ILUNINATI. Masones iluminados en 1776.

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to SECRETO MASONICO
ILUNINATI. Masones iluminados en 1776.

Illuminati

Es el nombre adoptado por los miembros de una sociedad secreta fundada
por Adam Weishaupt en 1776.

HISTORIA
Weishaupt nació en Ingolstadt (Bavaria) de padres oriundos de
Westfalia, el 6 de febrero de 1748, y perdió a su padre en 1753.
Aunque fue educado en una escuela Jesuita, cayó tempranamente bajo la
influencia de su librepensador abuelo, director de la escuela
secundaria de Ickstatt, a quien debió su designación como profesor de
derecho civil en la Universidad de Ingolstadt en 1772.

Fue el primer laico que ocupó la silla de derecho canónico en esta
universidad (1773), pero, como consecuencia de la creciente influencia
racionalista que ejerció sobre los estudiantes, tanto en su
capacitación académica cuanto en su relación personal con ellos, entró
en una siempre aguda colisión con los leales adherentes a la Iglesia y
con aquellos que eran influyentes en círculos gubernamentales.

Como, además, su naturaleza obstinada lo llevó a reñir con casi todos
aquellos con quienes mantuvo una relación más o menos prolongada,
sintió la necesidad de una organización secreta poderosa que lo
respaldara en el conflicto con sus adversarios y en la ejecución de su
esquemas racionalistas en sus actividades eclesiásticas y políticas.

Al principio (1774) apuntó a un arreglo con los Masones Libres
Sin embargo, un conocimiento más cercano destruyó su alta estima por
esta organización y resolvió fundar una nueva sociedad que, rodeada
por el mayor secreto posible, le permitiera realizar mas efectivamente
sus propósitos y pudiera ser siempre precisamente adaptada a las
necesidades de los tiempos y de las condiciones locales.

Su orden se basaría enteramente en la naturaleza humana y la
observación, por lo tanto sus grados, ceremonias y estatutos se
desarrollarían sólo gradualmente; luego, a la luz de la experiencia y
un conocimiento más amplio, y con la cooperación de todos los
miembros, serían constantemente mejorados. Para su prototipo confió
principalmente en la Masonería Libre, de acuerdo con la cual modeló
los grados y el ceremonial de su orden. Construyó la organización
estrictamente jerárquica de su sociedad siguiendo el patrón de la
Sociedad de Jesús, aunque distorsionando hasta la caricatura sus
características esenciales.

“Utilizar para buenos propósitos todos los medios que esa orden empleó
con fines malignos”, este fue, de acuerdo con Philo (Endl. Erkl., 60
sq.), “su designio favorito”.

Para el cumplimiento de sus planes, consideró como esencial el
“despotismo de los superiores” y la “ciega, incondicional obediencia
de los subordinados”, junto con el máximo secreto y misterio.
A comienzos de 1777 entró en una Logia Masónica e intentó, con otros
miembros de la orden, poner a la Masonería Libre tan servil a sus
propósitos como fuera posible.
Sin embargo, como pese a toda su actividad como agitador y su
sagacidad teórica, Weishaupt era en el fondo sólo un impráctico gusano
de biblioteca, sin la necesaria experiencia mundana, su orden por
largo tiempo no hizo progresos.

La adhesión a la misma, en 1780, del agente Masónico Freiherr von
Knigge (Philo), un hombre de amplia experiencia y bien conocido en
todos los círculos Masónicos, le dio un giro decisivo a las cosas.
Junto con Weishaupt, quien, como filósofo y jurista, desarrolló las
ideas y principales lineamientos de la constitución, Knigge comenzó
rápidamente a elaborar los necesarios grados y estatutos (hasta 1780
el grado de Minerva fue el único en uso), y al mismo tiempo trabajó
vigorosamente para extender la orden, por lo cual en dos años él
consiguió 500 miembros.

