La presencia de la Biblia en Logias Masónicas

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SECRETO MASONICO

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Dec 2, 2022, 5:21:28 PM12/2/22
to SECRETO MASONICO
La presencia de la Biblia en Logias Masónicas
Debemos comenzar señalando que la presencia de la Biblia en logias masónicas para algunos masones , les parece normal y lógico , mientras que para otros masones les resulta incómodo y hasta repugnante, pero para ambos grupos de masones la Biblia no representa una verdad revelada por Dios, sino simples ideas creadas por la mentalidad humana hace miles de años . Aún y que la Biblia no haya sido dictada por Dios , quien haya estudiado la Biblia a profundidad encontrará que la Biblia fue escrita en códigos numéricos  muy complejos , que coinciden con una narrativa bien  armada, esto hace pensar que fue escrita por una civilización muy avanzada que dominaba muy bien cierto tipo de mensajes encriptados, y si bien no toda la biblia está escrita en Códigos ,  si lo está el Pentateuco y algunos otros cuantos libros del antiguo testamento.      
La Francmasonería es esencialmente adogmática, tolera todas las creencias y todas las religiones; el Francmasón es libre de  profesar una creencia religiosa o no, pero tiene necesariamente que creer en un Ser Supremo , también la presencia de la Biblia o más generalmente, del volumen de la ley sagrada, el papel   que juega o no jugar, en el lugar masónico como luz, o como mobiliario, esto me llevó a buscar el origen de esta presencia en nuestros rituales.
Es un problema relativamente complejo, porque a la presencia de la Biblia en el taller  masónico y al papel que juega o no, se suma la particularidad que comparte con la hermandad, por toda una serie de leyendas parabíblicas que desarrollan la historia a presentar  una lección simbólica o moral en Masonería; finalmente, la extraordinaria   variedad de palabras correspondientes a cada grado, contraseñas, palabras sagradas, leyendas de las cuales muchos ritos y especialmente el Rito Escocés Antiguo Aceptado en sus treinta y tres grados son sacados del contexto bíblico .
Seré   incompleto sin duda, pero me he decantado por los ritos que conocemos bien, que practicamos con regularidad u ocasionalmente, es decir, el rito nacional mexicano , el rito escocés antiguo aceptado y el rito york ; me he inspirado en gran medida en el contexto.
Nótese que el shibboleth de la regularidad de la Gran Logia del Estado de Nuevo León “México” es la Biblia en sentido estricto, pero entendemos que  el volumen de la ley sagrada, es decir sería  cualquier libro básico de carácter religioso y la creencia en el Gran Arquitecto y en sus diferentes naciones donde se presente  abrir los augustos trabajos.
En efecto, allí donde la Biblia no es el libro de reflexión cotidiano de los Hermanos, se desvanece o desaparece, en beneficio del "libro de la constitución de la Nación", que sería en el Rito Nacional Mexicano , desarrollo que no es en modo alguno incompatible con la creencia en la Gran Arquitecto como se muestra en la historia del Rito Nacional Mexicano donde el juramento se hizo ante el Gran Arquitecto así como   en el libro de la ley. [Los masones practicantes del Rito Nacional Mexicano en el siglo XIX secularizaron su tradición para responder a sus compromisos sociales, patrióticos, liberales y democráticos. Además, muestra cómo ellos sustituyeron La Biblia por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus juramentos masónicos, en un contexto social en el que jurarla se consideraba un anatema para el clero católico, y en un contexto masónico adverso en el que sustituir el Libro de la Ley y participar en la política como masones era contravenir la tradición especulativa londinense].
Analicemos primero nuestro primer punto: la Biblia, una de las tres Luces en la logia, sobre el cual hacemos un juramento. No es necesario dar pruebas de una vasta erudición para señalar que la Masonería "operativa", la de los constructores, muy ligada al mundo clerical al menos por la construcción de las catedrales, era, como mobiliario , el conjunto de los cuerpos de oficios. , gremios de artesanos”, diversas sociedades de inspiración cristiana, católica en Inglaterra hasta la Reforma, anglicana o reformada a partir de entonces. En Francia, Italia, España, permanecieron fieles a la iglesia romana   hasta su desaparición natural o su supresión revolucionaria.
Es difícil afirmar que la Biblia   figuró en el material de las logias operativas inglesas antes de la reforma, al menos según lo que nos permiten captar los “Los llamados "Antiguos Cargos" o "Antiguos Deberes" (Old Charges) ancestrales  cargos”. Por otro lado, sabemos que allí hicimos un juramento, lo cual no es original, ya que la "profesión jurada" era la regla en casi todas partes. El hecho es que los primeros documentos, el regius (1370) y el Cooke (1420) guardan perfecto silencio. Tampoco se debe excluir ninguna hipótesis: la Biblia cuando se podía obtener, antes del desarrollo de la imprenta no era tan fácil. De todos modos, el juramento tenía un carácter religioso que conservó, excepto en la Masonería “secularizada”.
