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Vinos Del Plata

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Feb 18, 2013, 7:07:09 PM2/18/13
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En el 2012, el 75% del consumo interno fue de vinos sin mención varietal

En conjunto, los despachos al mercado interno crecieron un 2,4% por encima de lo alcanzado en el 2011. Los vinos espumantes fueron los más dinámicos con un aumento del 20,4%, según datos relevados por el INV.
 


Los despachos al consumo interno durante el 2012 aumentaron 233 mil hectolitros con respecto al año anterior. El mismo fue propulsado principalmente por los vinos sin mención de varietal que crecieron 240 mil hectolitros, dentro de esta categoría aumentaron los vinos de color en un 6,4%. Cabe destacar, que los vinos sin mención de varietal representaron el 75% del total despachado durante el 2012. Así lo demuestran los últimos datos emitidos por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), correspondientes a enero-diciembre del 2012.

Por otra parte, los vinos varietales tuvieron un mal desempeño ya que se consumieron un 2,3% menos que en el 2011. Por otra parte, el consumo de vino en damajuana y en botella mostró una caída del 10,1% y del 0,5%, respectivamente. Mientras que, los vinos en tetrabrik crecieron un 7,8% alcanzando los 4,3 millones de hectolitros en el 2012.

Los despachos de los vinos blancos mostraron una caída del 2,81% en el acumulado anual, que fue compensado por un crecimiento del 4,32% de los vinos de color. Éstos últimos llegaron a representar en el 2012 casi el 75% de los despachos de vino.

En particular el mes de diciembre no tuvo un buen desempeño ya que cayó un 2,2% en comparación a diciembre del 2011. Los que se destacaron fueron los vinos espumantes que crecieron un 23,4%. Además, los vinos en tetrabrik fueron los únicos que mostraron una buena performance en este período, alcanzando los casi 356 mil hectolitros.



Durante los últimos cinco años los despachos de vinos sin mención de varietal y espumantes mostraron un aumento en la participación en el total de vinos despachados. Además, los vinos espumantes mostraron un crecimiento promedio anual del 9,2%. Por otra parte los vinos en tetrabrik han mostrado una tendencia creciente en los últimos tres años.
Teniendo en cuenta los problemas inflacionarios que está enfrentando la Argentina, que generan continuamente aumento de costos, que no son fácilmente trasladables a los precios y la pérdida de competitividad de las empresas, se espera que los empresarios argentinos se vuelquen al mercado interno. Como se ha observado en los últimos tres años hay una tendencia moderada pero creciente en los despachos al mercado interno. 
María Eugenia Aznar
maz...@areadelvino.com
      

Comercialización total de vinos

El total de vinos comercializados, que incluye exportaciones y despachos al consumo interno mostraron un crecimiento del 5,94% respecto del 2011, los vinos sin mención de varietal, los varietales y los espumosos crecieron un 6,2%, 5,0% y 18,3%, respectivamente.



Propuestas: Un lujoso menú 100% cafetero


Nespresso y el chef Dante Liporace (del genial restaurante Tarquino) se unieron en un menú delicioso, el que todos los pasos están elaborados con un Grand Cru diferente de la marca suiza.

Más allá de que sea una evidente estrategia de comunicación, el resultado es inmejorable. El café se asocia a cada plato de una manera sutil, elegante, muy bien llevado de la mano de Dante Liporace, que supo aprovechar las muchas bondades de los Grand Cru de Nespresso para armar un menú riquísimo y muy original. Tuvimos la suerte de probar todos los pasos, y podemos corroborar esto que decimos.

El menú Nespresso inicia con un aperitivo de langostino, ananá y gelatina de café (Grand Cru Ristretto Origen India). A continuación, gnocchis de leche con salsa Alfredo, aceite de azafrán, almendras y café espolvoreado (Grand Cru Espresso Leggero). Luego, uno de los puntos fuertes, un pato confitado con naranja, budín de pan y reducción de café (Grand Cru Ristretto). Sigue con lo mejor de todo: una deliciosa carrillera que se deshace en la boca, servida con espuma de queso de cabra, puré de manzanas y aire de café (Grand Cru Lungo Forte). Como gran final, un helado repleto de sabor al casi extinto pure malt Johnnie Walker Gold, esfera de mango, toffee de café y vainilla, chocolate, miel y bizcocho de café (Grand Cru Decaffeinato).

