EL MISTERIO DE MELQUISEDEC

25 views
Skip to first unread message

♣♥SEÑOR♥♣

unread,
Dec 7, 2008, 3:44:48 PM12/7/08
to SECRETO MASONICO
EL MISTERIO DE MELQUISEDEC


De: AstralMason_pr (Mensaje original) Enviado: 20/03/2005 04:00 p.m.
De todos los personajes mencionados en la Biblia, ninguno tan
misterioso
como Melquisedec, de quien se dice que no tuvo padre ni madre ni
pariente
alguno y era a la par sacerdote y rey.
En la epístola a los hebreos nos da Pablo amplia información respecto
a la
analogía entre Cristo y Melquisedec, pues ambos son reyes y sumo
sacerdotes
aunque de diferente revelación.
Así dice Pablo:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro
tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha
hablado por el
Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por lo cual asimismo hizo
el
universo....Ni nadie tomo para sí la honra, sino el que es llamado de
Dios, como
Aarón. Así también Cristo no se glorificó a si mismo haciéndose
pontífice, más El
le dijo: “Tu eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy; como también dice
en otro
lugar: Tú eres sacerdote eternamente según el orden de Melquisedec, el
cual en
los día de su carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y
lagrimas al
que le odia librar de la muerte, fue oído por su reverencial miedo. Y
aunque era
Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y consumado vino a
ser causa de
eterna salud a todos los que le obedecen; nombrado de Dios pontífice,
según el
orden de Melquisedec, del cual tenemos mucho que decir y dificultoso
de
declarar....Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote de Dios
Altísimo, el
cual salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes,
y le bendijo;
al cual asimismo dio Abraham los diezmos de todo. Primeramente él se
interpreta
Rey de justicia, y luego también rey de Salem, que es Rey de paz, sin
padre, sin
madre, sin linaje, que ni tiene principio de días ni fin de vida, más
hecho
semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre....
“Y aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos (1); más
allí,
aquel del cual está dado testimonio que vive....Si pues la perfección
era por el
sacerdocio levítico, porque debajo de él recibió el pueblo la ley, qué
necesidad
había de que se levantase otro sacerdote, según el orden de
Melquisedec, y que no
fuese llamado según la orden de Aarón?....Porque notorio es que el
Señor nuestro
nació de la tribu de Judá, sobre cuya tribu nada habló Moisés tocante
al
sacerdocio. Y aun más manifiesto es, si a semejanza de Melquisedec se
levanta
otro sacerdote, el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento
carnal, sino
(1) Alude San Pablo a los levitas.
según la virtud de vida indisoluble, pues se da testimonio de él,
diciendo: “Tu
eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec....Tanto de
mejor
testamento es hecho fiador Jesús....que por cuanto permanece para
siempre tiene
un sacerdocio inmutable....Porque la ley constituye sacerdotes a
hombres, flacos,
más la palabra del juramento, después de la ley, constituye al Hijo
hecho perfecto
para siempre. Así que la suma de lo dicho es: Tenemos tal pontífice
que se asentó
a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del
santuario, y de
aquel verdadero tabernáculo que el señor asentó, y no hombre....Y casi
todo es
purificado, según la ley con sangre, y sin derramamiento de sangre que
no se hace
remisión. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas
celestiales fueran
purificadas con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales con
mejores
sacrificios que estos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de
mano, figura
del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora por
nosotros en la
presencia de Dios....Más ahora tanto mejor ministerio es el suyo,
cuanto es
mediado de un mejor pacto, el cual ha sido formado sobre mejores
promesas.
Porque sí aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera
procurado lugar de
segundo, porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice le
Señor, y
consumare para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un
nuevo pacto,
no como el pacto que hice con sus padres en el día que los tomé por la
mano para
sacarlos de la tierra de Egipto, porque ellos no permanecieron en mi
pacto, y yo
los menosprecié, dice el Seño. Por lo cual, este es el pacto que
ordenaré a la casa
de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en
el alma de
ellos y sobre el corazón de ellos las escribiré, y seré a ellos por
Dios y ellos
serán a mí por pueblo, y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a
su
hermano, diciendo: “Conoce al Señor, porque todos me conocerán desde
