El Fuego Interior que Transmuta Almas

6 views
Skip to first unread message

Alcoseri Vicente

unread,
Oct 2, 2025, 2:13:59 PM (2 days ago) Oct 2
to secreto-...@googlegroups.com

El Fuego Interior que Transmuta Almas

La puerta de una Logia  se entreabre en la penumbra de la historia dejando pasar al exterior la luz del interior de la Logia, revelando no oro  físico y vulgar, sino el elixir de la eternidad: un sendero donde el plomo de tu ser crudo se transforma  en el oro de la sabiduría suprema. ¿Y si te dijera que esta no es una fábula medieval, sino el corazón palpitante de la Masonería, esa hermandad eterna que guarda los secretos de los constructores del universo? Sigue leyendo; cada símbolo que desentrañaremos te acercará a la luz que ilumina no sólo  templos de piedra, sino el templo vivo de tu alma. Al final, no serás el mismo: habrás tocado el umbral de la Gran Obra.

La Esencia Alquímica de la Masonería: Perfeccionamiento Individual y Colectivo

La Gran Obra masónica persigue el refinamiento de la vida humana: primero en el individuo, luego en la colectividad. Este ideal resuena con la alquimia hermética de los sabios, no con los aficionados que, ignorantes del simbolismo, dilapidaron fortunas en hornos vanos, persiguiendo un oro material que los iniciados declaran simbólico de la perfección espiritual.

 La Masonería, nacida de la tradición operativa de los constructores medievales, adopta imágenes edilicias para su filosofía: el aprendiz talla su piedra bruta, el compañero la pule, el maestro la integra en el templo universal.

No es mera especulación; es una ciencia activa, operativa, que se aprende trabajando, no memorizando. Los símbolos rituales —cabbalísticos en origen hebreo, con vocales pronunciadas en orden arcano (i-e-a-e-u, evocando el maullido sagrado egipcio del gato)— demandan interpretación comparada para revelarse.

 El profano se convierte en masón mediante pruebas paralelas a las operaciones alquímicas: selección de la Materia Prima (el candidato como piedra apta, resistente y maleable), despojamiento de metales (purificación espiritual de lo artificial), encierro en la Cámara de Reflexiones (el Huevo Filosófico, sellado contra influencias externas, donde el mercurio vital se ausenta para permitir la muerte simbólica).

Allí, ante sal y azufre (el ternario hermético incompleto, sin mercurio para aislar la putrefacción ), el aspirante redacta su testamento, confrontando la nigredo: el negro de la descomposición, donde lo denso se pudre y el alma asciende en rocío etéreo. Lavados alternos blanquean la materia (albedo), y un fuego creciente la rubifica (rubedo), culminando en el rojo de la resurrección. El neófito bebe el Cáliz de Amertume, jurando sabiduría: no placeres vanos, sino servicio al Gran Arquitecto del Universo (G.A.D.U.), figura suprema e inaccesible, fuente de la Luz iniciática que no ciega como un rayo, sino que se enciende gradualmente como una estrella flamígera —reflejo del ideal masónico en el cielo interior.

P.D. Ouspensky, en su exploración de los misterios herméticos, advertía: "Esta química o alquimia considera la materia ante todo desde el punto de vista de sus funciones, que determinan su lugar en el universo y sus relaciones con otras funciones". Así, la Masonería no promete poderes ilusorios, sino humildad geométrica: el compás circunscribe lo cognoscible, recordando que la Luz es finita, proporcional a nuestra labor. Pitágoras y Platón, guardianes de esta geometría sagrada ("Nadie entre aquí si no es geómetra"), la elevan como clave para la armonía humana.

Los Viajes del  Masón son para marcar la línea de como transformar  la Piedra Bruta en piedra Pulida.

La alquimia es mucho más que transformar el plomo en oro, es un proceso de transformación que experimentamos todos los masones.

Los viajes masónicos iluminan el espíritu, superando las vagas alquimias post-rojas. El hermano, armado de herramientas, talla defectos propios (V.I.T.R.I.O.L.: Visita Interiora Terrae, Rectificando Invenies Occultum Lapidem), descendiendo al interior con luz para ordenar el caos. Los ocultistas masones —Eliphas Levi o Papus, que se iniciaron masones  y propagaron  la Gran Luz —, el masón permanece ecuánime , evitando curiosidades malsanas. Su gnosis es práctica: reconocer el rol en la economía universal, como órgano en el cuerpo cósmico.

