ENSEÑANZA DEL MES
CREAR UNA VASIJA Publicado en 12/06/2013
Acabamos de entrar al mes de Tamuz, conocido como el mes de Cáncer.Tamuz, junto con el mes de Av (Leo)
y Tevet (Carpicornio), es considerado como un “mes negativo”. Para simplificar: durante estos tres meses no contamos con una zona de protección o filtro para la Luz. Podemos entender la importancia de este
escudo protector así como entendemos la importancia que tiene la capa de ozono (sin ella, seríamos carbonizados).
A través del año, el escudo protector trabaja para que la cantidad de Luz que entra en nuestras vidas sea disminuida para caber en nuestras vasijas. Así que, aquéllos que tienen una vasija más grande reciben más Luz y aquéllos que tienen una vasija más pequeña reciben menos Luz. Sin embargo, ya que no contamos con ese escudo en este mes, sin una vasija preparada para recibir la tremenda cantidad de Luz que es revelada, los cortocircuitos, el juicio y las dificultades pueden ocurrir.
Pese a esto, y como sabemos, donde existe una oportunidad para una gran oscuridad, también existe una oportunidad para una gran Luz. Los kabbalistas explican que de hecho es más fácil conectar con la Luz del Creador y revelarla en nuestro mundo y en nuestras vidas durante el mes de Tamuz que en cualquier otro mes. Pero ¿cómo cambiamos este mes de
juicio en un mes de Luz? La sencilla enseñanza, como explican los kabbalistas, es que tenemos que crear una vasija. ¿Y cómo creamos esta vasija? Teniendo el deseo. Cuando un verdadero y profundo deseo por una conexión con la Luz del Creador es despertado en este mes, podemos conectar y revelar más Luz que en cualquier otra época del año.
El secreto de Tamuz es que hay Luz en todas partes; no hay un velo sobre ella. Pero para poder recibir esa Luz, tenemos que crear la vasija. Así que, si realmente queremos maximizar el obsequio de este mes, tenemos que preguntarnos a nosotros mismos: ¿Está creciendo mi deseo por una conexión con la Luz del Creador? Sin lugar a dudas, queremos esta Luz para así poder tener plenitud en nuestras vidas y compartirla con
otros, pero si no tenemos un deseo creciente por una conexión con la Luz del Creador, un deseo creciente para aprender y entender más para poder conectar más, entonces desafortunadamente este mes puede ser muy difícil.
Ciertamente no manifestaremos la Luz de Tamuz si nuestro deseo no está creciendo. Así que tenemos que rogar, orar y meditar para tener un deseo siempre creciente. Necesitamos enfocarnos en la vasija para recibir la Luz.
Rav Áshlag dijo: “Mis ojos vieron al Cielo… con anhelo y deseo que no tienen fin… no me permití descanso ni siquiera por un momento del día… Mi corazón se abrió a la sabiduría superior…
y
comencé a fluir como un río”. Cada uno de nosotros está destinado a alcanzar ese nivel en el que nuestra conexión con la Luz del Creador fluya como un río, pero esto sólo se puede alcanzar si nunca dejamos de pedir un deseo siempre creciente, una vasija en constante expansión. Este es el secreto del mes de Tamuz, y es de hecho el secreto de nuestras vidas.
Michael Berg
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