El Colegio de Invisibles Franc-Masones- la vinculación entre la masonería y el temple

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kadyr

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Mar 10, 2009, 4:47:04 PM3/10/09
to SECRETO MASONICO
Los lazos que vinculan a la Francmasonería con las
organizaciones iniciáticas de la antiguedad, son facinantes
Además de las herencias pitagóricas y templarias, que están
atribuidas muy
frecuentemente al orden masónico, existe otra que lo reivindica
igualmente:
la de los Rosacruces. La realidad
de esta herencia ha sido objeto de múltiples controversias. Y si la
herencia templaria ha
podido pasar a la Masonería, ha sido debido, en gran parte, por la
intermediación del
Rosacrucianismo auténtico; puesto que, “después de la destrucción
de la Orden del Templo, los iniciados del esoterismo cristiano, se
reorganizaron, según
las ideas delSufismo ese profundo esoterismo islámico,
para mantener, en la medida de lo
posible, el lazo que
aparentemente había sido roto por esta destrucción; pero, esta
reorganización, debió
hacerse de una forma muy oculta, invisible en cualquier forma, y sin
tomar apoyo en
ninguna institución conocida exteriormente, que, como tal, hubiera
podido ser la causa de una nueva destrucción por parte del Clero
Católico.
En un ya antiguo artículo, uno de los mejores historiadores actuales
de la
Masonería, había abordado esta cuestión analizando los diversas
textos
sobre los que ha intentado probarse que, los Rosacrucienses, han
jugado un papel en el
paso de la Masonería operativa a la especulativa. En diversos poemas,
opúsculos,
cartas y artículos de revistas, los que fueron seleccionados de 1638
a
1730. Si bien
parece, como se, que cada uno de estos escritos, tomado
por sí sólo, no
demuestra gran cosa, es extraño ver como en seis de los nueve textos
analizados, el
nombre de los Franc-Masones se acerca al de los Rosa-Cruces y, en un
séptimo texto, al
de los Cabalistas. Este conjunto de coincidencias es digno de examen,
si se piensa en el
hábito de ciertos rosacrucienses de proceder por alusiones, de atraer
la atención para
desviarla luego, de propagar, ellos mismos, el descrédito de sus
propias obras.
El octavo de los nueve textos estudiados, que si analiza
profundamente,
y que está titulado “Aquellos que
están dotados de
longevidad”, publicado en Londres en 1723, bajo el nombre de
Eugñenius Philalethes
junior. Es la traducción de un tratado hermético de Arnau de
Vilanova,
traducción
dedicada a “los Grandes-Maestros, Maestros, Vigilantes y Hermanos de
la muy antigua
y honorable Fraternidad de Franc-Masones de Gran Bretaña e Irlanda”.
Sobre la
identidad de esta obra, por lo demás muy interesante, nos dice
Luquet: “Llamándose
Eugénius Philalethes el joven, tiene el aspecto de querer situarse
bajo el patrón de un¡
“período francés” de la guerra de los Treinta años;
período, que debió ver la destrucción irreparable del Santo-Imperio;
después de lo cual, los Rosa-Cruces dejaron
Europa y se internaron en Asia Central. Cuando, en 1730, es 13 años
después de
la fundación de la Gran Logia del los
“Modernos”.
Eugénius Philalethes más anciano. En fin, los libros impresos de 1650
a 1657, estaban
firmados por Eugénius Philalethes. Su verdadero nombre fue Thomás
Vaughan. Pero la
cuestión se complica. Obras del mismo género que las de Eugenius
Philalethes, fueron
publicadas en Ámsterdam y en Londres, de 1664 a 1678, por un cierto
Eirenaeus
Philalethes, “Inglés de nacimiento y cosmopolita de residencia”, al
que no hemos
