirven] para el sostén
del
hombre. Y también ha dado al hombre inteligencia y habilidad en
diversas
cosas, y el Arte, por medio del cual podemos viajar por este Mundo
para
procurarnos la subsistencia, para hacer muchas cosas por la Gloria de
Dios y
también para nuestra tranquilidad y provecho...”
Finalmente, los Estatutos de Ratisbona de 1459, probablemente el
último texto de la
época dicha “operativa” y que marcan un punto y aparte. Para situarnos
en qué contexto
aparecieron, diremos que Cristobal Colón acababa de “descubrir” las
Américas en el
año 1492; aparecía la primera Biblia impresa por Gütemberg en 1448.
Pronto llegará el
Renacimiento, y también las guerras de religión. Respecto a nuestro
tema, se entra en
dos siglos denominados “de transición” entre la Francmasonería
“operativa” y la
Francmasonería “especualtiva”.
Empiezan los dichos Estatutos con la siguiente invocación:
5
“En el nombre de Dios Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de Santa
María,
madre de Dios, de sus santos bienaventurados, los cuatro santos
coronados de
memoria eterna, consideramos que para conservar la amistad, unión y
obediencia, fundamento de todo bien, de toda utilidad y beneficio de
todos,
príncipes, condes, señores, localidades y conventos, construidos ahora
y en el
futuro, Iglesias, edificaciones de piedra o construcciones, debemos
formar una
comunidad fraternal; todo ello por el bien y utilidad de todos los
Maestros y
Compañeros del cuerpo de oficio de trabajadores de piedras y de
constructores
en tierras alemanas, sobre todo para evitar discusiones,
contratiempos,
inquietudes, gastos y cuidados procedentes de los desórdenes y
transgresiones a
la buena norma. Nos comprometemos a seguir los reglamentos pacífica y
amigablemente.
Para que nuestra empresa cristiana sea válida en todo tiempo,
nosotros,
Maestros y Compañeros de dicho oficio, originarios de Spire,
Strassburg y
Ratisbonne, en nuestro nombre y en el de todos los demás Maestros y
Compañeros de dicho oficio ya mencionado, hemos renovado y clarificado
las
viejas tradiciones...”
Aún y así, hay otro documento mucho más antiguo todavía que estos tres
documentos
(los dos primeros ingleses y el último alemán) – concretamente, 142
años más antiguo –
que con su aparición, puso en entredicho a los defensores de los
orígenes
exclusivamente ingleses de la Masonería operativa. Se trata de la
Carta de los
Picapedreros de Boloña 12, que data del año 1248, y que empieza como
las Old Charges
inglesas, con esta invocación:
“En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el año del Señor de 1248.
Estatutos y Reglamentos de los Maestros del Muro y la Madera.
He aquí los estatutos y reglamentos de la sociedad de maestros del
muro y la
madera, hechos en honor de Dios, de Nuestro Señor Jesucristo, de la
Bienaventurada Virgen María y todos los santos, y por honor y buen
estado de
la ciudad de Boloña...”
Hasta aquí, queda demostrado el carácter profundamente cristiano,
hasta incluso
católico, de los Antiguos Deberes constituyentes de la Masonería en su
etapa operativa.
Pasemos ahora a analizar que sucede en los doscientos años de
transición entre la
masonería operativa y la especulativa. Nos encontramos con el período
histórico en el
que prácticamente ya no se construyen nuevas catedrales y templos, y
se empieza a
aceptar la entrada en las Logias de nuevos miembros, que nada tienen
que ver con el
12 El “Statuta et Ordinamenta Societatis Magistrorum Tapia et
Lignamiis” o “Carta di Bologna”, due
redactado originalmente en latín por un notario de Boloña – siguiendo
instrucciones del alcalde de
Boloña, Bonifacii de Cario – el día 8 de agosoto de 1248. En la
actualidad, el original se conserva en el
Archivo del Estado de Boloña. En este mismo Archivo, se conserva una
“lista de matrícula”, que data de
1272 y vinculada a la Carta de Boloña, que contiene 371 nombres de
Maestros Masones (Maestri
Muratori), de los cuales, 2 son notarios, otros 2 frailes y 6 nobles.
6
oficio de construir, aunque, en un documento anexo a la Carta de
Boloña de 1248, en
una lista de matrícula, se hace constar como miembros, a 2 notarios, 2
frailes y 6
miembros de la nobleza, la cual cosa nos viene a demostrar, cuando
menos, la existencia
en el año 1248 de masones “aceptados” o no formando parte del oficio
de construir.
Es la época en que se redactan y aparecen los manuscritos: Grand
Lodge, el de
Edimburgo, el Dumfries nº 4, el Kewan, La Institución de los
Francmasones, el
Graham, la Masonería según las Escrituras, el Diálogo entre Simón y
Felipe y el
manuscrito Essex. Lo ajustado del tiempo no nos permite leerlos todos.
Extraeré unos
fragmentos de algunos de ellos:
Del Manuscrito Grand Lodge nº 1, del año 1583, la plegaria a de
apertura:
“I. Que la fuerza del Padre del cielo y la sabiduría del Hijo glorioso
por la
gracia y la bondad del Espíritu Santo, que son tres personas y un solo
Dios,
estén con nosotros en nuestras empresas y nos otorguen así la gracia
de
gobernarnos aquí abajo en nuestra vida de manera que podamos alcanzar
su
beatitud, que jamás tendrá fin. Amén...”
Del Dumfries nº 4, del año 1710, también la plegaria de inicio:
“Oración de principio:
“Imploramos al Padre omnipotente de santidad y a la sabiduría del
glorioso
Jesús, por la gracia del Espíritu Santo, que son tres personas en un
principio
divino, que estén con nosotros desde ahora, y que nos otorguen también
la
gracia de gobernarnos aquí abajo, en esta vida mortal, de manera que
podamos
alcanzar su reino, que jamás tendrá fin. Amén...”
Del Manuscrito: La Institución de los Francmasones, del año 1725, el
punto 14º del
catecismo por preguntas y respuestas:
Pregunta: ¿Cuántas personas hacen falta para hacer una Logia?
