OFENSIVA FINAL ESTELI. JUNIO – JULIO 1979
Byron Javier Picado Molina
Estelí, 15 mayo 2016.
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Francisco Rivera entró a Estelí para no salir nunca más
En enero de 1979, se realizó en Panamá un “congresillo” de la Tendencia Tercerista,
en donde se diseñaron los planes, de la insurrección general. Conforme a esos
planes, se organizaron las comunicaciones y se desarrollaron acciones ofensivas
como el ataque a El Jícaro, por la Columna Oscar Turcios al
mando de Germán Pomares Ordóñez “El Danto”, y luego se produjeron emboscadas en
la Carretera Panamericana, que dieron lugar a la segunda insurrección de Estelí
en abril de ese año.
“El Danto” había entrado por Jalapa, y fue recibido en La Sotana por una
unidad encabezada por Antonio Castillo. Francisco Rivera “El Zorro” se reunió
con “El Danto” el 13 de mayo en el Cerro Las Cuchillas, bautizado Cerro Cuba,
desde que ahí llegaron los guerrilleros de la Bonifacio Montoya en
1975. En esa reunión, terminaron de afinar los planes que habían diseñado sobre
la ofensiva final en el norte. “El Danto” comunica su decisión de participar
personalmente en la toma de Jinotega.
Después de la segunda insurrección de Estelí en abril de 1979, las
fuerzas de las distintas unidades de combate del Frente Norte mantuvieron la
ofensiva con distintas operaciones militares. Para el 22 de mayo, una fuerza de
la Columna Facundo Picado, comandada por Luis Emilio Gámez “Dimas”,
monta una exitosa emboscada en la cuesta de Cucamonga, donde le causaron unas
veinticinco bajas al enemigo.
Todas las unidades al mando de Francisco Rivera, como las de la GPP,
realizan intensas actividades de abastecimiento de armas y municiones.
A principios de junio, ya en marcha los planes nacionales
insurreccionales, “El Zorro”, orientó a Elías Noguera iniciar la ofensiva del
norte con el ataque a Estelí.
Mónica: ¿Cómo comenzó la insurrección final en Estelí?
Elías: El Comandante Francisco Rivera “El Zorro” dirigió las tres
insurrecciones. Tuvimos una reunión, creo que como el dos de junio, donde
conversamos sobre nuestras fuerzas, la distribución de las columnas; y me
informó que había recibido una carta de Julio Ramos, por orientaciones de
Bayardo Arce, para concentrar las fuerzas de la Tendencia GPP, en la
Brigada Coronel Santos López.
Comentario de la autora: Para la insurrección final en el Frente
Norte se involucraron doce columnas entre Terceristas y GPP, algunas de ellas
compuestas de varias escuadras o grupos de combate. Cada uno con su respectiva
jefatura.
Las más grandes eran: Columna Facundo Picado: Jefe, Elías
Noguera y como segundo Emilio Gámez “Dimas”; Columna Carlos Agüero:
Jefes, Héctor Flores y Ramón Prudencio Serrano; Columna César Augusto
Salinas Pinell, bajo el mando de Cristhian Pichardo; Columna Bonifacio
Montoya: Jefe: Omar Cabezas; Columna Oscar Turcios: a la caída de
Germán Pomares, queda bajo el mando de Javier Carrión; La General Pedro
Altamirano, bajo la responsabilidad de Julio Ramos; Columna Jorge
Sinforoso Bravo: Jefe: Jaime Agurcia.
En Matagalpa operaban además la Unidad de Combate Crescencio
Rosales, al mando de Álvaro Baltodano, y la Unidad Salvador Amador,
al mando de José González y “Payín”.
Unidades más pequeñas eran: Donoso Zeledón Úbeda, bajo
la responsabilidad de Salvador Loza y Fredman Torres; La Filemón Rivera bajo
la responsabilidad de Víctor Manuel Gallegos “Pedrito El Hondureño” y Antenor
Rosales; y la Columna Juan Alberto Blandón, dirigida por
Mauricio Zelaya Úbeda.
Para la ofensiva final de junio-julio de 1979, estas columnas se
dislocaron o concentraron según las necesidades y operaron sobre las ciudades
de Estelí, Matagalpa, Ocotal, Condega, Pueblo Nuevo, Limay, Yalí, La Concordia,
San Rafael, La Trinidad, Achuapa, El Sauce, San Isidro, Sébaco y demás
municipios cercanos. Algunas de estas fuerzas llegaron hasta Villanueva.
•
Elías: El 5 de junio, yo tengo una avanzada de mi columna, la Facundo
Picado, a unos cuantos kilómetros de Estelí. “El Zorro” ya tiene su columna
por Santa Cruz, cerca de La Trinidad, la que estaba al mando de “Pedrito El Hondureño”.
Ahí iba “El Capi” Rosales, quien era el político. Otras columnas, como la Donoso
Zeledón, también estaban cerca de Estelí.