llegado a identificar. Varios autores han confundido a estos dos
Philalethes, pero son
más excusables de lo que ha llegade a decirse; Eirenaeus, él mismo,
hubiera tomado por
una de sus obras, el nombre de Eugénius. No sería, por tanto, nada
sorprendente que ese
Eugénius Philalethes el joven, haya cometido la misma confusión, y,
situándose bajo el
signo de Eugenius, se haya inspirado a la vez en Eugenius y en
Eirenaeus”. En resumen,
todo se ha hecho perfectamente, y muy perfectamente, para “quemar las
pistas” y que
no se encuentre nada. Los que quieran otros datos sobre los dos -Sea
lo que fuere, Long Livers, debió tener una cierta repercusión en el
mundo
masónico, pues M. Luquet nos enseña que, cinco años más tarde, un
alto
dignatario de
la Masonería galesa, Edward Oakley, pronunció, ante la Logia
londinense “En los tres
Compases”, un discurso que fue impreso en un documento oficial, y en
el que, no sólo
tomaba las ideas de Long Livers, “sino hasta pasajes textuales entre-
comillados”.
Señalaremos tres puntos de los que no se ha hablado en el artículos
de
M. Luquet, y que, nos parece, tienen cierta importancia. En primer
lugar,
está muy claro
que Long Livers no hace ninguna mención de los Rosa-Cruces, y que
esta
obra no está
“firmada” por ellos, pues en una parte del prefacio que precede a la
de M. Luquet ha
traducido, se habla de ciertas personas “cuyo nombre debe estar
rayado
(¿eliminado?)
para siempre del libro M”. Se trata, evidentemente, del “Libro M” de
los Rosa-Cruces,
que se ha interpretado por Liber Mundi o incluso por Mutus Liber, y
que es el único
libro sobre el que consienten leer, ellos, que no escriben nada.
Seguidamente, se hace
mención del Long Livers y del “Hermano” Eugenius Philalethes, en una
obra editada en
Londres, en 1723 “para el uso de las Logias” y titulada Ebrietatis
Enconium En fin, muchos autores han pensado que Eugenius Philalethes
era un
cierto Robert Samber, que vivía en el entrono del duque de Montagu,
sucesor de
la doctrina profesada por los Rosa-Cruces auténticos, era
reveladora del “hermetismo cristiano” Ahora bien, es remarcable que
el
grado
masónico de Rosa-Cruz, que se encuentra en casi todos los sistemas de
altos grados85.
Es especialmente hermético y cristiano. Es tan así, que el signo de
reconocimiento de
este grado, hace visiblemente alusión al adagio de la Tábula
esmaradigna: “Lo que está
arriba es como lo que está abajo y, lo que está abajo, es como lo que
está arriba”. El
carácter cristiano del grado viene marcado por el hecho de que, el
“signo del orden” es
llamado “Signo del Buen Pastor”, y que la “edad ritual de los
Hermanos
es de 33 años”.
La palabra de paso es “Emmanuel” y, la palabra sagrada, que no se
pronuncia, está
constituida por las cuatro letras “I.N.R.I.”, cuyo evidente
significado es a la vez
cristiano (Jesús Nazarenus Rex Judeorum) y hermético (Igne Natura
Renovatur
Integra)86.
Vayamos ahora al misterio casi insondable que rodea todo lo que
concierne a los
Rosa-Cruces. Se ha subrayado el hecho de que, el mismo nacimiento
de este
“Colegio de Invisibles”, debió ser cuidadosamente ocultado, a fin de
evitar que se
renovara el drama de 1314. Es, en efecto, la razón inmediata, y casi
podríamos decir
“histórica”, del secreto que concierne al origen de la Rosa-Cruz, y
también de las
diferentes actividades de las que ha podido ser la inspiradora. Luigi
Valli, por trabajos
destacables, ha llegado a descifrar el lenguaje secreto de los
iniciados contemporáneos
de Dante, para los cuales, por ejemplo, la palabra “llorar”
significa,