Respuesta: Hace falta Dios y la escuadra, más 7 ó 5 masones justos y
perfectos sobre la montaña más alta, o el valle más profundo del
mundo.
Del Manuscrito Graham, del año 1726, tenemos este intercambio de
preguntas y
respuestas del catecismo:
P. ¿Qué es una Logia perfecta?.
R. El centro de un corazón sincero.
P. Pero, ¿a cuántos masones llamáis así?
R. A cualquier número impar entre 3 y 13.
P. ¿Por qué tantos, y por qué en número impar?
R. El primer número hace referencia a la santa Trinidad, y el otro a
la venida
de Cristo, con sus 12 apóstoles.
7
Por lo que podemos ver en los anteriores manuscritos, y concretamente
en éste último,
fechado en 1726, es decir, tres años después de la promulgación de las
famosas
Constituciones del pastor presbiteriano, James Anderson, el
cristianismo que emana es
del todo ortodoxo.
A principios del siglo XVIII, la masonería operativa estaba en pleno
declive. En
Inglaterra, en el año 1703, la Logia Saint-Paul de Londres, toma una
decisión que pone
de manifiesto lo mucho que se había transformado la Francmasonería.
Los privilegios
de la masonería – dice esta decisión – no estarán, en lo sucesivo,
reservados únicamente
a los obreros constructores, sino que, como de alguna manera ya se
estaba practicando,
se extenderán a personas de todos los estados que quieran tomar parte.
Así pues, y en
virtud de esta decisión, se deja claro que el templo a construir, ya
no será en lo sucesivo
un templo de piedra, sino un templo de índole espiritual, a pesar, que
este otro aspecto
de la construcción del templo interior, siempre había estado presente
junto al otro, de
índole puramente arquitectónico.
Se abría, a partir de este momento, una nueva situación. En tanto que
la francmasonería
fue operativa, el poder regulador, era ejercido por la guilda o el
compañerazgo, que
velaba por que las Logias y sus afiliados respetaran los Deberes del
oficio. La situación
paso a ser diferente, cuando las Logias pasaron a estar constituidas
de hecho por
masones “aceptados”. Se abría el peligro, que por razón de las nuevas
aportaciones
exteriores y las correspondientes innovaciones, se introdujeran
cambios que pudieran
desnaturalizar el espíritu que se quería conservar. De aquí vino, al
parecer, la idea – ya
que las razones oficiales, son desconocidas – de crear una potencia
masónica suprema,
que tuviera el privilegio de juzgar la “regularidad”13 de las Logias y
crear nuevos
talleres.
Así, el 24 de junio de 1717, durante la fiesta de San Juan Bautista,
cuatro Logias de
Londres, de nombres pintorescos, porque tomaban el nombre de la
taberna donde se
reunían, se encontraron en la taberna del Manzano, constituyendo una
organización
unificada bajo el nombre de Gran Logia, y siendo elegido e instalado,
Anthony Sayer –
un “gentelman” inglés – como Gran Maestro, con autoridad sobre todos
los Hermanos.
Un año después, el 24 de junio de 1718, George Payne, le sucedió y
ordenó un trabajo
de investigación y reunión de todos los escritos y cartas masónicas.
Sustituido al año
siguiente, por John Theophilus Désaguliers, Payne, retomó el oficio de
Gran Maestro el
año 1720, e hizo adoptar en el año 1721, un primer reglamento
provisional. Fue poco
tiempo después, cuando el pastor escocés, James Anderson, recibió el
encargo de
redactar un Libro de Constituciones. Esta obra, que comprende a la vez
la historia
legendaria de la Fraternidad y las Obligaciones de los Francmasones,
fue publicada en
1723, siendo a la sazón Gran Maestro, el duque de Wharton.
Diversos autores, han visto en la redacción de este texto “la
inspiración” de alguien más
que el pastor Anderson – espíritu de poca envergadura – y que era el
verdadero autor.
Se trata de otro pastor, Desaguliers (1683-1744), hijo d eun pastor
francés de la
Rochelle, emigrado a Londres, doctor en derecho, físico, matemático,
miembro de la
Royal Society, capellán del príncipe de Gales, amigo de Newton y de
toda la
intelectualidad inglesa. La influencia de Desaguliers, tanto en el
texto, como en la nueva
masonería creada, provocó la entrada en masa de gente de clase mediana
y alta.
13 Palabra que utilizan los masones para expresar y definir, que los
trabajos de una Logia se hacen de
acuerdo a los principios y usos masónicos.
8
La descristianización de las Constituciones andersonianas
El primer artículo de estas Obligaciones, se titula: “Referente a Dios
y la Religión”. La
ambigua redacción del mismo, que permite amplias y laxas
interpretaciones, dejó la
puerta abierta al agnosticismo de la religión natural, y ésta, a su
vez, juntamente con el
panteísmo, constituyeron el preludio del ateísmo. Concretamente éste
artículo, sufrió
dos modificaciones, una en el año 1738, con motivo de la
transformación de la Gran
Logia de Londres en Gran Logia de Inglaterra, y la otra en 1813, como
solución de
síntesis para poner fin a la larga división entre los “Antiguos” y los
“Modernos”, las dos
corrientes que se reunificaron formando la actual Gran Logia Unida de
Inglaterra. La
redacción quedó así, siendo aún vigente:
En lo que respecta a Dios y la Religión: un masón está obligado, por
su título, a
obedecer la ley moral y si comprende bien el Arte, él no será jamás un
ateo
estúpido ni un libertino irreligioso. De todos los hombres, él debe
comprender
mejor que Dios ve de otra manera que el hombre, pues el hombre ve la
apariencia externa, en tanto que Dios ve el corazón. Un masón está, en
consecuencia, restringido a no actuar nunca en contra de los mandatos
de su
conciencia. Cualquiera sea la religión del hombre o su manera de
adorar, no
está excluido del Orden, considerando que el cree en el glorioso
arquitecto del
cielo y de la tierra y que él practica los deberes sagrados de la
moral. Los
masones se unen a los hombres virtuosos de todas las creencias en el
lazo sólido
y agradable del amor fraternal, que les enseña a ver los errores de la
humanidad con compasión y a esforzarse por la pureza de su propia
conducta,
de demostrar la alta superioridad de la fe particular que ellos
profesen.