La otra parte de mi columna, dirigida por Raúl Monzón, estaba cerca de
Condega. Agurcia, que jefeaba la Sinforoso Bravo, iba en dirección a
Ocotal. O sea, había un plan y prácticamente, desde el punto de vista militar,
ya estábamos echando a andar la estrategia de caerles a los pueblos, pero
simultáneamente con Estelí. “El Zorro” me dice: –Leé la carta para ver si estás
de acuerdo. Era su respuesta a Julio Ramos y a Bayardo Arce, y a mí me pareció
impresionante. Tenía como ocho páginas, donde les explicaba detalladamente lo
que se estaba haciendo; pero no decía que no daba tiempo, y que no estaba de
acuerdo con la concentración de las fuerzas.
Les decía en la carta: –A mi gente la mandé para Matagalpa. Ya Javier
Carrión va en camino a reunirse con otras fuerzas que estaban en la ciudad de
Matagalpa. Álvaro Baltodano por la GPP y Carlos Rojas, “El Doctorcito”, por los
Terceristas. Entonces me explica la distribución de nuestras fuerzas, cuál es
el objetivo militar, lo que se ha hecho sobre las vías de comunicación y otras
actividades militares. La cosa es que yo veo el documento, lo leo varias veces
y le digo que está muy bien. Esa fue la carta que mandó y al final ese fue el
documento aprobado. Es increíble la visión de “El Zorro”, todo un estratega
militar.
Mónica: Sí, él se inclinaba por operar con unidades más pequeñas en distintas
ciudades, en vez de concentrarlas.
Elías: Sí, y tenía una lógica de caer primero en los pueblos donde el
enemigo tenía pequeñas guarniciones, como Pueblo Nuevo y Condega, donde habían
entre cuarenta y cien guardias y, además, darles el golpe militar a esos
pequeños comandos, atacar los movimientos sobre las vías de comunicación y
recuperar armas.
Y lo otro, que era lo más importante, era la integración del pueblo al
combate. Como íbamos de viaje, como decía “El Zorro”, es la ofensiva final,
entonces, decía: –Van a ir todos los colaboradores que estaban clandestinos,
tenían que salir a combatir ya, todo mundo, todos, las mujeres, los jóvenes, ya
era la final, pues. En síntesis, le decía a Bayardo, no me da tiempo de
concentrar fuerzas, ya voy de viaje.
Era como el seis de junio, y me dice, hay que tomarse Estelí. Pero yo
había sido herido en la rodilla durante la insurrección de abril en Condega, en
donde, por cierto, derribamos dos aviones.
En ese momento, del Estado Mayor Tercerista del Frente Norte, sólo
estábamos los dos, porque Pomares, que era el Jefe, ya había caído, y Javier
Carrión, que era el Segundo, andaba en misión en Matagalpa.
Hay que irse para Estelí –me dice. Lo hablaba en plural. Bueno pues
–digo yo. Entonces, al rato me dice: –Alistate, que voy para Estelí. Entonces,
como éramos amigos, además de compañeros, hermanos prácticamente, cuando me
dice ¡alistate!, yo creo que es broma, porque ando en muleta. Él planteaba
caerle primero a Estelí, y que esa fuera la campanada.
Si no puedo caminar, ando con una muleta y un bordón –le digo. Es en
serio –me dice, ahí está un caballo. Y veo un caballón fuerte, medio pesado,
aunque había otro todo flaco, feo; pero él insistía en que me fuera en el
grande. Entonces, le digo: –No, no, yo no puedo montar porque ando herido, ese
jodido me puede botar porque ando herido.
Y así fue. Agarré el cholenco porque el otro era muy brioso, muy fuerte.
La cosa es que me fui con cinco hombres, baqueanos, y llegamos de noche a La
Montañita. Ahí estaba la Columna Facundo Picado, al mando de Emilio
Gámez “Dimas”, un buen combatiente. Le expliqué el plan de la toma de Estelí, y
también del papel de las otras columnas en el Frente Norte y su incorporación a
Estelí.
Mónica: Hay que recordar que para entonces ya había un llamado a la Huelga
General. ¿Cuál era el ambiente en Estelí? ¿Había respondido a ese llamado?
Elías: Estelí se sumó a la huelga general, el cuatro. Hay que tomar en
cuenta que Estelí quedó prácticamente devastado por la represión del somocismo,
después de la insurrección de abril. Prácticamente no había jóvenes.
Mónica: Así es porque en la insurrección de abril, hubo mucho más
bombardeos que en la de 1978. En abril, la Guardia tiró con todo y
prácticamente destruyó la ciudad.
Elías: Sí, con todos los fierros. La colaboración interna estaba golpeada
por la represión; sin embargo, la gente estaba con la esperanza de que las
columnas llegaran a Estelí y era como un ¡sálvennos!, porque la Guardia seguía
reprimiendo. En el campo había una efervescencia total del campesinado, una
gran colaboración. El campo ya prácticamente estaba, como decía Pomares,
liberado. Uno ya andaba a caballo en el campo, porque la Guardia estaba
reconcentrada en los cuarteles. Era la táctica que utilizó la Guardia al final,
la concentración de sus fuerzas en los cuarteles, no salían a patrullar por
miedo a las emboscadas.
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La Divinidad nos bendice siempre.
La Divinidad es en nosotros/as
Somos la Divinidad
Somos Uno
Byron Picado Molina
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA (SBN)
Helena Petrowna Blavastky
"La Espiritualidad más expandida es el AMOR en VERDAD iluminado
con Valores aplicados"
Estelí,Nicaragua.
América Central
( Red Estelí Cultural)