De los masones dignos e indignos

[Alcoseri Vicente]

De los masones dignos e indignos  
Las creencias de las personas en masonería presentan variadas modalidades, resultado del temperamento, la formación familiar, el carácter y la disposición de cada masón o francmasonas: se clasifican de sinceras, dudosas y hasta  perniciosas. Las creencias de cada masón son el reflejo de su carácter y condicionamiento, recuerda que el ser humano se presta cual cera blanda para la buena o mala educación. Los masones puros y sinceros adoran la Verdad y la Gran Luz; así los de  alto nivel de ser y mayor evolución  adoran al Absoluto, al Ser Supremo, a Dios el Gran Arquitecto del Universo. Los masones pasionales reverencian a los aspectos meramente sociales, mundanos y transitorios, se apegan a lo meramente transitorio, a atribuyen cualidades a un político o  a una figura personal, rinden culto a lo externo a el poder profano. Los masones ignorantes adoran pelear, discutir,  destruir la Masonería, están apegados a figuras remotas,  no han podido deshacerse de las cadenas del mundo de las emociones profanas. Los masones sinceros prefieren la compañía de otros buenos masones  que les hacen se acreciente la vitalidad, la energía, el vigor, la salud espiritual, el gozo y el bienestar: los comentarios luminosos y constructivos por sí mismos,  enseñanzas sin sofismas artificiosos. Los masones pasionales apetecen los comentarios agrios y sin sentido,  insultantes, el sinsentido  choque de ideas, secos y ardientes, que estimulan el mal gusto, pero que al fin producen dolor y desazón entre la familia masónica. Los masones ignorantes gustan de hacer comentarios hirientes , aguerridos , groseros e inútiles. Y en cuanto a la disposición de estos masones ignorantes es que a todo se quejan y todo dañan, he aquí las tres modalidades de masones. Puro es el acto masónico ofrecido a la humanidad  sin intención de recompensa y de conformidad con lo ordenado por las mismas enseñanzas masónicas, con humildad y sencillez. Pasionalmente bajo  es el acto masónico  ofrecido a los demás por recompensa o vana ostentación. Tenebroso es el acto masónico  que daña a la institución masónica  y por ende a Toda  la humanidad, como es el acto discriminación racial. Buena es reverencia tributada a los masones que fueron luz en el pasado, a los buenos masones que nos dieron Luz, a los sabios masones que nos orientaron , a los buenos maestros masones que nos legaron un excelente  propósito, y a la caridad, la rectitud y la humilde mansedumbre, constituyen ahora la base de la idea masónica. La masónica  afabilidad, la justicia, la dulzura y la conversación masónica amena e instructiva, unida al estudio de las Ciencias Divinas, constituyen el misticismo del pensamiento masónico expresado mediante la palabra. Lucida, templanza, fervor, ecuanimidad, dominio de las pasiones y pureza, constituyen la austeridad del buen ánimo masónico. Pura es la actitud liberal practicada con sincera certidumbre, sin apetencia del reconocimiento personal. Pasional y caprichosa es la acción masónica con anhelo de ser simplemente reconocido y vana ostentación, para obtener estima personal, honores y  falsas famas de caritativo y hasta de llegar a ser considerado extrañamente un  santo masón. Tenebrosos son los actos hecho en Masonería de los ignorantes y obcecados que torturan a la Orden Masónica y estrujan la buena disposición  de los demás masones o hacen acciones con intención de dañar a los demás masones. Pura es la filantropía masónica hecha a los verdaderos  necesitados en oportunidad de lugar y tiempo, y sin otro móvil que el amor a la Humanidad, siendo la acción discreta y prudente. Pasional es la filantropía hecha a disgusto, con la mira puesta en agravio o insulto al que la recibe  o con esperanza de obtener mayor provecho de la acción filantrópica  o de recibir el aplauso de las gentes ajenas o propias a la masonería. Tenebrosa es la filantropía hecha con dinero machado de sangre y crimen, indiferente se está filantropía es dada a gentes dignas o  a gentes indignas, con demostraciones de arrogancia despectiva e insolente, sin miramiento de lugar ni oportunidad de tiempo.  Y lo comprendamos o no,  estas tres clasificaciones de masones tienen su razón de ser, pero de nosotros dependerá si vivir en los sótanos más lúgubres o en las  habitaciones llenas de luz y armonía.  



Fraternalmente Vicente Alcoseri
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