De hecho, la redacción de las nuevas Obligaciones aparecidas en 1723,
supondrá una
descristianización “de facto” que, juntamente al empobrecimiento de
los rituales y las
supresiones explícitas en los juramentos e invocaciones, provocará la
reacción de
aquellos masones que querían continuar fieles a las tradiciones. Ya en
1722, al mismo
tiempo que se elaboraba el texto de Anderson, apareció en Londres una
edición de las
Antiguas Constituciones, en la que por su parte, el artículo Iº,
empezaba diciendo:
“Debo exhortaros a honorar a Dios en su Santa Iglesia, y a no dejaros
llevar
hacia la herejía, el cisma y al error en vuestros pensamientos o en la
enseñanza
de hombres desacreditados”.
La reacción de los masones tradicionalistas
Se puede ver aquí un desmentido furibundo a las tesis de los pastores
Anderson y
Desaguliers. Uno de los centros de resistencia era la antigua Logia de
York. Finalmente,
los opositores a la Gran Logia de Londres, formaron en 1751 la Gran
Logia de los
Antiguos Masones, dicha así por contraposición a los otros que
consideraban Modernos.
Los Antiguos, echaban en cara a los Modernos su desviación del sistema
masónico
tradicional, en particular, el haber omitido las plegarias,
descristianizado el ritual,
ignorando la festividad de los dos San Juan, deformando los rituales
en definitiva... La
personalidad más activa de los Antiguos fue el irlandés, Laurence
Dermott. En 1756,
9
publicó las Constituciones de la Gran Logia de los Antiguos, bajo el
título de Ahiman
Rezon 14 (de las palabras hebreas ahim (hermanos), manah (escoger) y
raizon (ley).
Extraemos de estas Constituciones, un fragmento del Sexto Deber, que
trata de la forma
de conducirse del Masón en Logia antes del cierre de los trabajos:
“...no se debe introducir en Logia, ni querella personal ni discusión
concerniente a la familia, la religión o la política, ya que, como
masones, somos
todos de la muy antigua religión católica ya mencionada...”15




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De: mason¼azul Enviado: 21/09/2008 10:44 p.m.
La situación de división entre Antiguos y Modernos acabará finalmente
en 1813,
negociándose una salida a la situación, y ya se sabe, en una
negociación, las dos partes
deben aflojar, con el resultado que todos conocemos y quedando la
redacción del
famoso artículo, de la manera que antes hemos leído.
Todo esto pasaba en Inglaterra. Pero, ¿qué sucedía en la Europa
continental?
Hemos visto hasta ahora las vicisitudes sufridas por la institución
Masónica, durante el
siglo XVIII en las islas británicas, vicisitudes que conformaron lo
bueno y malo de lo
que conocemos hoy como Masonería. Todo esto sucedía, como hemos dicho,
en las
islas británicas, en una época en que las comunicaciones en general no
funcionaban
como hoy, y las distancias geográficas suponían en ocasiones escollos
insalvables.
Por aquella misma época, la Europa continental, era también un
hervidero masónico
donde se pugnaba por encontrar un sentido a la nueva masonería
especulativa. Había
tendencias de todo tipo, y juntamente con aquellos que practicaban una
Masonería de
corte Tradicional, había otras tendencias que opinaban, unos, que la
masonería debía
ofrecer a quien la practicara, poderes sobrenaturales, la posibilidad
de curar
enfermedades y elaborar un elixir de larga vida; otros, eran
partidarios que las logias se
convirtieran en talleres alquímicos, llenos de masones “soplando” su
atanor con el fin de
obtener oro, pero no el oro alquímico, no, sino el que sirve para
hacer sortijas y
pulseras. Otros más, los pietistas alemanes, pretendían que las logias
fueran lugares
donde practicar el espiritismo y contactar con el más allá. Otros como
Mesmer, querían
experimentar con la “psique” y el hipnotismo, y aún otros, querían
reinstaurar la Orden
del Temple abolida en 1312, pero con el fin, de reclamar a las
diferentes monarquías
europeas, las propiedades y la inmensa fortuna que éstas habían
confiscado en sus
países a la Orden del Temple cuando su abolición. Finalmente, otros,
los Iluminados de
Baviera, querían crear un grupo de poder, capaz de influir
directamente sobre el
conjunto de la sociedad, pretendiendo que las logias fueran una
especie de laboratorios,
donde un grupo de “sabios” elaborarían las leyes que luego se
aprobarían en los
Congresos de Diputados de los distintos países.
No es preciso decir, el recelo que este tipo de masonería suscitaba en
los distintos
gobiernos europeos. Todas estas tendencias existentes en el siglo
XVIII, querían, igual
que lo pretenden hoy con mayor o menor desvarío, ciertas obediencias
apartadas de toda
Tradición Masónica, hacer una masonería con efectos tangibles,
materiales y a corto
plazo. Que sirva para “algo” según los criterios imperantes en nuestro
mundo. Lo que
nos hace observar, que después de más de 200 años, algunos poco han
evolucionado.
14 AHIMAN REZON, 1997, Editions Snes / Georges LAMOINE
15 Op.cit. pág. 35.
10
Algunos continúan hoy como en el siglo XVIII, buscando un objetivo que
dé sentido –
según ellos – a la Institución Masónica.
De todos modos, por suerte al igual que hoy, había también en el siglo
XVIII,
Masones que contemplaban la Francmasonería en el sentido que siempre
ha
tenido, como una vía iniciática que permite al hombre volver a
encontrarse con
la Trascendencia, es decir, con Dios, a pesar que había profanos bajo
el aspecto
de masones que no hacían si no deshonorar la noble Institución. Entre
el grupo
de auténticos masones se encontraban Jean-Baptiste Willermoz, Louis-
Claude de
Saint Martin y otros, que sintieron la necesidad de poner orden a todo
este
desatino y devolver a la Orden Masónica el esplendor que siempre había
tenido.