en realidad,
“disimular”. Este disimulo podría llegar muy lejos, puesto que, en el
Romance de la
Rosa, un papel, por así decirlo, benéfico, es atribuido al personaje
de la Falsa-
Apariencia87. Pero hay que recordar que ésta es una razón puramente
contingente del
secreto iniciático; secreto, que tiene, ante todo, a su propia
naturaleza, que lo hace
inexpresable en la lengua profana.
Es evidente que, mientras la Masonería ha recibido en herencia88 el
“depósito
iniciático” de tal otra organización que desaparecía como tal, un
secreto absoluto sobre
el “transfert”, debía ser guardado por las dos razones que acabamos
de
indicar. En
principio, una organización no desaparece, al menos generalmente,
sino
está acollada
por una hostilidad exterior, y esta hostilidad, pudiera reportarse a
una organización
heredera, si ésta fuera conocida89. Además, una transformación tal,
corresponde
exactamente a una muerte seguida de un renacimiento, es decir, a un
cambio de estado,
que no puede cumplirse más que en la obscuridad.
Los elementos cristianos vienen aun acentuados en el “ágape” del
grado
18º, donde la mesa debe tener forma de
cruz griega y toma el nombre de “altar”, los vasos son designados
bajo
el nombre de “cáliz”, _ y, sobre todo, en la
“cena mística de los Rosa-Cruces”, que se celebra en Jueves Santo.
Las
iniciaciones de los I.N.R.I., son aun
interpretadas de una tercera forma en las “cuestiones de orden” del
grado. He aquí las cuatro cuestiones: “¿De dónde
venís?” De Jerusalén ._ ¿Dónde vais? A Nazaret._¿Quién es vuestro
guía? El Arcángel Rafael._ ¿De qué tribu sois?
De Judá”. Las dos primeras respuestas, tienen evidentemente un
carácter cristiano pronunciado. La tercera, comporta
un sentido hermético, pues Rafael (“Remedio de Dios”) hace alusión al
elixir de larga vida, es decir, a la “verdadera
medicina” (la veram medicinam del acróstico Vitriolum). En cuanto a
Judá, era la tribu real de los Judíos.
87 Los dos personajes evangélicos, que juegan un papel en las
leyendas
de la Mesa redonda y del Santo-Graal, son
José de Arimatea y Nicodemo, de quienes, en la Escritura, se dice
haber sido discípulos de Jesús, pero en secreto por
temor a los Judíos”. Esta mención de secreto, es evidente -ya que, en
el contexto escritural, no puede decirse que sea
elogiosa- que ha hecho escoger a los dos discípulos como depositarios
de secretos esotéricos. Y, es por la misma
razón, por lo que varios de los amores simbólicos de los caballeros
del Graal, son amores secretos y, a veces,
culpables. El ejemplo más típico es el amor de Lancelot del Lago por
la reina Ginebra, amor cuyo carácter secreto,
fue incluso conservado, en el episodio de “Ordalie”, por el artífice
de una mentira particularmente grave, lo que, por
otra parte, justifica las duras expiaciones en las que, los dos
héroes, acabaron sus días. No es necesario decir que,
tomar estas formas un poco particulares del simbolismo, -al igual que
aquellas, tan análogas, que encontramos en
Bocacio y en Rabelais, para los verdaderos elogios de embriaguez, de
la mentira y del adulterio,_ sería simplemente
mostrarse incapaz de romper el hueso y succionar la substanciosa
médula”.
88 En ciertos rituales los Hermanos del grado 18º, son llamados
“Soberanos Príncipes de Heredom”, y aquí la palabra
Heredom hace alusión, no a los Harodim de la Masonería operativa,
sino
a la herencia (heirdom en inglés) y, en
particular, a la herencia de los Templarios.
89 Esto es, en particular, el porqué la herencia de los Templarios,
está rodeada de una obscuridad tal.

