El Eterno Dilema Masónico, Prohibir o Permitir Temas Políticos y Religiosos en Logia.

3 views
Skip to first unread message

Alcoseri Vicente

unread,
Nov 20, 2025, 10:26:08 PM (3 days ago) Nov 20
to secreto-...@googlegroups.com
El Eterno Dilema Masónico, Prohibir o Permitir Temas Políticos y Religiosos en Logia.

En un profundo análisis sobre el eterno dilema en Masonería, si prohibir tratar temas políticos y Religiosos en Logias Masónicas y así mantener el buen orden y paz dentro de Logia, o permitir la libertad de expresión dentro de Logias Masónicas, ya que la Masonería es defensora y promotora de las libertades entre ellas la libertad de expresión. ¿ Qué opinas ,ya que es todo un dilema Masónico, si se les da libertad a los masones de expresar ideas políticas y religiosas o de deportes dentro de Logias, aún si se generarán   conflictos en logias?. Y si no se da la libertad de expresar ideas resulta en una falta muy grave al espíritu Masónico de libertad.
La libertad de expresión es un tema fundamental en la masonería, ya que la Masonería  se basa en principios de libertad, igualdad y fraternidad. La masonería busca crear un espacio donde los individuos puedan expresarse libremente, sin temor a represalias o juicios, y donde se promueva el respeto mutuo y la tolerancia.

*El Dilema de la Libertad de Expresión en Logias*

- Por un lado, la libertad de expresión es esencial para el crecimiento y el desarrollo personal, ya que permite a los individuos compartir sus ideas y opiniones, y aprender de los demás.
- Por otro lado, la libertad de expresión también puede generar conflictos, especialmente si se tocan temas sensibles como la política o la religión.

*La Solución Masónica*

La masonería aborda este dilema fomentando la tolerancia y el respeto mutuo entre sus miembros. Se anima a los masones a expresarse libremente, pero también a ser conscientes de las opiniones y creencias de los demás.

- La masonería promueve la libertad de conciencia y la libertad de expresión, pero también enfatiza la importancia del respeto y la tolerancia hacia las opiniones y creencias de los demás.
- Muchos argumentarán que la masonería no es un foro para debates políticos o religiosos, sino un espacio para el crecimiento personal y la fraternidad .

La masonería busca equilibrar la libertad de expresión con el respeto y la tolerancia hacia los demás, creando un espacio donde los individuos puedan crecer y desarrollarse libremente.
Hoy muchas Logias Masónicas Regulares se limitan a la siguiente frase "queda prohibido hacer proselitismo político y Religioso en Logia según Nuestros principios", esta frase deja abierta la posibilidad de tratar temas políticos y religiosos en logias, y paradójicamente en estas logias no se registran conflictos  .

Pero la consigna en muchas Logias Masónicas sigue siendo “queda prohibida toda alusión referente a opiniones políticas y Religiosas dentro de Logias Masónicas"

La gran pregunta ¿Prohibir o Permitir Temas Políticos y Religiosos en Logia?
Es verdad que la prohibición a abordar temas políticos y religiosos en logias , ha servido , para que muchos masones sobrevivan en países con gobiernos totalitarios de izquierdas o derechas , que ven a la Masonería como la más grande amenaza a sus gobiernos corruptos.
La Masonería, como institución filosófica, filantrópica y progresista, se fundamenta en los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Desde su formalización moderna como confederación  en 1717 con la Gran Logia de Londres, uno de sus pilares ha sido crear un espacio neutral donde hombres de diversas creencias, orígenes sociales y opiniones políticas puedan reunirse en armonía, unidos por el compromiso moral y el perfeccionamiento personal. Sin embargo, esto genera un dilema clásico y recurrente:
¿Cómo conciliar la defensa absoluta de la libertad de expresión y de conciencia (valores masónicos por excelencia) con la necesidad de preservar la paz y armonía en Logia, evitando que debates apasionados sobre política o religión rompan la cadena de unión fraternal?
Este dilema no es nuevo; está presente desde las primeras constituciones masónicas y sigue vigente hasta hoy 20 de noviembre de 2025.