Surge aquí un nuevo aspecto, que hasta ahora no había salido: la vía
iniciática y
el hecho de la Iniciación, aspecto en el que quisiera incidir,
haciendo un pequeño
paréntesis antes de continuar. La mayoría de Obediencias masónicas
actuales de
diferente signo, se definen como sociedades iniciáticas. Pero es
preciso
preguntarse qué entienden por Iniciación. Tendríamos que aplicar aquí,
el
consejo que el sabio chino dio al Emperador: hay que devolver a las
palabras su
auténtico significado.
Y, ¿en qué consiste la iniciación?. La iniciación, como muy bien
define René Guenon,
"es la transmisión de una influencia espiritual". Es un segundo
nacimiento, un
nacimiento a otra realidad "más elevada" en la jerarquía del
Conocimiento, entendiendo
todo ello como la ciencia del Conocimiento de Dios. La iniciación, es
una operación por
la que se pone en funcionamiento un proceso de renovación y
reconstrucción del ser
interior del hombre, en particular a nivel de un estado de lucidez de
conciencia. Ésta
operación consiste, por así decirlo, en extraer al hombre de sus
condicionamientos
habituales, los del mundo dicho profano por los masones: mundo
desordenado,
desorientado, desarreglado - que ya no tiene reglas, ni orden ni
orientación - se podría
decir sin rumbo, por analogía a la brújula que se ha vuelto loca
porque ha perdido el
norte, y a continuación reinsertar a éste hombre en un conjunto
orgánico
armoniosamente ordenado y "orientado".
La iniciación, hace entrar al "profano" en un dominio sagrado. Por
ello, todo lo que se
dice y todo lo que se hace, debe, necesariamente, por una parte
obedecer a las reglas de
la ciencia simbólica - ya que el simbolismo es el lenguaje natural de
lo sagrado - y por
otra parte, desarrollarse bajo las formas inmutables de un ritual - ya
que la acción
sagrada es también por naturaleza ritual. La misma iniciación
masónica, es una
ceremonia que comporta las características que acabo de decir, y no
una vana
formalidad de admisión.
La masonería tradicional, es una de las formas por medio de las cuales
ha sido
transmitida la iniciación en la sociedad occidental: forma cristiana,
o si se quiere,
judeocristiana. Y sin duda, es la forma más apropiada a ésta
civilización, pero no es la
única; cada cultura de la humanidad tiene la suya. El Islam tiene el
sufismo, así como el
hinduísmo y las culturas orientales tienen sus propias vías, sus
propios caminos de
retorno a la Unidad, pero la vía que por naturaleza le corresponde al
mundo occidental
es la iniciación masónica que se puede encontrar en la Masonería de
Tradición. De ahí
que esta tendencia actual en nuestra sociedad, que busca vías
iniciáticas en las culturas
orientales, resulte totalmente ilógica y antinatural, puesto que se
aparta de la cultura que
11
le es propia, ya que todo ritual tradicional está pensado para y por
un contexto
determinado en el que ha sido creado.
Pero, ustedes se podrán preguntar: ¿es indispensable haber recibido la
Iniciación para
que se dé la posibilidad de regreso al Origen?. Citaremos a Guénon:
"...no estamos en la
época Primordial en la que todos los hombres poseían normal y
espontáneamente un
estado actualmente vinculado a un alto grado de iniciación", y más
adelante: "estamos
en el Kali-yuga, es decir, en un tiempo donde el conocimiento ha
devenido oculto y
donde sólo algunos pueden aún alcanzarlo, con tal de que se coloquen
en las
condiciones requeridas para obtenerlo; una de esas condiciones es la
iniciación." La
Iniciación, vincula al iniciado con la Tradición Unánime y Primordial,
a través de la
cadena iniciática con la que ha ligado; bien podría decirse que es una
tabla de salvación,
una nave para navegar por las procelosas aguas del psiquismo.
Para terminar con la iniciación, iniciación que en el mundo occidental
ha ido siempre
ligada a los oficios, especialmente los relacionados con la
construcción, diré que es tan
antigua como los tiempos. Joseph de Maîstre, afirmaba refiriéndose a
la iniciación,
"nació el día que nacieron los días". Su origen es divino, y nace de
la infinita bondad del
Creador hacia su criatura, ya que mediante la iniciación, posibilita
que ésta pueda volver
a reintegrarse a su estado original perdido a causa de la caída. Queda
por decir, que la
iniciación que todo masón recibe, la recibe virtualmente, queda por
hacer, que éste sepa
desarrollarla y hacerla pasar de lo virtual a lo real, pase que se
lleva a cabo mediante lo
que se conoce como trabajo masónico, trabajo que el masón tiene toda
su vida para
llevar a cabo, pudiendo lograr o no, la gran Obra.
Volvamos ahora con Jean-Baptiste Willermoz y los suyos. Willermoz,
nació en la
ciudad de Lyon, el 10 de julio de 1730, y murió en la misma ciudad a
la edad de 94
años, el 29 de mayo de 1824. Era el pequeño de una familia de trece
hermanos. A la
edad de 14 años, entró a trabajar como aprendiz para un comerciante de
sedas lionés.
Diez años más tarde, a los 24, montó su primer negocio, convirtiéndose
en un próspero
fabricante y comerciante de tejidos y sederías. Pertenecía a la
aristocracia del comercio
lionés. Sus fabricados se vendían en toda Francia y buena parte de
Europa, lo que le
permitía entrar en contacto y tener relación con clientes adinerados
de la aristocracia,
incluyendo príncipes, a quienes servía de maravilla, contentando a la
vez sus intereses y
curiosidades masónicas.
Estos contactos le llevaron a establecer relación con personajes, como
el príncipe
alemán Charles de Hesse, y el mismo Laurence Dermott, Secretario
General de la Gran
Logia inglesa de los “Antiguos”, con quien intercambió correspondencia
y compartió
inquietudes, en la búsqueda del auténtico sentido de la masonería
tradicional. Estos
mismos contactos con masones de todas partes, le permitieron conocer
todos los
sistemas masónicos practicados en aquella época, y comprobar también
la peligrosidad
de algunos de ellos...
Willermoz fue iniciado en Masonería en 1750, a la edad de 20 años (a
la misma edad
que Dermott) en una Logia de Lyon de la que se desconoce el nombre.