Los documentos más recientes, pero también posteriores a la reforma, son más explícitos y el juramento sobre la Biblia es, en la mayoría de los casos, afirmado por el "manuscrito de la gran Logia" n°1 (1573) y el "Manuscrito   de Edimburgo" (1696) . Cito, Se les hace tomar la Biblia y jurar y el solicitante jura sobre el libro sagrado por "Dios y San Juan". Por lo tanto, podemos admitir que, desde la reforma, el juramento sobre la Biblia se había convertido en la regla, que se trataba de un "hito del contexto hugonote" . Esta observación no debe hacernos perder de vista la perfecta ortodoxia católica primero, luego anglicana, de los "Antigus Cargos".
Si la Masonería hubiera permanecido fiel a esta ortodoxia, no podría haber tenido pretensiones de universalismo. Y esto es lo que ha sucedido regularmente cada vez que hemos querido vincular más estrictamente el ritual masónico a una confesión. El rito sueco, de esencia luterana, no fue más allá de su país de origen. El Rito Escocés Rectificado, de tono claramente cristiano, ha visto   limitada su expansión.
Por otro lado, el Rito Escocés Antiguo Aceptado, los ritos agnósticos y los ritos anglosajones “desconfesionalizados” son susceptibles de un desarrollo infinito, por lo que es un gran mérito de Anderson y de los creadores de la Gran Logia de Londres el haber entendió perfectamente el problema. Las constituciones de 1723 permitieron esta ampliación, muy en la línea de una Inglaterra ya orientada hacia el exterior.
Así, en los países cristianos, la Biblia fue y sigue siendo el volumen de la ley sagrada, los testimonios del siglo XVIII son casi unánimes y las cosas apenas han cambiado. En la Masonería de  los países latinoamericanos , es la primera "luz simbólica", siendo las otras dos la escuadra y el compás. En el rito de emulación actual, la Biblia debe estar abierta en el Trono  del Venerable, orientada de manera que el dignatario pueda leerla y cubierta por la escuadra y el compás. No se indica la página en la que se abre el libro, pero es tradicional y está    de moda abrirlo en el Antiguo Testamento cuando se inicia a un israelita. En la Masonería Regular  de  México , la Biblia  se coloca sobre el altar de los juramentos o Ara Sagrada que está en medio del Templo.
En la REAA está presente la Biblia, abierta durante el desarrollo de los Augustos Trabajos y colocada en el altar de los juramentos instalado al centro del Templo , en camino entre el Oriente y el occidente , colocada sobre una tela azul ribeteada de oro , los colores de la orden. Se abre justo en el salmo 133, o bien sobre la cita bíblica que especifica el Grado .
En Francia, la Biblia conoció destinos diferentes. Los documentos más antiguos que tenemos dan testimonio de una gran religiosidad, de orientación algo jansenista, y sabemos, por los textos de origen regular , que la Biblia se abrió en el primer capítulo del Evangelio de Juan. Una tradición que se ha conservado perfectamente en el rito rectificado, de inspiración mucho más cristiana. Pero, en los países católicos, la Biblia no es, como en Inglaterra, el alimento espiritual de la mayoría de los ciudadanos, tanto más cuanto que el Concilio de Trento había limitado las posibilidades de lectura a los simples fieles. Así, conservando una expresión religiosa en la forma del Gran Arquitecto, que sólo será cuestionada en 1877, la Masonería francesa, en su expresión  mayoritariamente, la Gran Logia, luego el Gran Oriente, vieron desaparecer lentamente el libro de “las herramientas o luces de las Logias” desde mediados de siglo. Cuando en los textos de unificación del Rito Francés de 1785-1786, el "Libro de las Constituciones" se colocó junto a la escuadra y el compás, en la mesa del trono  del Venerable, no hubo protesta y ni siquiera los ingleses lo tomaron a ofensa.
Salvo en ritos totalmente secularizados, como el actual rito francés, los juramentos que   acompañan la iniciación y los aumentos de sueldo están tomados del Tomo de la Sagrada Ley. Lo cual, en 1738, irritó mucho al Papa Clemente XII quien, en la famosa bula de excomunión "in Eminenti", habla del   estricto juramento prestado sobre la Santa Biblia. Es bastante obvio que, para el mundo anglosajón, un juramento tiene valor solo en la medida en que tiene un significado religioso, una actitud que se encuentra en los tribunales o durante la toma de posesión de un presidente estadounidense. .
No ha habido un gran cambio en tres siglos; en el rito escocés rectificado, que ha conservado algo de la tradición caballeresca de la masonería de la Ilustración francesa, completamente ausente en los países anglosajones, el candidato pone su mano sobre la espada desnuda del Venerable apoyada en la Biblia abierta en el primer capítulo de San Juan. La promesa se hace en el “Santo Evangelio. En el antiguo rito escocés aceptado, el postulante coloca su mano derecha sobre las tres grandes luces que están en el altar de los juramentos, y bajo la invocación del Gran Arquitecto del Universo, el postulante jura solemnemente sobre las 3 grandes luces del Templo.
