El Reino
Divino sobre la Tierra
Mawlana
Sheykh Nazim al-Hakkani (qs) habla en un Encuentro Interreligioso en Londres,
1993.
Bismillahi
Rahmani Rahim
Esperamos que nuestro encuentro sea por el
honor del Señor de los Cielos, quien creó la tierra y los cielos, quien creó al
hombre y a los ángeles, quien creó mundos visibles e invisibles y que nos ha
dado honor al ser Sus siervos. Quien nos ha dado honor para que seamos Sus
Representantes a través del universo y Sus cielos. Por eso es que pedimos
perdón por cada paso incorrecto y cada mal pensamiento y cada apoyo a los
demonios. Luego del perdón llegan las bendiciones. Si Él perdona, entonces Sus
bendiciones nos llegan. Así que pedir perdón es una purificación. El perdón
limpia al siervo. Nosotros necesitamos eso. Cuando estamos limpios, Sus
bendiciones nos cubrirán. Quien siempre está con su Señor es un siervo real,
alguien que nunca Lo olvida, ya que si olvidamos a nuestro Señor siquiera por
un segundo, significa que estaremos en las manos de los demonios. Cuando
siempre estamos con nuestro Señor, entonces no hay manera que los demonios
corran detrás de nosotros.
Si no podemos obtener algo por completo,
entonces al menos debemos intentar obtener una parte de ello. Si hay una pila
de oro e intentamos tomarla entera, puede que sea imposible, sin embargo,
deberíamos tomar cuanto nos sea posible. Esta es una reunión, de acuerdo a mí
una reunión sagrada, debido a que la gente no ha venido aquí por razones
mundanas. Puedes encontrar tanta clase de reuniones, pero es muy raro encontrar
reuniones donde la gente no se reúna con el fin de divertirse aún más o tomar
beneficio para esta vida. Nosotros aquí queremos santidad del Señor de los
Cielos, y necesitamos alcanzar algo de santidad de los Cielos. Si no obtenemos
ese punto, nuestra vida nos será insoportable y una carga muy pesada. Será como
un aeroplano en la pista de despegue incapaz de elevarse.
Todos estamos pidiendo encontrar un camino
hacia los Cielos. ¿Por qué Jesucristo ascendió a los Cielos? Para mostrar que
allí hay un camino hacia los Cielos. Quien pida por él, encontrará el camino
que encontró Jesucristo para llegar a los Cielos. Ellos pueden seguirlo. Él
está llamando a su nación para que le siga: "¡Vengan y vuélvanse
santos!". Los santos tienen jets. Si no eres santo no tienes jets, solamente
alas.
Esta es una reunión sagrada con gente de todo
nivel y de toda creencia y de todo entendimiento diferente. Todos nosotros
pertenecemos a la Humanidad, a la gran familia de la Humanidad. Nuestra
estructura es la misma, física y espiritual. Podemos ser diferentes de muchas
maneras, pero nuestra creación es la misma. Somos todos seres humanos. Es
difícil llevar a la gente en la misma dirección, ya que habitualmente las
personas se juzgan mutuamente desde lo exterior. De esta manera pierden los puntos
de contacto entre seres humanos y es difícil que se junten. Si pudiésemos mirar
la creación real, entonces nos encontraríamos todos juntos en la Presencia
Divina del Señor.
Estamos intentando darle a toda clase de
persona un camino fácil hacia los Cielos. Quien esté contento de estar aquí, le
diremos: "¡Como desees!". Pero no es nuestro destino estar siempre en
esta estación y no movernos. Si alguien viera un tren en la Estación Victoria
todo el tiempo sin moverse... ¿Para qué utilizamos los trenes? ¡Para movernos!
¿Qué estamos haciendo aquí? Si la gente estuviese pidiendo estar siempre sobre
la tierra, ¿entonces qué hay acerca de los Cielos? ¿Por qué estamos esperando?
Debemos movernos hacia los Cielos.
