Una reflexión frente a la acusación constitucional

[Juan Ramón Leal Soto]

 

Carta abierta a los senadores

 

 

Estimado Senador:

 

No acostumbro a dirigirme a ustedes, sin embargo, en esta oportunidad, no puedo dejar de hacerlo. Por ello sólo les pido que lean este email.

 

Aparentemente a ustedes, en general, no les importa lo que pensamos los ciudadanos, pues nos queda claro que sus decisiones las toman de acuerdo a los intereses de las bancadas a las que se encuentran adscritos y no en función de los ciudadanos que los elegimos. No conozco ningún procedimiento que desplieguen para conocer el interés soberano de quienes les elegimos. He participado en varias de sus cuentas públicas y encuentros en los territorios, las que no son más que acciones de fidelización y presencia en el territorio. Saben que no estamos conformes con ustedes y su actuar. Ya no tenemos confianza en lo que hacen, ni en las decisiones que siguen tomando.

 

Luego del estallido social y del plebiscito del 2020, saben perfectamente lo que la mayoría del país piensa frente a esta acusación constitucional. Saben que queremos que se acabe este oscuro período y que estamos confiados en la Convención Constitucional y no en ustedes para liderar la transición a un país mejor, con mayor equidad, con bienestar para todos. Basta de aprovecharse de los cargos públicos, en definitiva, de los ciudadanos para incrementar los patrimonios personales y familiares. Basta de hacer que no saben, cuando conocen mejor que gran parte de nosotros, cómo se resuelven las cosas en nuestro país.

 

Estamos cansados de ver que cuando sus intereses se ven tocados no dudan en hacer las gestiones necesarias, incluyendo alguna ley rápida. Sin embargo, cuando son personas pobres o más vulnerados quienes se ven involucrados en algún acto cuestionable, no dudan en asegurar todo el peso de la ley. Es por esto que hay jóvenes detenidos más de un año sin prueba alguna y ustedes no pueden hacer nada, mientras que ahora, que es una autoridad, la persona y el cargo, muchos de ustedes plantean que no hay fundamento suficiente. Es más, frente a la cercanía de las próximas elecciones, no dudan en revivir viejos temores a grandes monstruos de los que supuestamente quieren defendernos. Basta de acusar al “lobo” que anda afuera para distraernos mientras ustedes o sus amigos “se comen la torta”.

 

Esperamos dignidad de su parte y responsabilidad con los ciudadanos que les elegimos.

 

 

Ciudadanos Indignados

“Basta de elegirlos para que hagan lo que quieran”

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