Rápidamente va
progresando de grado en grado, y al poco tiempo llega a presidir la
Logia. Más tarde, va
a contribuir a formar la Gran Logia de Maestros Regulares de Lyon, y
más tarde aún del
Capítulo de Clermont, pero el verdadero descubrimiento que marcaría su
vida, fue
12
contactar con Martinez de Pasqually y su entrada en la Orden de los
Caballeros
Masones Elegidos Coens del Universo, en el año 1767.
El sistema masónico de Martinez de Pasqually, era un sistema de Altos
Grados
fundamentado sobre:
1. La caída del hombre de su estado glorioso original, y
2. su retorno, su reintegración por medio de la iniciación, a ese
estado primitivo,
iniciación que para poderse operar, exige la intercesión y la acción
del “Gran
Reparador” que es el Cristo.
Tenemos relación aquí, con un tema fundamentalmente cristiano, de una
perfecta
ortodoxia. Expresado en términos patrísticos, se trata de la imagen y
semejanza: de la
pérdida y luego restitución en el hombre de la semejanza a la imagen
que perdura
inalterable.
El objeto de la iniciación es, por tanto, el retorno de la deformidad
a la conformidad, del
estado caído, al estado anterior a la caída. Esto queda claramente
indicado, en el título
del único libro que escribió Martinez de Pasqually: “Tratado de la
reintegración de los
seres en sus primitivas propiedades, virtudes y poderes espirituales
divinos”. Pero la
Orden de Martinez de Pasqually, acabó desapareciendo poco después por
la inesperada
muerte de su fundador, ocurrida en el transcurso de un precipitado
viaje de Pasqually a
Haití, que tuvo que hacer para cobrar una herencia.
Reforma y creación del Régimen Escocés Rectificado
Por su parte, Willermoz, continuó trabajando masónicamente junto a
otros masones
inquietos como él, creando un Rito, el Rito Escocés Rectificado,
estructurado en un
sistema masónico denominado: Régimen Escocés Rectificado.
Así pues, el Régimen Escocés Rectificado fue gestado en Francia entre
1774 y 1782,
por dos grupos de Masones de Lyon y Estrasburgo, entre los cuales
podemos citar a
Jean y Bernard de TURKHEIM y Rodolphe SALTZMANN (Estrasburgo) y sobre
todo
por Jean-Baptiste WILLERMOZ (Lyon 1730-1824) quien fue su alma
pensante. La
arquitectura del Régimen fue su obra, y él fue quien dió forma a la
doctrina que este
Rito comporta.
Desde el punto de vista formal, el Régimen Escocés Rectificado tiene
tres orígenes;
desde el punto de vista espiritual, tiene dos fuentes o inspiraciones.
En cuanto a la estructura y simbolismo tanto masónico como
caballeresco, los tres
orígenes del Régimen son:
1. La Masonería francesa de la época, con su proliferación de los
grados más diversos
(Willermoz los conocía todos y practicó muchos de ellos) y que una vez
depurada,
sería estructurada hacia 1786-1787 en un Sistema que llevaría más
tarde el nombre
de "Rito francés", con sus tres grados y cuatro ordenes; sin olvidar
los diversos
grados cuya combinación constituye lo que se ha venido a llamar el
"escocismo". En
el bien entendido, que la noción Rectificada de "escocismo" no tiene
nada que ver
con el concepto que, por ejemplo, se tiene actualmente en la masonería
española. En
ese aspecto, y entendiéndolo como aquí se entiende, es preciso
subrayar que el
13
Régimen Escocés Rectificado, tiene de escocés solo el nombre, aunque
sin embargo
guarda en sí mismo, todos los elementos de la tradición Escocesa.
2. El Sistema propio de Martinez de Pasqually, personaje enigmático
aunque
inspirado, al que tanto Willermoz, como Louis-Claude de Saint-Martin,
reconocieron siempre como a su Maestro, denominado "la Orden de los
Caballeros
Masones Elegidos Coens del Universo".
3. La Estricta Observancia, también dicha "Masonería rectificada" o
"Reformada de
Dresde", sistema alemán en que el aspecto caballeresco primaba
absolutamente
sobre el aspecto masónico, y que pretendía ser, no ya la heredera,
sino que iba
mucho más allá y pretendía reinstaurar la antigua Orden del Temple
abolida en
1312.
Las dos fuentes espirituales son:
• La doctrina "esotérica" de Martinez de Pasqually cuyo contenido
esencial versa
sobre el origen primero, la condición actual y el destino último del
hombre y del
universo.
• La tradición cristiana indivisible, nutrida por las enseñanzas de
los Padres de la
Iglesia.
La creación del Régimen Escocés Rectificado, supuso una reforma de la
masonería en la
Europa continental, con el fin de devolverla a sus orígenes
cristianos. Esta creación fue
ratificada, a nivel francés, en el Convento de Lyon de 1778, y a nivel
del resto de
Europa, en el Convento de Wilhelmsbad en 1782, llevado a cabo en la
ciudad alemana
del mismo nombre.
Vemos, por tanto, que antes de producirse en Inglaterra, la
reunificación de 1813, que a
la práctica va a representar, la pérdida oficial del cristianismo por
parte de la Masonería,
en Wilhelmsbad se levantaba - 31 años antes - el estandarte de la
Masonería cristiana,
con la reforma que representa la creación del Régimen Escocés
Rectificado.
Otros sistemas masónicos cristianos
Con todo, hay que tener en cuenta, que a pesar de la confusión latente
en el mundo
masónico en la Europa continental del siglo XVIII, habían otros
sistemas masónicos que
también eran cristianos, como por otro lado lo eran originalmente
todos. Unos
continuaron siéndolo y otros abandonaron su origen cristiano. Este es
el caso del Rito
Francés tradicional, que cambió hacia el Rito Francés Moderno,
abandonando las
fuentes cristianas. El sistema alemán, Estricta Observancia Templaria,
también fue
cristiano mientras existió. Y el Rito Sueco – practicado aún hoy por
las Obediencias
Escandinavas – nació cristiano en el año 1756, en Estocolmo, creado
por Carl Fredrick
Eckleff, y aún continúa siendo cristiano.