La Francmasonería, como expresión de la civilización judeocristiana, se encuentra íntimamente relacionada con la Biblia por su historia y su tradición, por el simbolismo constructivo que nutre el esoterismo masónico y por el Derecho Masónico Interpotencial. Prueba de ello son los Antiguos Manuscritos (Old Charges) y las Constituciones de Anderson de 1723 , el esoterismo masónico basado en el Templo que Salomón mandó a construir y por las Resoluciones de la Gran Logia Unida de Inglaterra de los 1929 y 1989; que establecen las reglas de la llamada Regularidad Masónica.
Desde hace cientos de años se viene  discutiendo el uso de la Biblia al interior de las logias  masónicas. El precepto que dispone la necesidad usar la  Biblia en los templos masónicos está contenido en  el Landmark N° 21 de los 25 antiguos límites definidos  por Albert G. Mackey, y aceptados por el 95% de las logias  masónicas del mundo.  
[Landmark Nº21 Es una señal que el Libro de la Ley o santa Biblia  debe constituir una parte indispensable del mobiliario de toda Logia. Digo deliberadamente Libro de la Ley, porque no se requiere que en todas partes se usen los Testamentos Nuevo y Antiguo. El Libro de la Ley es ese volumen que, por religión del país, se cree contiene la voluntad manifiesta del Gran Arquitecto del Universo. Por lo que, en todas las logias que existan en los países cristianos, el Libro de la Ley se compone del Antiguo y Nuevo Testamento. En un país donde el judaísmo fuese la fe predominante, el Antiguo Testamento sería suficiente y, en los países mahometanos y entre los masones mahometanos, podría ser sustituido por el Corán. La Masonería no pretende interponerse con la fe religiosa de sus discípulos, excepto en los que se relaciona con la creencia en la existencia de Dios, y en lo que necesariamente se relaciona con esa creencia. El Libro de la Ley es para el masón Especulativo su tablero de trazado espiritual pues sin este no puede laborar. Y cualquier cosa que cree ser la voluntad manifiesta del Gran Arquitecto constituye para él este tablero espiritual, y debe estar siempre delante de él en sus horas de labor especulativa, pues es regla y guía de su conducta. Por consiguiente, la señal, requiere que el Libro de la Ley, código religioso de la misma especie, designado como el ejemplar de la voluntad manifiesta de Dios, debe formar una parte esencial en el mobiliario de toda logia]
 El fenómeno ha ido de la mano con el proceso de  secularización de la sociedad occidental. El alma de este  hemisferio se ha ido alejando de la religiosidad a gran velocidad, y  esto no ha  dejado de afectar la vida interior de las logias.    Para evitar el predominio de esas tendencias  agnósticas, ateas, y francamente anti-teistas o  anti-cristianas del mundo contemporáneo, las logias  reaccionaron definiendo por escrito una larga nómina de  Landmark, los que anteriormente se aceptaban y se  transmitían en forma de tradición oral o de leyes  consuetudinarias, pues nadie las discutía.    
Pero esas antiguas marcas o antiguos límites o Landmarks  de  la tradición Masónica , que identifican la esencia espiritual de la  masonería y sus elementos diferenciadores respecto de  otras instituciones no han sido suficientes para evitar los  conflictos y las divisiones dentro de la  institución.    
Se han introducido preceptos dudosos e incluso falsos en  materias religiosas y metafísicas, que inducen malos  entendidos en numerosos temas dentro de los talleres, tanto de  las logias azules como de las logias capitulares. Tales preceptos  han entrado en contradicción con los landmarks de esencia  religiosa, y sin embargo nadie o muy poca gente parecen observar  tal contradicción.    
A lo largo de los años en Logias se han escuchado a algunos   maestros masones por todo el Mundo que hace gala de ser  ateos, y que afirman no ser necesario el uso de la Biblia sobre  el ara de los talleres masónicos. Y también masones  creyentes  defienden airadamente la presencia de la Biblia en Logias Masónicas.    Tales afirmaciones y negativas  causan grave perturbación en  la mente y el corazón de masones e incluso de profanos,  que realmente esperan algo mejor en personas que buscan la  sabiduría o que ya han avanzado algo dentro de los templos  de la Augusta y varias veces centenaria Orden.    
Ha resultado una especie de escándalo (piedra de  tropiezo) esta actitud anti-bíblica en medios externos a  la masonería. Y como tal ha servido de pretexto para que  grupos evangélicos y católicos las emprendan contra  las enseñanzas espirituales de la francmasonería,  acusándola de institución atea, satanista y  luciferina.
