manspreanding y disciplina de la emancipación
joaquinregaderamartinez
el manspreanding lo es en toda regla sólo cuando hay gente al lado que probablemente quiera sentarse en ese espacio por los motivos que sean
si la molestia es evidente, es porque, o bien forma parte de un fingimiento en el que no hay espacio en el orden de lo Real para abrir así las piernas y se está siendo un fantasma (el fantasma es lo que enmarca la relación del sujeto con la realidad, con los objetos), o bien forma parte de un mensaje simbólico interpretable en el imaginario colectivo (en el que el sujeto se siente espiado por una mirada simbólicamente cualificada).
en cualquier caso, hay que defenderse, aunque sea, si se está encerrado en el lugar equivocado, a través de la huída del ensimismamiento (yo de crío tenía numerosas 'ausencias' que clínicamente cumplían una función equivalente al ataque epiléptico que, en lugar de experimentar una convulsión, manifestaban una renuncia a la pulsión).
así el sujeto se constituye mediante un discurso referido a él:
abro las piernas, me miran, soy cuadro, y lo que me determina fundamentalmente en lo visible es la mirada que está afuera (interpretación, ironía dramática). el ser se descompone en ello, entre su ser y su semejante, entre él mismo y ese papel que ofrece a la vista. es por medio de esta forma separada de sí mismo como el ser interviene en sus efectos de vida o de muerte. sólo que el sujeto (humano) no cede por completo a esa captura imaginaria: gracias al lenguaje se identifica.
y, si os apetece, podemos buscar por aquí un arma o herramienta con la que defendernos en situaciones así (de manspreanding) para tener un buen motivo con el no quedarnos paralizades, si entendemos que es el dejarse llevar lo que nos hace pasar por la tortura de la puesta en escena, la falta de improvisación, el hacer nada, ya sea por parálisis o ya sea por pereza u otros equivalentes simbólicos...