Cuando se llevó a cabo la gran convención internacional de la
Masonería Libre en Wilhelmsbad (16 Julio al 29 Agosto de 1782) la
“Masonería Libre Iluminada”, a la cual Knigge y Weishaupt proclamaron
en ese momento como la única Masonería Libre “pura”, ya había ganado
tal reputación que casi todos los miembros de la convención clamaron
por su admisión en la nueva institución. Fue particularmente valiosa
para la orden la adhesión de Bode (Amelius), depositario del mayor
respeto en todos los círculos Masónicos. Asistido por Bode, Knigge
trabajó diligentemente para convertir todo el cuerpo Masónico en
“Masones Libres Iluminados”.
Numerosos representantes de la Masonería Libre y de la “ilustración”
de la mayor prominencia se hicieron Illumninati, incluido, en 1763, el
Duque Fernando de Brunswick, el principal líder de la Masonería Libre
Europea y el principal representante del iluminismo de su época.

Otros miembros famosos fueron Goethe, Herder, y Nicolai. La orden fue
también propagada en Suecia, Rusia, Polonia, Dinamarca, Hungría,
Austria, y Francia. Pero en 1783 se produjo un disenso entre Knigge y
Weshaupt, que derivó finalmente en el retiro del primero el 1 de Julio
de 1784. Knigge no pudo soportar más la pedante tiranía de Weishaupt,
la que frecuentemente asumía formas ofensivas. Acusó a Weishaupt de
“Jesuitismo” y sospechó que el era “un Jesuita encubierto” (Nachtr.,
I, 129). “¿Y sería yo quien”, agrega, “trabajara bajo sus banderas
para la humanidad, condujera hombres a ponerse bajo el yugo de tan
pedante tipo?—Nunca!”

Mas aún, en 1783 las tendencias anarquistas de la orden provocaron
denuncias públicas que llevaron a interferencias por parte del
Gobierno Bávaro en 1784. Como la actividad de los Illuminati aún
continuó, fueron emitidas cuatro proclamas sucesivas contra ellos (22
de Junio de 1784; 2 de Marzo y 16 Agosto de 1785; y 16 de Agosto de
1787), en la última de las cuales fue prohibido el reclutamiento para
la orden bajo pena de muerte.

Estas medidas pusieron fin a la existencia corporativa de la orden en
Bavaria, y, como resultado de la publicación, en 1786, de su grados y
de otros documentos que le concernían –en su mayor parte de una
naturaleza bastante comprometedora – su posterior extensión fuera de
Bavaria se tornó imposible.

La propagación del espíritu de los Illuminati, que coincidía
sustancialmente con las enseñanzas generales de la “ilustración”,
especialmente de la de Francia, fue más bien acelerada que retardada
por la persecución en Bavaria. En dos cartas dirigidas al Obispo de
Freising (18 de Junio y 12 de Noviembre de 1785), Pío VI había también
condenado a la orden. Pronto, el 16 de Febrero de 1785, Weishaupt
había huido de Ingolstadt, y en 1787 se estableció en Gotha.

Sus numerosos escritos apologéticos fracasaron en exonerar tanto a la
orden como a si mismo. Siendo ahora cabeza de una numerosa familia,
sus puntos de vista en materia religiosa y política se hicieron más
sobrios. Después de 1787 renunció a toda conexión activa con
sociedades secretas, y nuevamente se acercó a la Iglesia, desplegando
un celo destacable en la construcción de la iglesia Católica en Gotha
y murió el 18 de Noviembre de 1830, “reconciliado con la Iglesia
Católica, a la cual, como joven profesor, había condenado a la muerte
y destrucción” – tal como relata la crónica de la parroquia de Gotha.

OBJETIVOS Y ORGANIZACIÓN

Los documentos que se citan en la primera y segunda sección de
trabajos en la bibliografía son fidedignos y exhiben los objetivos y
métodos de la orden. Las modificaciones posteriores del sistema,
anunciadas por Weishaupt en sus escritos de después de 1785, son
irrelevantes, ya que la orden se había propagado ampliamente antes de
que estas modificaciones fueran publicadas.

Los documentos arriba mencionados revelan como el real objetivo de los
Illuminati la elaboración y propagación de una nueva religión popular
y, en el campo político, el establecimiento gradual de una república
democrática universal.