Un menú de lujo a precio de lujo: $420 (sin vino) / $540 (con vino), y estará disponible del 12 de febrero al 31 de marzo. Para darse un gran capricho.

Tarquino queda en Rodríguez Peña 1967. Reservas al 6091-2160.
Escrito por: RODOLFO REICH

San Juan: un viaje gastronómico por Marijo

¿Conocés San Juan? Tierra de sol y buenos vinos, es una nueva meta gastronómica. Frutas, aceites, tomates inolvidables, platos regionales y restaurantes históricos. Ahora está de fiesta: del 19 al 23 de febrero es la Fiesta Nacional del Sol, similar a la de la vendimia mendocina. Buena excusa para viajar y conocer sus delicias.

¡Resero blanco sanjuanino! ¿Quién no recuerda “el vino que hizo famoso a San Juan”? Tierra de la Fiesta Nacional del Sol, la provincia de San Juan, al pie de la Cordillera de Los Andes, es un lugar poblado de delicias. Vinos, frutas, aceites y minerales. Tomates inolvidables. Y un clima extremo. Viento zonda y sol, mucho sol que en San Juan brilla 300 días al año.

Goza de una amplitud térmica muy alta entre la noche y el día que le permite producir vinos originales e inolvidables. Colonizada por los españoles y cuna de Domingo Faustino Sarmiento, la provincia de San Juan, aportó soldados, milicianos, pólvora y arrieros a la campaña que organizó el General José de San Martín para liberar a Chile del dominio de España.
Y ahora está de fiesta.

FIESTA NACIONAL DE SOL
Del 19 al el 23 de febrero los sanjuaninos organizan esta fiesta para honrar al sol. Se realiza siempre en la ciudad de San Juan y en otros sitios de la provincia, durante la última semana de febrero, a lo largo de cinco días.
Parecida a la Fiesta de la Vendimia de Mendoza, pero más abarcadora porque incluye todos los productos de la tradición agrícola local, en la Fiesta del Sol desfilan carruajes y hay exposiciones agroindustriales y espectáculos de artistas locales y nacionales.
La fiesta termina en la Quebrada de Zonda con teatro, danzas, luces y sonidos. Los sanjuaninos le suman también la elección de la reina y virreina nacional del Sol, cuyas candidatas llegan de cada uno de los 19 departamentos de la provincia.


MIRÁ SAN JUAN
Con casi 92 mil kilómetros cuadrados, la mayor producción industrial de San Juan es la vitivinicultura. Según los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), desde 1936 a 2011, fecha del último Registro Nacional de Viñedos, San Juan y Mendoza aumentaron alrededor de un 50% la superficie destinada a viñedos.

En San Juan, la cepa que mejores vinos ofrece es la Syrah, también conocida como shiraz, Candive Noir, Entournerein, Hignin Noir, Plan de la Biaune, Schiraz, Sérine, Séräne, Sirac, Syra, Syrac y Petite Syrah. De orígenes no demasiado claros, algunos sostienen que la cepa Syrah llega a Francia desde la antigua Persia, hoy Irán. De todas maneras, ha sido Francia el país que le dedicó tierras y sabores muy variados.
Mendoza y San Juan, dos de las tres provincias que constituyen la región de Cuyo, concentran el 92,5% de la superficie de viñedos del país. Aún estando lejos en cantidades de producción de Mendoza, la industria vitivinícola de San Juan ha crecido muchísimo.


