Por qué esta apertura de las puertas del Templo?
De: 1575Monje (Mensaje original) Enviado: 14/09/2008 05:15 p.m.
«Pero, ¿por qué esta apertura de las puertas del Templo?
» —preguntaron de entre los Siete mayores los Tres
sentados. «Porque el tiempo está maduro; los Obreros están
preparados. Dios ha creado en la luz. Sus Hijos ahora
pueden crear. No hay nada más que hacer».
«¡Que Así sea!», fue la respuesta de los Tres sentados
entre los Siete mayores. «Que el trabajo prosiga ahora.
Que todos los hijos de la tierra continúen la labor».
El Templo en los Cielos es entonces presidido por la Deidad
Triuna, y este Templo, su dirección y gobierno, su constitución
y trabajo, provee el arquetipo y modelo para todo lo que acontece
en la tierra. Los Constructores de este divino edificio son —
simbólicamente hablando— siete en número, que son gobernados
por las Tres Personas de la Divina Trinidad. Esta Trinidad de
Personas,
Quienes forman la Deidad manifestada, son bien conocidas
en todas las religiones del mundo. No es necesario extendernos
sobre Ellas. Hay un reconocimiento universal (acordado en las
tierras cristianas) de Dios el Padre, Dios el hijo, y Dios, el
Espíritu
Santo. Hay igualmente un vívido reconocimiento acordado
en India a la misma Trinidad, conocida bajo diversos nombres, de
los cuales los más familiares para nosotros son Shiva, Vishnu y
Brahma. Nosotros hablamos también de Espíritu, Alma y cuerpo,
y esta familiar denominación se refiere a los tres aspectos del ser
humano como divino prototipo. La representación de Dios como
el Tres en Uno y el Uno en Tres se encuentra en todas partes. En
la Masonería, esta misma Trinidad o Triplicidad es conocida como
el Más Elevado, el Gran Geómetra y el Gran Arquitecto del
Universo. Su actividad unida ha traído a la existencia a la Logia
Azul de los Cielos. Esto trae su inevitable reflejo, sobre la tierra.
Todas las religiones del mundo también afirman el hecho de
que estos básicos Tres llevan a cabo Sus planes a través de un
Septenario de Seres, Cuya energía, fuerza y actividad es la
responsable
de traer a la manifestación al entero universo. Estos
siete son llamados por muchos nombres, siendo el más conocido
para los cristianos el de «Los Siete Espíritus ante el Trono de
Dios». Ellos son las mismas Entidades que «Los Siete Eones»,
o las «Siete Emanaciones» de la filosofía griega, cuya diferenciación
nos ha enseñado Platón, delineando para nosotros Su trabajo
y propósito. Son los siete Rishis o Prajapatis de la enseñanza
hindú y la referencia a ellos puede verse en los muchos septenarios
encontrados en la mitología, la religión y las antiguas escrituras.
Están representados para nosotros en los siete días de la
semana.
Los varios nombres por los cuales este septenario básico es
conocido, serán reconocidos por todo estudiante de religiones
comparadas. Sobre esta estructura está fundada la Logia, y sólo
sobre este postulado fundamental puede trabajarse correctamente.
Desde otro ángulo de este tema, el del modo de gobierno, podría
señalarse que la voluntad del G.A.D.U. se manifiesta por medio
de cuatro leyes. Una ley, desde el ángulo de la naturaleza misma,
puede ser considerada, espiritualmente hablando, como el intento
divino de actuar en la misma forma que la intención básica de
vida que todo ser humano registra en la conciencia cerebral. Esta
intención constituye el poder motivador de cada acto corporal, y
sobre esta vida básica, así evidenciada, será la coloración de todas
las actividades principales y la cualidad del carácter. Si esto
es verdad en el individuo, es igualmente verdad en el G.M. de la
Logia en lo Alto.
El Templo creció en belleza, sus líneas, paredes, decoraciones,
anchura, profundidad y altura, lentamente emergieron
a la luz del día.
