Hayuna teora de que existi antes una novela ms corta, en el estilo de sus futuras Novelas ejemplares. Ese escrito, si es que existi, est perdido, pero hay muchos testimonios de que la historia de don Quijote, sin entenderse exactamente a qu se refiere o la forma en que la noticia se circulara, fue conocida en crculos literarios antes de la primera edicin (cuya impresin se acab en diciembre de 1604). Por ejemplo, el toledano Ibrahim Taybil, de nombre cristiano Juan Prez y el escritor morisco ms conocido entre los establecidos en Tnez tras la expulsin general de 1609-1612, narr una visita en 1604 a una librera en Alcal en donde adquiri las Epstolas familiares y el Relox de Prncipes de Fray Antonio de Guevara y la Historia imperial y cesrea de Pedro Mexa. En ese mismo pasaje se burla de los libros de caballeras de moda y cita como obra conocida el Quijote. Eso le permiti a Jaime Oliver Asn aadir un dato a favor de la posible existencia de una discutida edicin anterior a la de 1605. Tal hiptesis ha sido desmentida por Francisco Rico.
Por otra parte, el ataque a Lope de Vega en el prlogo y las crticas del teatro del momento en el discurso del cannigo de Toledo (captulo 48) supusieron atraer la inquina de los lopistas y del propio Lope, quien, hasta entonces, haba sido amigo de Cervantes.
Eso motiv que, en 1614, saliera una segunda parte apcrifa de la obra bajo el nombre autoral, inventado o real, de Alonso Fernndez de Avellaneda, y con pie de imprenta falso. En el prlogo se ofende gravemente a Cervantes tachndolo de envidioso, en respuesta al agravio infligido a Lope. No se tienen noticias de quin era este Fernndez de Avellaneda, pero se han formulado teoras muy complejas al respecto; adems, existi un personaje coetneo, cura de Avellaneda (vila), que pudo ser el autor. Un importante cervantista, Martn de Riquer, sospecha que fue otro personaje real, Jernimo de Pasamonte, un militar compaero de Cervantes y autor de un libro autobiogrfico, agraviado por la publicacin de la primera parte, en la que aparece como el galeote Gins de Pasamonte. Y es incluso posible que se inspirara en la continuacin que estaba elaborando Cervantes.
En 1615 se public la continuacin autntica de la historia de don Quijote, la de Cervantes, con el ttulo de Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. En ella, el novelista jugara con el hecho de que el protagonista se entera de que ya la gente ha empezado a leer la primera parte de sus aventuras, en que, tanto l como Sancho Panza, aparecen nombrados como tales, adems de la existencia de la segunda parte espuria.
La que despus se llamara Primera Parte originalmente se llam El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha y consta de 52 captulos, separados a su vez en cuatro partes de 8, 6, 14 y 24 captulos respectivamente. Empieza con un prlogo en el que Cervantes se burla de la erudicin pedantesca y con unos poemas cmicos, a manera de preliminares, compuestos en alabanza de la obra por el propio autor, quien lo justifica diciendo que no encontr a nadie que quisiera alabar una obra tan extravagante como esta, como sabemos por una carta de Lope de Vega. En efecto, se trata, como dice el cura (un personaje de la novela) en el captulo 47 de la primera parte, de una escritura desatada, libre de normativas, que mezcla lo lrico, pico, trgico, cmico y donde se entremeten en el desarrollo historias de varios gneros, como por ejemplo: Grisstomo y la pastora Marcela, la novela de El curioso impertinente, la historia del cautivo, el discurso sobre las armas y las letras, el de la Edad de Oro, la primera salida de don Quijote solo y la segunda con su inseparable escudero Sancho Panza (la segunda parte narra la tercera y postrera salida).
Se pone un nombre sugerente: don Quijote de la Mancha; bautiza a su caballo como Rocinante, reconstruye las armas de sus bisabuelos y elige a la dama de quien estar enamorado. Sin que nadie lo vea se lanza al campo en su primera salida, pero con sobresalto recuerda que no ha sido armado caballero, por lo que llegando a una venta, que l confunde con un castillo, al ventero con el castellano y a unas prostitutas como damas, todo al modo de sus libros, decide hacer all la vela de armas y convence al posadero para que le d el espaldarazo. Por fin, en una satrica ceremonia don Quijote es armado caballero por el ventero y a partir de este momento reanuda su cabalgata con mayor bro. Le suceden toda suerte de tragicmicas aventuras en las que, impulsado en el fondo por la bondad y el idealismo, busca desfacer agravios y ayudar a los desfavorecidos y desventurados. Profesa un profundo amor platnico a su dama Dulcinea del Toboso, que es, en realidad, una moza labradora de muy buen parecer: Aldonza Lorenzo. En su primera aventura intenta salvar a un mozo llamado Andrs de los azotes de su empleador, lo que termina en mayor perjuicio para el joven; luego, en un cruce de caminos, desafa a todo un grupo de comerciantes a que reconozcan que su dama es la ms bella del mundo, sin siquiera verla. Apaleado por uno de los comerciantes es encontrado por un vecino suyo quien, a lomo de su cabalgadura, lo devuelve a la aldea, donde es atendido por su sobrina y el ama de la casa. El cura y el barbero del lugar someten la biblioteca de Don Quijote a un expurgo, y queman parte de los libros que le han hecho tanto mal, hacindole creer que han sido unos encantadores quienes han hecho desaparecer su coleccin. El recurso a las manipulaciones de los encantadores ser permanente en el discurso de la obra, encantadores que le desfigurarn a cada paso la realidad a don Quijote permitindole explicar sus fracasos.
