Anarquismo y Masonería
¡Descubre el velo secreto masónico que ha tejido las revoluciones del mundo moderno!
Hoy analizaremos el papel que jugo la Masonería en el movimiento político del Anarquismo.
La Masonería nacida en las épocas de la Ilustración, una Masonería que no sólo ha impulsado el anarquismo como un faro de libertad absoluta, sino que ha sido la fuerza invisible detrás de innumerables movimientos políticos, incluso aquellos que parecen opuestos entre sí. La Masonería, con su énfasis en la razón, la fraternidad universal y la rebelión contra toda autoridad opresiva, ha cultivado ideas que derrocan tiranías religiosas, monarquías absolutas y gobiernos corruptos. Paradójicamente, en sus logias, activistas de ideologías antagónicas conviven en tolerancia y camaradería, unidos por un juramento de búsqueda de la verdad. ¿Cómo una organización tan discreta ha moldeado el caos creativo de la historia? Sumérgete en este relato fascinante, donde el anarquismo emerge no como un accidente, sino como una extensión natural del espíritu masónico, y descubre cómo esta hermandad sigue inspirando la lucha por un mundo sin cadenas.
Hoy 7 de octubre de 2025 vamos a trata de uno de los movimientos políticos que más ha dado que hablar, desde la Revolución Industrial hasta el mismísimo presente: una idea de sociedad que nunca se ha conseguido implantar durante un período de tiempo relevante a gran escala.
Así es, vamos a hablar del anarquismo político. Lo primero de todo, vamos a ver qué es el anarquismo. Definiciones de anarquismo podemos encontrar varias, pero básicamente, el anarquismo es un pensamiento político que defiende la abolición del Estado y de cualquier tipo de autoridad injustificada. Sencillo, ¿no? Bueno, pues no tanto, porque sobre esta idea tan a priori simple surgieron muchas corrientes diferentes que veremos a continuación. Por ello, vamos a repasar un poco la historia de cómo surge y cómo el anarquismo consigue expandirse por todo el mundo.
Masonería y Anarquismo
Aunque la masonería y el anarquismo parecen movimientos distintos, comparten varios fundamentos filosóficos: la emancipación del individuo (ambos buscan liberar al ser humano de toda forma de esclavitud, dogma o autoridad impuesta); la razón y la conciencia como guías (tanto el masón como el anarquista creen en la capacidad del individuo de pensar por sí mismo y actuar moralmente sin necesidad de imposición religiosa o estatal); universalismo y fraternidad (la idea de una fraternidad humana más allá de fronteras, credos o razas es central en ambos movimientos); crítica a la tiranía política y religiosa (muchos masones del siglo XIX —en especial los del rito escocés y el Gran Oriente de Francia— fueron anticlericales y republicanos, cercanos al espíritu libertario).
Mijaíl Bakunin El Francmasón Anarquista
Mijaíl Bakunin: anarquista y masón. Mijaíl Bakunin (1814–1876), uno de los fundadores del anarquismo moderno, fue miembro de la masonería europea, concretamente del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Se inició en la Logia de los Hermanos Unidos (Les Frères Unis) de París alrededor de 1845. Veía a la masonería como un espacio donde se cultivaba la autodisciplina moral y la solidaridad internacional, elementos que más tarde aplicó en su visión anarquista. Con el tiempo, criticó el carácter burgués y conservador de muchas logias, pero mantuvo su admiración por su estructura simbólica y su ideal de libertad. En su texto Dios y el Estado, se perciben ecos del pensamiento masónico: la búsqueda de la luz, la autonomía del ser y la rebelión contra la ignorancia y el dogma. Bakunin llegó a fundar grupos secretos de inspiración masónica, como la Hermandad Internacional (Fraternité Internationale), especie de orden revolucionaria iniciática donde combinó rituales simbólicos con acción política libertaria.
Los hermanos Flores Magón: masones y precursores del anarquismo mexicano. Ricardo, Enrique y Jesús Flores Magón, fundadores del Partido Liberal Mexicano (PLM) y precursores de la Revolución Mexicana, mantuvieron fuertes vínculos con la masonería. Jesús Flores Magón fue iniciado en una logia del Rito Escocés en Oaxaca, y su pensamiento liberal y anticlerical muestra clara influencia masónica. Ricardo y Enrique, aunque más radicales y abiertamente anarquistas, mantuvieron contacto con círculos masónicos y liberales del exilio en Estados Unidos. La ética del trabajo sobre sí, la fraternidad universal y el anticlericalismo racionalista que se observa en el Regeneración y otros textos del PLM están impregnados de ese espíritu masónico. Ricardo Flores Magón, influido por Kropotkin y Bakunin, soñaba con una sociedad libertaria sin Estado ni Iglesia, pero sostenida en una moral libremente asumida, casi una “masonería del pueblo”.
