Prácticas Masónicas Secretas Para Alcanzar La Iluminación

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Alcoseri Vicente

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Sep 15, 2025, 5:47:57 PM (7 days ago) Sep 15
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Prácticas Masónicas Secretas Para Alcanzar La Iluminación

 

Hoy, congregados bajo la guía  del Gran Arquitecto del Universo, os invitamos a emprender este viaje por los senderos ocultos de la sabiduría ancestral. En los sagrados templos de la Masonería, donde el compás de la sabiduría  y la escuadra de la razón guían nuestra búsqueda de la verdad, desvelamos los misterios que unen el espíritu, el corazón y la mente. Como masones, juramos elevar el conocimiento al servicio de la humanidad, forjando cadenas de unión de la fraternidad que trascienden el velo de lo material. Que esta exploración ilumine vuestras almas, recordándonos que el verdadero poder reside en la armonía cósmica, tal como el físico Michio Kaku ha afirmado: "La física cuántica nos muestra que el universo no es un conjunto de objetos separados, sino un todo interconectado donde cada partícula vibra en sintonía con el resto".

Los Secretos de la Iniciación masónica

A lo largo de la jornada masónica, cuando comienzas a comprender procesos que otras personas no pueden percibir, puede surgir la tentación de usar ese conocimiento para manipular situaciones o individuos. Por ejemplo, si posees conocimientos avanzados de psicología, podrías aplicar técnicas de programación neurolingüística para influir en sus comportamientos: qué palabras elegir, qué entonación usar, cómo presentar la información. Las posibilidades de manipulación son diversas.

En Masonería se nos enseña el arte del liderazgo , de saber que motiva a las personas y que las desmotiva y en base a ello, encontramos a masones convertidos en lideres políticos o religiosos.

Sin embargo, la Masonería impone una regla tácita y fundamental: todo poder y comprensión adquiridos deben dedicarse al servicio de los demás. Esta es la primera y más importante directriz. Sin esta orientación, al desarrollar tales habilidades, podrías sentir la tentación de pensar: "Puedo obtener lo que deseo porque entiendo esto, mientras ellos no".

Diversos sistemas espirituales alrededor del mundo ofrecen programas de iniciación por los cuales una persona puede pasar. La Masonería es uno de los sistemas más influyentes en Occidente, pero no siempre es fácil obtener claridad sobre el verdadero propósito de su desarrollo. ¿Qué significa realmente ser iniciado en Masonería o pasar por una proceso de  iniciación? Estos términos se utilizan ampliamente en los círculos metafísicos modernos, pero al observar a las personas que se presentan como iniciados masones, se percibe que con frecuencia son muy diferentes entre sí. Un aspecto técnico de esto es que la estructura de su consciencia y sus cuerpos sutiles puede variar significativamente de uno a otro, especialmente si provienen de diferentes contextos sociales , culturales , religiosos etc.

Imagina por un momento que estás a punto de descubrir algo profundo y transformador, un conocimiento al que pocos tienen acceso. ¿Te has preguntado alguna vez cómo sería usar ese poder para influir en el mundo que te rodea? Pero antes que nada, reflexiona: el verdadero poder no reside sólo  en el conocimiento, sino en cómo eliges aplicarlo. Si este conocimiento despierta algo dentro de ti, entonces dale like y comenta abajo sobre cómo usarías esa sabiduría. Queremos saber: ¿estás preparado para usar el conocimiento al servicio de los demás, o hay otra tentación malévola  acechando?

La iniciación masónica puede ser comprendida en tres aspectos principales. En primer lugar, la iluminación comienza con el mejoramiento del proceso de pensamiento, lo que lleva al conocimiento de las realidades no físicas. Esto implica la comprensión de las grandes verdades espirituales sobre de dónde venimos y las profundidades espirituales que existen dentro de nosotros. Este proceso está íntimamente ligado a los centros espirituales en la mente y a la clarificación del pensamiento, permitiendo que nos volvamos conscientes de la estructura del mundo espiritual, de cómo interactuamos con él y de cómo nos influye en la vida cotidiana.