Querríamos ahora fijar la atención sobre un punto importante. subraya
el hecho de que, la institución de la Rosa-Cruz, fue el resultado de
un acuerdo o alianza
de los iniciados cristianos con los iniciados musulmanes. Esto es,
por
otra parte,
totalmente natural, puesto que los Templarios -la cuestión es harto
conocidamantuvieron
relaciones continuas con ciertas organizaciones sufíes islámicas.
Ahora
bien, si
la Rosa-Cruz se vincula al hermetismo cristiano, hay que acordarse
que
también hay un
hermetismo musulmán, puesto que, según Guénon, el hermetismo es una
ciencia de
origen egipcio, revestida de una forma griega y que fue transmitida,
a
la vez, al mundo
cristiano y al musulmán; y, en gran parte, al primero de estos dos
mundos, por
intermediación del segundo. El hermetismo, como la Masonería, es el
“Arte Real”, y
no hay que extrañarse de las relaciones de la Rosa-Cruz con el
“Santo-
Imperio”. Es al
final de la guerra de los treinta años, 333 años después de la ruina
de los Templarios92,
que los Rosa-Cruces desertan de Europa, donde el Santo-Imperio no es
más, en
adelante, que una “ficción diplomática”. En el siglo XVIII, la
creación del Consejo de
los Emperadores de Oriente y Occidente”, prepara las vías para lo que
vendrá cuando
Napoleón haya llevado el golpe de gracia al Imperio romano-germánico,
los “Supremos
Consejos del Santo-Imperio”, cuyo ritual lleva trazos evidentes de
una
inspiración
marcada por el sello de la más alta espiritualidad93.
Mientras que las relaciones de los Templarios con los musulmanes,
sufís jamás se han puesto en duda, ¿no es extraño
que no se haya hablado casi nunca de las relaciones que hubieran
podido existir con los cristianos de las Iglesias
“bizantinas”, sabiendo que el Emperador de Constantinopla era, al
menos nominalmente, el soberano de los Estados
fundados por las Cruzadas? Apreciaciones sobre la Iniciación, cap.
XLI. Los lazos entre
hermetismo cristiano y hermetismo islámico,
vienen simbolizados por una célebre “anécdota” en la historia de
Carlomagno. Este fundador del Santo-Imperio
recibe, justo después de su consagración, una embajada de Haroun al-
Rachid, califa abbasside de Bagdad, que
aportaba al soberano las “llaves del Santo Sepulcro”. Se sabe que el
“poder de las llaves” es una noción
específicamente hermética.
A propósito de las Centurias de Nostradamus, es bastante
distraído ver las actuales tentativas de interpretación.
Aunque se exceptúe un pequeño número de coincidencias muy chocantes,
como la relativa a la muerte de Enrique II
y las cinco o seis estrofas que Napoleón evidentemente anotó, es
posible que todo los demás no sea más que un puro
“relleno”. En este caso Michel de Notre Dame, ha debido divertirse
previendo los penosos esfuerzos de sus futuros
comentadores; él, que no quería más que poner atención en las dos
fechas sobre las que ha escrito “claro”: La fecha
en prosa y la fecha en verso. En cuanto a la “predicción de los
Papas”, las búsquedas recientes, parecen probar que se
remonta a la misma época que San Malaquias. Sobre éste último, no
debe
considerarse inútil ofrecer algunos detalles.
Era un monje cistercense, amigo íntimo de San Bernardo y que fue
elevado a Arzobispo de Armagh, en Irlanda.
Volviendo a Roma, paso por Clairvaux, donde murió en brazos de San
Bernardo. Fue enterrado en el cementerio de
la Abadía, donde Bernardo más tarde le acompañó. En la revolución,
las
sepulturas de los dos santos, fueron violadas,
y sus huesos fueron mezclados. Hoy en día aun, las reliquias del