LA RUTA DEL VINO
El primer establecimiento productor de vino de la ruta del vino sanjuanina que empieza en la capital es Bodega La Guarda. En Buenos Aires está a cargo de Laura Ciácera, que se ocupa del marketing. Fernando, su hermano, está en la provincia al frente de la producción. La Guarda es una de las bodegas más nuevas de la provincia pero detrás hay tres generaciones con un vínculo muy cercano con la vitivinicultura.
“Cuando decidimos emprender el proyecto, elegimos a San Juan por sus valles y por la fuerza de sus habitantes”, comenta Laura Ciácera. Apasionada de su trabajo, Laura dice que su vida es hacer y vender vino. “Porque el momento que rodea al vino es maravilloso. Nos permite disfrutar y compartir. Por algo uno eleva una copa, porque hay algo de la felicidad que solo la hace el vino. El amor y el cariño, también. Siempre quisimos enfatizar este concepto. Y es por esto que proponemos proyectos alternativos. Hacemos un Syrah que llamamos Éxtasis. El primer vino erótico del país. Lo presentamos en 2012 en un evento en La Rural de Buenos Aires, con Extasy, el Sex Shop más importante de la Argentina y la Revista Play Boy. Es que nos gusta promover eventos rodeados de placer”.

La Guarda vende en el mercado nacional y exporta a varios países. Organiza visitas, cenas y degustaciones en la bodega. Y está pensando en hacer un restaurante porque a medida que pasa el tiempo hay más turistas. “Hay un gran interés del mundo por el vino sanjuanino. Los ingleses se sorprenden cuanto les cuento que San Juan tiene 300 días de sol año. Les hablo de esa sequedad que transforma el cuerpo. Que aunque corra el viento zonda, que limpia las uvas, los pájaros no dejan de cantar”.
“San Juan ya se abrió al mundo –nos comenta Guillermo García, Presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV)-. Profundizó la especialización de la producción de jugo concentrado de uva, muy importante para el país, primeros exportadores mundiales. San Juan también se sumó a la tendencia que empezó en los años ‘90 de producir uvas y vinos de alta calidad para vender en el exterior. Se mantiene a la par del resto de las provincias que producen uvas de alta calidad que, con sus características particulares vinculados a suelo y clima, se empiezan a proponer como terruños o terroir muy específicos”.


GASTRONOMÍA SANJUANINA
San Juan es otra de las metas gastronómicas de nuestro país. Algunos amigos sanjuaninos lo dicen mejor que yo que soy mendocina. “Mi relación más profunda con los olores y sabores de San Juan es la que vivo en la cordillera cuando subo a pintar. La ceremonia de preparar la comida después de un día largo de mulas, cuando todavía no oscurece, pelar, cortar, buscar agua en algún arroyo cercano. Y ese olor tan penetrante de los yuyos. Es única la sequedad del entorno que se te mete por todos los poros. La comida tiene otro sabor porque el agua tiene otro sabor y porque soy otro, distinto que el que quedó abajo. Los baqueanos aprovechan, porque conocen, los yuyos y las plantas de alta montaña, donde cada una cumple una función beneficiosa para las personas. Como la digestión es más lenta en la montaña ceno temprano y camino un poco antes de acostarme. No hay como un guisote en esas circunstancias”, dice Carlos Gómez Centurión, uno de los arquitectos y plásticos contemporáneos más importantes de la provincia.
Y si de placeres se trata, San Juan también los ofrece. Recordemos que las tradiciones locales para el paladar son muy parecidas a las mendocinas. Llegaron de la mano de los conquistadores primero, luego de los inmigrantes de la cuenca del mar Mediterráneo. También de Siria y de Turquía. Todos dejaron huellas que hoy la sociedad disfruta.

“En San Juan la fruta y la verdura son más sabrosas que en Mendoza”, afirma Estela García, ex directora de la Casa de San Juan en Buenos Aires y amante de la cocina casera. “Las empanadas son muy jugosas porque llevan mucha cebolla. Se usa un kilo de carne y uno de cebolla. Se agrega pimentón dulce, orégano fresco, huevo duro y aceitunas. No llevan papa como en el norte, tampoco pasas de uva. Mi mamá le ponía a la masa un vaso del vermouth que hacía mi padre. El resultado era que la masa tenía un perfume muy delicioso. Si las empanadas son fritas les decimos pasteles, que pueden ser dulces o salados. Por supuesto que el horno de barro es primordial en San Juan. Es muy común encontrar en las fincas un horno de barro porque le brinda un sabor exquisito a las comidas”.