 Analicémoslo con profundidad, incorporando perspectivas históricas, citas de autores masónicos relevantes y una reflexión equilibrada.
Orígenes Históricos de la Prohibición
La prohibición explícita de tratar temas políticos y religiosos en Logia surge como respuesta práctica a las guerras civiles y religiosas que asolaron Europa en los siglos XVII y XVIII (Guerras de Religión, Guerra Civil Inglesa, etc.). La Masonería especulativa nació en un contexto donde católicos, protestantes, whigs y tories convivían con tensiones latentes. Whigs y Tories fueron los dos partidos políticos británicos que dominaron la política desde el siglo XVII hasta mediados del XIX. Los Whigs eran liberales y defendían la transferencia de poder del monarca al parlamento y al pueblo, abogando por reformas. Los Tories eran conservadores, partidarios del poder de la monarquía y la Iglesia, y se oponían a la reforma política. Hoy, "tory" es un término alternativo para el Partido Conservador británico, mientras que "whig" ya no se usa en política.
En las Constituciones de Anderson de 1723 (el documento fundacional de la Masonería moderna), se establece en la Carga VI: Del Comportamiento:
«...no se permitirá en la Logia ninguna disputa privada, y mucho menos querellas sobre Religión, Naciones o Política del Estado; pues como Masones somos de la Religión universal antes mencionada [la que todos los hombres aceptan: moralidad y virtud], somos también de todas las Naciones, Lenguas y Idiomas, y estamos resueltamente en contra de toda Política, ya que nunca ha contribuido y nunca contribuirá al bienestar de la Logia.»
Esta regla no busca censurar la libertad individual fuera de la Logia, sino proteger el espacio sagrado del Templo masónico de divisiones que podrían destruir la fraternidad.
Albert G. Mackey, en su lista de 25 Landmarks (hitos inmutables de la Masonería, 1858), incluye explícitamente como Landmark la prohibición de discusiones políticas y religiosas en Logia, considerándolo esencial para la universalidad de la Orden. Muchas Grandes Logias angloamericanas lo reconocen como un principio básico de regularidad (por ejemplo, la United Grand Lodge of England y la mayoría de Grandes Logias de EE.UU.).
Citas Clave de Autores Masónicos sobre el Tema
James Anderson (1723): Como ya citamos, la raíz misma de la prohibición está en evitar que la Logia se convierta en un campo de batalla ideológica.
Albert G. Mackey (siglo XIX), en The Principles of Masonic Law y su Enciclopedia:
«La discusión de temas religiosos y políticos está estrictamente prohibida en las Logias masónicas, no porque la Masonería sea indiferente a la religión o a la política, sino porque estas discusiones inevitablemente generan divisiones y destruyen esa armonía que es el principal objetivo de nuestra institución.»
Mackey enfatiza que la Masonería no es atea ni apolítica, pero la Logia no es un foro de debate sectario.
Albert Pike, en Morals and Dogma (1871), aunque profundiza en filosofía y religión comparada, advierte:
«La Masonería no es una iglesia ni un partido político; no impone dogmas ni opiniones políticas. Su objetivo es la búsqueda de la Verdad, pero en paz y con respeto mutuo.»
Pike defiende la libertad de conciencia absoluta, pero reconoce que la Logia debe ser un santuario de tolerancia, no de controversia.
Oswald Wirth (masón francés, siglo XX), más liberal:
«Prohibir la política y la religión en Logia no significa prohibir pensar políticamente o religiosamente; significa prohibir el proselitismo y la confrontación que rompen la fraternidad.»
Manly P. Hall (aunque no masón iniciado cuando escribió The Lost Keys of Freemasonry en 1923, luego lo fue y es muy citado):
«La verdadera Masonería enseña al hombre a ser libre en su pensamiento, pero a subordinar esa libertad al bien mayor de la armonía fraternal. El Templo no es lugar para imponer opiniones, sino para elevar el espíritu.»
El Dilema en la Práctica Actual
Hoy en día, la gran mayoría de Logias regulares (angloamericanas, latinoamericanas continentales, etc.) mantienen la consigna que mencionas:
«Queda prohibido hacer alusiones, debates o proselitismo político y religioso en Logia, según nuestros antiguos principios y Landmarks.»
