En Chile, la eficiencia de la enseñanza se mide a través del Sistema
Nacional de Evaluación del Ministerio de Educación (Simce), cuyo
objetivo es "contribuir al mejoramiento de la calidad y equidad de la
educación informando sobre el desempeño de los alumnos en distintas
áreas de aprendizaje". Para tal propósito realiza periódicamente las
llamadas pruebas Simce que miden logro académico en lenguaje,
matemática y ciencias (naturales y sociales) en alumnos de 4° y 8°
básico, y 2° medio.
De acuerdo a las mediciones internacionales, mientras en Chile la
fluidez de lectura da cuenta de unas cien palabras por minuto, en
África ésta llega a unas 50, pero a la hora de evaluar comprensión de
lectura nuestro país se ubica en los niveles más bajos con no más de
un 50 por ciento.
Según el doctor en Educación Ernesto Schiefelbein, el 80 por ciento de
los profesores en Chile no tiene la suficiente formación para hacer
del aula un lugar donde los niños efectivamente aprendan y prevalece
en ellos la "educación frontal", que privilegia a los alumnos que
entienden por sobre aquellos con más dificultades. Otra razón del
problema es, en su opinión, que "los textos son malos".
También destaca el nivel de la familia del alumno, pero aclara que con
un profesor que hace una clase participativa y entretenida, y con los
libros adecuados, eso se puede compensar.
Respecto de la creación de la Superintendencia de Educación, para los
expertos resulta trascendente si participan de este proceso "las
mejores mentes".
Si bien para Schiefelbein el financiamiento de la educación y el lucro
no tienen mayores incidencias en sus resultados, ya que el mismo Simce
da cuenta que establecimientos que atienden a niños de un mismo nivel
socioeconómico, tienen similares resultados, independientemente de su
categoría (privado, subvencionado o municipal), es un hecho que esa
medición sólo es válida para los niveles intermedios, pues siempre a
un niño de nivel socioeconómico bajo le va peor que a uno de nivel
alto.
A la hora de evaluar nuestra propia historia en Educación, llama la
atención un período: entre 1965 y 1970 Chile logró los mejores índices
de acceso y pasó de un 65 a casi un 100 por ciento de cobertura
educacional.
En ese período, una instancia decisiva, fue el Consejo Nacional de
Educación que la nueva LGE plantea reeditar. Ese consejo se estableció
gracias al consenso de profesores, académicos universitarios y
autoridades de la época que lo destinaron a planificar y analizar
diferentes propuestas para el área, las cuales luego se presentaban al
Congreso que siempre aprobó las iniciativas, pues provenían de una
instancia independiente y del más alto nivel.