el
menor de ellos hasta el mayor”.
Los precedentes pasajes de las epístolas de San Pablo a los Hebreos
están
entresacados de diversos capítulos, y es necesario ordenar
inteligentemente los
trozos del relato hebreo, para poder obtener un bosquejo del plan
trazado por las
divinas Jerarquías para el ulterior adelanto de nuestra evolución. Es
necesario
conocer dicho plan para la exacta comprensión de las cósmicas
relaciones entre el
catolicismo y la masonería, así como también es necesario entender el
propósito
del mar de bronce y aprender a formar esta maravillosa aleación, como
declara
San Pablo, estas cosas son difíciles d decir; pero intentaremos
exponer en sencillo
lenguaje el misterio de Melquisedec y del mar de bronce, con el objeto
de
coadyuvar a la realización del propósito manifestado en la Biblia, de
iluminar a
todos los hombres, de modo que desde el menor al mayor conozcan todos
la
finalidad de la evolución, y tengan con ello oportunidad de adaptarse
a la corriente
de los acontecimientos cósmicos.
Para comprender el misterio de Melquisedec debemos retroceder hasta
las
primitivas épocas de la estancia del hombre sobre la tierra, durante
la edad
llamada hiperbórea. Estaba entonces la tierra en sumamente cálida
condición. La
forma humana era bisexual, masculina y femenina, como todavía lo son
hoy la
mayoría de las plantas, alas cuales se parecía también el hombre de
aquella época
por su apatía y falta de aspiraciones. Era entonces el hombre dócil
pupilo de las
divinas Jerarquías que lo guiaban físicamente, y a las cuales alude la
Biblia en la
velada expresión de los”reyes de Edom”.
Posteriormente, en la época lemuriana, cuando ya la forma humana se
había
condensado algo más, quedó separada corporalmente en sexos; pero como
la
conciencia estaba todavía concentrada en el mundo espiritual, eran los
seres
humanos inconscientes del acto físico de la generación, como ahora lo
somos
nosotros del de la digestión. No conocían el nacimiento ni la muerte
ni se
percataban de la posesión de un vehículo físico hasta que con el
tiempo tuvieron
la sensación física durante el acto generador, y de aquí la
expresión:”Adán
conoció a Eva”. A este tiempo los espíritus luciferarios, los ángeles
caídos que
habitaban en el belicoso planeta Marte, enseñaron a los hombres a
comer del árbol
del conocimiento, o sea, el nombre simbólico del acto generador. Así
gradualmente se les fueron abriendo los ojos hasta llegar a ser
conscientes del
mundo físico, pero perdieron el contacto con el mundo espiritual y con
los ángeles
custodios que habían sido hasta entonces sus benevolentes guías. Sólo
unos
cuantos de los más espirituales de entre ellos conservaron la visión
superior y se
mantuvieron relacionados con las divinas Jerarquías. Estos pocos
fueron los
profetas que actuaban como mensajeros entre los divinos guías
invisibles y sus
respectivos pueblos. Pero, con el tiempo, los hombres desearon elegir
sus propios
gobernantes y pidieron reyes visibles. Por lo menos sabemos que los
israelitas
repudiaron el gobierno divino y pidieron rey, por lo que fíe ungido
Saúl. Entonces
quedaron también separados los oficios de sacerdotes y de rey,
correspondientes a
los gobiernos espiritual y temporal, porque no se encontraba hombre
alguno de los
suficientemente versados en los negocios del mundo para ejercer el
oficio de rey,
que al propio tiempo tuviese el mismo conocimiento de los negocios
espirituales
para desempeñar el de sacerdote, mientras que un verdadero sacerdote,
mientras
que un verdadero sacerdote, capaz de guiar espiritualmente a su rey,
no podía
dirigir acertadamente sus intereses materiales cual gobernador
temporal. Pero
como la política, en su más alto concepto, procura gobernar a los
pueblos
atendiendo tan sólo a la prosperidad material y el sacerdocio,
sinceramente
ejercido, sólo aspira al progreso de las almas, forzoso era que la
separación de
ambos gobiernos provocara un conflicto, aunque sacerdotes y reyes
obraran a
impulsos de los más nobles e inegoístas motivos.
Melquisedec es el nombre simbólico de las divinas Jerarquías que
desempeñaron
el dual oficio de sacerdotes y reyes. Mientras reinaron y gobernaron a
sus
bisexuales súbditos hubo paz en el mundo; pero tan pronto como se
separaron los
sexos y los oficios de sacerdote y rey, no es maravilla que por las
razones antes
expuestas, siguiera al pacifico reinado de Melquisedec una época de
guerras y
luchas, tal como han ocurrido en la presente etapa de evolución.
Primitivamente, los unificantes factores del doble oficio del
gobernante y el doble
sexo de los gobernados impedían el entrechoque de intereses hoy día
prevaleciente, y que continuará hasta que otro divino gobernante reúna