Y eso, para los que saben, está muy lejos de  ser verdad.    Para no dar lugar a más escándalos, ni  alimentar prejuicios y detener el avance de la ignorancia en el  mundo, e incluso para orientar a algunos masones despistados por  sus propios hermanos masones fanatizados en contra de la Biblia.
Para esto es necesario aclarar que la Biblia como la primera joya que debe adornar el ara de los  templos masónicos, junto a la escuadra y al  compás.    
Primero. Debe quedar claro que este trabajo no  está escrito desde el punto de vista confesional o el de  la defensa de alguna militancia en iglesias específicas.  Está escrito desde el punto de vista de la coherencia  interna de la doctrina masónica consigo misma, de su  propia cosmovisión, que tiene una sólida  posición supra-confesional, pero que se apoya y deriva de  confesiones religiosas pre-existentes y ya consolidadas en el  tiempo.    La biblia es la piedra fundamental del edificio de esa  coherencia y unidad espiritual. Sin ella se desploma todo el  edificio doctrinal, toda su lógica espiritual, y todo su  simbolismo pedagógico. Es decir, no está puesta en  el ara por razones arqueológicas, o de mera defensa de una  tradición vacía de significado.    
No hay masonería sin la biblia abierta en los  templos masónicos. Sin la biblia la masonería  sería un cuerpo sin corazón, o un buque sin  brújula y sin timón. Vamos a explicar paso a paso  aquello, pues es importante ese análisis.    El objetivo central de este estudio masónico  es demostrar que  todo el simbolismo arquitectónico o constructivo de la  masonería y su doctrina esotérica surgen de la  Biblia.
Y que, por eso, toda la argumentación presentada  por diversos tratadistas contrarios a la presencia de la Biblia  en los talleres masónicos  no hace más que arañar y resbalar  sobre el edificio espiritual de la masonería.    
Por eso serán siempre argumentos externos y  fútiles, basados en superficialidades y en una enorme incomprensión acerca del misterio sagrado que esconde la Augusta Institución. Es muy lamentable que grandes  racionalistas hayan perdido su tiempo en disparar contra la  presencia de la Biblia dentro de las logias, y al hacerlo  muestran su ceguera, tal como si su venda iniciática  aún no hubiese caído de los ojos de su  entendimiento.  
 A la entrada de todos los templos masónicos  existen dos columnas grandes, generalmente doradas, o negra y  blanca, o de otros colores, sobre cuyos capiteles se observa un  globo terráqueo y un globo celeste, con los mapas de las  estrellas inscrito. Una de las columnas se llama Boaz y la otra  Jakin.    
Según los ritos pueden que Boaz esté a la  izquierda del que entra o a la derecha, y lo opuesto jakin. Pero  los nombres de esas dos columnas y su ubicación a la  entrada de los templos vienen de la Biblia, del libro de Reyes y  de las Crónicas.(2° Libro de Crónicas 3,15-17).  Allí se describen las columnas y sus nombres y su  ubicación a la entrada del templo de Dios en  Jerusalén, construido por mandato del rey  Salomón.    
Las logias azules se llaman logias de san Juan Bautista,  pues la J y la B del nombre de san Juan Bautista están  precisamente indicados por la J y la B de las dos columnas del  templo masónico.    Elimine Ud. La Biblia y no sabríamos porque  están dentro del templo esas dos columnas. Elimine Ud.  Esas dos columnas y ya no tendríamos templo de  Salomón.    En el libro del Profeta Amós se dice que Dios ha  puesto una plomada de albañil en medio de su pueblo  Israel.(Amós 7,7-8). Así los israelitas  construirán sus muros espirituales siguiendo la  verticalidad de la ley de Dios.    
El profeta Zacarías, predicando ante un auditorio  judío que contempla una Jerusalén semi-destruida y  un templo en insipiente proceso de construcción, dice que  Dios ha prometido alzar la plomada sobre la ciudad y habitarla  espiritualmente de nuevo, y llamarla Ciudad de la Verdad y de la  Paz. Si ese no es un lenguaje y una clara doctrina  masónica o constructiva en sentido moral y físico,  algo grave hay en nuestra cabeza. (Zacarías 8, 3 y 8,  16-17).    Veamos en palabras textuales algunas de las inspiradas  palabras de Zacarías: "Así ha dicho Yahvéh,  yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia, en ella  será edificada mi casa, dice Yahvéh Tsabaot, y la  plomada será tendida sobre  Jerusalén".(Zacarías 1,16). Y agrega: "Y se  unirán muchas naciones a Yahvé, en aquel  día, y me serán por pueblo, y moraré en  medio de ti…". Zacarías 2,11).    
El texto es una clara alusión a la unión de  las naciones bajo el estandarte constructivo y espiritual de la  masonería. Construir la ciudad de la verdad y de la paz es  un deber de todos los masones del mundo.    En otro texto del libro sagrado se dice que el altar de  sacrificios de Israel ha de ser construido con doce Piedras  brutas, o sin labrar, sin pulir, no tocadas por herramientas de  hierro.(Deut. 27,5-6). Si esto no es simbolismo masónico  no sabemos que será. Pues tanto la plomada como la piedra  bruta están dentro de todos los templos masónicos  del mundo.    