legislador de los Templarios y las del autor, bajo
cuyo patronazgo se han atribuido la predicción de los 111 lemas, son
veneradas conjuntamente en una iglesia de
Troyes. Recordemos en fin que Guénon reconocía que la labor de los
Templarios no era extraña a la predicción
atribuida a San Malaquias.
, en los Estudios Tradicionales de Junio, Julio-Agosto
y Septiembre, de 1953 y bajo el título de Los
últimos altos grados del Escocismo y la realización descendente, ha
ofrecido un destacable artículo sobre ciertos
símbolos de este grado, que están en evidente relación con la
Tradición primordial.
Según se comenta, existe una distinción esencial entre los Rosa-
Cruces y
los
Rosacrucenses. Los primeros han alcanzado un muy alto grado de
realización espiritual,
no escriben, y partieron de Occidente a mediados del siglo XVII, es
decir, poco antes de
que la Masonería operativa comenzase a devenir especulativa. En
cuanto
a los
Rosacrucenses, han jugado un papel de mucha más “acción “, y fueron
sin duda los
“órganos” de los verdaderos Rosa-Cruces, que son los auténticos
“Superiores
Desconocidos”; y es por lo que, las tentativas hechas en el siglo
XVIII para establecer
un contacto con estos últimos, han fracasado lamentablemente, al
igual
que la Estricta
Observancia, que fue el origen de estas tentativas, había cometido la
insigne y casi
sacrílega torpeza, de asignar, como fin de su actividad, el
descubrimiento del tesoro de
los Templarios. Tesoros “monetarios, bien entendido, y las manes de
Phillepe le Bel,
debieron estremecerse de envidia si llegare a conocer la ¡noticia!
Pero es un tesoro de
un alto “valor” y también de una muy alta “significación”, que a los
iniciados, que velan
en la Masonería, se les ha permitido recoger la herencia. En el
momento en que esta
Masonería estaba en el punto de perder su carácter operativo y de
asumir su
transformación “especulativa”, y como para comprender, en alguna
medida, esta
indudable degeneración, las numerosas organizaciones iniciáticas y,
sobre todo, las
organizaciones caballerescas aun subsistentes, iban a encontrar, en
el
seno de las
Logias, un refugio seguro y definitivo.
Recordábamos anteriormente, que la doctrina esotérica que existía en
Occidente
antes de la aparición de Rosacrucianismo, “presentaba características
que permitían
encuadrarla en lo que, generalmente, llamamos como hermetismo94.
Guénon seguía así:
“la historia de esta tradición hermética, está íntimamente ligada a
la
de las Órdenes
Caballerescas, y era conservada por organizaciones iniciáticas como
las de la Fede
Santa y los Files de Amor”, y de la Massenie del Santo-Graal.
M. Jean-Pierre Berger ha examinado en un largo artículo95, las
relaciones entre
las dos organizaciones que tienen lazos directos con la Franc-
Masonería, a saber: los
Fieles de Amor y los Templarios. Como todos los estudios de este
autor, este artículo
toca cuestiones de la más alta importancia. M. Berger conoce muy bien
la Obra de
Guénon; pero ha querido hacer búsquedas personales “a fin, dice, de
confirmar y
precisar la adhesión que se ha podido hacer a la palabra de un
hombre,
del que no sería,
a pesar de todo, muy razonable tener una “fe” ciega, aunque sí digna
de confianza en la
casi totalidad de los casos”. Es cierto que una actitud “pasiva” no
es
del todo indicada
para abordar una obra tal; y nadie ha reclamado jamás, para las
verdades tradicionales,
una “fe” ciega. Guénon dijo un día a Oswald Wirth: “En materia de
metafísica, se