en su
persona las cualidades del rey y de sacerdote, según el orden de
Melquisedec, y
hasta que desaparezca el procedimiento sexual de generación.
Sobre el particular es muy significativo que el relato bíblico
comience en el jardín
del Edén, donde la humanidad era bisexual e inocente; y el segundo
capítulo del
Génesis habla de la separación de sexos, de la obediencia al mandato
de no comer
del fruto del árbol del conocimiento y el consiguiente castigo de
parir con dolor y
estar sujetos a la muerte. Desde entonces en adelante, el Antiguo
Testamento nos
habla de guerras, luchas y contiendas y en el último capítulo
profetiza la aparición
de un Sol de justicia con medicina en sus alas.
Después, el Nuevo Testamento empieza con el relato del nacimiento de
Cristo,
quien proclamó el futuro establecimiento del reino de los cielos.
Posteriormente se
llama a Cristo sacerdote y rey, según el orden de Melquisedec, que
reúne en sí el
dual oficio. También se dice que en el cielo no habrá matrimonios,
porque el
soma psuchicon o alma-cuerpo, del que dice San Pablo que será el
vehículo que
usaremos en el reino de los cielos, no está sujeto a decrepitud ni
muerte. Por lo
tanto, no habrá necesidad de nacimientos ni de muertes de cuerpos como
los de
los engendrados en matrimonio, porque Pablo nos dice que la carne y la
sangre no
pueden heredar el reino de Dios. De aquí la inutilidad del matrimonio
y
desaparecerá el entrechoque de intereses provenientes de la lujuria y
el amor
sexual, de modo que el espíritu de paz santificará el amor de las
almas.
Así resulta evidente que los hijos de Caín con sus adeptos los
estadistas, y los
hijos de Seth con su séquito de clérigos, se entrefundirán y unirán
finalmente en el
Reino de Cristo.
Ya hemos visto cómo Hiram Abiff, hijo de la viuda, dejó a su
ascendiente el
espíritu luciferario Samael, después de su bautismo de fuego en el mar
de
bronce, y como recibió el encargo de preparar el camino del reino
entre los hijos
de Caín sus hermanos, mediante el desenvolvimiento de su habilidad y
destreza
como masones o constructores de templos y enseñándoles a elaborar la
piedra
filosofal o mar de bronce. De la propia suerte, los físicamente
inhábiles hijos de
Seth han de aprender a dejar a su progenitor Jehová, y el primero en
dar el
ejemplo ha de ser naturalmente una grande alma.
Así como la superlativa habilidad de los hijos de Caín se concentró en
Hiram
Abiff cuando su bautismo de fuego, así también la sublime
espiritualidad los
hijos de Seth se concentro en Jesús cuando su bautismo en el agua del
Jordán. Al
surgir de esta agua se hallaba Jesús en la misma citación que Hiram
Abiff al surgir
del fuego. Cada cual hacia dejado a sus respectivos progenitores
Jehová y
Samael, y ambos estaban dispuestos a servir al Cristo. Por esto, en el
acto del
bautismo, se vio infundirse el espíritu de Cristo en el cuerpo de
Jesús, para en él
habitar durante su ministerio.
El espíritu de Jesús dejó aquel cuerpo y desempeño la misión de servir
a las
iglesias, mientras el Cristo utilizaba su cuerpo para enseñar a las
gentes y
preparaba su sangre para que fuese un ábrete sésamo del reino de Dios,
una
panacea eficaz para sus hermanos los hijos de Seth, de la propia
manera que el
mar de bronce servía para los hijos de Caín.
En la epístola a los hebreos, donde Pablo nos da algunas insinuaciones
referentes
al misterio de Melquisedec en su carácter de Sumo Sacerdote, pondera
la absoluta
necesidad de la sangre como elemento del servicio del Templo, y nos
dice que el
Sumo Sacerdote estaba obligado a ofrecer sangre por sus pecados antes
de que
fuese digno de ofrecer sacrificio por los pecados del pueblo, y este
doble sacrificio
se había de efectuar todos los años. Añade Pablo que el sacrificio del
Gólgota se
hizo de una vez por todas y proporcionó la redención por medio de la
sangre de
Jesús.
Durante el régimen de Jehová, la sangre humana estaba impregnada de
egoísmo,
que es el separatista factor de la época actual; y de esta mancha ha
de depurarse
antes de que la humanidad efectúe su unión y entre en el Reino de
Cristo.
Esta depuración era una tarea gigantesca, porque la humanidad estaba
ya tan
empapada de egoísmo que apenas nadie quería favorecer a su prójimo. De
aquí
que en la existencia de ultratumba, en tiempo de la vida de Cristo, no
había nadie
capaz de fomentar el progreso espiritual ni ser digno de entrar en el
primer cielo,
sino que casi toda la existencia ultraterrena de las gentes se pasaba
en la
purgatorial expiación de sus maldades, y era estéril la segunda vida
celeste,
donde el hombre aprende a ser activamente creador.
Entonces, el Rey Salomón entró de nuevo en el palenque de la vida