La cocina tradicional sanjuanina incluya asados, empanadas, pastas, mermeladas de todas las frutas, especialmente de membrillo. “En San Juan el dulce de membrillo es transparente porque se usa sólo la carne del membrillo, sin piel ni palitos. Por cada kilo de membrillos va casi un kilo de azúcar. Fundamental es la paila de cobre. El dulce está listo cuando empieza a separarse de las paredes de la paila. Siempre hay que revolverlo con cuchara de madera. Cuando yo era chica, la gente competía para ver a quién le salía el dulce más clarito y transparente. A mí nunca me salió como la hacía mi madre”, concluye Estela.
A la cocina sanjuanina se suma el pastel de carne y batatas, con azúcar y canela arriba, que cuando se cocina hace costrita. Más el tomaticán, una suerte de salsa de tomates espesada con pan rallado y huevo, las sopaipillas (tortas fritas), la carbonada, los niños envueltos en hojas de parra que ablandan en agua caliente. El relleno es de carne y arroz y se cocina en tomate como cualquier guiso. Todavía están los que siguen haciendo tomates al natural que envasan en frascos y esterilizan a baño María. Durante el invierno a los sanjuaninos les gusta destapar un frasco y agregar unas gotas de aceite de oliva.

También hacen conservas de verduras. En San Juan, como en el norte argentino, hay humitas dulces o saladas. Entre los dulces, es típico el de alcayota o cayote y la ambrosía. Entre los productos frescos, los melones rocío de miel son característicos de San Juan. Más las frutas. Damascos y ciruelas.
Los sanjuaninos comen los melones con jamones crudos de la región. Suman higos. Con la uva no solo se hacen vinos, también dulces y salsas. Durante el invierno son característicos los carneos. De aquí los fiambres, los quesos de chancho y los mantecados: pequeñas tortitas dulces que se hacen con grasa de cerdo y que se remontan a antiguas tradiciones españolas. Se hacen en el momento del carneo.
La chanfaina es otro de los clásicos de San Juan. Es un guisito de menuditos del chivito cortados chiquitos y aderezados con aceite de oliva, cebollitas, zanahorias y ajo. De las carnes rojas, el chivito es lo que más se consume. También es muy común la harina de algarroba. Se trata de platos de una cocina casera, pero que también podemos comer en los varios restaurantes que nos ofrece la ciudad.


DONDE COMER EN SAN JUAN
Para iniciarnos en los caminos de las delicias de San Juan le preguntamos a algunos amigos cuáles son sus restaurantes preferidos. Carlos Fagale, médico radiólogo y desde hace treinta años presidente de la Filial San Juan de Mozarteum Argentino, nos recomienda sus restaurantes preferidos.
Uno es el Restaurante del Hotel Provincial, también el restaurante Las Cavas de Del Bono Park Hotel Spa & Casino y Solar del Syrah del Hotel Viñas del Sol.
“Un restaurante muy interesante es Eloy, ubicado en la casa que fuera del Gobernador Eloy Camus durante los años ’70 del siglo pasado. Une historia de una época con una atención cordial, excelente vinoteca y buena parrilla. Ubicado cerca de Avenida del Libertador, en la zona de mayor movida de la ciudad y próximo a nuevas propuestas como Renato, está muy bien decorado y con buena barra”.
“En el centro y frente a la catedral está De Sánchez, una propuesta refinada y muy pareja en calidad”. Si se trata de parrillas tradicionales, Fagale prefiere Los Toneles, también en Avenida del Libertador. “Son deliciosas las carnes, empanadas y ensaladas”.

Respecto de las cantinas, que rescatan una gastronomía clásica e inigualable, Carlos Fagale recomienda La Castellana (Las Heras Sur 155, 0264 427-6752), “con sus inmejorables tortillas de papa, rabas y sus callos a la madrileña; en este rango y dentro del Mercado Central de la Ciudad de San Juan se encuentra la cantina de Los Gómez, con sus tradicionales paellas del mediodía”.
En la zona cordillerana están Barreal y la Posada de los Patos, “que ofrece una comida de gran refinamiento. En Zonda, un lugar de casas de fin de semana, recomiendo La Coqueta, un restaurante muy bonito y concurrido, al que hay que ir dispuesto esperar”.