Justamente en el lado meridional del templo  masónico se exhibe una piedra bruta a los pies del sitial  del Segundo Vigilante. Y se enseña que esa piedra bruta ha  de ser devastada y pulida hasta convertirse en una piedra  cúbica, con la ayuda del mazo, del cincel y de la  escuadra. Y junto al sitial del Primer Vigilante se ve una  plomada colgando de un triángulo que también sirve  de nivel.    En el libro del Éxodo se dice que el altar de los  perfumes dentro del tabernáculo de Dios ha de ser un  mueble o Ara de doble cubo, o de base cuadrada y con el doble de  alto que de ancho. Y precisamente esas son las medidas de un  verdadero altar central masónico o Ara de los  juramentos.(Éxodo 30,1-2).    Las palabras Tubal-caín, boaz, jakin, shibboleth,  moab, Yah, Elohim, Emanuel, Yahvéh, Noé, INRI,  Kadosh, Nahash, Tsabaot, Enoc, Eheieh ashr Eheieh,  Elí, Rafael, Hiram, Salomón, Nueva Jerusalén  y muchas otras, tomadas de los textos bíblicos por  profundas razones morales y teológicas, sirven en diversos  grados masónicos como palabras sagradas y de  reconocimiento o de santo y seña o de palabras de pase,  para entrar en academias superiores de trabajo  masónico.    
Eliminemos la Biblia y entonces, ¿Qué  palabras usaremos? Por podar tanto las ramas, nos quedaremos sin  árbol.    El profeta Isaías dice que el templo de Dios de  Jerusalén es "casa de Dios para todas las naciones".  (Isaías 56,7). Cuando el Rey Salomón eleva una  poderosa oración al Dios del cielo, no sólo reza  para consagrar el templo de Jerusalén a la gloria de Dios  y para el bien de Israel, sino también para que cualquier  ser humano de otras naciones que mire y ore hacia el templo de  Jerusalén reciba su cuota de bendición y de  guía divina. (2° libro de Crónicas 6,32-33 y  1° de Reyes 8,41-43).    
No hay por lo tanto un separatismo o exclusivismo  religioso, sin por el contrario ya existe una mirada  universalista sobre la humanidad ya en la mente de Salomón  y en la de Isaías, 900 y 700 años antes de Cristo.  Mirada universalista que desde luego no es ajena a la  inspiración divina de esos hombres y de los textos  sagrados escritos por su mandato.    Justamente son las palabras del profeta Isaías  las que iluminan y adornan el salón principal del Edificio  de las Naciones Unidas en Nueva York: "…Y VOLVERAN SUS  ESPADAS EN REJAS DE ARADO, Y SUS LANZAS EN HOCES, NO  ALZARÁ ESPADA NACIÓN CONTRA NACIÓN, NI SE  ADIESTRARÁN MÁS PARA LA GUERRA". (Isaías  2,4). Las palabras de Isaías son reforzadas por las del  profeta Zacarías, mencionadas anteriormente.    
Tal vez algunos masones del Gran Oriente de Francia y  sus admiradores de Latinoamérica , quisieran sacar ese texto de la entrada  al salón de las Naciones Unidas, porque está tomado  de la Biblia, actuando del mismo modo como han actuado dentro de  sus templos eliminando la Biblia y toda referencia al Gran  Arquitecto del Universo en sus rituales.    
Incluso en el Corán y en la tradición  islámica se hace respetuosa y piadosa mención del  templo Dios de Jerusalén, desde donde el Profeta Mohamed  inició su esotérico viaje astral por los siete  cielos, después de conversar con Jesús,  Moisés y Abraham, montado en su caballo místico  Al-Burák y acompañado de Gabriel.    Mohamed asciende a los siete cielos por la  mística escalera que narra Jacob cap. 28 del  Génesis, escala espiritual que la tradición  masónica sitúa sobre el Ara central del templo, o  altar de los juramentos, y apoyada sobre la Biblia, se alza hacia  aquella dimensión que está más allá  del tiempo y del espacio, en la eternidad, poniendo al alma del  masón en contacto con El Eterno mismo.  
 Justamente por amor a Dios, y por veneración al  lugar impregnado de santidad donde estuvo el templo de  Salomón, el califa Omar ordenó construir  allí mismo la famosa Mezquita Al Aqsa o Mezquita de "la  Roca" de Jerusalén. Y allí también se  desplegó un gran caudal de conocimientos  geométricos y arquitectónicos, como antaño  hizo el maestro Hiram Abiff.  