En el contexto de la Masonería, esta iluminación nos hace darnos cuenta de que todo es una manifestación del pensamiento de la mente divina y que esas manifestaciones siguen un patrón definido. La ciencia que utilizamos hoy en día para comprender estos patrones se conoce como geometría sagrada, la cual ofrece un lenguaje universal para entender los patrones de la creación en todos los niveles.

Independientemente de la tradición esotérica que se siga, todas trabajan con la geometría sagrada, pues ella representa, en su nivel más elevado, una forma pura y compacta del pensamiento divino, revelando el patrón esencial de todo lo que se manifiesta. Como Michio Kaku ha observado en relación con los patrones cósmicos: "El universo está gobernado por leyes matemáticas elegantes, como la simetría, que subyace a toda la creación, desde las partículas subatómicas hasta las galaxias".

El siguiente nivel de desarrollo espiritual es el del clarividente, que está profundamente ligado a la iluminación del corazón y las emociones. En el contexto de la Masonería, es descrito como una luz etérea de tonalidad violeta que emana del corazón y se desplaza hacia el centro del tercer ojo. Esta energía color violeta  es etérea y recorre los centros espirituales de la cabeza, específicamente en la región del tercer ventrículo del cerebro, conocida en las tradiciones indias como la caverna de Brahma. Esta área, situada entre las glándulas pineal y pituitaria, cuando se activa, proporciona una visión espiritual directa.

El tercer aspecto del desarrollo espiritual implica la capacidad de cultivar la acción o la voluntad, asociada con el abdomen —o el hara en Japón y el dantian inferior en la alquimia china—. Este centro energético, relacionado con la voluntad inferior, permite que el individuo actúe esotéricamente, utilizando realidades no físicas para influir en el mundo físico. En el nivel más avanzado de este desarrollo, encontramos prácticas como la alquimia física, donde una sustancia puede ser transmutada en otra. Este proceso suele ser precedido por varias etapas que implican la transformación de campos de energía menos densos, como los etéreos. La verdadera transformación vibracional de estos campos, a menudo manifestada en prácticas de sanación energética, es una característica central en este camino. Aquel que domina la capacidad de transformar la realidad física a través de fuerzas espirituales es conocido como un adepto.

Esto nos proporciona una visión clara de cómo estos conceptos se interrelacionan en el trabajo de la Masonería, en el corazón y en el abdomen. Esta idea es verdaderamente universal: si exploras el budismo, encontrarás enseñanzas sobre pensamiento, habla y acción; en el sufismo, el énfasis recae sobre la cabeza, el corazón y las manos. Estas tradiciones, aunque diversas, trabajan con el mismo principio fundamental. Si has estudiado medicina china o alquimia interna china, como el Qigong, debes estar familiarizado con los Dantian superior, medio e inferior. Estos centros son frecuentemente llamados campos de elixir, ya que energéticamente funcionan como campos espirituales que podemos cultivar y energizar, dependiendo de dónde concentremos nuestra atención. En Qigong, el Dantian es el centro energético principal del cuerpo, ubicado bajo el ombligo, donde se almacena, refina y circula el «qi» (energía vital). La alquimia interna (neidan) es el proceso taoísta de transformar el Jing (esencia vital), el Qi (energía) y el Shen (espíritu) dentro del cuerpo, usando los tres Dantians como los "alambiques" para esta transmutación energética, que puede ser ascendente (refinamiento) o descendente (condensación).

Inicialmente, comenzamos a desarrollar una comprensión más profunda de estas energías. Para el iniciado masón, los patrones espirituales detrás de estos centros se vuelven visibles, permitiendo una percepción directa de las realidades espirituales —como sucede con el clarividente— o la manipulación directa de las fuerzas espirituales, característica del adepto.  El proceso de iniciación masónica , en este contexto, es un prolongado  proceso de autodescubrimiento: comprender quién soy, por qué estoy aquí, de dónde vengo y cómo puedo desarrollar un camino que acelere mi autoconciencia y crecimiento espiritual.