Alberto Sánchez Maratta, uno de los dibujantes más prestigiosos de San Juan, también nos recomienda sus restaurantes preferidos. Dice que los dioses del box prefieren la comida sencilla. Van a El Club Julio Mocoroa / Boxeo (no muy lejos de la capital, está en la calle Mendoza Norte 612, 00264 421-2687), donde se ofrece un programa de peleas al aire libre casi todo el año. Por lo general de noche, cada vez que hay box, en los alrededores se instalan puestos de comida al paso. Es tradicional el choripán. “El secreto de la delicia del chori es la competencia entre los chefs al paso. Ofrecen distintos adobos, chimichurris, salsas y otros acompañamientos riquísimos. Los sanjuaninos acompañamos con un vaso extra large de cerveza heladísima, pero la experiencia perfecta es saborearlos lentamente desde la tribuna mientras participamos de los enfrentamientos”.

Alberto también nos recomienda el restaurante de Los Gadeano, a minutos de la ciudad hacia el norte en el departamento de Albardón. “Luego de una calle arbolada y atemporal, está el pequeño restaurante familiar conocido por el apellido de sus dueños. Cada noche acuden devotos de la comida de campo a degustar siempre el mismo menú: jamón crudo de la zona perfectamente curado. Los Gadeano lo sirven con un generoso plato de tomates con aceite de oliva y sal gruesa. También hacen el pan casero en el horno de leña. Si el comensal es paciente, puede ser recompensado por un entremés de huevos caseros apenas fritos hasta que llega la increíble tortilla a la española que terminaron de cocinar sobre una piedra caliente. Hay vino artesanal, que los Gadeano venden en el restaurante. Se trata de una experiencia ajena a las modas”.
También hacia el norte, en el departamento de Jachal está el restaurante conocido como Lo del Chato. “Las empanadas del Chato son legendarias. Jugosas, picantitas, criollas, increíbles. Recomiendo comerlas en cuanto se llega a la ciudad, justo cuando el hambre está pleno”.
Y para terminar con este recorrido de sabores sanjuaninos, Alberto Sánchez Maratta también recomienda De Sánchez. Para él tiene el brillo de la alta cocina francesa, con ingredientes locales, cristalería ecléctica y libros que se pueden leer y comprar mientras se espera que llegue nuestra cena. “De Sánchez mezcla lo que vale la pena en esa experiencia vital que llamamos placer: lecturas, música, comida delicadamente equilibrada entre lo criollo y lo europeo, con algún toque oriental y misterioso”.
Entonces, bodegas, paisajes, delicias de hoy y de siempre. ¿Qué estás esperando para ir a San Juan? Si ya fuiste, contanos cuáles son tus platos o restaurantes favoritos.


 
María Josefina Cerutti
Le dicen Marijó. Es mendocina, socióloga y periodista, y mezclar palabras con delicias es lo que más le gusta. Desde octubre se puede encontrar en las librerías su libro “Ni ebrias, ni dormidas. Las mujeres en la ruta del vino”, que publicó Editorial Planeta.
mariajosef...@gmail.com


Los quesos de Dalí por el "benemerito" F.Couto

Según el pintor, hay que comer 9 quesos distintos cada día o podés ser condenado al fuego eterno. Amante de los quesos y las buenas bebidas, Salvador Dalí marcó tendencias gastronómicas. Couto nos cuenta algunas y pasa lista de maridajes que hacen historia.

“Salvador Dalí solía decir que si no se siguen los nueve preceptos del queso se corre el riesgo de ser condenado al fuego eterno. Según el pintor, hay que comer nueve quesos distintos cada día, siguiendo un orden establecido por los ángeles. Decía Dalí que en el almuerzo, entre las ensaladas y el postre, deben servirse cuatro quesos y ser llevados a la mesa sobre un plato de cerámica azul.
El rito de la buena mesa exige que los quesos se corten con un cuchillo previamente sumergido en agua caliente y que se sirvan acompañados con manteca fresca, mostaza de Dijon, cebolla cortada en pluma muy fina, mango, chutney, pimienta y pan de campo casero.