 Justamente las medidas matemáticas de ese templo  de Salomón deberían ser las medidas de todos los  templos masónicos del mundo. Diez metros de ancho y  treinta de largo. O bien en codos, como dice el texto sagrado.  Veinte codos de ancho y sesenta codos de largo.(ver 2° Libro  de Crónicas 3,3).-    No hay duda que existen super-templos masónicos  con medidas dos y tres y hasta cuatro veces más grandes  que los mencionados aquí. Verdaderas Catedrales  masónicas. Pero existen decenas de miles de templos  pequeños en todo el mundo civilizado con medidas cercanas  a las del templo primitivo de Jerusalén. Es la gran  mayoría. Pero los hay incluso más  pequeños.    
Estas medidas en codos señaladas por la Biblia  son muy importantes, pues si se mencionan en metros, se pierde  el mensaje numerológico kabalístico de los textos  sagrados.    Los masones hablan mucho acerca del cubo sagrado, o el  cubo de oro, como ser el cubo de Metatrón, y de la piedra  cúbica en sus doctrinas iniciáticas, por ser esa la  forma del lugar santísimo del templo de Salomón.  (1° Libro de Reyes 6,20) Y por ser la forma de la Nueva  Jerusalén, arquetípica ciudad de oro, que baja del  cielo para manifestarse en la tierra como la civilización  divinamente iluminada del amor, la paz y la verdad. (Apocalipsis  21,16 y 21,2).    Como sabe toda persona culta no existe kabalah o  esoterismo judaico ni kabalah cristiana sin Biblia. Justamente  los estudios kabalísticos, tanto de vertiente judía  como cristiana, son parte de importantes e inseparables de los  estudios masónicos, sobre todo en los grados superiores.  Es más, gran parte de la estructura física y de los  movimientos rituales en todos los grados masónicos, son de  inspiración bíblica y  cabalística.    
Pero como la gente no conoce la Biblia, y muchos masones  la leen con un solo ojo, debiendo utilizar tres, no pueden ver  estas cosas ni comprenderlas.    Observando ahora la Biblia como Libro de la Ley Divina o  de la Ley Moral Universal, no hay duda que los diez mandamientos  de Dios, transmitidos por Moisés, son de aplicación  planetaria. ¿Puede haber acaso una sociedad donde se rinda  culto a la mentira y al falso testimonio? ¿o una sociedad  donde se deshonre por principio al padre y a la madre? ¿O  donde se rinda culto al asesinato? ¿O donde se cultive  como un valor superior a la codicia? Con esas preguntas pretendo  asentar que no puede existir vida humana civilizada sin los  preceptos básicos de la ética, sintetizados en el  famoso Decálogo.
Es un error tremebundo pensar que esos  mandamientos pertenecen a una o a dos religiones y no a toda la  humanidad.    Es lo mismo que la Biblia. Algunos masones, cegados por  sus propias ideas anti-eclesiásticas o antirreligiosas, no  se han dado cuenta que en perspectiva masónica la Biblia  ya no es sólo patrimonio de una religión  determinada, sino que pertenece a toda la humanidad que anhela  construir un mundo mejor y una civilización más  elevada.    Construir sabiamente un templo de piedras humanas  vivientes unificadas por el amor fraternal y abierto al Infinito  Ser Trascendente y Eterno, representado en la inmensidad y la  luminosidad de la bóveda celeste que se muestra en todos  los templos masónicos del mundo. Esa es la meta que  honestamente persigue la Augusta Orden sobre la  tierra.    
Cada religión tiene su propia versión de  los diez mandamientos, con muy pequeñas variantes. Por lo  tanto la Biblia no deja de estar en sintonía con una moral  universal. Los errores morales que el texto sagrado contiene son  para mostrarlos como pecados, no para ser imitados. Se equivocan  por eso quienes rechazan la Biblia por sus narraciones  supuestamente inmorales.    
Es la palabra Dogma lo que dificulta el buen  entendimiento de estas cosas. En su origen griego ese vocablo  indica UNA DOCTRINA FIJADA por un grupo o escuela  filosófica, religiosa o política, incluso  científica.    Existen dogmas de todos colores y tamaños. Se  trata de una doctrina o enseñanza fijada o mantenida como  dato permanente de referencia para la dirección del  pensamiento de escuelas como la Masonería, el Pitagorismo,  el Platonismo, el Catolicismo, o el Budismo, el Hermetismo o el  Taoísmo.    En masonería los ritos, el simbolismo, los  landmark, la biblia y las leyendas referidas a la  construcción del templo de Dios en Jerusalén, junto  a sus palabras sagradas y de pase, tomadas de la biblia, y la ley  moral, son LOS DOGMAS DE REFERENCIA OBLIGADA. A esos elementos  fijados se agregan en los grados capitulares la Historia de  Noé y de Enoc, y la de Moisés con su serpiente de  bronce, y la de Jesús junto a la nueva  Jerusalén.    Si todos esos elementos se toman de la biblia,  ¿Porqué no ha de estar ella en el altar central del  templo? Sería incoherente e incongruente que no estuviera.  Las otras religiones y sus libros sagrados NO USAN EL SIMBOLISMO  CONSTRUCTIVO O ARQUITECTÓNICO COMO EJE DE SUS ENSEÑANZAS  COMO LO HACE LA MASONERÍA.    Por eso su uso es indispensable. Por eso se dice que es  irregular la logia que trabaja sin Biblia abierta en el ara. Cosa  que no impide que se AGREGUE otro libro sagrado cuando  corresponda jurar a un creyente de otra religión. Pero la  Biblia está puesta porque resume y contiene un conjunto de  símbolos arquitectónicos vinculados a una  visión espiritual del mundo y de la vida  humana.  