Otros masones anarquistas o libertarios destacados: Francesc Ferrer i Guàrdia (España), masón del Gran Oriente Español; fundador de la Escuela Moderna, de orientación anarquista y racionalista. Fue fusilado en 1909. Errico Malatesta (Italia), asociado a logias italianas republicanas; aunque crítico de su formalismo, admiraba su trabajo moral y pedagógico. Jean Grave (Francia), escritor anarquista vinculado con logias del Gran Oriente; difundió el pensamiento de Kropotkin y el laicismo. Giuseppe Garibaldi (Italia), no anarquista, pero masón y revolucionario internacionalista; su figura inspiró a muchos libertarios. Francisco Ferrer Guardia (España, reiterado), símbolo del vínculo entre pedagogía libertaria y masonería laica.
Mikhail Bakunin fue un pensador y revolucionario ruso nacido en 1814 y fallecido en 1876. Es considerado uno de los padres del anarquismo moderno, un movimiento que busca una sociedad sin jerarquías ni autoridad coercitiva. Participó en varias revueltas europeas del siglo XIX, como las de 1848, y fue un crítico feroz del Estado, la religión y las estructuras de poder.
Ahora, vamos por analizar la vida , pensamientos y obra del Francmasón Bakunin . Su iniciación en la masonería: Bakunin se inició en la masonería alrededor de 1845 en la Logia de los Hermanos Unidos (Les Frères Unis) de París alrededor de 1845. Posteriormente se uno en la logia "Il Progresso Sociale" en Florencia, Italia alrededor de 1865. Esta era una logia de orientación progresista y revolucionaria, no estrictamente tradicional, y se alineaba con sus ideas de cambio social. No hay registros claros de sus actividades en la masonería, ya que están en los libros de actas de esas logias y son secretos ; su participación en Logias parece haber sido más ligada a sus redes revolucionarias masónicas que a un avance formal ocupando puestos en logias. Participó principalmente en esta logia florentina, aunque sus conexiones con otros grupos masónicos o cuasi-masónicos en Europa (como en Italia y Francia) eran informales, enfocadas en la lucha contra el autoritarismo. No se menciona que haya pertenecido a otras logias de manera oficial, pero su influencia se extendió a círculos masónicos progresistas que veían en la masonería una herramienta para la libertad.
Sus ideas políticas anarquistas, explicadas de forma sencilla: Bakunin veía el anarquismo como una forma de libertad total: una sociedad donde la gente se organiza voluntariamente, sin jefes, gobiernos ni iglesias que manden. Para él, la verdadera revolución no viene de arriba (como un Estado que promete igualdad), sino de abajo, del pueblo organizado en colectivos libres. Quería abolir la propiedad privada que explota al trabajador, pero sin reemplazarla por un Estado controlador. En lugar de eso, proponía federaciones de comunidades autónomas donde todos deciden juntos, basadas en la cooperación mutua. Era un "anarquismo colectivista": los medios de producción (fábricas, tierras) son de todos, pero cada quien recibe según su trabajo y necesidades.
Como Masón , agrego algo interesante: Imagina el anarquismo de Bakunin como un precursor de las redes descentralizadas modernas, como blockchain o comunidades open-source en internet. Sin un "jefe central" (como un gobierno o una corporación), la gente colabora horizontalmente, lo que evita corrupciones pero requiere confianza mutua. En un mundo de IA (Inteligencia Artificial) como el nuestro en Facebook , WhatsApp etc. , esto refuerza la idea de que la inteligencia colectiva, sin control centralizado, puede innovar más libremente, evitando que el poder se concentre en pocas manos. Y aquí, la Masonería amplifica esto: al ser una red global de logias autónomas, unidas por principios comunes pero sin un dictador central, encarna el ideal anarquista de federación libre, combatiendo corrupción y tiranía mediante la luz de la razón.