Al mediodía, el original Dalí servía en la mesa un Edam, un Reblochon, un Gruyère y un Camembert. Se debían comer, por supuesto, siguiendo ese orden angélico. A la noche, sin ensaladas, ya que para él no eran comida nocturna, recomendaba cinco quesos: Gouda, Saint Paulin, Cheddar, Emmenthal y Brie. Para acompañarlos solía beber un poco de Calvados o Armagnac, que según él iban de maravillas.
Para Dalí, ensayar a diario este rito seráfico le servía para alcanzar una inesperada tranquilidad interior. Era un mentiroso”.

(“Elogio de la Berenjena, Anécdotas y Recetas de gente verdaderamente famosa”, Autor: Abel González).*
Si se fijan bien en la anécdota referida a los quesos de Dalí, podría pensarse que el genial pintor se olvida de uno por demás importante: el Roquefort.
Pues no es así. Dalí consideraba al Roquefort el rey de los quesos y se lo reservaba para la media tarde, acompañándolo siempre con una generosa copa de Oporto.
El Roquefort y el Camembert son quizás dos de los quesos más amados por los franceses, y probablemente Dalí, que sentía una extrema devoción por París, los adoptaba como sus preferidos durante sus prolongadas estancias en la ciudad luz.

Hay una anécdota respecto de estos dos quesos y la capacidad de Dalí en marcar tendencia. Durante su primera gira por los Estados Unidos, la multitud de periodistas que lo asediaba le preguntó qué le parecía la ciudad de Nueva York. “Se parece a un Roquefort gótico”, respondió certeramente el genial pintor.
Por esa época, la mayoría de los norteamericanos no tenía mucha idea de qué era un Roquefort. A los pocos días, en una conferencia de prensa en Chicago, se le consultó a Dalí por su opinión sobre la ciudad. A lo que respondió categórico: “Se parece a un Camembert romano”.
Cholulos, los americanos prontamente hicieron de los quesos de Dalí un manjar reservado para gourmets.


AMANTES DEL QUESO
Es una verdad a todas luces que quesos y ciertas bebidas hacen una perfecta alianza y ambos se potencian exaltando sus virtudes.
Un Camembert podría yo decirles que va de maravillas con un robusto Borgoña, pero como es un queso oriundo de Normandía, donde no suele beberse mucho vino, hoy les sugiero lo prueben con sidra, bebida muy popular por aquellas tierras.
Les aconsejo probar un muy buen Camembert nacional, el de Piedras Blancas, un magnífico queso de pasta blanda y corteza de hongos comestibles blancos. Su sabor, si no está demasiado maduro, es delicado y elegante, su color es de un blanco impecable cuando se encuentra sano, portentoso y joven. El tiempo acentúa su cremosidad interior, a la vez que la corteza se vuelve cobriza hacia su centro.

Pueden saborearlo acompañado por unos frutos secos, pan tibio y una sidra Premium bien helada como la Apple Storm, primera sidra argentina de paladar casi seco, casi europeo, lo cual la hace ideal para este tipo de queso. Su color es más intenso y su sabor de manzana se percibe intensamente frutal, con un particular toque de acidez, lo cual termina confiriéndole menos dulzor, y eso ayuda a no opacar el sabor pronunciado del Camembert.

Este queso de Piedras Blancas se consigue en dos versiones: tradicional o a la pimienta.
En cuanto al Roquefort, queso al cual amo incondicionalmente, podría abogar por el hecho de acompañarlo con un majestuoso Cabernet Sauvignon o un Sauternes, pero permitámosle en esta ocasión que sea Dalí quien sugiera un Oporto liviano.

La verdadera joyita de un buen Oporto es el Vintage. Este majestuoso vino fortificado es elaborado sólo cuando se dan las condiciones propicias para que alcance la perfección. Tan bueno es un Oporto Vintage que es capaz de lograr su mejor performance luego de 25 años de añejamiento.
Los verdaderos Oportos tienen nominación de origen y son producidos en el Alto Duero y almacenados en añosas bodegas del poblado de Vila Nova de Gaia a orillas del Duero, frente a Oporto en Portugal.
El queso Roquefort cuenta también con denominación de origen de la zona de Roquefort-Sur-Soulzon, al sur de los Pirineos, Francia, por eso es que su correcta apelación en la actualidad es la de queso azul. Con llamativo aspecto de vetas verde-moho azuladas, aroma y sabor particularmente intenso, puede ser elaborado con leche de vaca, cabra u oveja.

