En un momento más breve que la muerte, más extenso que el Tiempo,
por un poder más implacable que el Amor, más feliz que el Cielo,
tomado soberanamente en brazos eternos,
arrastrado y enseñoreado por una desnuda dicha absoluta,
en el torbellino de un circuito de poder y de fuerza
precipitado en inimaginables profundidades,
alzado hasta alturas inconmensurables,
fue arrancado de su mortalidad
y experimentó un nuevo e ilimitado cambio.
Savitri de Sri Aurobindo, El Yoga del Rey: El Yoga de la Libertad y la Grandeza del Espíritu, pág. 81