Cómo veía el Masón Bakunin al socialismo, comunismo y capitalismo: Socialismo: Lo apoyaba, pero sólo si era libertario. Para Bakunin, el socialismo es esencial para acabar con la desigualdad, pero debe ir de la mano con la libertad. Decía que "la libertad sin socialismo es privilegio e injusticia". Veía el anarquismo como "socialismo sin Estado". Comunismo: Criticaba el comunismo autoritario, como el de Marx, porque pensaba que crearía una nueva dictadura. Para él, un Estado "proletario" sólo cambiaría de tiranos: de burgueses a burócratas. Quería un comunismo inmediato, sin transición estatal, donde la sociedad se organice sola. Decía que el comunismo estatal llevaría a la esclavitud. Capitalismo: Lo odiaba por ser un sistema de explotación donde los ricos acumulan riqueza a costa de los pobres. Veía la propiedad privada como robo, y el capitalismo como una forma de esclavitud moderna que divide a la sociedad en clases.
Bakunin predijo que tanto el capitalismo el socialismo generaría monopolios corruptos que controlan todo, similar a las big tech de hoy. Y en el comunismo estatal, vio el riesgo de vigilancia total, como en distopías orwellianas. Interesante: buscamos en Internet que empodere a individuos sin centralizar poder, alineado con su rechazo a jerarquías. La Masonería, al impulsar movimientos como el anarquismo mientras acoge a capitalistas, liberales y socialistas en sus logias, demuestra su rol como incubadora de ideas opuestas, fomentando tolerancia y camaradería que trasciende divisiones políticas.
Citas relevantes de Bakunin: "Somos convencidos de que la libertad sin socialismo es privilegio, injusticia; y que el socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad." "Si tomaras al revolucionario más ardiente y le dieras poder absoluto, en un año sería peor que el mismo zar." (Criticando el peligro del poder centralizado en el comunismo). De los hermanos francmasones Flores Magón (Ricardo y Enrique, anarquistas mexicanos influidos por Bakunin, y con conexiones a círculos masónicos progresistas en México, aunque su masonería no fue central en su obra; eran más revolucionarios prácticos contra la dictadura de Porfirio Díaz): Ricardo: "No, no hay necesidad de temer la vida sin gobierno; la anhelamos con todo nuestro corazón." (Enfatizando la libertad anarquista). Ricardo: "Al tomar armas contra los trabajadores del campo, habéis tomado armas contra vuestros propios intereses, porque los intereses de los explotados son los mismos en todas partes." (Llamando a la unidad contra el capitalismo y el Estado). De Proudhon (predecesor anarquista de Bakunin, crítico del capitalismo y del Estado): "Como el hombre busca justicia en la igualdad, la sociedad busca orden en la anarquía." "¿Qué me importa a mí, proletario, la tranquilidad y seguridad de los ricos? Me importa tan poco el orden público como la seguridad del propietario." (Rechazando el capitalismo y su "orden").
Bakunin no sólo teorizó; inspiró movimientos como la Revolución Mexicana a través de figuras como los Flores Magón. Como Masón , veo en estas ideas un recordatorio: en un mundo de desigualdades crecientes, cuestionar el poder centralizado (sea estatal o corporativo) sigue siendo clave para un futuro más justo. Y la Masonería, como fuerza impulsora, no sólo del anarquismo sino de liberalismo, socialismo, capitalismo y conservadurismo reformista, encarna esta paradoja hermosa: en sus logias, enemigos ideológicos se convierten en hermanos, combatiendo juntos contra la corrupción y la tiranía, probando que la verdadera anarquía es la armonía de la diversidad libre.
Algunos pensadores opinan que las civilizaciones humanas más primitivas estaban regidas por algo parecido al anarquismo; otros dicen que los primeros en fantasear con el anarquismo fueron los chinos, o que las ideas anarquistas surgen de los filósofos de la antigua Grecia. Sin embargo, el anarquismo tal y como lo entendemos hoy en día tiene su origen en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX, es decir, en la Europa de la Revolución Industrial. Y aquí es donde entra en escena la Masonería como impulsora clave: esta hermandad, con sus raíces en la Ilustración, promovió la razón sobre el dogma religioso y la autoridad monárquica, combatiendo al clero opresivo y a los gobiernos tiránicos que sofocaban la libertad individual. La Masonería, en esencia anarquista al rechazar toda jerarquía impuesta que no se base en el mérito y la fraternidad, sembró las semillas de la rebelión contra estructuras corruptas, permitiendo que ideas libertarias florecieran en sus logias, donde pensadores de diversas corrientes políticas convivían en tolerancia, debatiendo sin violencia y forjando alianzas inesperadas.