La iniciación masónica  y la alquimia interna implican la transformación de algo de un estado bruto a un estado elevado. Un aspecto crucial de este proceso es que el estado inicial —el material bruto— debe existir primero. Es como transformar plomo en oro: el plomo debe estar presente para que el oro pueda ser creado. Esto implica que dentro de todas las formas inferiores está oculta la semilla de su realización plena, muy similar a la transformación de la oruga en mariposa. Cuando observamos una oruga, no podemos imaginar que con el tiempo toda su estructura contiene el potencial para convertirse en una mariposa alada. Lo mismo se aplica al ser humano: desarrollamos nuestro cuerpo físico, fortalecemos nuestra fuerza vital y expandimos nuestra conciencia. Sin embargo, el siguiente paso es desarrollar nuestra autoconsciencia, la presencia del "yo soy", que es donde nos encontramos hoy. La humanidad ya ha alcanzado este estadio y ahora está en un punto crucial para profundizar en esta autoconciencia.

La alquimia interna de este proceso está simbolizada en la tradición cristiana esotérica por la llama sobre las cabezas de los discípulos en Pentecostés. Esta llama representa la ignición de una estructura espiritual que recorre el eje vertical del cuerpo humano. En el centro de esta energía, sobre la cabeza, brilla el centro del Espíritu Santo, como está representado en las tradiciones cristianas. Sin embargo, personas de diversas religiones también tienen conocimiento sobre el primer centro encima de la cabeza y su capacidad para despertar una conciencia superior. Conforme desarrollamos este aspecto de nuestra propia esencia, nos permite iluminar y transformar con el tiempo nuestros cuerpos inferiores. Esto significa que podemos entrenar nuestra autoconciencia espiritual del "yo soy" para elevar nuestra conciencia a un nivel superior. Esta es una transformación alquímica de la conciencia, donde esta se convierte en algo de una naturaleza más elevada, capaz de, a su vez, transformar todo nuestro cuerpo vital —el cuerpo etéreo, chi, ki o prana— en una expresión más elevada, y eventualmente esta transformación puede incluso impactar el cuerpo físico.

Esta reflexión nos lleva a una pregunta crucial: ante una perspectiva tan amplia sobre cómo todo se conecta, ¿qué debe hacerse como parte de un sistema de prácticas de iniciación? ¿Alguna vez te has preguntado si la clave para el autoconocimiento podría estar oculta en prácticas antiguas y casi olvidadas? ¿Y si existieran ejercicios específicos que, según maestros espirituales masones, tienen el poder de transformar no sólo  la mente, sino también el cuerpo y el alma? ¿Cuál es el verdadero propósito detrás de estas técnicas y cómo pueden impactar profundamente tu vida diaria, aunque a primera vista parezcan simples?

El Secreto de los Masones para Neutralizar Energías Negativas

Una de las prácticas más esenciales para los masones son los seis ejercicios básicos. El francmasón Rudolf Steiner destacó estos seis ejercicios, afirmando que si no puedes hacer nada más, al menos practícalos. Esto se debe a que, mientras algunas prácticas ocultas pueden tener efectos perjudiciales, los seis ejercicios básicos tienen el poder de neutralizar cualquier impacto negativo. Las tres primeras partes abordan nuevamente la idea central de que nuestra alma posee tres facultades fundamentales: esto es equivalente a decir que nuestro cuerpo astral tiene tres aspectos distintos —pensar, sentir y querer—, o en términos más simples, el pensamiento, la palabra y la acción. Sí, Rudolf Steiner estuvo involucrado con la masonería al dirigir una logia masónica llamada Mystica Aeterna dentro de la Orden de Memphis y Mizraim entre 1906 y 1914, a la que añadió elementos rosacruces. Esta afiliación masónica formó parte de su trayectoria en el esoterismo occidental.

Los 6 ejercicios básicos del masón Rudolf Steiner no son ejercicios físicos, sino prácticas espirituales para desarrollar el alma y la mente, incluyendo: 1) Control de los pensamientos enfocándose en un objeto; 2) Fuerza de voluntad a través de acciones elegidas libremente y realizadas en horarios fijos; 3) Ecuanimidad al mantener respuestas emocionales tranquilas y ver lo positivo en las situaciones; 4) Apertura a nuevas ideas para no cerrar la mente a lecciones nuevas; 5) Armonía entre estas cualidades al practicarlas regularmente y 6) Fomento de la interconexión y el pensamiento con el "corazón" para evitar la individualidad aislada.