Hay que tener también presente, la llegada del rito de la Estricta
Observancia a Rusia,
en el año 1765, y que por los alrededores de 1780, también tuvo Logias
en Polonia. Lo
mismo sucedía con el rito Sueco, extendido por Suecia, Noruega y
también por Rusia y
14
Polonia. Eran momentos, en que en el mismo territorio de un país,
convivían a la vez
diversos sistemas.
¿Qué quedó de todo aquello, y de la masonería cristiana? En Francia,
estalló la
Revolución en el 1789. Los acontecimientos no estaban por los
postulados de la
Masonería cristiana, pero el Régimen Escocés Rectificado, continuó
vivo exiliado en
Suiza. En Alemania, no encajaron bien la desaparición de su sistema
denominado “La
Estricta Observancia Templaria” y el Régimen Escocés Rectificado nunca
terminó por
cuajar del todo. Pero aún y así, la reforma de la Masonería acordada
en Wilhelmsbad en
el año 1782, tuvo sus consecuencias como ahora veremos.
La Masonería cristiana después de Wilhelmsbad
El sistema Rectificado se extendió después de 1782 hacia los países
escandinavos de la
mano del landgrave Charles de Hesse-Cassel, instalándose en Dinamarca
y siendo
nombrado Gran Maestro Provincial, en la época en que el Duque
Ferdinand de
Brünswick y Lunebourg era Gran Maestro de la Masonería Rectificada.
Tras la muerte
del Duque de Brünswick en 1792, el landgrave Charles, quedó como única
cabeza
visible de las logias danesas, y cuando éste murió en 1836, le sucedió
el príncipe y más
tarde rey, Christian VIII, siendo elegido Gran Maestro, cargo que
conservó hasta su
muerte en 1848, y que retomó su hijo, Frederic VII. Éste rey, modificó
la masonería
danesa, llevándola hacia el Rito Sueco en el año 1855.
La Masonería cristiana hoy
En la actualidad, los sistemas que se han mantenido cristianos, de
acuerdo a la más pura
tradición masónica, vivos y trabajando masónicamente, exigiendo la
condición de
cristianos para poder ingresar en ellos, son los siguientes:
• Rito Sueco, presente en los países escandinavos. www.ddfo.dk /
www.frimurarorden.se
Tiene diez grados, comprendiendo las Logias de San Juan, Logias de San
Andrés y
una Orden de Caballería. Existe un onzavo grado, que en Suecia, es
ocupado
tradicionalmente por el Rey o uno de sus parientes.
• Rito de Zinnendorf, practicado en Alemania en el seno de la
Obediencia Grosse
Landesloge der Freimaurer von Deutschland www.freimaurerei.com .
Este rito, fundado por Johann Wilhelm von Zinnendorf, del que toma su
nombre
para honrar al fundador de la Obediencia antes citada, en realidad se
trata del rito
Sueco, bajo el nombre de Zinnendorf. Tiene la misma estructura que el
Rito Sueco.
• Rito Francés tradicional, practicado en Francia en el seno de la
Obediencia Grand
Prieuré des Gaules www.gpdg.org . Este rito se compone de los tres
grados simbólicos
de las Logias de San Juan, más las cuatro Ordenes.
• Rito Escocés tradicional, practicado en Francia en el seno de la
Obediencia Grand
Prieuré des Gaules www.gpdg.org .
Este rito se compone de los tres grados simbólicos practicados en las
Logias de San
Juan + el Arco Real + la Orden del Temple y Malta.
• Rito Escocés Rectificado, practicado en Francia en el seno de la
Obediencia Grand
Prieuré des Gaules www.gpdg.org, en España, en el Gran Priorato de
Hispania
www.rectificado.org , y últimamente también en Brasil donde hay varias
Logias de
San Juan y San Andrés, dependientes del Grand Prieuré des Gaules.
15
Este rito, esta estructurado en tres clases: la clase simbólica en
cuatro grados
(comprendiendo las Logias de San Juan y San Andrés); la Orden Interior
(que es
una Orden de Caballería cristiana subdividida en dos niveles: Escudero
Novicio y
Caballero Masón Bienhechor de la Ciudad Santa); y la clase secreta de
la Profesión
(subdividida en Profesos y Grandes Profesos).
Ser Masón y cristiano en el siglo XXI
No quisiera acabar mi exposición sin abordar el tema de la masonería y
la Iglesia.
Evidentemente, ser masón y cristiano hoy en día resulta, cuando menos,
complicado y
exige un nivel de compromiso bastante elevado. De una parte, nos
encontramos con la
incompresión de los masones no cristianos – que hasta nos han llegado
a decir que no
somos masones – y por otra, la posición de la Iglesia católica que nos
puede llegar a
negar el sacramento de la comunión si sabe de nuestra condición de
masones. De
manera, que no somos queridos ni por unos ni por otros.
De las diferentes Iglesias cristianas existentes, solamente la Iglesia
católica mantiene la
prohibición explícita para sus feligreses de pertenecer a la
francmasonería. A la vista de
las desviaciones habidas en la francmasonería desde el siglo XVIII
hasta nuestros días,
no nos extraña esta prohibición, pero creo que es preciso diferenciar
entre las diferentes
clases de masonerías como hoy hemos podido ver, ya que la Masonería y
sus
Obediencias no son un hecho monolítico.
Por lo que se refiere al Régimen Escocés Rectificado y al Gran
Priorato de Hispania,
les leeré algunos fragmentos de nuestra Regla Masónica, a la que nos
comprometemos
al entrar en la Orden, así como algunos fragmentos de nuestros
rituales 16:
ARTÍCULO I
Punto II
“...da pues gracias a tu Redentor; prostérnate ante el Verbo
encarnado, y
bendice a la Providencia que te ha hecho nacer entre los cristianos.