Desde el Oriente, una palabra surgió: «Abran la puerta
a todos los hijos de los hombres que vienen de los obscuros
valles de la tierra y permítanles buscar el Templo
del Señor. Dénles la luz. Develen el templo interior y, a
través del trabajo de todos los Obreros de Dios, amplíen
el Templo del Señor, y así irradien a los mundos. Que entonen
la Palabra creadora, y eleven los muertos a la Vida».
Así, que el Templo de la Luz sea traído del cielo a la
tierra. Que sus paredes se levanten sobre las planicies de
la tierra. Que la luz revele y alimente todos los sueños de
los hombres.
Entonces, que el Maestro en el Oriente despierte a
aquellos que están dormidos. Luego, que el Guardián del
Occidente pruebe y traiga a todos los verdaderos buscadores
de la luz. Que el Guardián del Sur instruya y ayude a los
ciegos. Que el portal del Norte permanezca abierto, pues
allí está el Maestro invisible con gesto de bienvenida y
corazón comprensivo para conducir al candidato al Oriente,
donde brilla la verdadera luz. .
También una Logia está debidamente constituida cuando está
correctamente «establecida» la utilización de la expresión adecuada.
En conexión con este trabajo de la Logia debidamente constituida
y trabajando firmemente con la idea básica puede ser útil
dar aquí ciertos pensamientos claves. Ellos arrojarán luz sobre
todo el tema, y traerán iluminación al masón que está correctamente
orientado hacia el Oriente. Las siguientes antiguas afirmaciones
(dadas en el orden de su significación), pueden resultar de
verdadera utilidad. Ellas no están aquí, sin embargo, dadas en el
orden usualmente diseñado:
1. Que aquello que está abajo, sea como aquello que está arriba.
2. Hay un esquema, ubicado en los Cielos, al cual la humanidad
debe eventualmente conformarse.
3. Tres M.M. gobiernan una Logia.
4. Cinco M.M. dan forma a una Logia.
5. Siete M.M. constituyen una Logia de Masones
6. Siete M.M. la hacen perfecta.
7. Entremos en la luz, pasemos de lo irreal a lo real, y seamos
elevados a la vida.
Estos son los aforismos más importantes en la Masonería.
Pero durante tanto tiempo la forma exterior de la Masonería atrajo
la atención de los hermanos, que es difícil para muchos reconocer
que todo lo que poseemos hoy es una forma simbólica que
en el presente constituye, aunque no reconocidas, verdades
espirituales
internas. El tiempo debe llegar en el que ese CENTRO del
cual la PALABRA surgió —esa PALABRA que fue confiada a los
tres G.:M.: el R.S., Hiram Rey de Tiro e Hiram Abiff— será el
centro sobre el cual todos los
MM.MM. tomarán su lugar, desde
donde ellos trabajan. Sólo entonces la Palabra Perdida. podrá ser
recuperada,
y el trabajo de la Trinidad de MAESTROS ser realizado sobre la
tierra. Sólo entonces podrá ser visto el Plan en su pureza, y sólo
entonces el divino T.T. podrá ser comprendido con el «ojo de la
visión». Este es el «ojo único al cual se refirió el gran Carpintero
de Nazareth; que, cuando esté activo, permitirá a su poseedor
reconocer aquello de «todo el cuerpo está lleno de luz», el
significado,
masónicamente considerada, de estas palabras de Cristo es
a menudo olvidada. Alguna luz sobre el símbolo del «OJO», tan
bien conocido en la Obra, puede vislumbrarse aquí.
Desde tiempo inmemorial y en conexión con los antiguos
Misterios las palabras, «como arriba, así es abajo» se han
pronunciado,
o indicado el propósito de toda la tarea masónica. En
los Cielos, hay un Templo «eterno, no hecho con las manos». En
este Templo preside la Deidad Triuna. Constituye al modelo de
lo que aparece sobre la tierra, o «debajo». Bajo el control de esta
Trinidad de Personas, están los Constructores del Templo celestial,
y ellos son —simbólicamente hablando—, siete en número.