Todo lo que daña a la humanidad, física y
espiritualmente, se debe a que la gente quiere aferrarse a este mundo y no
moverse. Si alguien viene y dice: "¡Márchate! ¡Ya es suficiente!",
ellos contestarán: "Debemos estar aquí". Habitualmente la gente
espera hasta que son quitados por la fuerza. Nadie puede resistirse o ser
desobediente cuando le alcanza el Mandato Divino y le pide de marchar. Lo
dejará todo y se irá. Todos lo harán, si no es hoy, entonces tal vez mañana o
la semana que viene o el año que viene. Un día deberán obedecer la Orden
Celestial y marcharse de aquí. Por eso es que es mejor, sin que nos llegue la
orden por la fuerza, utilizar nuestra voluntad antes de eso y prepararnos a
nosotros mismos para movernos hacia los Cielos.
Necesitamos un entrenamiento. Desde el
comienzo hasta el final, templos, sinagogas, iglesias y mezquitas fueron
centros de entrenamiento para las personas que estaban interesadas en los
Cielos y en sus Estaciones Celestiales. Pero lamento decir que en este siglo,
habitualmente la gente no le da importancia a los lugares sagrados. Todos son
independientes en sus ideas y en sus entendimientos. Nunca se entrenan a sí
mismos para ser siervos obedientes para los Cielos, pero quieren hacerlo todo
del modo en que ellos lo entienden, no como nos han enseñado los Profetas. La
gente del siglo 20 es la gente más orgullosa que ha vivido sobre la tierra.
Antes de este siglo también podías encontrar algunas personas orgullosas, pero
solamente en una pequeña proporción. En nuestros días todos son orgullosos y
quieren ser aún más orgullosos. Quieren matar y quemar y destruir y dañar y
pelear. Quieren hacer toda maldad. Ahora hay una generación extraña sobre la
tierra. Se les ha dado toda oportunidad, y ahora quieren destruir el mundo
entero. No hay piedad en sus corazones. Se ha acabado. La Humanidad es la
criatura más respetada que ha creado el Señor. Él respeta al hombre, pero los
hombres no se respetan mutuamente. No se dan ningún respeto ni valor unos a
otros. Toda religión llegó desde los Cielos con el mensaje para hacer que las
personas fuesen respetuosas, piadosas, justas y cariñosas unas con otras. Estos
cuatros pilares jamás han cambiado en cualquier religión. Son la base sobre la
que se ha fundado toda religión. Está en la Torá, en los Salmos, Evangelios y
en el Qur'an. Todos los libros sagrados tienen estos pilares fundamentales.
Nadie los puede cambiar.
Hay cientos y miles de lugares sagrados y de
personas santas pero nada puede ser transferido a la gente ahora porque no hay
poder. Los demonios nunca permiten que la gente santa tenga poder alguno.
Podemos decir algo, pero no puedes forzar a que los demonios se detengan. Los
demonios son 100% libres de hacer cualquier cosa. Las manos de los buenos están
atadas, por eso es que no harán nada. Por eso es que se está marchando hacia un
final terrible. Todo santo sabe que cuando se acerquen los Últimos Días vendrá
el Armagedón. Esto está escrito en todo Libro Sagrado. Será como el diluvio de
Noé. En aquel entonces fue con agua, ahora será un diluvio de sangre. Correrá
por todo el mundo, porque la gente está usando su salvajismo. Han quitado la
misericordia de sus corazones. Han arrojado de sus corazones la piedad, la
justicia, el amor y el respeto. Son como robots. No hay buenos sentimientos. El
diluvio de sangre del Armagedón quitará a los tiranos y limpiará esta tierra.
Está tan sucia por las malas acciones de la gente.
Estoy observando desde el Este al Oeste y
desde el Norte al Sur. Estoy viajando, aún a esta edad, el Señor me está
haciendo viajar, por eso es que puedo encontrar algunos buenos siervos, alguna
gente santa. Estoy contento de encontrar algunos, pero esta gente buena está
muy asombrada y temerosa. ¡La gente santa debe tener coraje! Los demonios
tienen tal coraje enorme. No tienen vergüenza, pero la gente buena está temerosa...
El Señor de los Cielos me ha hecho observar a todos Sus siervos. Estoy
intentando encontrar un lugar sin problemas ni tribulaciones o errores o
terrores. Un lugar silencioso, un lugar agradable. ¡Así es! Podemos encontrar
escenas agradables, pero entonces cuando miro que los demonios también están
corriendo en los alrededores, mi corazón se cierra.
