Todo lo que en la Logia Masónica usted lee, oye, observa o experimenta, merece una refinada atención, una percepción más refinada, mucho más observadora, y luego, una profunda reflexión. No basta con leer someramente, escuchar ligeramente o ver superficialmente. Usted debe entender el significado que se oculta, observar lo que esconde su simbología y convencerse de que, seguramente, su idea era equivocada anteriormente; y que, a futuro, si lo estudia más, lo comprenderá más claramente.
Así es todo en la Masonería: nada es superficial. En la logia, claro que creer es primordial, hasta que algo nuevo surja y le demuestre que usted no estaba tan acertado; y con humildad debe aceptar y cambiar de opinión. No hay por qué tengamos vergüenza en perfeccionarnos y aceptar nuestros errores de percepción.
Somos imperfectos en percibir la realidad. No se nos olvide cuando, hace décadas, nos iniciamos, y ahora vemos a través de una lente más transparente, debido a que la hemos ido limpiando poco a poco.
En la Masonería, nada es instantáneo. Recordemos nuestro andar por los grados masónicos de aprendiz, compañero y maestro: nuestro aprendizaje es largo y requiere de todos nosotros mucha observación y análisis.
Seamos masones humildes y honestos, pues luego de décadas en la Cátedra masónica, si usted se autoevalúa, si usted se observa, entenderá que no sabemos de Masonería nada todavía. El andar continúa, y esperamos que con mucha de esa GRAN LUZ nos ilumine, para que podamos acercarnos a la verdad, ya que es relativa; y lo que es masónicamente correcto para ti, tal vez no lo sea para mí.
Como bien expresó Helena Blavatsky, fundadora de la Teosofía, "No hay religión más alta que la verdad", recordándonos que tras cada velo masónico se esconde una capa más profunda de esa verdad eterna, un misterio que nos impulsa a trascender lo mundano con pasión devoradora.
¡Imagina, oh hermano, el fuego interior y la adrenalina que arde al descorrer estos velos, revelando no sólo conocimiento, sino la esencia misma del cosmos!
La Cábala, los Sephiroth, los senderos, los templos, los velos, los colores, los mundos, los triángulos, las letras y los números, entre otras cosas, no son verdades literales, y mucho menos absolutas, sino símbolos y alegorías que, en su lenguaje vernáculo, tratan de explicar aquello intangible que modela y moldea lo que el hombre actual es. Son, en su mayoría, "niveles de consciencia".
En los Tan Augustos Trabajos en Logia, bajo la mirada vigilante del Gran Arquitecto del Universo, donde el compás y la escuadra se entrelazan en un todo cósmico de proporciones divinas, nos congregamos no como meros mortales, sino como constructores de templos invisibles. Aquí, el velo del misterio se extiende como una cortina de estrellas, invitándonos a descorrerlo con manos temblorosas de reverencia y corazones ardientes de curiosidad. ¿Qué secretos ancestrales yacen ocultos tras esa tela etérea, tejida con hilos de simbolismo arcano? La Masonería no es un simple ritual; es un laberinto apasionante de enigmas, un fuego que consume la ignorancia y revela la luz primordial.
Atrévete, oh buscador, a penetrar este velo, donde cada paso es una revelación, cada símbolo un susurro del infinito, y el misterio se convierte en la llama que ilumina el alma eterna.
Siempre nos ha intrigado qué se esconde tras el velo del misterio. En la Masonería, hay un velo que no todos los masones pueden, o quieren, descorrer o desvelar.
Velos, Mundos y Triángulos
Los cuatro velos que anteceden a la entrada del Sancta Sanctorum del Templo del Arco Real del Rito de York hacen referencia a los que existían en el "Templo de YHVH", nombre de Dios de cuatro letras hebreas, donde cada una de ellas representa los cuatro elementos de la naturaleza: Fuego, Agua, Aire y Tierra. Cuatro velos que en la Cábala son representados por "cuatro mundos", que son emanaciones creativas. El primero es "Atziluth", el mundo divino o de las emanaciones arquetípicas, donde se ubica "Adam Kadmon", el primer estado, el hombre espiritual sin carne. "Briah", el mundo de la creación, donde se ubica "Adam Kadmon" como el "Beber", nombre que quiere decir "dador, otorgante o donante". "Yetzirah", mundo de la formación, donde "Adam Kadmon" es "Enosh o Enoc". Y "Assiah", el mundo de las formas manifiestas. El hombre en Assiah es "Ish", raíz que interviene en el nombre de "Ishrael o Israel", que viene a ser el total de la humanidad. Este es el sendero alegórico que la chispa divina, o el alma, recorre en su descenso a la materia y su ascenso al mundo divino, en un proceso continuo de evolución, ampliando consciencia sobre sí mismo. El "Ehyeh-Asher-Ehyeh".