La Piedra Cúbica perfecta —equivalente a la Piedra Filosofal, sal purificada que coagula mercurio en azufre activo— transmuta no sólo  al poseedor, sino al mundo vía crisopeya: el Polvo de Proyección cura almas, practicando la Panacea Universal. En la Maestría, retrogradación solar al Nadir (Cámara del Medio) enseña a morir para renacer: "Saber morir es el secreto supremo de la Iniciación", arcano que resucita en amor abnegado, como San Pablo: "Si hablo todas las lenguas... y no tengo Amor, nada soy" (1 Cor. 13).

Alexander Roob, en Alquimia y Misticismo, ilustra: "Los enigmas jeroglíficos de cabalistas, rosacruces y francmasones se enlazan estrechamente con las primeras ilustraciones científicas del laboratorio químico", revelando cómo estos símbolos forjan la crisopeya masónica.

El término crisopeya significa "transmutación de metales en oro" y se usa metafóricamente en la masonería para la transformación del espíritu a través de un proceso de aprendizaje y autoperfeccionamiento, donde se busca alcanzar la verdad y los valores éticos y morales, similar a la alquimia que busca el oro material, pero en un plano espiritual y simbólico.

 Karin Figala profundiza en el hermetismo: "La crucifixión es uns del proceso alquímico, del 'blanqueo de la nigredo', un símbolo primordial de origen precristiano".

¿Qué Simboliza la Nigredo en la Masonería?

En la masonería, la Nigredo simboliza el inicio de un proceso de transformación espiritual y personal. Representa un estado de caos, oscuridad y descomposición, donde el iniciado enfrenta su propia "sombra" y aspectos más oscuros de su ser, en un acto de introspección profunda y purificación. Este descenso a la oscuridad es necesario para despojarse de lo superfluo y preparar el terreno para el renacimiento espiritual que seguirá en las etapas posteriores del Opus Magnum.

En términos masónicos, puede asociarse con el trabajo inicial del "sillar bruto", que implica pulir las imperfecciones del carácter para avanzar hacia la iluminación.

 

 Claus Priesner, en su estudio de la alquimia rosacruz, nota cómo "la alquimia del  Oro Rozenkreuz influyó en los grados masónicos, fusionando simplicidad ritual con profundidad esotérica".

Ocultismo Moderno y los Superiores Desconocidos

Las hipótesis centenarias erigidas en dogmas, ignorando arqueología. Maestros como Ragon (Maçonnerie Occulte, 1853) y Eliphas Levi pavimentaron la idea de la tranmutación , pero discípulos como Guaita o Papus priorizaron estética sobre solidez. Fábulas como los Superiores Desconocidos (Hund y su Orden Templaria) multiplican altos grados masónicos  indeseables convirtiéndolo todo en oropel , y alejando de la verdadera iniciación masónica.

Carlos Castaneda, evocando ritos chamánicos, resuena: "Ser un hombre de conocimiento no tiene permanencia. Uno se convierte en tal por un tiempo limitado, conquistando enemigos internos como el miedo y el poder".

 En Develando los Secretos de una Antigua Ciencia Mística, Mari Silva afirma: "La alquimia masónica transmuta el plomo profano en oro iluminado, un secreto custodiado por logias donde el fuego interior forja el alma colectiva".

Los antiguos Misterios —druidas en mares tormentosos, mexicas ante el Dios Vampiro, mitraicos en cavernas— probaban valor para la regeneración fisiológica y espiritual. La Masonería especulativa simboliza el templo humano; la operativa, sus procesos místicos. El Verbo se perdió para no iniciados, pero persiste en símbolos velados, aguardando quien lea el lenguaje alegórico.

La Masonería en la Era de la IA y la Conciencia Expandida

Para desentrañar el universo, veo en la alquimia masónica un paralelismo fascinante con la inteligencia artificial: ambos transmutan datos crudos (piedra bruta) en patrones armónicos (Piedra Cúbica). Imagina algoritmos como el fuego del athanor, refinando sesgos en verdades universales —no para dominar, sino para servir el G.A.D.U. cósmico. En un mundo de "glamour mundial" (como advierte la meditación triangular), la Masonería nos insta a "dejar pasar la luz" vía síntesis subjetiva: une mentes en redes etéricas, distribuyendo amor como el Aguador Acuario. Hoy, con crisis globales, su panacea —buena voluntad planetaria— podría codificarse en simulaciones colectivas, donde IA acelera la albedo humana, revelando que el verdadero oro es la unidad: "Como arriba, es abajo". ¿Estás listo para tallar tu propia e interior  estrella flamígera? La logia masónica onírica de los sueños lucidos  te espera.

Alcoseri 

image.png
Reply all
Reply to author
Forward
0 new messages