95 Aparecido en la revista El Simbolismo, Octubre-Diciembre de 1969.
comprende o no se comprende”. La adhesión a los principios, que se
traduce
prácticamente por una cierta comprensión del simbolismo (que es “el
idioma de la
metafísica”), he aquí, en definitiva, la principal condición
requerida
para recoger
cualquier fruto de la lectura y, sobre todo, del estudio de la obra
guenoniana, y es del
todo vano preguntarse si su autor ha creído “a pies juntillas”, tal o
cual, de la las
alegaciones de Henri Martín, de Aroux, de Rossetti e, incluso, de
Luigi Valli. La
extraordinaria “erudición” de Guénon, y los “materiales” que extraía
de sus lecturas en
las cinco principales lenguas de Europa occidental, no eran para él
más que ocasiones
que utilizaba para exponer las ideas de proveniencias muy distintas.
Hemos conocido
guenonianos (o que se creían tales) que se encontraban “confundidos”
constatando que
Guénon, en Autoridad Espiritual y Poder Temporal, difiere de Dante,
quien, en su
tratado, De la Monarquía, sostiene la independencia de los dos
poderes. Tales
“confusiones”, nos llevan a recordar a algunos cristianos que están
turbados por las
contradicciones entre ciertos libros del Antiguo Testamento y las,
aun
más numerosas,
entre los cuatro Evangelios. Sea lo que fuere, M. Berger, en su
estudio, ha querido
examinar de cerca, la cuestión de las relaciones entre los Fieles de
Amor y los
Templarios, “pues, dice, que hay que reconocer que R. Guénon no
expuso
el mínimo
indicio que permitiera justificar estas afirmaciones tan netas y
plenas de consecuencias”
en estas materias.
M. Berger no profesa la mínima consideración por los trabajos de
Aroux
y de
D.-G. Rossetti. Lo encontramos muy exigente. Poco importa lo que
pudieran ser estos
dos personajes. Aroux (sinceramente o no) se da por una especie de
católico “ultraintegrista”,
enemigo jurado del “viejo Alighieri” ¡herético, revolucionario y
socialista!
Rossetti, él, joignait a la fogosidad de un conspirador quarante-
huitard el lirismo de un
poeta romántico y de un pintor pre-Rafaélico. Estos dos autores tan
diferentes han
reunido una masa considerable de hechos, de citas, de alusiones, de
las que han dado
sus interpretaciones a veces discutibles, pero que nada impide
“restituir” en una
perspectiva tradicional. Bajo este aspecto, merecen ser citados en el
Esoterismo de
Dante, preferencia a tantos eminentes “dantólogos” cuyo alcance de
sus
trabajos no
sobrepasa los dominios de la lingüística y de crítica literaria.
M. Berger ha leído a los autores italianos citados por Guénon: Luigi
Valli,
Ricolfi y Scarlata. Ha quedado decepcionado por el primero, de quien
dice: “causa
demasiada ceguera estar rendido a Rossetti y Aroux”. Pero ¿cómo M.
Berger ha leído
entonces a Liugi Valli?. Parece haber buscado en este autor la
mención
de hechos que
establecen de una manera indiscutible, y, por así decirlo, “oficial”,
la existencia de
relaciones entre Templarios y Fieles de Amor. Esta no era la
finalidad
de Valli. El título
de su obra: El Lenguaje Secreto de Dante y de los Fieles de Amor,
muestra
suficientemente que se trata de un estudio sobre la “jerga”
iniciática
de los Fieles de
Amor. Este estudio ha sido llevado con una habilidad consumada. El
sentido de los
principales términos del lenguaje secreto, ha sido indudablemente
establecido por la
comparación de una multitud de piezas escritas por los autores,
célebres u obscuros, del
dolce stil novo. Es mediante este lenguaje eminentemente simbólico,
por donde hay que
dirigir toda la búsqueda relativa a los Fieles de Amor. Ahora bien,
en
este lenguaje, hay
dos términos con una particular importancia: son las palabras “dama”
y
“llorar”. La
dama simboliza, entre otras cosas, a una organización iniciática
(Valli dice una secta).
La muerte de la dama es la destrucción de esta organización. Y
“llorar”, término que se
repite constantemente entre los Fieles, significa la no-pertenencia a
la “secta”. Los
peligros, en efecto, eran considerables; es por lo que es inútil
buscar en la Obra de
Dante, una alusión explícita a su vinculación con los Templarios.
En un artículo de Arqueología96, M. el duque de Levis-Mirepoix ha
escrito:
“Otro interrogatorio de muy alto interés, es el de Florencia,
estudiado en la Biblioteca
del Vaticano por Loiseleur”. Relata, después de las deposiciones
obtenidas sin
violencias, las misteriosas iniciaciones que el Templo hubiera
ocultado. Están, más o
menos, en relación con el catarismo, por el hecho del número de
cátaros que, después de
la catástrofe de su secta, habían sido introducidos “de grado, o a la
fuerza, entre los
Templarios”. Había, entonces, en Florencia una commanderie de
Templarios, y estos
Templarios eran reputados como heréticos puisque Albigeois. Sabemos
como éstos
últimos fueron tratados. El peligro era mortal, para Dante y para sus
amigos, si eran
reconocidos como de los suyos.