Esta frase (o variaciones como «está prohibido tratar temas de política y religión») se lee en la apertura de innumerables Tenidas alrededor del mundo. No es una «censura» al espíritu masónico de libertad, sino una regla de cortesía y prudencia para preservar lo que hace única a la Masonería: reunir en un mismo espacio a personas que, fuera de la Logia, podrían ser adversarios irreconciliables.
Si se permite libertad absoluta en estos temas:
Se generan conflictos emocionales (ejemplos históricos abundan: Logias divididas por independentismos, guerras civiles, fascismo vs. comunismo, etc.).
Se rompe la cadena de unión.
La Logia deja de ser un refugio de paz y se convierte en un club político o secta religiosa.
Si se prohíbe todo:
Algunos hermanos sienten que se coarta su libertad de expresión.
Se puede caer en una interpretación rígida que ahoga el debate filosófico profundo (la Masonería sí permite reflexionar sobre ética, moral, virtud, tolerancia... siempre que no sea dogmático o partidista).
Mi Opinión como Masón
La Solución Masónica sería el Equilibrio Prudente al tratar temas políticos o religiosos , pero no todos los masones tenemos la suficiente madurez para debatir estos temas en Logias.
Cualquier tema en logia puede desembocar en temas políticos o religiosos y esto es inevitable .
Recuerdo en mi Madre Logia , se decía en el siglo pasado de que estaba prohibido tratar temas políticos o religiosos en logias , pero siempre la logia se convertía de todos modos en sanos debates políticos y religiosos; uno de los temas religiosos más recurrentes en mi madre logia era el tema religioso del anticlericalismo , tema que tenía mucho de política como mucho de religión.
Sí, es un verdadero dilema, pero la Masonería lo resuelve de forma magistral con la tolerancia activa y el respeto mutuo. La libertad de expresión masónica no es la del ágora griega (donde todo vale y gana el más fuerte), sino una libertad responsable y fraternal: puedo pensar y creer lo que quiera, pero en Logia elijo no imponerlo para no herir a mi Hermano.
Prohibir el proselitismo y los debates sectarios no es traicionar la libertad, sino protegerla. La verdadera libertad masónica se ejerce fuera de la Logia (en la sociedad, votando, militando, practicando tu fe), pero dentro del Templo prima la armonía, porque sin ella no hay fraternidad posible.
La Masonería defiende la libertad absoluta de conciencia y de expresión de ideas, pero en Logia practica la disciplina voluntaria de la tolerancia.
Una Masonería que se proyecta al mundo como una de las instituciones que defiende la libertad de expresión , entre otras libertades, pero paradójicamente la masonería prohíbe la libertad de expresión de ideas políticas o religiosas al interior de las logias.
El párrafo anterior suena complicado y lo es.
Para muchos : Eso no es hipocresía; o doble discurso uno para el mundo y otro, para las logias , pero muchos señalan que prohibir la libertad  es sabiduría antigua en base a la prudencia. Pero igual lo dirán muchos gobiernos autoritarios y dictatoriales, diciendo lo hacemos para bien del pueblo.
Así, la frase «queda prohibido...» es una mordaza para muchos masones, y para otros masones un recordatorio amoroso de la prudencia, la armonía y la tolerancia.
Aquí somos Hermanos primero, y todo lo demás después.
Quien entienda esto, comprende el corazón de la Masonería.
¡Que la paz y la armonía prevalezcan siempre en nuestras Logias! Es lo que muchos piensan .
El dilema masónico sobre prohibir o permitir discusiones políticas y religiosas en Logia no es sólo  teórico: la historia está llena de casos donde la introducción (o percepción de introducción) de estos temas generó divisiones profundas, rupturas fraternales, escándalos públicos e incluso la desaparición temporal de logias enteras. A continuación, detallo los ejemplos más documentados y graves, que ilustran por qué las Constituciones de Anderson (1723) y los Landmarks posteriores insistieron tanto en la prohibición.
1. México post-independencia (1821-1830): Rivalidad entre Ritos Yorkino y Escocés
Uno de los conflictos internos más violentos de la Masonería en América Latina.
Tras la independencia, surgieron dos obediencias rivales:
Rito Yorkino (impulsado por el embajador estadounidense Joel R. Poinsett): republicano, federalista, anticlerical y antiespañol.
Rito Escocés (conservador, centralista y tolerante con la Iglesia y los españoles).