terrena para
cumplir una misión en beneficio de sus hermanos los hijos de Seth, y
se le dio
peculiarmente esta encomienda, porque en su corazón era inegoísta,
según
demuestra lo que respondió cuando al subir al trono se le apareció
Jehová en
sueños y le dijo que demándese lo que quería que le diese. Salomón
respondió:
“Tu has hecho con David, mi padre, grande misericordia, y a mí me has
puesto
por rey en lugar suyo. Confírmese, pues, ahora, ¡Oh Jehová Dios! Tu
palabra dada
a David, mi padre, porque tú mes has puesto por rey sobre un pueblo en
muchedumbre como el polvo en la tierra. Dame Ahora sabiduría y
conocimiento, para salir y entrar delante de este pueblo, porque,
¿quién podrá
juzgar a este tu pueblo tan grande?”
Y Dios replicó a Salomón: “Por cuanto esto fue en tu corazón, que no
pediste
riquezas, hacienda y gloria, ni el alma de los que te quieren mal, ni
pediste
muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para
juzgar a
mi pueblo. Sobre el cual te he puesto por rey, sabiduría y
conocimiento te son
dados, y también te daré riquezas, hacienda y gloria, cual nunca hubo
en los reyes
que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal”.
Esta característica de inegoísmo, vigorizada en anteriores vidas
capacitó al
espíritu de Salomón para encarnar en el cuerpo y con el nombre de
Jesús, a fin de
cumplir la alta misión que le estaba destinada, o sea, la de servir de
vehículo al
unificador e inegoísta espíritu de Cristo que había de acabar con la
división entre
los hijos de Seth y los hijos de Caín y unirlos en la Fraternidad
constituyente del
reino de los cielos.
Cuando Fausto hizo el pacto con Mefistófeles, según relata el mito
solar de este
nombre, iba aquél a firmar con tinta, cuando el diablo le intimó,
diciendo:”No;
fírmalo con sangre”. Fausto le pregunta entonces a Mefistófeles que
por qué
había de firmar con sangre, y el preguntando responde astutamente:”La
sangre es
una esencia peculiarísima”.
Acertadamente dice la Biblia que la sangre de los toros y becerros no
lavará los
pecados; pero, ¿cómo entonces se encomia como panacea la sangre de
Jesús? Para
Comprender este misterio del Gólgota es necesario estudiar la
composición y
funcionamiento de la sangre desde el punto de vista oculto.
Observada la sangre al microscopio, aparece constituida por multitud
de glóbulos
o discos; pero cuando un experto clarividente la observa circulante
por el cuerpo
vivo, ve que un gas, una esencia espiritual. El calor está causado por
el Ego
residente en la sangre, porque, como dice la Biblia, la vida está en
la sangre.
Tenía razón Mefistófeles al decir que la sangre es una peculiarísima
esencia,
porque contiene el Ego y quienquiera que desee obtener dominio sobre
el Ego ha
de poseer su sangre.
El Ego humano es más poderoso que el alma grupal de los animales,
según
demuestra el experimento científico llamado hemólisis. La sangre de un
animal de
las especies superiores mataría al animal de especie inferior en cuyas
venas se
transfundiera; y un animal cualquiera moriría si se le inyectaba
sangre humana,
cuya alta vibración no podría resistir.
Por el contrario, la sangre de un animal inferior puede inocularse sin
daño alguno
en el cuerpo humano.
En tiempos antiguos estaban rigurosamente prohibidos los matrimonios
entre
gentes de distintas tribus, porque los guías de la humanidad sabían
que era
mortífera la sangre extraña.
Dice la Biblia que Adán y Matusalén vivieron algunos siglos. En aquel
tiempo era
costumbre matrimoniar entre los individuos de una misma familia, de
modo que
los lazos de la sangre se estrechaban cuanto era posible. La sangre
que circulaba
por las venas de aquella familia contenía la representación de todo
cuanto les
había sucedido a los ascendientes y estaba acumulado en la mente que
hoy es
subconsciente. Entonces eran conscientes y tenían de continuo ante sí
la visión de
sus deudos y cada familia estaba unida por la comunidad de sangre en
que
alentaban las imágenes de sus antepasados. Los hijos vivieron la vida
de sus
padres y así los padres vivieron en sus hijos; y como la conciencia de
Adán, de
Matusalén y de otros patriarcas perduró siglos en sus descendientes,
se dijo de
ellos que vivieron personalmente.
Entonces era tan delictuoso contraer matrimonio fuera de la familia,
como lo es
ahora contraerlo consanguíneamente. Aun entre los primitivos
escandinavos, se
nos dice que si alguien deseaba casarse con personas extrañas a su
linaje, venía
obligado a sufrir la prueba de ver si su sangre podía mezclarse con la
extraña, y
así experimentaron algunos una fase de hemólisis. Si la sangre no se
mezclaba
producía la confusión de castas, según dicen los indos. Era preciso