La segunda parte del artículo, habla, sobre todo, de la obra de André
le
Chapelain, estudiada por Ricolfi. M. Berger vio en la Champagne una
provincia
privilegiada. ¿Es esto seguro? En todo caso cuando nos dice que hay
una filiación de
San Bernardo a Ruysbroeck y de Dante a Eckhart, la cosa, en lo que
concierne a los dos
últimos nombres, es altamente improbable: en efecto, la Obra de Dante
está totalmente
impregnada de simbolismo, lo que seguramente no es el caso de
Eckhart.
A propósito del simbolismo de la “lluvia” en Masonería, el autor
evoca
lo que
dice San Bernardo sobre una pasaje del Cantar de los Cantares: “El
Invierno ya ha
pasado, la lluvia se ha ido, las flores han aparecido en nuestra
tierra, el tiempo de la
cosecha del vino, ha llegado”. Este acercamiento es interesante.
Pero,
a decir verdad,
pensamos que la expresión: “Llueve sobre el Templo”, empleada en la
colación de los
grados, cuando el candidato llama “irregularmente” a la puerta, es
debida sobre todo al
hecho de que la Tabla de Logia (y, sobre todo, el Pavimento Mosaico),
se dice
representar a “Tierra santa” (Holy ground), substituto del Paraíso
terrestre y que no
llovía en el jardín del Eden.
Aprovecharemos para mencionar algunos puntos importantes. El Cantar
de
los
Cantares, epitalamio de las bodas de Salomón con la hija del rey de
Egipto, ha sido
objeto de una multitud de comentarios, tanto judíos como cristianos.
Entre éstos
últimos, el más remarcable es ciertamente el de San Gregorio de
Nysse.
Este “padre
cappadocien”, ha integrado en su teología, no únicamente ciertas
perspectivas de
filósofos neo-platonicienses, sino tesis “ortodoxas” de Clemente de
Alejandría y de
Orígenes, de quienes sabemos que han expresado, en parte, el
esoterismo cristiano
primitivo. Se encuentran, en Gregorio de Nysse, nociones sobre la
posición central del
ser humano, sobre el verdadero sentido de las “túnicas de piel”,
sobre
la
“transfiguración” del Cosmos operable por el hombre, sobre la no-
eternidad del mal,
sobre el sentido superior de las tinieblas, etc... El pensamiento de
Gregorio, jamás ha
sido olvidado en Oriente. Pero en Occidente, este Padre no ha sido
traducido al latín
más que por el dichoso Guillome de Saint-Thierry, discípulo y
biógrafo
de San
Bernardo. Bernardo y Guillome han escrito comentarios sobre el
Cántico, donde se
96 Cf. El capítulo de la presente obra titulada; “El Templo, Orden
iniciática cristiana”
aprecia como un eco de Gregorio de Nysse. No queremos sacar más de
estos
acercamientos, que lo que puedan donar. Pero ¿no es, como mínimo,
curioso que el más
metafísico de los Padres griegos (y, posiblemente, de todos los
Padres
de la Iglesia) ha
sido puesto al alcance de la cristiandad occidental, por un religioso
del inmediato
entorno de San Bernardo, redactor de la Regla de los Templarios que
(según los autores
tan poco afines al esoterismo como René Grousset y el duque de Lévis-
Mirepoix)
estuvieron en relación, en Oriente, no únicamente con las “sectas”
del
Islam, sino
también con las de la cristiandad bizantina?
En los artículos que M. Jean-Pierre Berger ha publicado, siempre
hemos
remarcado que, después de cribar una crítica -frecuentemente mal
fundada de algunas
de las tesis de René Guénon- termina aportando, a esas mismas tesis,
una chocante
“justificación”. Esto no está ausente en el artículo que acabamos de
comentar
ampliamente, y ha tenido la buena idea de traducir para sus lectores
una página capital
de Luigi Valli, donde este autor expone el único hecho que puede
adelantarse en favor
de una filiación entre Templarios y Fieles de Amor. Esta prueba es
extraída de
Boccacio. No nos resistimos al placer de reproducir lo esencial. Es
Valli quien habla en
principio, y que seguidamente cita a Boccacio.:
“En fin, un argumento, según mi opinión de un alcance considerable,
puesto que
aquí no se trata de reencontrar únicamente a un Dante Templario, sino
de poner en
evidencia los lazos ocultos de que todo este movimiento (los Fieles
de
Amor) con los
Templarios, está constituido por la apología caliente, apasionada y
de
una gran nobleza
que Jean Boccacio hace de los Templarios en el Libro IX (los libros
son -por azarnueve)
de sus Vidas de Hombres Ilustres. Después de haber exaltado a la
pureza, la
nobleza y pobreza originales de los Templarios (...), después de
haber
narrado, en
particular, las vicisitudes del Gran Maestro Jaques, que se consideró
digno de morir, no
por haber cometido crímenes, sino por haberse dejado arrancar, por la
tortura, falsas
confesiones (...), después de haber dado testimonio de su padre,
presente durante los
suplicios, Boccacio hace ciertas “consideraciones sobre la
constancia”, donde encuentra
una manera muy hábil de llamar, en diversas ocasiones, a los
Templarios “los nuestros”
(...)”. Dice: “numerosos ancianos (...), para las enseñanzas de la
divina filosofía, o bien
para adquirir la gloria (...), fueron conducidos a horribles
tormentos. Los nuestros
fueron de otro modo (...) ¿Qué dirán entonces aquellos que se
maravillan de la paciencia
de los antiguos bajo los suplicios, si hubieran visto la resistencia
considerable de los
nuestros? No hubieran tenido más remedio que alterarse”.
Después de reproducir estos textos de Valli y de Boccacio, M. Jean-
Pierre
Berger añade: “Puede sorprender que Boccacio (nacido, sin duda, en
Paris, hacia 1313 y
fallecido en 1375) hable de los Templarios utilizando las palabras
“los nuestros”,
cuando de su viva Orden de los Templarios ya no existía nadie. Habría
que suponer que
este calificativo apunte a la fraternidad de los Fieles de Amor, de
la
que sí formaba
parte”. M. Jean-Pierre Berger ha hecho muy bien en recordar que el
padre de Boccacio,
como Dante probablemente, estaba en Paris durante el drama de 1314.
En
cuanto a
saber si los Templarios ya no existían en 1375... Digamos, como el
mismo Boccacio (a
propósito de otro sujeto) en el 3º cuento del Decameron, que “la
cuestión está
pendiente, y que, posiblemente, aun lo estará durante largo tiempo”.


