MEGALOMANIA MASONICA

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FABIAN VELEZ PEREZ

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Aug 29, 2011, 3:22:44 PM8/29/11
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francmason

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Aug 29, 2011, 3:47:38 PM8/29/11
to SECRETO MASONICO
MEGALOMANIA MASONICA


Barranquilla, julio de 2011 (E.·.V.·.)

A L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.
S.·. F.·. U.·.
“El poder no corrompe; el poder desenmascara.”
Rubén Blades#

QQ.·.HH.·.
La masonería se ufana sobremanera del hombre libre y de buenas
costumbres que hace parte de sus filas y que recorre los templos
esparcidos sobre la faz de la tierra, sin importar a que vertiente
masónica pertenezca.
Este casi mítico ser es el arquetipo del buen masón, un ser liberado
por completo de las ataduras terrenas, limpio y sin mancha, inmaculado
en su virtudes y muy cercano a la perfección dentro de lo que su
humanidad permita.
De personas con esas calidades y cualidades la masonería se nutre
permanentemente, siendo ellos ejemplo para todos los miembros de la
Orden, ya que a pesar de las limitaciones de tiempo y dinero que sus
empleos y sus obligaciones les imponen, siempre encuentran un nicho en
su vida para apoyar la institución; ademas de ellos, encontramos HH:.
triunfantes en lo profano, quienes libres de las aprehensiones de la
vida diaria, dedican sus energías y sus recursos a sus logias, sin
esperar nada a cambio. Los primeros son los obreros del panal
masonico, y los últimos los mecenas de la fraternidad. Cualquiera de
ellos podrá ser un sabio y justo líder, que enaltecerá la tarea que
juramos emprender.
Sin embargo, cuando estudiamos la historia de la Orden en todas las
latitudes, encontramos constantemente personajes que van de lo
extravagante a lo delirante, que intentaron e intentan apropiarse de
alguna obediencia, lográndolo no pocas veces y, armados de mallete y
altos grados, campearon y campean por muchas templos masónicos,
haciéndole la vida imposible a muchos HH:. que a la larga resultan ser
culpables de un extraño delito: hacer masonería.
Estos pintorescos personajes se dividen en dos grupos: uno que reúne a
aquellos HH:. que, siendo exitosos en su vida privada, pretenden hacer
valer sus logros profanos, generalmente económicos, en el interior de
los templos, al paso que al otro grupo pertenecen los HH:. que,
habiendo fracasado en sus vidas profanas, buscan, a través de los
grados y cargos masónicos, obtener el reconocimiento individual que
les a sido esquivo.
Como se puede apreciar, estos últimos dos grupos caen en la definición
de megalomania#, es decir, manía o delirio de grandezas, pues todos,
de alguna forma, se creen superiores a los demás miembros de la Orden,
al punto de tratar de avasallar a todo aquel que se oponga a sus
designios.
Entonces, surgen dos preguntas obligadas: la primera ¿como ingresaron
a la Orden personajes de esta índole? y la segunda ¿que hacemos con
ellos?
Ante el primer interrogante, obtenemos como respuesta un abanico de
posibilidades que va desde un deficiente proceso de selección, hasta
la entrega de donativos a cambio del ingreso a la institución.
Si HH:., tal como empezáis a percibir, los primeros responsables somos
los mismos masones quienes no realizamos a cabalidad la labor de
investigar los antecedentes profanos de un aspirante, pues muchas
veces, su propia vida nos da indicios de esta tara mental que arrastra
y que, como bomba de relojería, al cabo de un tiempo estallara en
medio del templo.
De la misma manera, en algunas ocasiones nos da pena oponernos al
ingreso de un aspirante, a sabiendas de sus negativos antecedentes,
solo por no entrar en contradicción con quien lo apadrina, como si
fuera una ofensa señalar lo nocivo que podría ser para la Orden el
iniciar a un elemento con esas características.
Y sin embargo, a pesar que se realice un adecuado proceso de
selección, esto no garantiza nada, pues en algunas ocasiones esas
tendencias negativas están ocultas tras una fachada bien cimentada de
persona libre y de buenas costumbres, ya que no se trata de un
delincuente, sino simplemente de un ser humano con cierta
predisposición que lo vuelve peligroso a futuro.
En otros casos, hemos sido testigos mudos de como alguna logia en
precarias condiciones económicas, se salta todo los antiguos usos y
costumbres e incluso los reglamentos vigentes, para iniciar a algún
personaje adinerado que prácticamente ha comprado su ingreso, o ha