mantener
pura la estirpe, porque de lo contrario se entremezclaban y confundían
las
imágenes de la visión interna.
Los matrimonios entre individuos de una misma familia o tribu
engendraron el
egoísmo, la gregalia y las luchas y contiendas mundanas. Para remediar
estos
males era necesario abolir la costumbre que los engendraba, y así
cuando vino
Cristo aconsejó la disrupción de dicha `práctica al decir: “Antes de
que Abraham
fuese yo soy”. No cuido del padre de la raza, sino que me glorío en él
Yo soy, en
el Ego que era antes de que fuese padre de la raza”. “Quien no deja a
su padre y a
su madre no puede ser mi discípulo”.
Mientras el individuo esté ligado a la familia, a la tribu o la
nación, está ligado
también a la vieja sangre y las antiguas costumbres, y no puede
entrefundirse en
una fraternidad universal. Esto solo es posible cundo las gentes se
casan
internacionalmente, porque se diversifican en varias nacionalidades,
el único
medio de unirlas es el matrimonio. Aunque muera Abraham, el padre de
la raza y
de la tribu, el Yo soy vive. Cristo conocía la oculta verdad de que la
mezcla de
sangres en el matrimonio internacional mata algo cuando no mata el
cuerpo. Del
ayuntamiento del asno y la yegua nace el híbrido animal llamado mulo,
en el que
a causa de la mezcla de sangres se ha perdido la facultad de
procreación, de que
carecen todos los animales híbridos. Análogamente, en los matrimonios
internacionales se pierde la facultad de la interna visión, porque se
entrechocan las
diferentes imágenes de ambas familias; y así es que desde que cesó la
costumbre
de matrimoniar dentro de la misma familia o tribu, se ha desvanecido
la
clarividencia, no está el hombre en contacto con el mundo espiritual y
ha perdido
la memoria de la naturaleza. Únicamente conservan algo de visión
interna los
montañeses de Escocia y los gitanos, que se casan dentro de su tribu.
Así vemos que la sangre humana está hoy muy diferentemente constituida
que en
los principios de la evolución. El cuerpo de Jesús fue un vehículo de
superlativa
pureza cuando Cristo se posesionó de él como medio a propósito para
descender
al centro de la tierra por el mismo camino que siguiera Hiram Abiff
cuando se
arrojó a mar de bronce y fue conducido por el sendero iniciatico a
donde moraba
su antepasado Caín.
De este camino habla la epístola universal del apóstol Judas Tadeo,
después que
Cristo quedo libre de la carne por la violenta muerte del Gólgota.
Cuando se mata
a alguien, la sangre venosa, con todas sus impurezas, se adhiere
firmemente a la
carne y, por lo tanto, la sangre arterial está entonces más limpia que
lo estaría en
otras circunstancias, esto es, que está más libre de pasiones y
deseos. El espíritu
de Cristo hizo etérea la sangre del cuerpo de Jesús, que así limpia
mundo al
mundo purificando en gran manera de egoísmos las regiones etéreas,
dando
con ello al hombre mayor oportunidad de atraer materiales adecuados a
la
formación de propósitos y deseos altruistas. Así es que entonces se
inauguró la
edad del altruismo. En la fe en esta sangre y en la imitación de la
vida de Cristo,
los hijos de Seth poseen los medios de eliminar de sí el maldito
egoísmo, mientras
que a los hijos de Caín se les dio el emblema de la Rosa y la Cruz
para
enseñarles a trabajar sinceramente en la elaboración del mar de bronce
o piedra
filosofal y hallar la nueva palabra que les dé entrada en el reino,
porque esperan
más de las obras que de la fe.
El cuadro intercalado en el texto muestra gráficamente las tres edades
mencionadas en este capítulo:
I. PRIMERA EDAD.- Cuando cada ser humano era una completa unidad
creadora, andrógino, bisexual, gobernado por un jerarca Melquisedec,
que
desempeña el doble oficio de sacerdote y rey.
II. SEGUNDA EDAD.- Cuando la raza humana se dividió en hombre y
mujeres y el gobierno se desgloso en temporal del Estado y el
espiritual de
la Iglesia ocasionando la luchas y guerras.
El Estado abraza la causa de la Paternidad y el Hombre, y mantiene el
alto ideal de las artes, oficios e industrias encarnado en Hiram
Abiff. La
Iglesia abraza la causa de la Maternidad y la Mujer, y mantiene
enhiesto
el femenino ideal del amor y del hogar, simbolizado en la Virgen con
el
Niño.
Los opuestos intereses del hombre y la mujer, del hogar y el taller,
de la
Iglesia y del Estado ocasionan la lucha económica, la guerra y la
disputa,
maldiciones del linaje humano que a todos nos mueven a rogar
anhelantes
por el reinado de la paz.
III. TERCERA EDAD.- Cuando venga un divino Cristo que, como
Melquisedec, desempeñe el dual oficio de sacerdote y rey, y gobierne
una
purificada y gloriosa humanidad en que el amor sexual haya trascendido
el
amor de las almas.