En esta sociedad del futuro, todo, de acuerdo con Weishaupt, sería
regulado por la razón. Por hombres de la “ilustración” serían
liberados de sus tontos prejuicios, para tornarse “maduros” o
“morales, y así superar el tutelaje religioso y político de la Iglesia
y del Estado, del “cura y del príncipe”.

La Moral era la ciencia que hace al hombre “maduro”, devolviéndole la
conciencia de su dignidad, su destino, y su poder.
El principal medio para efectivizar la “redención” fue encontrado en
la unificación, y esta sería proporcionada por “escuelas secretas de
sabiduría”.

Estas “escuelas”, declaraba, “fueron siempre los archivos de la
naturaleza y de los derechos del hombre; a través de su accionar, el
hombre se recobraría de su caída, príncipes y naciones, sin violencia
que los fuerce, se esfumarían de la tierra; la raza humana se
convertiría en una gran familia, y el mundo la morada de seres
racionales. La ciencia moral por sí misma lograría estas reformas
‘imperceptiblemente’, cada padre se convertiría, como Abraham y los
patriarcas, en el pastor y señor absoluto de su casa, y la razón sería
el único código legal de hombre”. (”Nachtr.”, p. 80 sq.; repetido
textualmente en Knigge, “Die neuesten Arbeiten”, p. 38).

Esta redención de la humanidad por la restauración de su “libertad e
igualdad” original a través de la “iluminación” y de la caridad
universal, la fraternidad, y la tolerancia, es asimismo la verdadera
doctrina esotérica de Cristo y sus Apóstoles.

Aquellos en quienes la “iluminante” gracia de Cristo es operativa (cf.
Heb., vi, 4) son los “Illuminati”.
El objeto de la pura (i.e. iluminada) Masonería libre no es otro que
el de la propagación del “iluminismo” por el cual la semilla de un
nuevo mundo sería tan ampliamente esparcida que ningún esfuerzo de
extirpación, aún violento, sería útil para prevenir la cosecha
(”Nachtr.”, pp. 44, 118; “Die neuesten Arb.”, pp. 11, 70). Weishaupt
declaró posteriormente (Nachtrag zu meiner Rechtfertigung, 77 sqq.,
112 sqq.) que la Masonería era la escuela desde donde emanaron “estas
ideas”.

Estos objetivos de la orden serían revelados a los miembros solamente
después de su promoción al grado “sacerdotal” (Nachtr., I, 68). Los
grados preliminares servían para la selección, preparación, y
ocultamiento de los verdaderos “Illuminatti”, los otros eran para
abrir el camino para la libre organización religiosa y social del
futuro, en la cual desaparecerían todas las distinciones de nación,
credo, etc.

El gobierno de la orden estaba administrado por los superiores de las
“iglesias”, “provinciales”, “nacionales” y “areopagitas” (que
constituían el consejo supremo) de Minerva, bajo la dirección de
Weishaupt como general de la orden. Los miembros solamente trataban
con sus superiores inmediatos, y solamente unos pocos miembros de
confianza sabían que Weishaupt era el fundador y cabeza suprema de la
orden.

Todos los miembros estaban obligados a darse un entrenamiento acorde
con los propósitos de la sociedad, y hacerse útiles, mientras que la
orden, por su parte, garantizaba promover sus intereses a través de
los medios más efectivos.

Se les recomendaba especialmente observar sistemáticamente a personas
y eventos, para adquirir conocimiento, y a dedicarse a la
investigación científica en tanto y en cuanto podría servir a los
propósitos de la orden. Debían juntar información concerniente a todas
las personas con las cuales tuvieran relaciones, y en todas las
materias que pudieran afectar tanto a ellos mismos como a la orden
debían entregar informes sellados; estos eran abiertos por superiores
desconocidos para los escritores y eran, en lo sustancial, trasmitidos
al general.