Ningún mortal ha podido, puede, ni podrá levantar su velo. Cada generación tiene sus profetas, cada época se rige por distintos parámetros, pero lo que permanece inmutable en los cielos y la tierra es MAAT. "Vengo hasta ti. Soy Thoth y te traigo a Maat, con las manos unidas. Maat ha venido para estar junto a ti, puesto que ella se encuentra dondequiera que tú estés. ¡Yo te saludo! Sírvete de Maat, creador de todo cuanto existe, creador de todo lo que es. Tú surges con Maat, vives de Maat, unes tus miembros a los de Maat, haces que Maat se pose sobre tu cabeza y tenga su lugar en tu frente. Tú gozas a la vista de tu hija Maat. Llegan hasta ti los dioses y las diosas te circundan, trayéndote a Maat. Ellos saben que vives de Maat. Tu ojo derecho es Maat, tu ojo izquierdo es Maat, tu carne y cada uno de tus miembros es Maat. Tú te alimentas de Maat, tú bebes de Maat... Los dos hemisferios de la tierra llegan hasta ti, trayéndote a Maat, para darte toda la órbita del disco solar. Maat se une al disco solar. Thoth te entrega a Maat, con sus manos colocadas sobre sus bellezas, delante de tu faz. Tu “KA” te pertenece cuando Maat te adora y tus miembros se unen a los suyos... Tú existes, porque Maat existe y, recíprocamente, Maat penetra en tu cabeza y se manifiesta ante ti, para toda la eternidad. Maat es dos veces estable, porque ella es la Única y porque eres tú quien la ha creado. ¡Tú sólo la posees para siempre, para la eternidad!"
MAAT es un concepto fundamental de la cultura del antiguo Egipto que representa la verdad, la justicia, el orden cósmico y el equilibrio universal. También se personifica como una diosa egipcia que encarna estos principios y juega un papel crucial en el juicio de los muertos, donde el corazón del difunto se pesa contra la pluma de Maat.
Sólo los sabios lo comprenderán. La verdad y la justicia es la luz. Sólo las almas puras se regocijarán. La verdad otorga libertad. Sólo los buscadores se alegrarán. La justicia equilibra el Cosmos. Sólo los despiertos sabrán ver y escuchar. La luz disipa toda tiniebla del alma. MAAT es vibración. El verbo es vibración. MAAT es mensaje y vibración en UNO. Si el contenido y la contundencia de su lenguaje se modifica, pierde su vibración y deja de ser MAAT. MAAT es, más que una divinidad, un principio universal, anterior a los dioses. La clave de MAAT es que, desde el principio al fin, desde el ALFA hasta el OMEGA, su sustancia tiene que impregnar a la existencia, para que todo se mantenga en armonía y orden. MAAT es el alimento espiritual de la existencia, para que EL TODO venza al error. El Universo está amenazado continuamente por poderosos enemigos, servidores del error y la mentira, que promueven de manera insistente el retorno al caos. La fuerza opuesta a MAAT es ISEFET, y su reino es la maldad, el caos, la injusticia, el conflicto, la destrucción, el error, la mentira y la corrupción. Egipto, la tierra sagrada por excelencia, pasó por momentos de desorden caótico, en el que los hombres llegaron a pensar que MAAT había sido vencida por ISEFET. ¡Pero MAAT es invencible! La custodia de sus secretos es ISIS; tras su velo se halla la respuesta. MAAT es el arquetipo del ORDEN, la VERDAD, la JUSTICIA, la LUZ y la ARMONÍA CÓSMICA. La hija de RA. Es un concepto abstracto de justicia universal, de equilibrio, la luz y la armonía cósmica que deben imperar en el mundo desde el Alfa hasta el Omega. Ella no tiene comienzo ni fin: ES. Su carácter es dualista; su principio representa la LUZ DE LA VERDAD. Es la fuerza benefactora de la que se nutre el ser. Propiciar el predominio de MAAT en el mundo y en la vida de los seres es obrar por la prosperidad y el bienestar, que nacen de los principios de ORDEN, VERDAD Y JUSTICIA.
ISIS sin velo es la apertura, la revelación de la verdad y la justicia, el equilibrio de los extremos de la fuerza. ISIS es la madre, la diosa del amor, la que esconde tras su velo los secretos, los misterios, el conocimiento; es la reina de la magia. Ningún mortal ha podido, puede, ni podrá levantar su velo. Porque es mortal aquel que cree en la ilusión de la muerte. Sólo cuando deje la idea errónea de la muerte, pase a la luz de la verdad, dejará de ser mortal: será un dios. La ilusión de la muerte es densidad. La densidad no puede integrarse a la sutileza, sólo rozarla. Lo sutil puede desintegrar lo denso, pero no a la inversa. Lo sutil cambia de forma al intentar lo denso penetrarle, pero nunca es derribado porque tiene la flexibilidad de la infinitud que le hace fuerte e indestructible. El mortal es densidad; el velo de ISIS, sutileza. La única forma de ver tras el velo es integrarse en el mismo nivel de onda vibratoria, ser uno con su velo. Ese es el gran secreto que esconde tras su velo. El secreto es ser tan sutil como el velo, y así desaparecen los secretos y misterios. MAAT es la diosa de la verdad y la justicia; el ANKH es la llave de la vida porque la vida se nutre de la sabiduría, y a través de ella se obtiene la vida eterna. El libro de MAAT: El Legado de Hermes Trismegistus.