Existen ciertos temas de los que existen
PRUEBAS, pues existen
datos que nos hacen ver de una vinculación entre la masonería y
el temple


En primer lugar tenemos los "Libros y Leyendas" que en realidad no
son
sólo
"las opiniónes de sus autores", sustentadas otras tantas, hasta
acumularese
en tal cantidad, y con tanta profusión, que nos hacen "creer" que
está
demostrado.


Si tomamos los datos históricos:


1.- La orden templaria aunque disuelta CON ANTERIORIDAD a que exista
la
FRANC-MASONERIA. Consecuentemente, la "leyenda" de que se unieron a
la
masonería y comenzaron a trabajar tal o cual "Grado de rito", es
Real (desde el punto de vista histórico) pues dichos "ritos"
existían ya en el temple, y fueron inventados varios siglos después.
Ya podemos darle a dichas leyendas una interpretación "simbólica",
pero es necesario tener clara conciencia de que estamos hablando de
un
hecho histórico o "real".


2.- Existían, los "gremios de constructores", a las que actualmente
denominamos "masonería operativa", y es posible (y lógico) que
algunos
de
los templarios, acudieran en demanda de auxilio y protección. Es
lógico
también, que "algunos" recibieran el socorro solicitado, de
conformidad con
la antiquísima tradición masónica de ayudar (aunque esta obligación
se
circunscribía exclusivamente a los "miembros", cabe en lo posible).
Pero lo que "algunos" consiguieron de manera personal, considero que
sea suficiente para justificar la conocida frase de que "la masonería
dió
asilo a los templarios".


3.- Es parte de la historia que en España, que la Corona (que no
estaba en
buenas relaciónes con el Papado), los protegió "cambiándole de nombre
a la
orden", por lo que cuando se hizo la "persecución" no había
"templarios"
para perseguir, sino miembros de otra orden, a la que no le afectaba
la
persecusión.


4.- Muchos se "refugiaron" en Inglaterra.... donde aparece una
"nueva"
agrupación, cuyo símbolo es la CRUZ (simbolo templario) que se
encuentra
"envuelta" (protegida) por una rosa (enredada en ella en sus primeros
símbolos), siendo la rosa el símbolo de la Casa Real. ¿Podremos
deducir de
lo anterior que se repitió el caso de España y que la auténtica
"continuación" de la orden del temple son los Rosacruces


5.- Varios autores sostienen que continuaron como agrupación es
ESCOCIA y
que de éllos proviene el RITO ESCOCES, pero la masonería escocesa no
lo ha
desmentido, y afirmado que dicho RITO no es originario de Escocia y
que
ellos nunca lo practicaron. (Hasta que ya difundido en el mundo,
empezó a
ocupar algunos espacios en Escocia).


6.- En el libro "La Clave Secreta de Hiram", el autor, muy
minuciosamente,
va "hilando" puntos históricos, y concluye que las tradicones
masónicas
tienen su origen en la época de Abraham, en el Alto y Bajo Egiptos.
Ofrece
datos de que cómo los judíos "absorven y conservan" éstas
tradiciónes,
previas "adaptaciónes" en las historias simbólicas que las contienen,
y cómo
a travez de la "reconstrucción del templo" son "conservadas"; que los
principales "guardianes" de ellas son los Esenios (de los que formaba
parte
Jesús), y que quedan "sepultadas" en las ruinas del Templo, hasta que
los
Templarios las rescatan, y cuando son disueltos, las trasladan a
Escocia
donde fabrican un duplicado del Templo para continuar conservándolas.
Según el autor, las riquezas de los templarios sirven para pagar la
mano
de obra de los masones, quienes resultan "absorvidos" por la Orden
del
Temple (adquieren los conocimientos templarios y los incorporan a sus
tradiciónes, no así el nombre, pues continúan llamándose masones).
Ofece el
autor que tratará de conseguir la PRUEBA FEHACIENTE de sus dichos,
misma que
se encuentra en el "SANCTA SANTORUM" (boveda bajo tierra, que aún no
ha sido
descubierta), cuya ubicación tiene ya perfectamente localizada en la
reproducción del Templo, que resulta ser una curiosa capilla, que ha
sobrevivido a todas las destrucciónes a travez de los siglos, porque
los
masones "la han protegido porque sabían de su importante secreto". Se
trata
de capilla de Rosselyn, que entre otras curiosidades nunca ha sido
dedicada
a culto religioso...
Pero nuevamente, otra historia interesante que, aunque tiene (como
todas las demás) apoyo en "detalles históricos aislados"
armoniosamente
enlazados en la narración, que la hacen " muy posible", tienen la
suficiente
solidez sus cimientos para poder considerarla verídica

SECRETO MASONICO

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Sep 9, 2021, 4:33:31 PM9/9/21
to SECRETO MASONICO
Ahora, me viene a la memoria un cuento . Un día un hombre, por azar o por esfuerzo (no lo sé) dió con la "Verdad" , unos pequeños demonios se alarman , y van con el Gran Demonio, le dan la noticia de que un Hombre dió con la Gran Verdad, a lo que el Gran Demonio Satanás , les dice tranquilos ese Hombre , pronto creará una institución a la que llamará Masonería, al poco tiempo olvidaran de La Verdad que motivo a esa Institución a establecerse , sustituirán esa " Verdad" con Falsedades y dejarán olvidada esa Verdad en algún lugar bien escondida para que nadie la encuentre. Lo curioso de este relato es que la Gran Verdad que motivo a la Masonería sigue ahí, en algún lugar esperando a que algunos masones la encuentren y la pongan a funcionar de nuevo

DIEGO IVÁN BETANCUR LONDOÑO

unread,
Sep 11, 2021, 10:47:25 PM9/11/21
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