 

 En diferentes tradiciones encontramos variaciones de este concepto: los budistas, por ejemplo, hablan de mente, corazón y manos; para los sufíes, estos aspectos son los centros superior, medio e inferior; los taoístas chinos se refieren al dantian. Todas estas tradiciones, sin embargo, apuntan a los tres centros principales: pensar, sentir y actuar.

La primera etapa, como sugirió Gurdjieff, es comenzar con la autoobservación: a lo que estamos pensando, sintiendo y haciendo. Este acto de autoobservación, también ampliamente discutido por los budistas, nos permite usar la luz de la conciencia para iluminar nuestros procesos de pensamiento, sentimiento y acción. Al hacerlo, nos volvemos conscientes de cuánto de lo que experimentamos diariamente es puramente reactivo e inconsciente: una secuencia de respuestas automáticas a estímulos externos. Recibes un determinado estímulo externo y, casi sin darte cuenta, reaccionas de forma automática. Esta es la base de todo: si te dedicas a esta práctica, acabarás alcanzando tu objetivo. Incluso si esta es la única cosa que haces, aún así será suficiente. Y si no lo haces, nada más que intentes tendrá real importancia. La autoobservación es esencial y su práctica es mucho más desafiante de lo que puede parecer a primera vista.

Una práctica relevante y fundamental es conocida como revisión inversa. Esta técnica, altamente valorada en la escuela de iniciación de Steiner, debe realizarse al final de cada día. La revisión inversa implica una meditación profunda poco antes de dormir, en la cual revisas mentalmente tu día pero de forma inversa: comienza por el momento en que estás a punto de quedarte dormido y ve retrocediendo, pasando por actividades como ir al baño, ver televisión, cenar, regresar del trabajo, hasta llegar al instante en que despertaste. Aunque existen aspectos espirituales profundos involucrados en esta práctica, relacionados con procesos energéticos significativos dentro del ser humano, una de sus características esenciales es que, al pensar en orden inverso en lugar de seguir la dirección natural del tiempo, estás desarrollando una nueva fuerza interior, similar a fortalecer un músculo en tu cuerpo etérico —también conocido como el cuerpo de vida—. Este cuerpo etérico es responsable de almacenar todas nuestras energías vitales y memorias. Al ejercitar la habilidad de retroceder en el pensamiento, estás, de hecho, fortaleciendo el cuerpo de memoria, preparándolo para ser utilizado en propósitos más elevados de iniciación y alquimia en el futuro.

La siguiente práctica a explorar es la observación de las fuerzas vitales de crecimiento y decadencia. Actualmente, tenemos la ventaja de contar con equipos de filmación que nos permiten visualizar estos procesos de manera acelerada, como en las películas donde podemos ver una semilla germinar, crecer, florecer, fructificar y eventualmente marchitarse en cuestión de minutos. En el pasado, los masones realizaban esta observación a lo largo de todo un año, acompañando atentamente cada fase del ciclo de crecimiento. La observación de las fuerzas vitales es extremadamente importante, ya que nos ayuda a desarrollar una facultad clarividente única, capaz de percibir cómo los procesos vitales se desarrollan de una etapa a otra. Este es un misterio divino intrínseco a todo ser humano, y para desentrañar lo que está oculto en ese misterio, el estudio de la ciencia espiritual es esencial. Necesitamos conceptos que nos ayuden a comprender lógicamente cómo estos procesos se conectan y se transforman. Como Michio Kaku ha señalado sobre la interconexión de la vida y el cosmos: "La física nos revela que la energía y la materia son intercambiables, y que patrones como la espiral de Fibonacci aparecen en la naturaleza, desde las conchas hasta las galaxias, sugiriendo un diseño inteligente subyacente".