 Y es más, pues el uso del simbolismo  arquitectónico en la Biblia no se restringe al Antiguo  Testamento. En el Nuevo Testamento también hay numerosos  ejemplos de ese tipo de lenguaje simbólico  constructivista: Juan, Pedro y Jacobo el Mayor ERAN CONSIDERADOS  COMO LAS TRES COLUMNAS EN QUE SE ASENTABA LA IGLESIA  PRIMITIVA.(Gálatas 2,9) La misma iglesia es presentada por  Pablo COMO COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD.    Cristo es presentado como la Piedra Viva a la cual se  deben unir las piedras vivas de cada creyente.(1° Carta de  Pedro 2,4-5). "Acercaos a él, PIEDRA VIVA, desechada  ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y  preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed  edificados como casa espiritual y sacerdocio santo".    
El propio Jesucristo habla de su cuerpo como de un  templo, en el cap. 2°, 19-21 del Evangelio de san Juan ,  cuando dice a sus adversarios: "…Destruir este templo y en  tres días lo levantaré". Dijeron los judíos:  en cuarenta y seis años fue edificado este templo y tu en  tres días lo levantarás?. Más él  hablaba del templo de su cuerpo".    Cada discípulo de Cristo es un Templo de Dios o  un Templo del Espíritu Santo.(1° Corintios 3,16-17). Y  el Propio Jesucristo es presentado por san Juan en el Apocalipsis  como LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA, es decir,  como la Estrella Flamígera con la G, al oriente de todos  los templos masónicos del mundo.(Apoc. 22,16).    
Incluso el concepto de Dios como Arquitecto es utilizado  por San Pablo, cuando comenta la fe y la esperanza de notables  creyentes del pasado, dice en Hebreos 11,10" ….Porque  esperaba LA CIUDAD QUE TIENE FUNDAMENTOS, CUYO ARQUITECTO Y  CONSTRUCTOR ES DIOS".    Y en la Epístola a los Efesios Pablo hace un  discurso netamente masónico, cuando dice: "Así que  ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los  santos y miembros de la familia de Dios, EDIFICADOS SOBRE EL  FUNDAMENTO DE LOS APÓSTOLES Y PROFETAS, SIENDO LA PRINCIPAL  PIEDRA DEL ÁNGULO JESUCRISTO MISMO, EN QUIEN TODO EL EDIFICIO,  BIEN COORDINADO, VA CRECIENDO PARA SER TEMPLO SANTO EN EL  SEÑOR, EN QUIEN VOSOTROS TAMBIÉN SOIS JUNTAMENTE  EDIFICADOS PARA MORADA DE DIOS EN EL ESPÍRITU".(Efesios  2,19-22).    
Pablo se considera a si mismo maestro arquitecto, cuando  afirma, en la Primera Carta a los Corintios 3,9-11 : "Porque  nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de  Dios, EDIFICIO DE DIOS. Conforme a la gracia de Dios que me ha  sido dada, YO TAMBIÉN, COMO MAESTRO ARQUITECTO PUSE EL  FUNDAMENTO, Y OTRO EDIFICA ENCIMA; PERO CADA UNO MIRE CÓMO  SOBREEDIFICA, PUES NADIE PUEDE PONER OTRO FUNDAMENTO QUE EL QUE  ESTÁ PUESTO, EL CUAL ES JESUCRISTO".  
 Y muy justificadamente, para que Jesucristo no sea  piedra de tropiezo para personas creyentes pero no cristianas, la  masonería moderna ha puesto el énfasis en lo que se  llama EL VERBO o el LOGOS de Dios. Es decir, en un concepto  más filosófico y teológicamente más  amplio y universal que el Jesús como Hombre  Histórico.    Así el Jesús Dios es la Razón  infinita o Logos cósmico, que ordena el universo con sus  leyes y lo limpia de la escoria del pecado. Por eso se jura sobre  el Primer Capítulo del Evangelio de san Juan.    