Profesa en
todo lugar la Divina Religión de Cristo, y no te avergüences de
pertenecer a
ella. El Evangelio es la base de nuestras obligaciones; si no creyeras
en él,
dejarías de ser Masón. Muestra en todas tus acciones una piedad
esclarecida y
activa, sin hipocresía ni fanatismo; el Cristianismo no se limita a
unas verdades
especulativas; practica todos los deberes morales que enseña, y serás
feliz...”
y un fragmento también del Compromiso que todo Aprendiz 17 debe hacer
para entrar en
la Orden Rectificada:
“Yo, prometo sobre el Santo Evangelio, en presencia del Gran
Arquitecto del
Universo, y me comprometo con mi palabra de honor, ante esta
respetable
Asamblea, de ser fiel a la Santa Religión Cristiana...”
16 Rituales del R.E.R. depositados en la Biblioteca del Monasterio
benedictino de Montserrat. Ritual de
Aprendiz / Regla Masónica, pág. 126.
17 Rituales del R.E.R. depositados en la Biblioteca del Monasterio
benedictino de Montserrat. Ritual de
Aprendiz, pág. 99.
16
En nuestro 4º grado simbólico, el de Maestro Escocés de San Andrés 18,
último de
nuestra clase simbólica, en la doctrina en la que se instruye al nuevo
Maestro Escocés
sobre los grados precedentes, se le dice así:
“...Las planchas que se os han mostrado, las explicaciones dadas, y
las
instrucciones que habéis recibido desde hace tiempo, os habrán hecho
conocer
porqué los judíos, los mahometanos, y todos aquellos que no profesan
la
religión cristiana, no son admisibles en nuestras Logias...”
y más adelante:
“...Esto que se os ha dicho privadamente, os lo decimos hoy en voz
alta y sin
ningún misterio, porque ha llegado el momento de decirlo. Sí, la Orden
es
cristiana; debe serlo y no puede admitir en su seno mas que a
cristianos o a
hombres dispuestos a llegar a serlo de buena fe...”
Finalmente, en la segunda clase, nuestra Orden de los Caballeros
Masones
Bienhechores de la Ciudad Santa, todo Escudero Novicio 19 que quiera
ser armado
Caballero, ha de hacer la siguiente profesión de fe de los Caballeros:
“Yo, ........ ........ ....... , hago profesión pública de la religión
cristiana, así como
de la doctrina y verdades evangélicas que ella enseña; declaro
especialmente
que creo firmemente en la existencia de un sólo Dios creador y
principio único
de todas las cosas, que su acción todopoderosa ha sido manifestada en
el
Universo por la triple esencia, potencia y acción indivisibles del
Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Creo que el hombre ha sido originalmente creado en un estado de
pureza,
justicia e inocencia, del que ha caído por su culpa, que por dicha
caída ha
degradado su naturaleza original y ha sido sometido a la corrupción y
a la
muerte en la semilla del pecado.
Creo en el Verbo divino que por su palabra todopoderosa ha creado el
cielo y la
tierra y todo lo que contienen, se ha encarnado y hecho hombre, y que
ha vivido
visiblemente entre los hombres con el adorable nombre de Jesucristo
para
operar la redención del género humano, reintegrarlo a la gracia, y
abrirle la
puerta de la salvación.
Creo que és, como él ha dicho, el camino, la verdad y la vida, y que
nadie puede
alcanzar la vida eterna si no es por Él; que ha derramado su sangre y
ha sufrido
la muerte para salvar al hombre; que ha resucitado gloriosamente por
su propio
poder al tercer día, y que se ha manifestado en éste nuevo estado a
sus
discípulos; y luego ha subido a los cielos, de donde ha enviado el
Espíritu Santo
entre los hombres, para instruirlos y fortalecerlos en la fe, la
esperanza y la
18 Rituales del R.E.R. depositados en la Biblioteca del Monasterio
benedictino de Montserrat. Ritual de
Maestro Escocés de San Andrés, pág. 99.
19 Rituales del R.E.R. depositados en la Biblioteca del Monasterio
benedictino de Montserrat. Ritual para
la recepción de un Escudero Novicio, págs. 49-50.
17
caridad; que es el único Señor del cielo y de la tierra, y que es uno
e indivisible
con el Padre y el Espíritu Santo.
Creo en la vida futura y eterna, en la que cada uno recibirá según
haya
merecido.
Creo por último, en la Santa Iglesia universal y apostólica, visible e
invisible, de
sus miembros reunidos por la fe en nuestro Señor y divino maestro
Jesucristo.
Y si me encuentro aún débil en la fe en alguno de éstos artículos
fundamentales
de nuestra santa religión, que asombran a mi razón, espero que el que
és
manantial de toda luz y toda verdad, se dignará instruirme y
fortalecerme en
todo lo que debo creer y profesar para llegar a la salvación, y con
este fin pido
también a todos los Hermanos de ayudarme con su asistencia.”
La Masonería y la Iglesia católica
La Iglesia católica condena actualmente la Masonería con su canon 2335
del actual
derecho Canónigo, pero históricamente, la iglesia romana, lo ha hecho
hasta 8 veces:
• En 1738, lo hizo con la Constitución “In Eminenti”, de Clemente XII
• En 1751, con la Constitución “Providas”, de Benedicto XIV
• En 1821, con las Cartas Apostólicas “Ecclesiam a Jesu Christo”, de
Pio VII
• En 1825, con la Constitución “Que Graviora”, de León XII
• La Encíclica “Traditi”, de Pio VIII
• La Encíclica “Mirari Vos”, de Gregorio XVI
• La Encíclica “Qui Pluribos”, de Pio IX
• Y finalmente en 1884, con la Encíclica “Humanus Genus”, de León
XIII, la más
extensa.
El Concilio Vaticano II, nos trajo la Declaración sobre la libertad
religiosa (1965).
Hubieron muchas personas que vieron en el ejercicio de esta libertad
religiosa, una base
para una mejor relación y acuerdo entre la Iglesia Católica y la
Masonería. En este
contexto, se preguntó a la Congregación para la Doctrina de la Fe, por
si había
cambiado la opinión de la Iglesia Católica, y si ésta podía tener
ahora unas relaciones
diferentes con la Masonería. La Congregación respondió con la
Declaración sobre la
Masonería del 26 de noviembre de 1983, en los siguientes términos:
“No se ha cambiado el juicio negativo de la Iglesia respecto a las
asociaciones
masónicas, porque sus principios siempre han estado considerados
irreconciliables con la doctrina de la Iglesia. Los fieles que
pertenecen a
asociaciones masónicas se hallan en pecado grave y no pueden acercarse
a la
santa comunión.”
