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Leí con mucho cuidado cada una de sus intervenciones, presté la misma atención respecto los videos y demás vehículos documentarios por medio de los cuales han expuesto tan acertadamente sus posturas a este respecto.
Yo siento que nos perdemos en algunas aseveraciones aquí presentadas. Aprendí a lo largo de mi vida profana, masónica, profesional y convivencial que existen varias estrategias para atacar un problema:
PRIMERO- Partir en problema en varias partes y definir los elementos primarios, que son aquellos que le dan sentido a algunos otros descritos dentro de esa misma disección.
SEGUNDO- Buscar o entablar diálogo con aquellos, primeramente, que están a favor de esos elementos primarios del problema, que viene siendo problemas unitarios en sí mismos.
TERCERO- Los elementos secundarios unirlos de alguna forma a los primarios bajo algún criterio o patrón de criterios. Ejemplo si el problema es la CONTAMINACIÓN, definir los tipos de contaminación y los agentes de las mismas, pero los agentes no son la parte primordial, son sólo un vehículo que es parte de la ejecución del acto de contaminar.
Siguiendo esta metodología. Yo propongo primeramente definir el cambio del artículo 24 que refiere a El Estado Laico. ¿Qué hace Laico a un Estado?, el sacar la variable RELIGIÓN de la ecuación que, ya en sí, es compleja sin ésta. La libertad es la capacidad e vivir acorde a principios comunes que nos dan un acceso acciones que nos llevan a alcanzar nuestros sueños.
Entonces lo primero es tener sueños, ambiciones, anhelos y deseos de ser mejores. La religión ayuda como eje espiritual para la formación del individuo, no es la formación del individuo y no es el individuo. Lo segundo es la educación, la capacidad de pensar, de debatir, de utilizar la razón y los mecanismos dialécticos para llegar a acuerdos, que no siempre son los mejores, pero son los más convenientes porque nos llevan a la paz; la paz nos lleva a conocer nuestro entorno y por medio de éste superarnos, ser mejores, forjar un mejor horizonte para nosotros mismo y para nuestros hijos.
Al perder la capacidad de llegar a acuerdos por medio del diálogo, llegamos a la aceptación de argumentos que no son debatibles por ser considerados de redacción suprahumana o divina, lo cual respeto para quienes así lo piensan. La masonería tiene la GENIALIDAD de aceptar a la gente que piensa diferente y debatir, enfrentar ideas en líneas encontradas sacando conclusiones que alimentarán sanamente a las partes involucradas. Lo malo no es la religión sino la imposición de alguna en particular o de condicionar el ejercicio de alguna a factores externos que la convierten en una cárcel moral y existencial, de alguna forma, que se basa en la falta de cuestionamientos propios y de meditación.
Problemas añadidos a éste son: La educación sexual en las escuelas, el aborto (en sus diferentes modalidades), la eutanasia, el divorcio (porque hay personas que todavía lo satanizan) y tantos otros, que no son la parte medular del problema, son problemas pero son consecuencia de otros cuya raíz u origen podemos, en algún momento, llegar a conocer y atacarlos desde ese punto. Sin embargo, primero hay que definir lo primero, porque modificándose o no los artículos que sean los problemas no van a desaparecer solamente se les va a atacar de otra forma, generalmente de una forma contraria, en caso extremo, a aquella que podemos definir en nuestros principios. Aquello que llamamos "problema" es en realidad un fenómeno que terminará manifestándose de formas diferentes según se cambien los estímulos que genera ese mencionado "problema".
La Iglesia, sin meternos en disertaciones de tipos conceptuales o conceptualistas, no fue el mensaje de Jesús, el mensaje era tan simple que era tan difícil de entender, DAR, y algo que está más allá de eso es DARSE A SÍ MISMO. La masonería nos enseña a dar, no a regalar indiscriminadamente, sino dar a quien lo necesita bajo los términos que esa ayuda tenga un eco en el recipiendario de la misma. El Papa fue un Rey, un emperador que copió la estructura misma del imperio romano dándole otros nombres a los dignatarios que la componen.
Toda pérdida de algún tipo de libertad es un retroceso, en sí misma, independientemente de la fuente de esta pérdida. Una cosa podemos estar seguros, aunque suene disgregante, pero es la verdad. El México del Noreste, el del Noroeste, el del Centro, el de la Costa, el del Sur, son diferentes, tienen problemáticas diferentes, contextos de vida diferentes. No es lo mismo vivir en la frontera norte, que en la frontera sur, no es lo mismo vivir en las capitales de las entidades federativas que vivir en las zonas rurales, o en la costa, o en la sierra. Es natural que las necesidades sean diferentes, es natural que la vida se vea bajo ópticas distintas; sin embargo, aquello que nos une, que nos hace iguales, que nos da la misma voz y el mismo peso, es que La Constitución, así como los símbolos patrios, que cada vez están más desdeñados por la juventud carente de instrucción y de interés a este respecto.
Me enseñaron, de niño, a ponerme de pie al escuchar el Himno Nacional, que, por cierto, no es una canción y menos se llama "Canción del Masiosare". Me enseñaron a no tocar la bandera con la mano desnuda y cuidar que ésta primera no toque jamás el suelo. En fin, son cosas que yo aprendí, el que no se haga no inflige ninguna regla, son modos de ver las cosas. Forma que ya no se dan en las escuelas, templos primarios del saber y de la convivencia social por excelencia.
Somos herederos de una forma de ver la vida, como iniciados, como ciudadanos del mundo, como hermanos que somos. Tenemos el poder que propagar esa idea. Esta idea tiene fuerza, la idea tiene peso y valor. Cuando se comparte forma frentes, cuando los frentes se identifican forma ideologías y las ideologías perduran por encima de quienes las acogen.
La democracia no es solamente votar, sino manifestar un mundo de ideas. La cuna de las ideas está en la escuela y está por demás decir, a mi forma particular de verlo, el estado deplorable en el que se encuentran en la actualidad. Cuando la razón vence, vencen hasta aquellos que no la tenían.
Volviendo a mi planteamiento original, un pueblo sin sueños ni educación es susceptible a autodestruirse y el dejarse arrebatar la libertad es una forma de autodestrucción, porque se pierde la esencia misma que lo define como pueblo.
Este foro, es una muestra de ese intercambio solidarios y transparente de ideas en sus puntos más elementales y primordiales. El verdadero Dios habita dentro de nosotros, sea como sea que se llame, tenga la forma que tenga, sea de la raza que sea, es una fuerza que nos une con la esencia del universo mismo, aunque intentemos negarlo, como, en ocasiones, muchos lo hacemos. Es cuando llego a la conclusión más sublime, LA PALABRA HERMANO es una de las más sagradas y su significado conceptual es de los más profundos porque nos acerca con aquellos que piensan diferente a como lo hacemos nosotros.
Hermanos míos, doy gracias por las atenciones que han tenido conmigo y aprovecho para reiterar que todo cuando expresé en este mensaje es mi forma personal de pensar que quise compartir con ustedes.
Gracias
Amor Fraternal, Socorro, Verdad
Ing. Mariano Narváez Cantú M:.M:.
R:.L:.S:. "Orión" # 19
Or:. Nuevo Laredo, TAM, MX
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