Hay lugares sagrados en todos lados: en
Jerusalén, Damasco, Mecca, Medina, Egipto, Bagdad, Jordán, Petra... pero donde
sea que vaya no siento comodidad y no estoy contento. No siento seguridad,
porque, como he dicho, tantos dragones, pequeños y enormes dragones, están
corriendo tras la gente, especialmente tras la buena gente. Su objetivo
principal sobre la tierra es no dejar ninguna buena persona sobre ella. Ellos
quieren llenar todo el mundo con dragones, para que no quede nadie bueno. Esto
es lo que está escrito en los Libros Sagrados. Él (Satán) se dirigió a su Señor
diciendo: "¡Tú me has arrojado lejos debido a la Humanidad y yo los
convertiré en gente que Tú también arrojarás lejos! ¡Haré que todos sobre la
tierra sean malos, no buenos! ¡Intentaré hacerlos desobedientes, no
obedientes!". Ese es el objetivo principal de Satán. Y ahora él ha
establecido su reino sobre la tierra. ¡Tengan cuidado con Satán, oh buenos,
tengan cuidado con Satán! Él tiene tantos anzuelos para atraparte.
Cierta vez un Obispo miró a la entrada de una
gran catedral y vio que Satán estaba sentado allí tomando unas riendas en sus
manos. Entonces le preguntó: "¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás vendiendo
eso, o alquilándolo?" "No, estoy viendo a quienes salen y me
pertenecen. Entonces les pongo esto y los monto. Cuando ellos están en templos
o iglesias o mezquitas, son personas muy tranquilas, ¡pero cuando salen afuera
puedo hacerles hacer lo que yo quiera!". Por eso es que es tan difícil,
porque Satán nunca nos abandona. Y no hay sólo uno, sino tantos ayudantes
siguiendo a cada uno intentando hacernos caer. He escuchado que en la luna, si
una persona se cae y pierde su equilibrio, le es muy difícil levantarse. Por
eso es que allí se camina muy cuidadosamente. Tú también debes ser muy
cuidadoso. Una vez que has caído, puede llevarte toda la vida levantarte
nuevamente. Es como gustes. Si gustas sé cuidadoso, pero recuerda, tanta gente
llora cuando cae. Ellos están en prisiones, hospitales, manicomios y
cementerios, y están llorando. Si la gente no toma importancia, terminará en
uno de estos lugares llorando.
Gracias por escuchar. Yo sólo me estoy
hablando a mí mismo. Si te agrada estar conmigo, estoy contento, porque
entonces todos podemos ser ayudantes del Reino Divino sobre la tierra. Ese es
mi objetivo, destruir el reinado de Satán sobre la tierra. Esto es para todos
nosotros. No digas Iglesia de Inglaterra o iglesia tal y tal, o Cristianismo o
Judaísmo o Islam. Todos nosotros nos debemos juntar para destruir el reino
satánico y pedir al Señor de los Cielos que establezca Su Reino. Cuando Él ve
que la gente está apoyando el reinado de Satán aquí sobre la tierra, Él nos
abandonará a eso. Pero, cuando todos juntos pedimos: "¡Oh Señor nuestro,
establece Tu Reinado, nosotros hemos destruido el reino de Satán aquí en la
tierra, por favor, oh Señor nuestro, envíanos Tu Sultán, envíanos Tu Representante,
nuestro Salvador!".
Gracias por haberme dado vuestro tiempo
valioso y por haberme escuchado y respetado. Si me respetan una vez, yo los
respetaré 10 veces. Si me dan amor una vez, yo se los daré 10 veces. Me forzaré
a mi mismo a dar. Si me dan justicia, yo intentaré darles 10 veces más. Si me
dan misericordia, yo intentaré darles al menos 10 veces más. Eso es lo que
todos los Profetas nos trajeron. Si alguien te da algo, tú debes darle mucho
más. Por eso es que cuando les decimos: "As salamu aleykum", ustedes
deben decir: "Aleykum salam wa rahmatullah". Estos son los buenos
modales de todos los Profetas, los atributos divinos. Atributos divinos reales
significan que si recibes uno, devuelves al menos 70 veces más. Que Allah nos
perdone.