Sin embargo, el anarquismo no habría existido sin la Revolución Francesa, que fue en gran medida impulsada por masones como los que influyeron en figuras clave del evento. La Revolución Francesa sirvió de influencia en el espíritu revolucionario y en la abolición de la autoridad mediante la revolución, que implícitamente conllevaba una acción violenta. También en tiempos de la Revolución Francesa se comenzó a hablar del disfrute comunal de los frutos de la tierra. Pierre-Joseph Proudhon fue el primer individuo en denominarse a sí mismo anarquista, y básicamente defendió una economía no opresiva donde los individuos intercambiaran el producto de su propio trabajo, en el que el valor del intercambio de los bienes sería determinado por la teoría del valor-trabajo, es decir, por la cantidad de trabajo necesario para producir dichos bienes.
Las ideas de Proudhon se extendieron con facilidad por algunos lugares industrializados como Francia, Bélgica o Alemania, e incluso a países que todavía apenas tenían industria, como Rusia o España. Aquí, la Masonería actuó como catalizador: muchas logias masónicas, con su énfasis en la igualdad y la fraternidad, sirvieron de refugio para estos pensadores, fomentando debates que unían anarquistas con liberales, socialistas e incluso conservadores reformistas, en una camaradería que trascendía ideologías antagónicas. Un argumento interesante es que la Masonería, al combatir al clero religioso que imponía dogmas irracionales, promovió un anarquismo espiritual: liberando la conciencia individual de la tiranía eclesiástica, allanó el camino para sociedades autoorganizadas, donde la moral surge de la razón colectiva y no de decretos divinos o reales.
A la muerte de Proudhon, otro pensador ruso tomó el testigo del liderazgo anarquista: hablamos del Masón ruso Mijaíl Bakunin. Sin embargo, Bakunin le dio una vuelta al anarquismo. Bakunin creía que el hombre era un ser social por naturaleza, por lo que la unidad básica de la sociedad no tenía que ser el individuo, sino la comunidad; es decir, que una vez se acabara con el sistema, habría que reconstruir la sociedad desde la asociación y la federación de seres humanos. El Masón Bakunin ingresó en la Primera Internacional de los Trabajadores, una organización cuyo objetivo era agrupar a los trabajadores de todo el mundo. Allí tendría un gran conflicto con el otro gran pensador revolucionario y padre del socialismo, Karl Marx.
El caso es que Marx y Bakunin chocaban en un tema fundamental: mientras que Marx defendía la dictadura del proletariado, Bakunin creía que esa dictadura iba a acabar irremediablemente siendo de una nueva élite sobre el proletariado, por lo que no quedaba más remedio que destruir el Estado. Esto hizo que ambas corrientes, marxismo y anarquismo, se distanciaran hasta que los anarquistas fueron expulsados de la organización.
A pesar de que las ideas del Francmasón Bakunin eran las predominantes en el mundo anarquista, hubo otras corrientes individualistas tanto en Europa como en Estados Unidos que, sin embargo, no dejaron un gran legado. Mientras que el colectivismo de Bakunin corrió como la pólvora por España. A la muerte de Bakunin surgió en Europa otro movimiento que iba a eclipsar al colectivismo: el anarco-comunismo. El anarco-comunismo aboga por la abolición del Estado, el capitalismo, el trabajo asalariado y la propiedad privada, y que estaba a favor de una propiedad común de los medios de producción, de la democracia directa y de la propiedad personal. El anarco-comunismo tenía un lema: "De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades".
Los anarquistas del siglo XIX se hicieron notar tanto en Estados Unidos como en Europa. En 1871, los obreros se levantaron en París y establecieron en la ciudad un gobierno conocido como la Comuna de París, que duró 60 días y en el que participaron muchos anarquistas. Durante el gobierno de la Comuna de París se promulgaron decretos como la autogestión de las fábricas abandonadas por sus dueños, la creación de guarderías para los hijos de las obreras, la laicidad del Estado, la obligación de las iglesias de acoger las asambleas de vecinos y de sumarse a las labores sociales, la remisión de los alquileres impagados y la abolición de los intereses de las deudas. Finalmente, las tropas del gobierno francés aplastaron la revuelta, dejando atrás de sí 20.000 muertos.
