You do not have permission to delete messages in this group
Copy link
Report message
Show original message
Either email addresses are anonymous for this group or you need the view member email addresses permission to view the original message
to Seminario Jacotot
La exclusividad determina cosas que algunas personas quieren, pero solo algunas pueden tener. Un cólico nefrítico lo puede tener todo el mundo pero nadie lo quiere, eso no es exclusivo. Según qué coches, teléfonos… o parejas, sí. Cuando hay mucho capital sexual o social, conseguir según qué te da una marca de clase, y cuando tienes esta marca no la quieres perder: solo puede ser para ti, o perderá el entramado jerárquico. Este pitote hace que hablar de amor parezca frívolo, pero no, porque es precisamente romper con esta jerarquía, con esta exclusividad, lo que finalmente implicará acabar con los feminicidios. Como yo entiendo la monogamia, se acaba incluso el problema de las fronteras. Desde nuestros cuerpos, desde nuestras casas, se articula el resto. Se acaba con los privilegios. Esta manera de relacionarnos en la cosa romántica, exclusiva, de confrontación y jerárquica, es la manera de relacionarnos con una pareja, pero se traduce a los grupos. La manera en que construimos una pareja o un Estado-Nación es la misma. Nuestras parejas son el laboratorio en el que construimos súbditos monógamos. La manera en que te posicionas ante la realidad se inocula a través de nuestras relaciones sexo-afectivas. Nosotres no nos podemos sostener en un espacio fuera del patriarcado o del capitalismo, por lo que tenemos que construir-deconstruir simultáneamente. Y tenemos que renunciar a las herramientas o combinarlas. Y si queremos remontar el sistema, hay que encontrar nuevas herramientas. Pasa por el género. El sistema sexo-género binario permite la monogamia y la exclusividad. Si no ponemos en cuestión el género, no podemos generar nada que no sea confrontación. El género se tiene que desmontar, de la misma manera en el ámbito global se tiene que desmontar el racismo para acabar con la alteridad grupal (la idea de los otros). Además, en regímenes de heterosexualidad la edad es un marcador letal. Mira en los grupos poliamorosos como los tíos cada vez tienen parejas más jóvenes, y las mujeres cada vez menos. Eso de que las mujeres pueden hacer lo mismo que los hombres… Por eso, si no deconstruimos el género, nada. El potencial transformador de las relaciones no monógamas es que hagan cambiar cómo nos relacionamos entre nosotros. Tú puedes tener pactos de exclusividad sexual, no emocional, porque las emociones no entienden de pactos (¿Cómo se controlan las emociones?) [la educación o inteligencia emocional es pura represión], y seguir desmontando la monogamia. Puedes estar solo y desmontarla. Puedes tener setenta amantes y generar monogamia con cada una de ellas. Pero nos meten en la cabeza la cantidad, que solo deja cadáveres afectivos por el mundo. Nos tenemos que acompañar. El poder no es una cosa que se tiene, es un lugar. Y el sexo es la bisagra, porque nos han enseñado a que así sea.