Aquí, en la zona de Suipacha, se elabora un queso azul de Piedras Blancas, particularmente picante y tan cremoso que puede untarse. También suelen resultar buenos el fabricado por Ilolay y el de Magnasco.
No está fácil proveerse de un buen Oporto, en tiempos del censor-gourmet Moreno, por lo tanto hoy día una opción inteligente puede ser la de acompañar el Roquefort con un “Malbec a la manera de Oporto” elaborado por Familia Zuccardi y ampliamente conocido como Malamado. Este vino fortificado nacional resulta una excelente opción para cualquier sobremesa y para acompañamiento de este tipo de quesos.

De color púrpura oscuro, presenta visos de color teja, propia de la madurez de este tipo de vinos criados durante más de 24 meses en barricas de roble. Huele de muy agraciada manera y suele recordar a nueces, avellanas y frutos secos en general, con un particular dejo de mermelada de higos y membrillos. Moderadamente dulce y sedoso en boca, atempera el picor del queso azul, volviendo amable su sabor.
Dalí llegó a asegurar que su prodigiosa memoria la debía a la ingesta diaria de quesos. Según él, tan prodigiosa era que le permitía recordar aún cuando estaba en el útero materno, que según él tenía la forma de un ¡huevo frito!

Mucho podrán discutirse las cualidades atribuidas por Dalí al queso; lo que no deja lugar a duda es que buenos quesos con ciertas bebidas correctamente elegidas podrán depararnos momentos memorables.
* Me gustaría dedicar esta nota a la memoria de Abel González, fallecido a fin del año pasado. Abel fue un maestro en letras, uno de los más grandes periodistas dedicados al vino y la gastronomía, con quien tuviera el privilegio de poder compartir muchas charlas y prolongadas sobremesas. Dueño de una pluma privilegiada, siempre que escribió sobre comidas supo darle el valor agregado a sus notas, de su conocimiento sobre historia y anécdotas. “El elogio de la Berenjena” es un fabuloso libro que si pueden conseguir les recomiendo no dejen de leer. ¡Salud, maestro!
 

Novedades exquisitas en LA ROBLA

Nueva variedad de carnes a la parrilla de primera calidad en La Robla. Y, además de la increíble promo para comer gratis los lunes y martes de verano, empezaron los miércoles de mujeres: invitación de todas las bebidas. 

La Robla empezó el año con muchas novedades irresistibles. Vamos por partes.
Por un lado, a su exquisito menú se agregó una atractiva variedad de carnes a la parrilla de primera calidad: tira de asado hasta 5 costillas, bife de chorizo hasta 5 costillas, ojo de bife marmolado especial. Al mediodía: bife de costilla gigante completo a un precio verdaderamente sorprendente, y con un chimichurri de la casa memorable o el ya célebre “chimi picante”, que hay quienes lo llaman afrodisíaco.
Para quienes no estaban enterados: sigue por estos días la increíble promoción de verano:
lunes y martes para comer GRATIS. Sí, hubo gente haciendo cola. Tenés todavía unos días más: si comés en La Robla un lunes o un martes, te llevás el 100% de tu consumición para volver otro lunes o martes hasta el 26 de febrero, inclusive.
Y, tercera noticia: comenzaron los MIERCOLES FEMENINOS. Para las mesas de 4 mujeres como mínimo se les devuelve todo lo consumido en bebidas con un cheque para volver otro miércoles cualquiera con las mismas u otras amigas (válido también para mesas de 20 o 30 mujeres).

La Robla: Costa Rica 4001. Ver ficha en Guía Oleo.
 

DON JULIO: Vinos en iPad

En Don Julio podés ver la carta de vinos en una iPad. Todas las etiquetas y características de cada vino, en formato digital, práctico y ágil. Como en los mejores restaurantes del mundo. Para elegir con calma y placer.