prometido hacerlo, para así sanear el tesoro del taller.
Muy acertadamente, el autor masonico Jean Solís, manifiesta lo
siguiente: En mi opinión, la Masonería es un amplificador con un
filtro a la entrada. Si al principio pones a un tonto, a un deshonesto
o a un sargento, obtienes del otro lado un cretino, un bastardo o un
dictador. El filtro no siempre cumple su papel parque es sujetivo: es
humano. Y en serio ¿Quién puede juzgar esto? Además, si el filtro en
sí mismo ya está constituido por mala gente. ¿Cómo evitar la
cooptación de ella?#
Así las cosas, debemos estar preparados para que, muy a nuestro pesar,
y por mucho que nos esforcemos, de vez en cuando logre ingresar a
nuestros trabajos algún incipiente tirano, que se moverá como pez en
el agua, dada nuestra estructura administrativa interna y nuestro
elaborado y pomposo protocolo, en donde es muy fácil confundir el
respeto por el cargo con idolatría a quien lo ocupa.
Teniendo esto claro, debemos pasar al segundo interrogante y
determinar cual es la mejor forma de manejar estos peculiares
individuos del universo masónico, siendo lo primero establecer los
rasgos que les sean propios y que permitan reconocerlos.
Esto no es difícil, pues todos ellos poseen tres características
esenciales que los hacen visibles a simple vista, como lo son una
irresistible atracción por el poder administrativo de las las logias y
obediencias masónicas, una marcada inclinación a hacer prevalecer su
criterio en todo tema masonico, así le sea desconocido y finalmente,
una exacerbada tendencia al exhibicionismo pues cual pavo real, a la
menor oportunidad exhiben su plumaje masonico.
Este fenómeno ya lo había percibido el Q:.H:. Ivan Herrera Michel,
cuando define actitudes similares como una manifestación de los
“metales masonicos”#, los cuales se evidencian en que “a algunos
Masones los Grados recibidos, las dignidades alcanzadas, la mayor
permanencia en los Talleres, las responsabilidades delegadas, las
distinciones recibidas, etc., suelen inducirles actitudes arrogantes
que exageran su propia importancia y rol dentro de la Orden, en
detrimento del clima fraternal, posando de contar con una moral
superior, gozar del derecho de ser el juez de otro o el guardián de su
deber ser.
Y también nos enseña, en el mismo texto, las señales de alerta, cuando
los describe como aquellos masones que “en los debates, intentarán
situarse por encima de los otros. Para ello, echarán mano al Grado
Masónico, el cargo ejercido, la antigüedad, etc., reforzando su
altivez con el tono de la voz, la intimidación verbal, la expresión
corporal, etc., cuando no con la burla y la ironía.”
Todas las actitudes descritas, no sobra decirlo, riñen con el espíritu
de la masoneria, ya que en ella, como nos dice el Gran Maestro de la
Gran Logia De Guatemala, Q:.H:. Carlos Humberto Sandoval Cardona”no
debe haber espacio o margen para la consigna, para la diatriba, para
la orden imperativa, para la prepotencia, para la arrogancia, para el
adoctrinamiento sectario ni para el requerimiento de una obediencia
ciega; porque los masones somos seres pensantes y no creyentes ni
autómatas.”#
Recordad las palabras del M.·.M.·. Aliosha Martinez de la Gran Logia
de Cuba#: “Un Francmasón no debe estar orgulloso de la posición que
ocupa. No debe envanecerse con los honores, sino, con humilde corazón,
sentirse eternamente responsable de su propio puesto” y “Cuanto más
avanza, más cuenta se da que pisa en terreno quebradizo, y si por un
momento se permite perder su sencillez y su humildad, su falencia es
inevitable.”
Entonces, con tan gráficos y claros indicadores de riesgo, y
plenamente identificados sus adalides, solo hay una forma pacifica de
mantenerlos a raya e incluso, deshacerse de ellos y es, poniéndolos a
trabajar.
Así de fácil y sencillo, sin peleas ni discusiones, sin
enfrentamientos mayores, su alergia al trabajo masonico los hace
alejarse rápidamente de cualquier logia u obediencia donde no se le de
importancia al brillo de sus plumas y se les coloque en esa, para
ellos detestable, condición de igualdad con sus HH:.
Pero QQ:.HH:. si alguno de vosotros, y afortunadamente ese no es mi
caso, se encuentra en una logia u obediencia que, lamentablemente ya
haya caído en manos de estos grupos de poder, nunca olvidéis la sabia
recomendación de Maquiavelo#, “No hay que atacar al poder si no tienes
la seguridad de destruirlo.”
Es mi palabra,

FABIAN VELEZ PEREZ
Resp:. Log:. Mixta Obreros De La Libertad No. 11
Federación Colombiana de Logias Masónicas





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