Paralelamente a este estudio, existe una práctica específica conocida como práctica de disolución. Esta práctica funciona como una forma alquímica de leer textos espirituales. Cuando leemos un texto de cualquier tradición espiritual, en realidad estamos descifrando palabras que representan el intento del autor de traducir una experiencia espiritual directa en lenguaje escrito. Para realmente comprender lo que el autor está tratando de transmitir —sin caer en interpretaciones literalistas o fundamentalistas—, es necesario captar la esencia de la experiencia que vivió y que está intentando compartir. Para comunicarse a través de las palabras, es esencial que estas palabras sean disueltas en una experiencia espiritual interna y directa. Esto implica una lectura meditativa donde el texto es absorbido y transformado en la esencia de la experiencia original. Este proceso nos permite acceder a las capas más profundas de las enseñanzas espirituales, revelando un vasto universo de comprensión.

Este enfoque está estrechamente ligado a la siguiente práctica, conocida como yoga micaelica. En las antiguas escuelas de sabiduría, se enseñaba un tipo específico de respiración donde la atención plena a la inhalación y exhalación era fundamental. Existía un yoga particular para controlar la respiración de manera que aumentara la conciencia. El concepto de yoga micaelica, según Steiner, sugiere que para los masones esta inhalación y exhalación ahora ocurre en el dominio de la pura conciencia; ya no está restringida a la respiración física. Cuando inhalamos de cierta forma la percepción del mundo físico que nos rodea —estamos realizando un acto de observación, ya sea al contemplar la naturaleza o al interactuar con otro ser humano—, estamos respirando esa percepción dentro de nosotros en un proceso completamente receptivo que requiere un alma abierta y receptiva. " El Yoga Micaelica" no es un estilo de yoga estándar o conocido, pero probablemente se refiere a una práctica de yoga que incluye elementos inspirados en la figura del Arcángel Miguel, como un "Yoga Cognitivo de Micael" mencionado en un libro o a una práctica personal con una instructora llamada Micaela. El masón Rudolf Steiner describe el "Yoga Cognitivo de Micael", sugiriendo una aproximación más intelectual al yoga.

Mantenemos esa percepción dentro de nosotros —ya sea el movimiento gracioso de un niño o el florecimiento de una flor— y luego la exhalamos como un concepto. Este concepto es la comprensión del espíritu contenido en lo que percibimos. Así, en lugar de respirar físicamente, estamos respirando las percepciones del mundo de manera receptiva y posteriormente exhalando activamente el concepto, donde reconocemos el espíritu presente en el mundo que nos rodea. Michio Kaku, al reflexionar sobre la conciencia y la realidad, ha dicho: "La mente humana podría ser el puente entre el mundo cuántico y el macroscópico, donde la observación colapsa las probabilidades en certidumbre, transformando lo potencial en lo real".

Imagina que estás en un vasto campo donde cada paso revela un secreto oculto de la naturaleza, cada brisa susurra una enseñanza antigua y cada rayo de sol ilumina un nuevo camino de sabiduría. Ese campo es el escenario del viaje masónico que acabamos de recorrer juntos: un viaje donde el conocimiento no sólo  se adquiere, sino que se vive y se comprende profundamente. Y tú, al llegar hasta aquí, has demostrado un verdadero compromiso con tu propio desarrollo espiritual.

No eres sólo  un espectador, sino un verdadero masón en acción : alguien que se aventura a caminar por territorios desconocidos, cuestionando, reflexionando y, sobre todo, creciendo. Al explorar los misterios de la iniciación masónica  y el autoconocimiento, no sólo  absorbiste información, sino que también diste un paso hacia un nuevo nivel de conciencia, algo que pocos tienen el valor de hacer.

Recuerda, al igual que la oruga que se transforma en mariposa, dentro de ti existe el potencial para volar hacia alturas que aún no puedes imaginar. Y cada vez que dedicas tiempo y atención a tu crecimiento, ese potencial se vuelve más real, más tangible. Ahora, si este viaje tocó algo profundo dentro de ti, si sentiste la chispa de la transformación, te invito a seguir adelante en la senda masónica.

Juntos estamos creando un mundo donde el conocimiento se transforma en sabiduría, y la sabiduría en amor y servicio al prójimo. Sigue explorando, sigue creciendo. Y recuerda que este viaje iniciático masónico apenas comienza. Nos vemos en la  próxima recurrencia. Hasta entonces, que la luz de la sabiduría y el amor guíen cada uno de tus pasos.

 

Alcoseri 

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