Primer Anterior 2 de 2 Siguiente Último Eliminar respuestas

Respuesta
Recomendar Eliminar Mensaje 2 de 2 en la discusión

De: ♣♥SEÑOR♥♣ Enviado: 20/03/2005 10:16 p.m.
Hay un personaje en la Biblia del cual pocos hombres han hablado. Este
personaje fue un patriarca del Antiguo Testamento, contemporáneo de
Abram. También aparece su nombre en el libro de los Salmos, una vez, y
en la carta a los Hebreos en la que aparece su nombre 8 veces. Además
hay un capítulo entero, el 7, dedicado a él. Este personaje es
Melquisedec, un tipo del Señor Jesucristo. Como dije antes, pocos
hombres han hablado de él porque en realidad es un personaje complejo,
al cual, con la ayuda del Señor, voy a tratar de presentar en este
estudio. <o:p></o:p>

Así, pues, comencemos por ver lo que significa su nombre.<o:p></o:p>

Melquisedec: Rey de Justicia. Este Melquisedec era rey de Salem
(Génesis 14:18). <o:p></o:p>

El nombre de Salem significa en hebreo PAZ. Así pues, Melquisedec
seria rey de PAZ. Según algunos heruditos, el nombre de Salem es un
nombre simbólico de Jerusalén (Salmo 76:2). Pero en cuanto a esto hay
varias opiniones. Por ejemplo: Jerónimo estaba convencido de que el
verdadero lugar era una ciudad cerca de Escritópolis, llamada Salem.
Sin embargo hay claras evidencias de que esta ciudad fuese Jerusalén
en lo cual concuerdan casi todos los comentaristas y diccionarios
seculares, aunque algunos descubrimientos, como las tabletas de Ebla
(para más información ver Mardikh [Tell] en el Nuevo Diccionario
Bíblico Ilustrado de editorial Clie) las cuales datan de unos 3.500
años antes de Cristo y hacen referencia a la época de Génesis 14.
<o:p></o:p>

Además Melquisedec era sacerdote del Altísimo (Génesis 14:18). En
cuanto a este asunto hay mucho para hablar y de mucha profundidad,
pero voy a tratar de exponer todo lo posible de la forma más clara.
<o:p></o:p>

El caso de Melquisedec es una clara muestra de cómo Dios conserva, en
medio de la apostasía general, el remanente elegido. El es de forma
muy especial escogido por Dios como rey-sacerdote, y esta es la forma
más elevada de aquel sistema primitivo en el cual cada padre de
familia era sacerdote de ella. Vemos con claridad que el sacerdocio de
Melquisedec es diferente al del sacerdocio levítico. El era rey y
sacerdote, y la dispensación levítica separó el reinado del sacerdocio
y viceversa. La patriarcal, en el caso de Melquisedec, es la que une
el sacerdocio con el reinado, como Cristo que es Sacerdote y Rey. El
sacerdocio de Melquisedec continúa en Cristo para siempre. <o:p></o:p>

Melquisedec debió haber recibido una consagración especial sobre los
demás patriarcas. No hubo otro hombre que fuese rey y sacerdote
consagrado por Dios mismo. <o:p></o:p>

En Hebreos 7:3 se nos dice que era sin padre ni madre y sin
genealogía. Es necesario estudiar qué quiere decir este asunto, puesto
que Melquisedec fue un hombre de carne y hueso, como podremos ver más
adelante, pero sin embargo en este pasaje se nos presenta como alguien
sobrehumano. <o:p></o:p>

