PRI CORRUPTO Carlos Cordero

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PRI CORRUPTO
Carlos Cordero

El azteca fue un pueblo casi espartano donde los vicios y las malas
formas de vida estaban mal vistos. Únicamente los tlatoanis tenían
permitido incurrir en algunos excesos en fechas determinadas, tal vez
para que nunca olvidaran las consecuencias de la embriaguez, por
ejemplo. Por ello el azteca fue un pueblo exitoso y trascedente.
Luego de la conquista circunstancial que lograron debido a las armas
que traían, los españoles instauraron la corrupción como método de
dominio y sometimiento de los pueblos aborígenes. Por eso se valieron
de los vicios y la prostitución para envilecerlos y debilitarlos
sicológicamente, terminando de encadenarlos con el catolicismo, que es
la forma más degenerada, oscurantista y retrograda de la doctrina
cristiana. El resultado fue un mestizo débil, apocado, sumiso y
perpetuamente enviciado.
Esta situación se mantuvo durante todo el Virreinato, la Independencia
(1821) y hasta la Revolución Mexicana de 1910 a cuyo termino se
combatió parcial y temporalmente. Pero revivió con los nuevos caciques
que se encaramaron al poder (uno de los cuales describe Carlos Fuentes
en su novela “La Muerte de Artemio Cruz”) y transaron con los
españoles que regresaron por sus fueros. La actual corrupción oficial,
burocrática, sindical y empresarial fue consecuencia, precisamente, de
ese acuerdo a “valores entendidos” entre los caciques triunfantes y
los españoles disfrazados de mexicanos.
Lo anterior quedó demostrado con la cínica declaración del español
Emilio Azkarraga Milmo, “El Tigre”, cuando confesó que él y Televisa
eran soldados del PRI. De allí que también haya manifestado que el
mexicano es un “pueblo jodido” que así continuaría. Por eso el PRI es
sinónimo de toda corrupción y, por ello, sus paleros y beneficiarios
propalan sin rubor que este partido “roba y deja robar”, naturalizando
en el inconsciente colectivo frases como “el que no transa, no
avanza”. Y es esa mafia constituida por los caciques y los españoles
que manejan el PRI quienes mantienen tal situación, impidiendo que el
país pueda desarrollarse en todos los aspectos. Recuerde entonces que
los españoles trajeron la corrupción y la sostienen, ahora con nuevas
herramientas como son los medios masivos de comunicación, impresos y
electrónicos, entre los que se cuentan Televisa, TV Azteca, etc.
Por eso Enrique Peña Nieto, candidato del PRI a la Presidencia,
representa toda esa corrupción antipopular, antinacional, traidora y
entreguista de siempre. Por eso es el candidato oficial del Gobierno y
la Monarquía de España y de los españoles disfrazados de mexicanos que
controlan las grandes empresas del vicio y del chantaje que operan en
nuestro país. Es el abanderado de los enemigos tradicionales,
acérrimos e históricos de México.
Pero si para el pueblo mexicano el PRI corrupto es Escila, el PAN es
su Caribdis. Y ello porque el PAN es el instrumento de dominio del
Departamento de Estado de Estados Unidos, la CIA, la DEA, el FBI, la
Cámara Americana de Comercio y las grandes empresas transnacionales de
ese país como la corrupta Walmart, por ejemplo. Por eso el PRI y el
PAN (al que hay que sumar al PANAL) son el mayor peligro para el
pueblo mexicano porque buscan exactamente lo mismo: entregar
completamente a Gobiernos extranjeros la soberanía política y
económica y, también, entregar la soberanía militar, lo único que nos
queda. Es decir, buscan acabar con nuestra Historia y nuestra Nación.
Eso es lo que esta en juego en la próxima elección Presidencial:
seguir siendo mexicanos o volver a ser una colonia y un protectorado
de Estados Unidos y Europa. Por eso, yo le sugiero: ni un voto al PRI
ni al PAN.