Sí, Nanci, no tiene límites todo lo que se podría hacer. Sólo es
cuestión de dejar volar la imaginación.
A veces es muy útil recordar los artículos que se venden en los
negocios de regalos y adornos y tratar de componer algo de todo ello a
partir de lo que se ha desechado. Los móviles colgantes que suenan
cuando sopla el viento también son muy fáciles de construir a partir
de objetos inútiles.
Por ejemplo, para esas largas mangueras de jardín que nunca se guardan
bien, son muy útiles las llantas desechadas, incluso pintándolas con
algunas flores y colores a tono con la casa quedan muy lindas en el
jardín. Siempre es mejor que comprar esos enrolladores de plástico
manufacturados a partir del petroleo, que encima se rompen después de
usarlos un par de veces.
Saludos.