Hace poco más de un año y medio Don Julio comenzó a utilizar el iPad para la carta de vinos. Este novedoso formato permite ver todas las características de los vinos que se ofrecen en el restaurante, para que los comensales puedan tomar la mejor decisión a la hora de elegir el vino. Sólo los restaurantes más selectos cuentan con este formato.
Pablo Rivero, dueño de Don Julio, y un grupo de profesionales realizan dos catas: una en el mes de marzo y otra en octubre, ambas de más de 1000 etiquetas. Es ahí donde se deciden las nuevas incorporaciones que formarán parte de la carta digital.
Don Julio cuenta con dos cavas donde se mantienen los vinos a temperatura. Y en este momento se está incorporando una tercera, para abarcar las 180 etiquetas con las que cuenta el restaurante.
Siguiendo la ruta del vino, si se quiere pedir uno de los vinos Premium de la carta como un Yacochuya, Cobos o Tikal Jubilo, entre otros, se pueden disfrutar al 100%, no sólo por la temperatura ideal con lo que los sirven sino que para que los aromas y sabores exploten se sirven en copas Riedel: copas de cristal de alta calidad que resaltan el sabor de la bebida.
Don Julio, un lugar único donde se puede disfrutar de las mejores carnes y, por supuesto, los mejores vinos.
 

El precio de los vinos

Fuente: Rumbovino Blog.
precios[1]Este post comencé a escribirlo  en diciembre del año pasado. Luego de terminar la idea principal decidí dejarla reposar un tiempo porque no quería equivocarme en el enfoque que debían tener estas líneas.  Pasaron un par de meses, y aún así, la idea sigue sin cerrarme del todo, pero aún a riesgo de no ser certero, me gustaría discutir con los lectores este asunto…
La idea me invadió cuando leí una de las tantas listas que andaban dando vuelta, impresas en papeles de revistas o volando en las pantallas de las páginas o blogs de vinos a través del ciberespacio, enumerando los mejores vinos de Argentina del 2012. Lo cierto es que ese listado – el de aquel momento–  que integraba el top nacional me disparó un par de preguntas-reflexiones, que no son de ahora sino que vienen desde hace bastante tiempo. ¿No se está yendo un poco la mano con los precios de los vinos? ¿Debemos estar orgullosos de que nuestros mejores vinos estén casi todos por arriba de los $100? Lo cierto es que no estoy tan seguro de ambas cosas.
 

No quiero cuestionar esos vinos ni ese podio. No he probado casi ninguno por la sencilla razón que no los puedo pagar. Lo que cuestiono en realidad es que cada día nos cueste más hacer vinos a mejores precios. Al menos eso es lo que parece desprenderse de esas listas. No deberíamos prestar atención a eso, sobre todo cuando estamos perdiendo competitividad en el mundo justamente por ese motivo. Realmente es necesario que los vinos cuesten ese dinero. Como imagen hacia afuera creo que esto no es del todo bueno.
Si bien se que no tiene nada que ver, cualquier persona que no sabe mucho de estos menesteres electivos, tranquilamente podría llegar a pensar que no se puede beber ningún vino de buena calidad por debajo de los $100 (poco más de 20 USD oficiales). Un precio que está muy alejado de las posibilidades económicas de la mayor parte de los bebedores de vinos de Argentina… Y eso que el vino está declarado como la bebida nacional! Y lo que es peor, nos quejamos de que cada vez se bebe menos. Es que así no hay forma de revertir la tendencia.
 
Deberíamos comenzar a tratar de que estos listados los integren vinos más cercanos a la realidad de los consumidores y dejar de hacer tantos productos exclusivos y para pocos. Eso, creo yo, no tiene nada que ver con la inflación del país… tiene que ver con decisiones de empresa. Para mí, este es el desafío que debe perseguir la vitivinicultura argenta…

¿Seremos capaces de hacer vinos más económicos? ¿Seremos capaces, cada uno desde donde le toca, los comunicadores, profesionales y aficionados, de modificar esta tendencia y dar una vuelta de timón para que el vino nacional además de ganar premios gane consumidores?
Gracias por leernos,
Rumbovino.









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