Sin padre, sin madre, sin genealogía; ¿qué quiere decir esto?. Según
los eruditos del griego todo ello se reduce a "sin genealogía". Para
poder explicar esto, antes de nada, hemos de ver cómo la misma
Escritura nos dice que no es que fuese un ser sobrehumano sino que "su
genealogía no es contada de entre los hijos de Leví" (Hebreos 7:5,6).
Es curioso que su genealogía no sea conocida y sin embargo era
sacerdote, cuando las Escrituras mismas nos demuestran que un
sacerdote no podía oficiar si no tenía genealogía, sin el comprobante
de su descendencia. No podemos entender porqué Dios dio el sacerdocio
a un hombre como Melquisedec del cual no tenemos nada registrado y que
años después negase el sacerdocio a aquellos que no tuviesen
genealogía (Esdras 2:61-63). Desde luego, Dios hace aquello que cree
que debe hacer y no podemos decirle que porqué hace esto o aquello. El
es Soberano, pero una cosa podemos aprender y es que quiso dejar en
las Escrituras un tipo del Señor Jesucristo de una forma bien clara.
Así como el Tabernáculo era figura de las cosas celestiales, así Dios
quiso dejar a Melquisedec como figura o tipo de Cristo. <o:p></o:p>

Según el griego, la expresión "sin padre" significa uno que a nacido
de padre humilde o desconocido, sin genealogía registrada. Aquí es
curioso destacar que el Señor Jesucristo como hombre no tiene padre y
como Dios no tiene madre. <o:p></o:p>

En Génesis no se nos dice nada del fin de su sacerdocio ni de su
principio, ni tan siquiera que tuviese antecesor o sucesor. Tenemos
registrado el fin del sacerdocio de Aarón pero no el de Melquisedec.
Esto es significativo, el Hijo de Dios no se nos dice que fuese hecho
semejante a Melquisedec, sino que éste fue hecho semejante al Hijo de
Dios. Si Melquisedec fuese sacerdote para siempre nos encontraríamos
con que tendríamos dos sacerdotes, y esto no lo enseña la Biblia.
Además, la expresión "sin principio de días ni fin de vida" no se
refiere a días de vida física, sino, según los eruditos en el griego,
en relación a sus oficios como sacerdote y rey. O sea, que no sabemos
cuando empieza y cuando acaba su ministerio. Es por eso que es hecho
semejante al Hijo de Dios porque al no haber registro de principio de
días es un tipo de Cristo por cuanto El no tiene principio ni fin en
sus oficios como Sacerdote y Rey. <o:p></o:p>

Melquisedec era un hombre. <o:p></o:p>

No hay nada en el relato de Génesis 14 que indique que Melquisedec
fuese un ser sobrehumano, puesto que es calificado como uno de los
reyes y como un personaje histórico. E incluso, como algo a tener en
cuenta, es que el "Diccionario Enciclopédico Alfa" de la editorial
Salvat, edición de 1987, dice acerca de Melquisedec: "Sacerdote-rey de
Salem (Jerusalén)". También el "Diccionario Enciclopédico Espasa" de
la editorial Espasa Calpe, edición de 1988 dice: "Rey de Salem y
sacerdote de Dios, contemporáneo de Abram. Fue confundido con el
Mesías por algunos herejes de los siglos IV y V." Esto nos muestra que
los paganos tienen a Melquisedec como un personaje histórico. Es
posible que ellos no vean el tipo de Cristo en él, pero ven a un
personaje histórico que existió y que era de carne y hueso. También
podemos ver que la "Cadena Arábica" da de Melquisedec los siguientes
datos: ''Que era el hijo de Heraclim, hijo de Peleg, hijo de Heber, y
que el nombre de su madre era Salatiel, hija de Gomer, hijo de Jafet.
el hijo de Noe." (Comentario Exegético Devocional a toda la Biblia,
editorial Clie, por Matthiw Henrry, tomo 1, pág. 107). Las genealogías
citadas aparecen en Génesis 10 y 11, aunque está incompleta. Un
estudio más profundo de esta Cadena Arábica. nos daría más luz al
asunto. Si fuese esta la única fuente que tenemos para decir que
Melquisedec era un hombre, caeríamos en un grave error si la Biblia lo
contradijese, pero como ya hemos visto la Biblia no dice que no sea
humano. Pero esto nos sirve para reforzar lo que estamos diciendo.
<o:p></o:p>

Han habido diferentes pensamientos acerca de Melquisedec. Algunos
pensaban, como Orígenes (185-253 d.C.), uno de los patriarcas de la
Iglesia, que Melquisedec era un ángel. Los judíos, por otra parte,
creían que era Sem, hijo de Noé. Los Melquisedecianos, una antigua
secta seguidores de Melquisedec, pensaban que era el Espíritu Santo.
Otros creían que era la Palabra Divina, Cristo. <o:p></o:p>

