Responder a la Doctora Graciela bazzi:
Estimada Doctora, estoy de acuerdo con su escrito en el que pone de manifiesto la delicadeza que debemos tomar a la hora de trabajar con personas con algún tipo de discapacidad, sobre todo física. Quisiera comentar al respecto que para poder solucionar este problema, es necesario, entre otras muchas cosas, comprender en primer lugar que no existe la hipoterapia, equinoterapia o como quiera llamársele, con rango propio, por lo tanto, no existen los equinoterapeutas, ni los hipoterapeutas, sino los fisitoterapeutas, los médicos, los psicólogos, los pedagogos o cualquier otra titulación universitaria que avale el trabajo terapéutico con personas con discapacidad, pues mientras se siga pensando que es el caballo el principal agente de la acción terapéutica, continuaremos cometiendo el error de creer que el mero hecho de unir el binomio caballo-discapacitado será suficiente para realizar terapia, y no es así.
En España, hemos iniciado este trabajo hace relativamente muy poco, y ahora estamos pasando por una época de "boom" en la que parece que el caballo lo cura todo, y las personas con discapacidad se curan de todos sus males, cuando estas mismas personas con discapacidad han estado años y años sin montar a caballo , sometiendose a tratamientos de rehabilitación y consiguiendo muy buenos resultados gracias al trabajo de los fisitoterapeutas, de los médicos, de los psicólgos, pedagogos, trabajadores sociales, maestros y logopedas.
En este sentido
El término terapia se desvirtúa en tanto en cuanto no se comprende que el subir a caballo no es más que un acto ( importantísimo y probablemente el principal) de un guión previamente establecido por un especialista que ha evaluado unas necesidades y en consecuencia propone unos contenidos en forma de ejercicios para conseguir unos objetivos muy concretos.
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Estimada Dra. Bazzi
me consuela saber que hay gente que opina igual que yo al rechazar de plano los títulos de equinoterapeuta, terapeuta ecuestre o como quiera llamársele. Hay que retomar el sentido común y entender que el trabajo terapeutico con personas discapacitadas lo deben hacer profesionales cualificados técnicamente por una universidad, utilicen o no el caballo.
Si lo desea le puedo pasar un capítulo de un libro que voy a publicar en breve sobre autismo y terapias ecuestres, en este capítulo hablo precisamente de este tema que nos ocupa. Saludos y encantado de hablar con usted. --- El mié, 4/3/09, graciela virginia bazzi <dragraci...@gmail.com> escribió: |