El «Siete gobernado por el UNO y el Tres». Es por esta razón que
«Tres gobiernan una Logia y siete constituyen una Logia y la hacen
perfecta». Esto ha sido expresado bellamente para nosotros
en las siguientes estanzas, tomadas de los más antiguos escritos,
muy anteriores a la Biblia Cristiana. Ellas han sido vertidas en la
siguiente forma moderna:
«Que el Templo del Señor sea construido», el séptimo
gran ángel gritó. Entonces, hacia Sus lugares en el Norte,
el Sur, el Occidente y el Oriente, se dirigieron con paso
mesurado siete grandes Hijos de Dios y tomaron Sus
asientos. El trabajo de construcción había comenzado.
Las puertas fueron cerradas y custodiadas. Las luces
se aminoraron. Las paredes del Templo no podían verse.
Los siete estaban silenciosos y Sus formas veladas. El
tiempo no había llegado todavía para que la LUZ irrumpiera.
La PALABRA no podía ser pronunciada. Sólo reinaba el
silencio entre las siete Formas, el trabajo continuaba. Un
llamado silencioso se transmitía de uno a otro. Sin embargo,
las puertas del Templo aún permanecían cerradas. . . A
medida que pasaba el tiempo, más allá de las puertas del
Templo, se oían los sonidos de la vida. La puerta se abrió
y la puerta se cerró. Cada vez que se abría, un Hijo menor
de Dios entraba, y el poder dentro del templo crecía. Cada
vez la luz aumentaba. Así, uno por uno, los hijos de los
hombres encontraron comprensión y poder para trabajar.
Ellos entraron por la puerta. Pasaron ante los Siete, levantaron
el velo del Templo y entraron en la luz
La Constitución de una Logia debe entonces, conformarse a
estos requerimientos, y estar en línea con el propósito interno.
Este hecho esté emergiendo constantemente en la mente de los
masones pensantes de hoy en día y este nuevo interés se traslada
al mundo subjetivo del significado y los valoren. Esto indica
la nueva literatura masónica. Los hombres no están satisfechos
con reunirse en un salón adornado con símbolos para participar
en rituales curiosos e inusuales, y dedicar su tiempo, pensamiento
y dinero a algo que carece de vital significación y que no los
conduce a una real comprensión o recompensa, excepto la inculcación
de esa moralidad, caridad, aprendizaje benevolencia y fraternal
relación que permiten el nombre pasar, libre y aceptado,
dentro de la Logia en lo Alto. Estas recompensas tienen su inestimable
valor, pero ellas no son únicas pues son también atributos
y objetivos de todos los hombres buenos, y que caracterizan la
enseñanza de todas las religiones del mundo.
Algo más debe descubrirse y probarse acerca de la Masonería,
si ella ha de conservar su autoridad mucho más tiempo en el
corazón y la mente de los hombres. Existen casi cinco millones
de masones hoy en el mundo que trabajan bajo el Rito de Menfis o
el Rito Escocés, y su inteligencia no estará satisfecha para siempre
con la presentación de un ritual sin significado de verdades
desconocidas. Este concepto se pone de manifiesto en mucha de
la literatura especulativa del presente, y esta llevando a todos los
verdaderos masones a otras líneas de pensamiento más profundo
en el mundo de las ideas y del significado interno, como nunca
antes. La palabra «Constitución» contiene dos inferencias vitales.
Ella proviene de dos palabras latinas: «statuere», aquello que está
puesto o establecido, fijado o determinado, y «con», significando
juntos o al unísono con otros, de aquello establecido o fijado. Los
masones deben unir este pensamiento con el nombre de uno de los
P. que se encuentra sobre el P. del T.S. Su significado es «Él
establecerá
». La idea emerge de una predeterminación en la mente
del Más Elevado, de aquello que debe ser establecido a través de
la constitución de una Logia; este divino propósito o plan pone de
manifiesto la cooperación (el establecer juntos) entre el G.A.D.U.
y Sus constructores de la Obra, reunida para trabajar en una Logia.
Ello muestra la cooperación entre todos los miembros de la
Logia, para esa unida formación que se necesita a fin de establecer,
fijar y materializar el plan.