Allí dice: "En el Principio era el Verbo, y el  Verbo era con Dios y Dios era el Verbo". O bien. En el Principio  era el Logos y el Logos era con Dios y Dios era el  Logos".    En una interpretación más Hermética  podemos decir: En el Principio era el Pensamiento, y el  Pensamiento era con Dios y Dios era el Pensamiento. Hegel lo  interpretaría como "En el Principio era la Razón, y  la Razón era con Dios y Dios era la Razón".  Así hasta Heráclito estaría de acuerdo con  nosotros.    
Esa noción del Verbo de Dios sirve hasta para  entroncar con el Bhagavad Guita, donde se nos dice que el propio  Sri Krisna es la palabra AUM creadora, preservadora y destructora  del universo.    A ambos lados del Venerable Maestro de los talleres  masónicos puede verse un sol dorado y una blanca luna.  Entre los dos símbolos se muestra un gran triángulo  con un ojo al centro. Ese sol y esa luna, como símbolos  del padre y de la madre, aparece en los sueños del  patriarca José, hijo de Jacob, en el libro del  Génesis, capítulo 37, vers. 9 y 10.    
Y con ese mismo significado han sido puestos dentro del  templo, para representar la masculinidad y la femineidad como  arquetipos celestes. Y las dos columnas del templo como sus  respectivas proyecciones terrestres. Si esas representaciones del  sol y de la luna están dentro del templo, y con el mismo  significado que en la Biblia, para qué eliminar la Biblia,  que contiene la interpretación precisa del  símbolo?. Y prácticamente con los mismos  significados se usa en el lenguaje alquímico, al cual se  le agregan los metales equivalentes del oro y de la plata. Los  que también se mencionan en el texto sagrado, por ejemplo,  diciendo que el silencio es oro y la palabra es plata.    
Si se enseña que la masonería es  alegórica en sus enseñanzas, ¿Por qué  eliminar la Biblia, que es fuente de excelentes alegorías  morales y teológicas?    ¿No será acaso porque quienes la leen  tienen la mente prejuiciada y retorcida?    En realidad, si todas las logias del mundo  desaparecieran por alguna catástrofe cósmica o  política, y se salvara una sola Biblia, sería  posible reconstituir a partir de su texto la masonería  entera y sus templos, con todo su riquísimo simbolismo y  enseñanza espiritual, pues la Biblia contiene el ADN de la  masonería universal.    
La historia legendaria, es decir las antigüedades de la orden, se desarrolló a través de los antiguos cargos hasta Anderson quien le dio su forma definitiva; todo este material, en su conjunto homogéneo, debía ser puesto en práctica de manera racional, en un momento cuando la Masonería dejó de ser un asunto de comerciantes y se convirtió en un asunto de caballeros que conocían sus Biblias y tenían un tinte de humanismo. Fue Anderson quien emprendió la tarea, conocía las escrituras, por lo que el reverendo hizo una historia coherente, sin dejar lugar a leyendas; Los anacronismos desaparecen gracias a un marco de fechas preciso y relativamente exacto.
El pastor James Anderson  ve claramente pasar la antorcha de la historia bíblica al mundo mesopotámico y griego cuyos arquitectos provienen directamente de la "escuela de Jerusalén", es decir alumnos del Maestro Hiram y cuyas técnicas pasaron luego en Roma y en Occidente, el Templo de Herodes, el Nuevo Testamento están totalmente ocultos. Sin embargo, se menciona a Cristo como el Gran Arquitecto de la Iglesia.
El siglo XVIII verá la introducción del Nuevo Testamento, esencialmente bajo la forma de la Rosa Cruz, que interfiere con elementos de la mística luterana, del rito escocés rectificado que se afirma abiertamente en la masonería cristiana de algunos grados elevados de la masonería anglosajona.
Es permisible preguntarse por qué el Nuevo Testamento está tan ausente en las antiguas leyendas históricas masónicas  y muy   poco aun en la actualidad; es cierto que el nuevo testamento apenas cuenta “constructores” ni textos que den nacimiento a una tradición, una leyenda o un rito.
Evocar las leyendas bíblicas en masonería , es tratar de insertar en el marco incluso del relato más o menos histórico, tal como lo afirman los escribanos,   para o pseudo-leyendas bíblicas; El principio es simple: tomas un personaje mencionado en la Biblia y le asignas toda una serie de aventuras; por supuesto, ningún hermano  masón cree o creyó nunca realmente que el arquitecto Hiram había sido asesinado por tres malvados compañeros, o que el arquitecto de la torre de Babel, presa del remordimiento, se había retirado a las brumas de Brandeburgo, todo lo relativo a Hiram Abiff fue alegórico.
Anderson   sigue la trama de la historia bíblica y secular, pero en ninguna parte menciona estas leyendas, algunas de las cuales son muy antiguas pero que, sin duda, juzgó Anderson, no tenían   nada que ver con una narrativa sería. Apenas menciona al historiador   judío   Josefo, y solo notamos la mención de   la leyenda de los dos pilares construidos por el piadoso Enoc.
Alcoseri
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Vick Alcoseri
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