En el intertanto de la primera y segunda salida don Quijote requiere los servicios como escudero de su vecino, un labrador llamado Sancho Panza, a quien le promete grandes mercedes, en especial hacerlo gobernador de algn reino que conquiste en sus aventuras. Aparece entonces el otro personaje fundamental en la novela, que le permite a don Quijote dialogar y que contrapesar su extremo idealismo.
Una vez ms, en su segunda salida, esta vez acompaado por su escudero Sancho, don Quijote se lanza por el Campo de Montiel en demanda de ejercer su nuevo oficio. En este momento ocurre su ms famosa aventura: Don Quijote lucha contra unos gigantes, que no son otra cosa que molinos de viento, pese a las advertencias de su escudero.
-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertramos a desear; porque ves all, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco ms desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer: que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
-Mire vuestra merced-respondi Sancho-, que aquellos que all se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino.
-Bien parece-respondi don Quijote- que no ests cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo qutate de ah, y ponte en oracin en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtindole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes aquellos que iba a acometer. Pero l iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oa las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas:
Luego ocurre una de las ms disparatadas aventuras de don Quijote: la aventura de los rebaos de ovejas, en la cual el personaje confunde a las ovejas con dos ejrcitos que se van a embestir; en su imaginacin hace una prolija descripcin de los principales combatientes ante el estupor de Sancho; finalmente, don Quijote toma partido y ataca a uno de los rebaos, siendo pronto derribado del caballo por los pastores. Esa noche don Quijote ataca a una procesin de enlutados monjes benedictinos que acompaaban a un atad a su sepultura en otra ciudad. Luego, amo y mozo velan en un bosque donde escuchan unos fuertes ruidos que inducen a don Quijote a creer que hay otros gigantes en las cercanas; aunque, realmente, son solo los golpes de unos batanes en el agua. Al da siguiente a don Quijote le ocurre la alta aventura y rica ganancia del yelmo de Mambrino, en la cual arrebata a un barbero la famosa baca que ha inmortalizado la representacin plstica y grfica de su figura. Luego, ocurre una nueva y grotesca aventura, en la cual don Quijote deforma hasta el extremo el ideal caballeresco de liberar a los cautivos: la liberacin por la fuerza de un grupo de galeotes llevados por la justicia del rey a cumplir su pena; los galeotes, liderados por Gins de Pasamonte, pagan muy mal el favor, apedreando a sus liberadores, con gran vergenza de don Quijote.
Don Quijote y Sancho se internan a continuacin en Sierra Morena. En este lugar ocurren diversas situaciones: la extraa desaparicin del Rucio, el jumento de Sancho, hecho no consignado en la primera edicin y enmendado en las posteriores, aunque no satisfactoriamente. Imitando a Amads de Gaula, don Quijote decide hacer penitencia y en cierto momento declara ante el sorprendido Sancho su secreto ms ntimo: quin es en verdad Dulcinea del Toboso. Conocen a un nuevo personaje: Cardenio, quien da muestra de desquiciamiento producto de una gran frustracin amorosa. Don Quijote enva a Sancho con una carta a Dulcinea, lo que obliga a este a partir en direccin al Toboso. Mientras esto ocurre, sus convecinos, el cura y el barbero, han seguido el rastro de don Quijote y en el camino se encuentran con Sancho quien regresa con su seor y le miente acerca del xito de su viaje. Tambin dan con una moza llamada Dorotea quien, sola, va en busca de ajustar cuentas sentimentales con el hombre que le arrebat su honra. Convencen a Dorotea de participar en un intrincado plan para devolver a don Quijote a su aldea: se hace pasar por una princesa llamada Micomicona, cuyo reino est siendo aterrorizado por un gigante. La princesa, el cura y el barbero disfrazados, se presentan ante don Quijote. La princesa le pide que la acompae para que mate al gigante y libere a su reino. Don Quijote acepta de buen grado y todos abandonan la Sierra y llegan nuevamente a la posada en que tuvo lugar el manteamiento de Sancho. En el trascurso de este viaje, misteriosamente Sancho recupera su Rucio.
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