Las logias se convirtieron en verdaderos partidos políticos disfrazados. Se acusaban mutuamente de proselitismo, se boicoteaban iniciaciones y llegaron a enfrentamientos físicos y duelos.
Consecuencia: Guerras civiles indirectas, expulsiones masivas de hermanos y la casi destrucción de la Masonería mexicana. Este caso es citado como el ejemplo clásico de cómo la política partidista rompe la fraternidad.
2. El Affaire William Morgan y el Partido Antimasónico en EE.UU. (1826-1838)
William Morgan, un exmasón de Nueva York, amenazó con publicar los secretos rituales. Desapareció (presuntamente secuestrado y asesinado por masones).
El escándalo desató una ola antimasonica: se acusó a la Orden de conspiración, elitismo y asesinato.
Resultado:
Miles de logias cerraron (de ~3.000 en 1820 a menos de 100 en 1840 en el noreste).
Nació el primer partido político antimasonico de la historia (Anti-Masonic Party), que obtuvo el 8% de los votos nacionales en 1832.
Muchos hermanos abandonaron la Orden por miedo a represalias sociales y políticas.
Este caso reforzó la prohibición absoluta de política en logia en la Masonería angloamericana, pues se vio que cualquier percepción de secretismo político podía destruirla.
3. Francia: El "Affaire des Fiches" (1900-1904)
Bajo el ministro de Guerra Louis André (masón del Grand Orient de France), las logias recopilaron miles de fichas secretas sobre las creencias religiosas y políticas de oficiales del Ejército para bloquear ascensos de católicos practicantes y favorecer republicanos laicos.
Cuando se destapó el escándalo (1904), provocó una crisis gubernamental, dimisiones y una ola de antimasonería.
Consecuencia: Daño irreparable a la imagen del Grand Orient; se le acusó de violar la neutralidad masónica y de usar las logias como herramienta anticlerical del Estado. Este caso aceleró la ruptura definitiva entre la Masonería "regular" (angloamericana) y la "continental" (adogmática y politizada).
4. Italia: El escándalo de la Logia Propaganda Due (P2, 1976-1981)
La P2, dirigida por Licio Gelli, era una logia "clandestina" dentro del Grande Oriente d’Italia que reunía a militares, políticos, banqueros, jueces y mafiosos.
Se le acusó de conspirar para un "golpe blando", blanqueo de dinero, terrorismo (como el atentado de Bolonia 1980) y control del Estado paralelo.
Al descubrirse las listas de miembros (1981), el escándalo derribó gobiernos, disolvió la logia y llevó a la suspensión del Grande Oriente por la United Grand Lodge of England.
Consecuencia: Profunda división interna en la Masonería italiana y un estigma que aún persiste. Es el ejemplo moderno más extremo de cómo la infiltración política corrompe y destruye la fraternidad.
5. Otros casos notables de divisiones internas
España durante la Guerra Civil (1936-1939): Las logias se polarizaron entre republicanas (anticlericales) y las que permanecieron neutrales o simpatizaban con el bando nacional. Franco prohibió la Masonería y ejecutó/perseguó a miles de hermanos, acusándola de conspiración judeo-masónica.
América Latina (siglo XIX): En Colombia, Argentina, Uruguay y Chile, las logias yorkinas vs. escocesas o liberales vs. conservadoras generaron expulsiones, duelos y hasta guerras civiles indirectas.
Alemania nazi (1933-1945): Los nazis prohibieron y persiguieron la Masonería (junto a judíos) acusándola de conspiración internacional. Muchas logias cerraron o fueron disueltas por miedo.
Lección Histórica Común
Todos estos conflictos demuestran que, cuando la política o la religión sectaria entran en la Logia (ya sea por proselitismo directo o por percepción externa), el resultado es casi siempre el mismo:
Ruptura de la cadena de unión.
Abandono masivo de hermanos.
Persecución pública y antimasonería.
En algunos casos, desaparición temporal de la Orden en regiones enteras.
Por eso, la frase ritual “queda prohibido tratar temas de política y religión en Logia” no es una mera formalidad: es una vacuna histórica contra la autodestrucción. La Masonería sobrevive precisamente porque se mantiene como un oasis de paz en medio de las tormentas del mundo profano.
¡Que estos ejemplos nos recuerden siempre la sabiduría de nuestros antiguos Landmarks!
Alcoseri 

image.png
image.png
Reply all
Reply to author
Forward
0 new messages