Ya hemos visto quién era este Melquisedec y he pretendido demostrar
que no fue un ser sobre humano, sino que fue un hombre, un personaje
histórico. Pero veamos ahora cómo el Señor dejó a este personaje, rey
sacerdote, como un tipo del Señor Jesucristo, como una clara figura de
Aquel que debía ser Sacerdote y Rey para siempre. <o:p></o:p>

Veamos pues:<o:p></o:p>

Como ya he dicho, Melquisedec era rey y sacerdote, lo cual ya expuse
en el comentario, y así de esta manera también Cristo, el cual es
Sacerdote y Rey. <o:p></o:p>

Sabemos lo que significa su nombre, rey de justicia, y rey de paz (Rey
de Salem), dos términos que de igual forma caracterizan al Mesías,
porque él es Rey de justicia y Rey de Paz (Isaías 9:6; 11:5, 32:1;
Jeremías 23-5,6). <o:p></o:p>

No se conoce genealogía alguna de Melquisedec. Se ignora su principio
y su fin. No figura en ninguna genealogía levítica conocida (este
asunto ya lo he expuesto en el comentario). En este sentido es un tipo
del Cristo eterno quien aparece en medio de Israel sin descender de
Aarón, sin pertenecer a la tribu de Leví, la sacerdotal, y que por la
resurrección de entre los muertos queda como Sumo Sacerdote nuestro
para siempre (Hebreos 7:13-16.24: Juan 1:1: 8:58). <o:p></o:p>

"A diferencia de Aarón, es mediante juramento que Dios confiere
directamente a su Hijo este sacerdocio, de la manera que la
consagración a Melquisedec no fue hecha por el camino establecido en
Israel (Salmo 110:4; Hebreos 7:20-22)" ("Nuevo Diccionario Bíblico
Ilustrado" Vila-Escuain, editorial Clie, pág. 746) <o:p></o:p>

Cuando Abraham volvía de la derrota de Quedarlaomer, Melquisedec le
ofreció pan y vino (Génesis 14:18). Este hecho también nos lleva al
pensamiento de la última cena del Señor cuando repartió el pan y el
vino como señal de su muerte (Lucas 22:15-20). <o:p></o:p>

Melquisedec recibió los diezmos de Abram, o sea. de Leví. de quien
habría de salir la tribu de los sacerdotes. Así que vemos que
Meliquisedec se muestra superior al patriarca. Por ello su sacerdocio
es mucho más elevado que el de los sacerdotes levitas y que el de
Aarón (Hebreos 7:4-10). De la misma manera. el sacerdocio de Cristo
sobrepasa en excelencia a todos los sacerdotes judaicos y humanos
(Hebreos 7:26-28). Viene así a ser la base del Nuevo Pacto anunciado
ya por los profetas e infinitamente superior al antiguo pacto (Hebreos
7:11,12,22; 8:6-12).

Como ya dije en la introducción, he tratado de exponer de la manera
más clara todo lo concerniente a este hombre, Melquisedec. Hay mucho
más para hablar sobre el tema. Mucho más para investigar, ya que
aunque parece algo simple, es más profundo de lo que a uno le pudiera
parecer. <o:p></o:p>

La conclusión de todo lo expuesto, y después de haberlo meditado, es
que no podemos decir que Melquisedec fuese otra cosa que un ser
humano. O sea, que no era un ángel o el Mesías como hemos visto que
algunos pensaban. El hecho de que las Escrituras no nos revelen la
genealogía de Melquisedec, no quiere decir que no la tenga, porque
podemos leer, por poner un ejemplo, de Sem en Génesis 11:11 que nos
dice que "vivió Sem.. después que engendró a Arfaxad, quinientos años,
y engendró hijos e hijas". ¿Quiénes son estos "hijos e hijas"? No lo
sabemos porque la Palabra de Dios no lo revela, pero existen. Creo que
lo expuesto ha sido suficientemente claro, pero lo que sí debo dejar
claro es que Dios, en su soberanía, quiso dejar un tipo bien claro del
Señor Jesucristo usando a un hombre para ello. Y no podemos decir que
Dios no usa tipos, porque tenemos todo el Antiguo Testamento lleno de
ellos. Por citar algunos tenemos el Tabernáculo, del cual el Señor
dice que es figura de. las cosas celestiales. También tenemos a Moisés
como tipo del Señor Jesucristo, sacando a un pueblo de la esclavitud y
llevándolo por el desierto hasta la tierra prometida. Bueno, podríamos
mencionar muchos más, pero creo que son suficientes. <o:p></o:p>

Este tema es uno de los muchos que podemos estudiar en la Palabra de
Dios, lo cual nos llevará ha despertar un deseo de investigar más en
la Palabra del Señor y ver que es una gran fuente inagotable



Reply all
Reply to author
Forward
0 new messages