Parece ser, que para esta declaración, la Conferencia Episcopal
Alemana, encargada por
la Congregación, investigó los rituales de los tres primeros grados
del Rito Escocés
Antiguo y Aceptado, para proporcionar el material que sirvió para esta
Declaración. Es
de todo punto ilógico que esta situación continúe así. La Iglesia
católica no puede
continuar ciega ante la evidencia, aquí y ahora, de la existencia de
una Masonería
profundamente cristiana, que sin lugar a dudas tiene que llevarla a
cambiar el tono de
ésta condena. Continuar así, es una injusticia que clama al cielo.
18
Con voluntad de dar el primer paso para cambiar este estado de cosas,
el Gran Priorato
de Hispania, Obediencia masónica tradicional y cristiana, comenzó a
finales del año
2004, una serie de contactos con personalidades de la Iglesia
católica, concretamente:
con el Obispo Auxiliar de Barcelona, el Abad del Monasterio de
Montserrat, el Abad
del Monasterio de Poblet, y el Padre Provincial de los Jesuitas en
Catalunya. A todos
ellos fuimos a presentar la Masonería Rectificada cristiana, e hicimos
ver las diferencias
existentes con otras masonerías, mostrándoles nuestros rituales. Es
más, avanzando en
el camino por disipar toda reticencia o desconfianza, el 7 de febrero
de 2005, hicimos
donación y depósito de todos nuestros rituales y textos doctrinales, a
la Biblioteca del
Monasterio de Montserrat. Luego también lo hicimos a la Biblioteca del
Monasterio de
Poblet.
Ahí están para poder ser consultados por aquel que la Iglesia católica
designe, o por
todo historiador debidamente acreditado que los quiera investigar.
Nuestros rituales, son
una traducción al castellano de los manuscritos auténticos depositados
en la biblioteca
municipal de la ciudad de Lyon, en Francia, que son de dominio
público.
No es que queramos ponernos bajo la advocación de la Iglesia católica,
como así
hicimos saber al Señor Obispo Auxiliar de Barcelona. Ni queremos ni
podemos, por que
cuando Jean-Baptiste Willermoz creó el Régimen Escocés Rectificado, lo
hizo abierto a
todos los cristianos, independientemente de la Iglesia cristiana a que
pertenezcan. Así,
en nuestras Logias, hay católicos – la Iglesia más extendida en
nuestro país – pero
también tenemos cristianos ortodoxos, maronitas y anglicanos. El
Rectificado está
concebido para reunir a los masones cristianos, no para dividirlos, y
por tanto no
podemos tener especial ligazón con una Iglesia cristiana determinada
en detrimento de
las otras. Pero si que podemos luchar, y lo haremos, para cambiar este
estado de cosas.
En definitiva y para terminar, esta es la situación de la Masonería
cristiana. De hecho,
siempre ha existido, otra cosa son los cambios aportados –
involuciones, desde nuestro
punto de vista – que han llevado la Masonería a su estado actual. Como
decía Guénon,
vivimos en el Kali Yuga, vivimos en la confusión en la que nada es lo
que parece y las
palabras han perdido su auténtico significado y valor. En Inglaterra,
lo que resultó de la
reunificación de 1813, la Gran Logia Unida de Inglaterra, ya hemos
visto donde se
posiciona respecto a la tradición, a pesar de ser la representante de
la Masonería Regular
internacional. En cambio, nosotros, que simplemente mantenemos los
principios
tradicionales de la masonería, somos considerados como irregulares.
Pasen y vean, señores, el mundo al revés.
Ramón Martí Blanco
Barcelona, 21 de abril de 2005



Señor Alcoseri- Orlando Galindo

unread,
Feb 19, 2019, 12:21:10 AM2/19/19
to SECRETO MASONICO
Sí hoy pudieras hacer un cuadro logial con masones famosos a lo largo de la historia ¿A quien escogerías?
Comentarios
Alian Gustavo Gonzalez Valdés Yo escogería no por famoso pues la fama no hace la masonería lo hace hermanos que sangren por nuestra augusta institución S.F.U mis saludos un abrazo fraternal
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Rodolfo Saúl Navarro Varguez Alian Gustavo Gonzalez Valdés y si tuvieras la oportunidad de hacer, hipotéticamente, un cuadro logial con esos QQHH que sangraron por nuestra Augusta institución, ¿A quien elegirias ? TAF
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Alian Gustavo Gonzalez Valdés Mi hermano me tomaria mucho tiempo pero haría lo siguiente cogería por cada país el hermano mas sabio y con todos ellos haría mi cuadros masónico así lo haría yo saludos hermano y salud fuerza y unión para tu familia ...
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Galindo Orlando
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Orlando Galindo García Pinochet , Atatürk, Porfirio Díaz , Plutarco E Calles , Roosevelt, Truman , Churchill
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Kire Sinala Isac Newton, Jesús, Hitler, Constantino, Juan Pablo II... 🤔
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Carlos Fuentes López Obrador? 🤔
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Jorge Luis Villanueva Arrivillaga
Jorge Luis Villanueva Arrivillaga Cantinflas.
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Francisco Adame
Francisco Adame Adam Weishaupt, Karl Marx, Federico Engels, Leonardo da Vinci, Americo Vespucio, Pablo Toscanelli, Francisco de Miranda
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Alvaro Maldonado Facundo Cabral en la oratoria
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Alejandro Ruz
Alejandro Ruz Faltó Malatesta, Anselmo Lorenzo, Bakunin, Cromwell
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Benjamin Rodriguez Con todos los HH.'. y HHnas.'. de la historia se formarían varias GG.'. L L.'. y sus respectivos TTall.'. y este mundo sería otro
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Carlos Toledo Rubio No sea pendejo H. cada H. ha hecho lo que le corresponde en su tiempo. Las Grandes Logías del Futuro serán consecuencia del trabajo del pasado.
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Galindo Orlando
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Juan Rojas A Pablo Benito Juárez García
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reconocieron siempre como a su Maestro, denominado "l...
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