EQUINOCCIOS

21 views
Skip to first unread message

ALCOSERI

unread,
Oct 26, 2008, 5:23:07 PM10/26/08
to SECRETO MASONICO
EQUINOCCIOS
Si existen cuatro fiestas cardinales: Navidad, Pascua, la fiesta de
San Juan y la de San Miguel, no es por casualidad o porque algunos
religiosos hayan considerado conveniente instituirlas, sino porque
corresponden a fenómenos cósmicos. En el transcurso del año, el Sol
pasa por cuatro puntos cardinales (equinoccio de primavera, solsticio
de verano, equinoccio de otoño y solsticio de invierno), y durante
estos cuatro períodos se produce en la naturaleza gran afluencia y
circulación de energías que ejercen influencias sobre la tierra y
sobre todos los seres que la pueblan: las plantas, los animales, los
humanos ... los Buscadores que han estudiado estos fenómenos, han
observado que si el hombre está atento, si se prepara y se pone en
Armonía para recibir estos efluvios, pueden producirse en él grandes
transformaciones.
El 21 de marzo, a media noche, el Sol entra a la constelación de Aries
o Cordero, nos damos cuenta entonces que por todas partes a nuestro
alrededor se está produciendo un acontecimiento que se llama
primavera, uno de los fenómenos más extraordinarios de la Vida.
Cada año todo se renueva ... sí, todo, ¡excepto los seres humanos! Los
hombres no cambian, no se sintonizan con esta renovación. Sienten,
desde luego, que hay algo en el aire, pero no se dejan influir,
debemos ahora aprender a abrir nuestras puertas y ventanas para que
esta Vida pueda también penetrarnos e impregnarnos.
¿Cómo no ver que la Naturaleza entera piensa en nosotros?.
Cada año la constelación de Aries asciende y cuando el Sol sale de
Aries entra en Tauro y al salir de Tauro entra en Géminis, de lo que
lo esencial son los aspectos Cósmico y místico. A nosotros nos
corresponde no dejar pasar de largo todas las energías y los estímulos
que nos envía la Naturaleza y que necesitamos para el resto del año.
<>La primavera es para todos. Todo el mundo debe sintonizarse con la
renovación: jóvenes y viejos. Este período del equinoccio de primavera
es muy importante para nosotros los Buscadores. Es el momento de hacer
un trabajo de regeneración, de renovación. Dejemos a un lado lo viejo
y caduco, nuestros vicios y egoísmos para entrar en comunicación con
esta gran corriente del corazón del Universo. Desde luego, el conjunto
de maravillas que nos ofrece la Naturaleza no está al alcance de todos
por ignorancia. Somos privilegiados porque a través del estudio y la
contemplación podemos, en la Senda, adquirir la verdadera ciencia.
<>Para mi, el Sol es la maravilla de las maravillas de la Naturaleza,
ya que su deslumbrante resplandor y la benéfica e inmensa influencia
que ejerce sobre la tierra ha causado también la admiración de todos
los hombres que lo han considerado como el rey de la creación y como
el más grande, el más bello y el mejor de todos los dioses.
Los libros sagrados de las primitivas religiones revelan que la
tecnología y la cosmogonía de todos los pueblos no eran más que
sistemas de física o cuadros de los fenómenos de la naturaleza,
cuidadosamente velados bajo el manto de las alegorías misteriosas y de
los simbolísmos enigmáticos.
Las leyendas en que se basan los misterios y los cultos de los pueblos
antiguos están fundadas todas en la marcha aparente del Sol declinando
hacia el ocaso, para expresar, en lenguaje figurado, que es vencido
por las tinieblas, pero, reapareciendo de nuevo se presenta como
vencedor y resucitado.
Esta muerte y resurrección alegóricas son imagen de las vicisitudes de
la Vida y del combate eterno entre los principios del bien y del mal.
Por lo que al Sol se refiere, los Buscadores modernos nos atenemos
únicamente, para considerarlos, a los datos de la ciencia; pero en el
lenguaje figurado y en el basto campo del simbolísmo, son variadísimos
sus nombre, sus representaciones y sus atributos.
La filosofía hermética enseña que no hay muerte sin resurrección, ni
decaimiento sin restablecimiento posterior, síguese de este principio
la gran importancia que, por su gran significado tiene, para nosotros
en especial, el equinoccio de primavera.
Este, es en la fecha en que los rayos solares al caer verticalmente
sobre el ecuador, hacen que el día y la noche tengan la misma duración
en cualquier lugar del mundo; este fenómeno ocurre todos los años el
21 de marzo (Aries) y el 21 de septiembre (Libra); en oposición al
equinoccio tenemos el solsticio, que es el momento en que los rayos
solares caen verticalmente sobre el trópico de Cáncer (21 de junio) y
sobre el trópico de Capricornio (21 de diciembre) y en ellos el día y
la noche no tienen igual duración. En el primero tenemos el día más
largo del año y en el segundo la noche más larga.
Al girar la tierra alrededor del Sol conserva su eje sensiblemente en
la misma dirección durante todo el recorrido anual. El ecuador de la
tierra, que es un plano perpendicular a ese eje, forma con el plano de
la eclíptica un ángulo que actualmente es de 23°7´ . El plano del
ecuador corta el plano de la eclíptica según una recta que toca a la
eclíptica en dos puntos. A estos puntos se les llama los equinoccios y
la tierra pasa por ellos en las fechas mencionadas.
En el hemisferio septentrional a partir del equinoccio de primavera
que es el 21 de marzo, los días solares, es decir, la permanencia del
Sol sobre el horizonte, se van haciendo más largos hasta el 21 de
junio, situación que se acentúa mientras más al norte se haya situado
el observador. Esta mayor duración de los días es tal que a los 67° de
latitud ya se tiene un día sin noche.
Del 21 de junio hasta el 21 de septiembre los días se acortan de nuevo
y siguen acortándose hasta el 21 de diciembre, que es el día más
corto, y a los 67° se tiene ya lo noche sin día.
Este fenómeno que al sur del ecuador se realiza de manera idéntica,
pero a la inversa, produce también las estaciones.
Zoroastro enseñaba que el Sol es el más perfecto fuego de Dios, el
trono de Su Gloria y la residencia de Su divina Presencia, por eso
aconsejaba a sus discípulos que "para rendir culto a Dios lo rindieran
primero al Sol (al que llamaba Mitra) y luego a los Fuegos Sagrados,
por ser las cosas en las que Él preferentemente moraba.
Maurice opina que "el culto al Sol como señor del cielo y gobernador
del Universo ha sido la superstición más antigua de todas las
naciones, particularmente en Fenicia, Caldea, Egipto, Perú y México,
en cuyos pueblos recibía este astro diversos nombres. La gran
luminaria de los cielos ha sido adorada de generación en generación a
través de todas las convulsiones del tiempo".
Con lo citado espero que baste para demostrar la completa coincidencia
existente respecto al Sol entre el simbolísmo de los antiguos Ritos y
Misterios, y al surgir su origen común, reconocer la importancia que
para nosotros los Buscadores tiene el equinoccio de esta que queremos
esperanzadora primavera.
Reply all
Reply to author
Forward
0 new messages