urge amanecer

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joaquinregaderamartinez

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Feb 15, 2018, 7:39:10 PM2/15/18
to Seminario Jacotot

La dicha, la gracia. La lluvia instalada en nuestros corazones, sobre los que se despliegan acordeones como arcoíris sobre el horizonte del desierto social. El oasis de la intimidad. La unión y sus alegrías, éxtasis y visiones. El rocío y su frescor primaveral. El sauce llorón en lo alto de la colina. El acantilado, la cala, las olas rompiendo contra las olas. La promesa de un taller de pintura. Algunos libros por leer. La ciencia. La muerte. La niñez. El ocio. La comunicación, aérea, expresiva, musical. Los sentimientos manifestados en los estados de ánimo. Luces y sombras, imágenes variables, definidas y seguras como el brillo del sol en nuestro corazón. Improvisación. Las noches en las que existimos, en las que no dormimos. Hadas e imaginación. Pensamientos extraños, erudición de internet. Labios ardientes, ensoñaciones joviales. Lo terrenal, la realidad. Los afectos y las ideas. La salud ágil, graciosa, desbordante de fuerzas. Los paseos por el río, los estudios, el camino y la huida. El silencio de nuestras alegrías, una invocación que bate sus alas negras estos días. Nuevos recuerdos y sonidos conmovedores. Esplendor en la cama. Belleza observada, relatada, transformada, penetrada e identificada, como se reconoce un misterio, como se simpatiza con una revolución. Atención. Inteligencia pronunciada, leída, movida, intensificada, meditada, actuada, contemplada y reflexionada. En ocasiones fatigada, clavada en un tablón de anuncios de corcho. Veraneada, perdida y perfumada. Frecuentada, hasta quedarse en blanco aquietada, prolongada, provocada, explicada, imaginada. Es temprano. No obstante, la intensidad con la que ha amanecido nuestra relación es de tal magnitud que nos ha urgido tomarnos un tiempo de descanso apenas el sol ha comenzado a asomarse tras las montañas. Es la primera vez que me pasa y, aunque no hemos tardado en recular, es de considerar. Al igual que nos poníamos febriles para dar un estirón, nos perdemos para encontrar nuevos caminos bajo el sol. Los límites son los objetos del fin, y la finalidad del objeto es la definición de su límite: el objeto es aquello con lo que chocamos, el muro que separa los hechos de las cosas. Dios nos guarda del goce porque él lo precede. Él es el mito, la prohibición que produce el deseo. Él es la construcción del fantasma, de la fantasía, del deseo sintomático al que terminamos siempre aferrándonos necesariamente para suponernos especiales. El deseo sintomático es la respuesta a la cuestión de saber lo que somos para el otro. Autorrepresión. La función de dios, no advenida, debería ser la de darnos sentido. No obstante, carecemos de un dios real. Por tanto, apelamos a toda la cultura para agenciarnos algo de dios. Permanecemos arraigadas a él al mismo tiempo que renegamos de él. Por ende, el síntoma del deseo es el ego. Un síntoma real -no ya simbólico- que nos construye en los procesos de identificación. El síntoma, para el inconsciente, es antiadherente. Así que relacionémonos imaginariamente con el otro, guardémonos rencor. Y luego metamorfoseemos la relación con nuestro cuerpo para evacuar el resentimiento. Cuidémonos de disfrutar del daño que se nos infringe, cuidémonos del contraproducente masoquismo y de su imán para el sadismo. Disfrutemos, si acaso, de cierta despreocupación para con la relación con nuestro propio cuerpo. El mito es de por sí un síntoma. El ego nos mantiene unidas y el arte nos cuida de los centrismos, incluido del falocentrismo. E ilustremos a dios para darnos un nombre cuyo goce no sea fálico. Dios es un síntoma, y es cuando no gozamos que lo buscamos. Lo buscamos cuando estamos perdidas porque no gozamos. Sin embargo, hemos de comprender que todo se sostiene sin él, lo cual no lo hace menos necesario, porque el síntoma es necesario. En este sentido, dios-mito-síntoma-ego, es un punto de lo real que organiza nuestro mundo. Y funciona porque nos reconstruimos a partir de este punto, de esta realidad. Nos reconstruimos a partir de que hemos identificado el síntoma y sus causas u orígenes. ¿Qué tal estás?

Reme .P

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Feb 16, 2018, 11:20:39 AM2/16/18
to seminari...@googlegroups.com
Éste ha sido el último texto de Joaquín en el grupo. Después ha sido expulsado.
El único motivo que se me ocurre para justificar tal decisión es que no esté bien visto escribir en Jacotot, y tal vez por eso aquí casi nadie dice casi nada casi nunca. Otro motivo puede ser un asunto personal que la mayoría de los presentes ignoramos, lo cual no debería afectar al conjunto. Ante tal panorma, prefiero marcharme también. Queda vía libre para despotricar, si se quiere, y/o darle un enfoque filosófico a los roces y mezquindades humanas. Con Joaquín es fácil ensañarse, anda siempre exprimentando y se expone de una manera casi ingenua. Yo he disfrutado de algunos textos compartidos, por él y por el resto de los presentes, y os doy las gracias por ello. Deseo honestamente que vaya todo bien y que haya siempre amistad verdadera en vuestras vidas. Tal vez nos encontremos en otros lugares.
Un beso,
reme

2018-02-16 1:39 GMT+01:00 joaquinregaderamartinez <joaquinrega...@gmail.com>:

La dicha, la gracia. La lluvia instalada en nuestros corazones, sobre los que se despliegan acordeones como arcoíris sobre el horizonte del desierto social. El oasis de la intimidad. La unión y sus alegrías, éxtasis y visiones. El rocío y su frescor primaveral. El sauce llorón en lo alto de la colina. El acantilado, la cala, las olas rompiendo contra las olas. La promesa de un taller de pintura. Algunos libros por leer. La ciencia. La muerte. La niñez. El ocio. La comunicación, aérea, expresiva, musical. Los sentimientos manifestados en los estados de ánimo. Luces y sombras, imágenes variables, definidas y seguras como el brillo del sol en nuestro corazón. Improvisación. Las noches en las que existimos, en las que no dormimos. Hadas e imaginación. Pensamientos extraños, erudición de internet. Labios ardientes, ensoñaciones joviales. Lo terrenal, la realidad. Los afectos y las ideas. La salud ágil, graciosa, desbordante de fuerzas. Los paseos por el río, los estudios, el camino y la huida. El silencio de nuestras alegrías, una invocación que bate sus alas negras estos días. Nuevos recuerdos y sonidos conmovedores. Esplendor en la cama. Belleza observada, relatada, transformada, penetrada e identificada, como se reconoce un misterio, como se simpatiza con una revolución. Atención. Inteligencia pronunciada, leída, movida, intensificada, meditada, actuada, contemplada y reflexionada. En ocasiones fatigada, clavada en un tablón de anuncios de corcho. Veraneada, perdida y perfumada. Frecuentada, hasta quedarse en blanco aquietada, prolongada, provocada, explicada, imaginada. Es temprano. No obstante, la intensidad con la que ha amanecido nuestra relación es de tal magnitud que nos ha urgido tomarnos un tiempo de descanso apenas el sol ha comenzado a asomarse tras las montañas. Es la primera vez que me pasa y, aunque no hemos tardado en recular, es de considerar. Al igual que nos poníamos febriles para dar un estirón, nos perdemos para encontrar nuevos caminos bajo el sol. Los límites son los objetos del fin, y la finalidad del objeto es la definición de su límite: el objeto es aquello con lo que chocamos, el muro que separa los hechos de las cosas. Dios nos guarda del goce porque él lo precede. Él es el mito, la prohibición que produce el deseo. Él es la construcción del fantasma, de la fantasía, del deseo sintomático al que terminamos siempre aferrándonos necesariamente para suponernos especiales. El deseo sintomático es la respuesta a la cuestión de saber lo que somos para el otro. Autorrepresión. La función de dios, no advenida, debería ser la de darnos sentido. No obstante, carecemos de un dios real. Por tanto, apelamos a toda la cultura para agenciarnos algo de dios. Permanecemos arraigadas a él al mismo tiempo que renegamos de él. Por ende, el síntoma del deseo es el ego. Un síntoma real -no ya simbólico- que nos construye en los procesos de identificación. El síntoma, para el inconsciente, es antiadherente. Así que relacionémonos imaginariamente con el otro, guardémonos rencor. Y luego metamorfoseemos la relación con nuestro cuerpo para evacuar el resentimiento. Cuidémonos de disfrutar del daño que se nos infringe, cuidémonos del contraproducente masoquismo y de su imán para el sadismo. Disfrutemos, si acaso, de cierta despreocupación para con la relación con nuestro propio cuerpo. El mito es de por sí un síntoma. El ego nos mantiene unidas y el arte nos cuida de los centrismos, incluido del falocentrismo. E ilustremos a dios para darnos un nombre cuyo goce no sea fálico. Dios es un síntoma, y es cuando no gozamos que lo buscamos. Lo buscamos cuando estamos perdidas porque no gozamos. Sin embargo, hemos de comprender que todo se sostiene sin él, lo cual no lo hace menos necesario, porque el síntoma es necesario. En este sentido, dios-mito-síntoma-ego, es un punto de lo real que organiza nuestro mundo. Y funciona porque nos reconstruimos a partir de este punto, de esta realidad. Nos reconstruimos a partir de que hemos identificado el síntoma y sus causas u orígenes. ¿Qué tal estás?

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Rafael SMP

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Feb 16, 2018, 12:03:44 PM2/16/18
to seminari...@googlegroups.com
Con esto que cuentas, Reme, yo tampoco quiero estar en el grupo.

Abrazos a todxs.

R






El 16 de febrero de 2018, 17:20, Reme .P <pern...@gmail.com> escribió:
Éste ha sido el último texto de Joaquín en el grupo. Después ha sido expulsado.
El único motivo que se me ocurre para justificar tal decisión es que no esté bien visto escribir en Jacotot, y tal vez por eso aquí casi nadie dice casi nada casi nunca. Otro motivo puede ser un asunto personal que la mayoría de los presentes ignoramos, lo cual no debería afectar al conjunto. Ante tal panorma, prefiero marcharme también. Queda vía libre para despotricar, si se quiere, y/o darle un enfoque filosófico a los roces y mezquindades humanas. Con Joaquín es fácil ensañarse, anda siempre exprimentando y se expone de una manera casi ingenua. Yo he disfrutado de algunos textos compartidos, por él y por el resto de los presentes, y os doy las gracias por ello. Deseo honestamente que vaya todo bien y que haya siempre amistad verdadera en vuestras vidas. Tal vez nos encontremos en otros lugares.
Un beso,
reme

Jordi Carhur

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Feb 16, 2018, 12:58:34 PM2/16/18
to seminari...@googlegroups.com
Quién ha expulsado a Joaquín? No recuerdo quién tenía el permiso para hacer eso, o si lo tenía todo el mundo... De todos modos hace ya tiempo que este grupo no tiene gran sentido y solo existe por inercia, no sé qué os parece. Igual sería el momento de acabar con él.

Jordi Carhur

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Feb 17, 2018, 2:59:46 PM2/17/18
to seminari...@googlegroups.com
Bueno, como nadie se pronuncia yo también me salgo de la lista. Cuídense!
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