La Historia Continúa
Daniel Rey, Colegio de Arquitectos, Intendente de Oliva, Francisco
Delich….
En mi última columna hablaba del llamativo escaso nivel cultural que
predominó en las expresiones vertidas por periodistas, funcionarios,
legisladores y gobernantes y el silencio cómplice e interesado de los
responsables de instituciones directamente comprometidas y obligadas
frente al tema de la venta de la Casa de las Tejas y el Pablo
Pizzurno.
A pesar de haber bajado en los medios la temperatura alcanzada en el mes
de enero, en estos últimos días nuevas voces y acciones certifican que el
panorama tiende a agravarse con lo cual deberíamos ver con preocupación
el desenlace de estas “iniciativas privadas”.
Veamos:
En oportunidad del llamado a la fallida marcha que el Intendente de Oliva
propició contra la venta de propiedades estatales que pretende realizar
el Gobierno Provincial, declaró que la localización propuesta para el
centro cívico no era un tema que le tocaba y que en todo caso era sólo de
incumbencia para la ciudad de Córdoba.
Me pregunto: la ubicación de la sede del Gobierno Provincial no es un
tema estratégico para TODA la provincia?
En el suplemento de Arquitectura del diario Clarín, esta semana Daniel
Rey, Secretario de Desarrollo Urbano de la Municipalidad, bajo el título
de “Un plan para la docta” esbozó un estado de situación del famoso Plan
Director.
Es fácil deducir que el texto se regodea con enunciados casi inmaculados,
pero no deja de ser eso. Pero las aseveraciones mentirosas, tan del gusto
de nuestros impresentables, campea alegremente en dicho texto.
Plantea desde el susodicho Plan Director un nuevo rol del estado
municipal, garantizando tres premisas básicas. La última se refiere al
desarrollo institucional del Municipio, modernizando sus prácticas y
procedimientos y abriendo las puertas a la participación.
Quien escribe, tuvo que recurrir a la Justicia para que éste
impresentable respondiera a un requerimiento de información relacionado a
dos emprendimientos de los depredadores urbanos y que él viene apañando
desde la gestión Kammerath.
La Regional Capital del Colegio de Arquitectos convoca a sus matriculados
para el próximo 19 bajo el lema de “Pensemos entre todos la ciudad que
queremos”. Otra vez la mentira.
Expresiones como “pensemos entre todos”, “poner a
consideración de nuestra matrícula”, “permitirnos hacer los aportes
necesarios tendientes a lograr el consenso”, pretenden lavar sus eternas
delictivas complicidades.
Con motivo del acto público en el que se firmó el convenio de
colaboración por el que se intervendrán en cinco etapas numerosas cuadras
céntricas, comenzado por Independencia entre el 100 y el 200. Daniel Rey
insistió en que estas obras se inscriben en el plan conjunto con la
Provincia que incluye la construcción de un centro cívico y de
convenciones en el Mitre.
Y el Plan Director?
Quiero traer de nuevo las expresiones del propio responsable del mismo
que salió a calificar de “mamarracho” y “chiquero” los anuncios del
Gobernador y la forma de presentarlos.
Me pregunto:
¿Qué convenio firmaron la Municipalidad de Córdoba y la Facultad de
Arquitectura en relación al Plan Director?
¿De qué participación hablan?
¿El Colegio de Arquitecto, para qué convoca si ya está todo en
marcha?
Por último aparece en escena Francisco Delich.
En un escrito titulado “Un proyecto de Ciudad” publicado en La Voz del
Interior, demuestra que los años pasan, nos afectan a todos y él no es la
excepción.
Al referirse a la Casa de las Tejas la define como “…un edificio
tugurizado, donde se aprietan empleados públicos de todas las categorías
entre pasillos estrechos y deprimentes”. Creo que nunca lo
recorrió.
Tugurio, lo que se llama tugurio, es Nueva Córdoba hijo emblemático de lo
que Delich llama “gestión extraordinaria” de Mestre e Irós.
Coloca en la otra “gestión extraordinaria” (la de Martí) la conversión de
“…los viejos mercados de la aldea en centros culturales…”. Olvido fatal
para un demócrata: fue por obra de Miguel Angel Roca en tiempos de la
guerra con Malvinas.
Identifica a “jóvenes cordobeses que estrenaban la Facultad de
Arquitectura…” con las actuales “(…cabezas de estudios arquitectónicos o
desarrollistas de primer nivel)…”. Qué tendrán que ver Taranto, Hobbs,
Revol, Rojo, Bonona Larrauri, Centeno, Elkin y tantos más con los
impresentables actuales.
Mezcló el empalagoso y reiterativo ladrillo visto del fallecido “Togo
Díaz” con el modelo de ciudad de los ’60. A Bonino, con Moraña y
Taboada.
Y terminó de aderezar semejante desbarajuste asumiendo irresponsablemente
el rol de urbanista y la defensa de un depredador como
Bugliotti.
La historia continuará y todavía… no hemos llegado a lo mejor de
ella.
14-02-2009