El objetivo de esta y otras regulaciones era permitir a la orden
lograr sus objetivos al asegurarle una influencia de control en todas
las direcciones, y especialmente presionado a la cultura y la
ilustración en su servicio. Todos los órganos iluminantes y oficiales,
la prensa, escuelas, seminarios, secciones de catedrales (por lo
tanto, también, todas las designaciones a sedes, púlpitos y sillas)
debían ser llevados tanto como fuera posible bajo la influencia de la
organización, y los príncipes mismos debían ser rodeados por una
legión de hombres ilustrados, para, no solo desarmar su oposición,
sino también para compelerlos a su enérgica cooperación. Se lograría
entonces una completa transformación; se controlaría la opinión
pública; “sacerdotes y príncipes” se encontrarían con las manos
atadas; los entrometidos que se aventuraran a interferir se
arrepentirían de su temeridad; y la orden se convertiría en un objeto
de pavor para todos sus enemigos.

Con relación a la influencia realmente ejercida por los Illuminati,
las afirmaciones de los ex - Masones Libres — L. A. Hossman, J. A.
Starck, J. Robinson, el Abbé Barruel, etc.—deben ser aceptadas con
reservas, cuando ellos le asignan a la orden un rol de liderazgo en el
comienzo y progreso de la Revolución Francesa de 1789.

Su presentación de los hechos es a menudo errónea, sus inferencias son
insostenibles, y sus tesis no solamente carecen de pruebas, sino que,
en vista de nuestros actuales conocimientos de la Revolución Francesa
(cf., e. g., Aulard, “Hist. pol. de la Rév. Franç.”, 3rd ed., 1905;
Lavisse-Rambaud, “Hist. générale”, VIII, 1896), ellas son
extremadamente improbables.

Por otra parte, una vez que se descartaron, después de 1786, las
peculiaridades de Wieshaupt, el “Iluminismo” fue simplemente la
prosecución de los principios de la “ilustración”; en otras palabras,
fue Masonería Libre y Liberalismo práctico adaptado a los
requerimientos de su tiempo; como tal ejerció una importante
influencia sobre el desarrollo intelectual y social del siglo
diecinueve. (Ver MASONERÍA; SOCIEDADES SECRETAS.)

Los documentos, incuestionablemente genuinos, que se originaron dentro
de la orden y fueron publicados por el gobierno Bávaro: Einige
Originalschr. des Ill. Ordens (confiscado por Zwack) (Munich, 1787);
con Nachtrag (capturado del Baron Bassus) (en 2 partes, 1787); también
documentos hechos públicos a través de otras agencies y reconocidos
como genuinos por Knigge y Weishaupt: Der echte Illuminat (Edessa,
1788); Illuminatus dirigens oder schottischer Ritter (1794); SPARTACUS
Y PHILO (KNIGGE), Die neuesten Arbeiten (1794); PHILO, Endliche
Erklärung (1788).

Declaraciones de miembros que dejaron la orden: COSANDEY, RENNER, Y
GRÜNBERGER, Drei merkwürdige Aussagen (1786); IDEM (con UTZSCHNEIDER),
Grosse Absichten des Ill. Ordens, con tres apéndices (1786).

En defense de la orden: WEISHAUPT Apologie der Illuminaten (Frankfort
and Leipzig, 1787); IDEM, Vollständige Gessch. d. Verfolgung der
Illuminaten in Bayern (Frankfort y Leipzig, 1786); IDEM, Pythagoras,
oder Betrachtungen über die geheime Welt- and Regierungskunst (1790).

Contra la orden o concerniente a la misma de cualquier otro modo:
STATTLER (Weishaupt’s colleague at Ingolstadt), Das Geheimniss der
Bosheit des Stifters des Ill. Ordens (1787); PRESTON, Illustrations of
Freemasonry (1856); MOUNIER, De l’influence attribuée aux Philosophes,
aux Franc-maçons et aux Illuminés sur la révolution Française (1822);
JARCKE, Vermischte Schriften, II (1839); DESCHAMPS-JANET, La société
et les sociétés, II (3rd ed., 1880), 93 sqq., 115 sqq.; III (1883), 34
sqq.; WOLFRAM, Die Illuminaten in Bayern u. ihre Verfolgung
(1899-1900); ENGEL, Gesch. des Ill. Ordens (1906) (rico en documentos,
pero favorable a Weishaupt); Hist-polit. Blätter (1889), I, 926-41
(lista official de Illuminati).


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