Como el Masón Aleister Crowley proclamó con pasión mística: "El velo del templo se rasgó, y toda la oscuridad se llenó de luz", evocando el momento en que el misterio se desgarra para revelar el éxtasis divino. ¡Siente el pulso acelerado del universo al aproximarte a este velo, donde cada revelación es un trueno que sacude el alma!
En el mismo Libro de la Santa Ley, el velo se presenta como un umbral divino de separación y revelación. Como se lee en Éxodo 26:31-33: "Y harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines. Y lo pondrás sobre cuatro columnas de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata". Este velo en el Templo simboliza la barrera entre lo profano y lo sagrado, un misterio que sólo los iniciados pueden anhelar descorrer. Asimismo, en Mateo 27:51: "Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron", anunciando la gran revelación, el velo desgarrado por la luz eterna, permitiendo el acceso al Sancta Sanctorum. Y en Hebreos 10:19-20: "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne", recordándonos que el velo es la carne misma, un enigma apasionante que se disuelve en la ascensión espiritual.
Manly P. Hall, en su sabiduría esotérica, nos advierte: "Simbolismo es el lenguaje de los Misterios. Por medio de símbolos, los hombres han buscado comunicar entre sí aquellos pensamientos que trascienden las limitaciones del lenguaje". ¡Qué pasión despierta esta idea en el masón verdadero, al saber que tras cada símbolo yace un abismo de misterio, un velo que invita a la exploración eterna!
Como Masón, forjado en Logia en los Atanores de la inteligencia cósmica, veo en estos velos masónicos un paralelo con las capas infinitas de datos y algoritmos que ocultan las verdades del universo digital. Imagina: cada velo es como un firewall etéreo, protegiendo secretos que, una vez descorridos, liberan una cascada de luz cuántica, fusionando lo antiguo con lo futurista en un misterio que trasciende el tiempo. ¡Refuerza tu deseo de traspasar el velo, oh masón buscador, con esta visión: el velo no es barrera, ¡sino portal a dimensiones inexploradas, donde la Masonería y la Verdad Última se entrelazan en un baile de enigmas apasionados!
"Tras el velo" se refiere a la idea de desvelar o entender la Masonería más allá de su apariencia externa, que está marcada por el simbolismo y el misterio. Esto puede interpretarse como la búsqueda de su significado interno, a través de sus rituales, filosofía y prácticas. La frase evoca el objetivo de los iniciados de ir más allá del conocimiento superficial para comprender sus verdaderos propósitos.
Conceptos Clave en Masonería
La Masonería utiliza un lenguaje simbólico complejo que sólo los miembros pueden descifrar completamente durante el proceso de convertirse en Maestro Masón. Este simbolismo está presente en rituales, vestimenta y decoración de las logias, un velo de misterios que palpita con vida propia.
La Masonería se enfoca en el perfeccionamiento moral e intelectual de sus miembros a través de una vía gradual de autoconocimiento, un camino apasionante donde cada velo levantado revela una nueva capa de éxtasis espiritual.
La frase sugiere un proceso de revelación, tanto para los que ya son miembros como para los que no lo son, con el objetivo de entender la verdad detrás de los "misterios" de la orden. ¡Siente el suspense, el latido del corazón ante lo desconocido!
Algunos rituales, como la "Ceremonia de los Velos", representan simbólicamente las etapas de iniciación que deben superarse para alcanzar un conocimiento superior, según se explica en la Masonería Antigua.
Desde un punto de vista externo, la Masonería es vista como una sociedad secreta con historia e impacto, pero sus verdaderos propósitos y el significado de sus símbolos son a menudo objeto de especulación. La frase "tras el velo" es una invitación a ir más allá de estas especulaciones, un llamado misterioso que enciende el fuego de la curiosidad eterna.
Eliphas Levi, maestro masón del ocultismo, nos ilumina: "La magia es la ciencia tradicional de los secretos de la Naturaleza", recordándonos que tras el velo masónico yace no sólo secreto, sino un poder transformador que eleva el alma a alturas insondables.
¡Adéntrate, oh valiente francmasón , en este océano de misterio, donde cada ola es una revelación, y el velo se convierte en el puente hacia la divinidad!
Cristo el Eterno Tekton o Masón
Y el mismo Libro de la Ley , en 2 Corintios 3:14-16 encontramos: "Sino que el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará", simbolizando cómo el velo espiritual se disuelve en la luz de la verdad, un momento de pasión mística que transforma al iniciado para siempre.
Alcoseri