Consideran una derrota moral de la TIRANIA EN CUBA la mayoria de los pueblos del mundo.

[pedro martori]

Posted on Fri, Apr. 16, 2004

FRANK CALZON

Los niños son la esperanza del mundo

Las siguientes palabras fueron pronunciadas ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. Tras celebrarse la votación, uno de los miembros de la delegación del régimen de Cuba agredió al autor.

Gracias, señor presidente. Me complace comparecer una vez más ante esta Comisión y hoy vengo a nombre de la Internacional Liberal, una organización no gubernamental dedicada a la defensa de la libertad. Me limitaré al inciso 13: los derechos del niño.

Yo soy cubano. Siendo aún un adolescente presencié el renacimiento de la esperanza en los cubanos con la derrota de la dictadura de Batista. Desde entonces he presenciado el ocaso de esa esperanza bajo la dictadura de Castro.

Sin embargo, hay un área en que tanto yo como otros opositores del gobierno cubano quisiéramos ver a ese gobierno triunfar: es en lo que respecta al bienestar y los derechos de los niños y niñas cubanos. Desgraciadamente, la ausencia de una sociedad civil en la isla --evidente en la censura de prensa, la violación de los derechos de asociación y asamblea, y el hostigamiento y encarcelamiento de la disidencia-- obliga a los cubanos de buena voluntad a alzar sus voces en el exterior y solicitar ayuda de la comunidad internacional a favor de los derechos del niño.

Si el gobierno de La Habana le permitiera a la representante de esta Comisión visitar la isla, se verificarían las siguientes circunstancias:

• Mientras que las autoridades cubanas invitan a miles de turistas a la isla y se aseguran de que a los extranjeros no les falte ni comida ni comodidades, a los niños cubanos se le suspende su cuota de leche al cumplir los siete años.

• El gobierno cubano informa al mundo con orgullo sobre la baja tasa de mortalidad infantil, pero las autoridades admiten que existe en la isla una altísima tasa de aborto. La política de salud pública de Cuba insta a las mujeres a que se sometan al aborto ante un embarazo potencialmente problemático.

• Han pasado varios años desde la visita de Su Santidad Juan Pablo II a Cuba y el gobierno no ha tomado en cuenta su petición respecto al cierre de las horrendas escuelas al campo. A los adolescentes cubanos se les envía a estas escuelas, a grandes distancias del hogar. Allí le dedican largas horas al trabajo agrícola. La vivienda es pésima, tampoco es adecuada la supervisión adulta, y es rampante la promiscuidad. Dadas las condiciones en estos centros, y el trabajo obligatorio, Cuba no puede seguir afirmando que la educación es pública y gratuita.

• Las escuelas cubanas están diseñadas para producir ''hombres y mujeres nuevos'' de ideología leninista. O sea, seres obedientes. A los niños cubanos se les enseña que hay que acatar las orientaciones del gobierno sin cuestionarlas o criticarlas. Los niños tienen que pararse en atención, levantar su mano y repetir un juramento que recuerda la Rusia de Stalin o la España de Franco: ``Comandante en jefe, ordene''.

• El sistema de salud pública cubano no es un ejemplo del socialismo equitativo y utópico. Por el contrario, se asemeja a los peores ejemplos del capitalismo explotador del siglo XIX. A pesar de las mejores intenciones de los médicos cubanos, la atención médica que reciben los niños se caracteriza por higiene pobre, dieta inadecuada y grave escasez de medicamentos. Sin embargo, a los extranjeros que viajan a Cuba a recibir los servicios médicos de SERVIMED, la agencia promotora del turismo de salud de Cuba, se les trata en los mejores hospitales y centros, donde no hay escasez de medicinas, exámenes diagnósticos o equipos médicos. Es más, en Miramar existe una ''farmacia internacional'' plenamente abastecida. En esa farmacia no se atiende a los cubanos. De vez en cuando los turistas se apiadan de alguien y le compran allí los medicamentos que en las farmacias del pueblo no se consiguen.

• La prostitución de menores también constituye un problema. Quiero citar un informe de marzo de 2002 publicado por la Universidad Johns Hopkins: ``Se informa que Cuba ya representa un destino importante para el turismo sexual que proviene de Norteamérica y Europa... Los turistas han contribuido al rápido aumento de la prostitución de menores y la explotación de la mujer en Cuba''.

Estos hechos explican el porqué La Habana se niega a permitir la visita de la representante de esta Comisión, al igual que de Amnistía Internacional, Human Rights Watch y hasta del PARLATINO.

La Cruz Roja Internacional también lleva años esperando que Cuba le dé permiso para visitar las cárceles políticas del país. Y para la Unión Europea fue una gran sorpresa que el líder cubano rechazara la ayuda humanitaria del viejo continente por el solo hecho de que Europa también indagara sobre las violaciones de derechos humanos en Cuba.

José Martí, el más cubano de los cubanos, escribió hace más de un siglo: ``Los niños son la esperanza del mundo''.

Yo estoy seguro de que en las filas del gobierno cubano hay hombres y mujeres que reconocen cuán absurda es esta tragedia interminable. Rezo por que esos cubanos de buena voluntad logren unirse a sus demás compatriotas en la isla y en la diáspora para que juntos puedan construir un país más feliz, un país cuyos niños y niñas puedan ser la esperanza de un futuro mejor para el mundo y para todos los cubanos.

Muchas gracias.

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