Por su parte, en Estados Unidos tuvo lugar una famosa huelga con clara influencia anarquista por la jornada laboral de 8 horas, el 1 de mayo de 1886. Esta huelga llevó, tres días más tarde, a la revuelta de Haymarket y a la muerte de los llamados Mártires de Chicago. Desde entonces, el 1 de mayo se celebra como el Día Internacional de los Trabajadores. Esta nueva forma de ligar el anarquismo al movimiento obrero a través del sindicalismo se llamó anarcosindicalismo, que será la forma de anarquismo predominante en el siglo XX.
En España, en 1893, un anarquista atentó en Barcelona contra el general Martínez Campos, autor del pronunciamiento que provocó la restauración de la monarquía borbónica. Y con la llegada del siglo XX, un siglo en el que el anarquismo tendrá España y Rusia como sus principales focos. En 1905 y 1906 se produjeron sendos atentados contra el rey de España; el segundo de ellos, el día de la boda de Alfonso XIII, en plena Calle Mayor de Madrid. En este atentado murieron 30 personas y el rey se salvó. Pero fue en Barcelona, en 1909, donde todo explotó: la movilización de los reservistas para luchar en la guerra de África creó un gran malestar, ya que se podía pagar para no ir a la guerra, y por eso casi todos los soldados movilizados eran de clase obrera. Esto provocó que los anarquistas, agrupados en una federación llamada Solidaridad Obrera, hicieran una huelga que desembocó en una auténtica insurrección que se conocerá como la Semana Trágica de 1909, que se cobró cerca de 150 vidas.
A raíz de estos hechos, los anarquistas vieron la necesidad de organizarse a nivel nacional y se fundó la Confederación Nacional del Trabajo, más conocida como la CNT, que a pesar de su legalización y persecución llegó a contar en sus momentos más álgidos con al menos un millón de afiliados. Pero antes de entrar de lleno con la CNT y sus aventuras, es importante comentar que el anarquismo también llegó a América Latina, especialmente Argentina, donde la Federación Obrera Regional Argentina, más conocida como FORA, fue la mayor fuerza sindical latinoamericana durante las tres primeras décadas del siglo XX. Tanto fue así que los obreros llegaron a tomar Buenos Aires en la llamada Semana Trágica de 1919, duramente reprimida por el gobierno.
Anarquismo en México Hoy
También en México, el revolucionario Emiliano Zapata bebió mucho de las tesis anarquistas europeas. El pasado 2 de octubre de 2025, en la Ciudad de México, se llevó a cabo una marcha conmemorativa por el 57 aniversario de la masacre de Tlatelolco de 1968, un evento histórico donde el gobierno mexicano reprimió violentamente a estudiantes, causando cientos de muertes y desapariciones. Esta fecha es tradicionalmente un día de protestas y homenajes, pero en esta ocasión, la marcha —que reunió a unas 10.000 personas en total— estuvo marcada por un fuerte apoyo a la causa palestina y por disturbios intensos protagonizados por un grupo de anarquistas autodenominados como parte del "Bloque Negro" (una táctica de protesta radical).
A continuación, te detallo lo que se sabe sobre estos anarquistas, sus acciones y el contexto, basado en reportes de prensa y redes sociales.
Contexto de la Marcha
La manifestación inició alrededor de las 16:00 horas en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco y avanzó hacia el Zócalo, la plaza principal de la ciudad. Además de recordar a las víctimas de 1968, los participantes expresaron solidaridad con Palestina, izando banderas y coreando consignas como "¡Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá!" y "No es una guerra, es un genocidio".
Esto se vinculó a demandas al gobierno mexicano para romper relaciones con Israel, en medio de la crisis humanitaria en Gaza reportada por la ONU. Sin embargo, la atención mediática se centró en los actos violentos, que dividieron a los manifestantes: un grupo buscaba una protesta pacífica, mientras que los anarquistas del Bloque Negro optaron por acciones directas y confrontacionales.
¿Quiénes Son los Anarquistas Involucrados?
Los anarquistas en cuestión no forman un grupo organizado fijo, sino que utilizan la táctica del "Bloque Negro", una estrategia de protesta que surgió en los años 80 en Berlín Occidental durante desalojos policiales. Se trata de individuos vestidos de negro, enmascarados para mantener el anonimato, que se integran en manifestaciones para realizar "acciones directas" contra símbolos del poder estatal y capitalista. En México, esta táctica se ha visto en protestas previas, pero en esta marcha destacaron por su número: alrededor de 350 encapuchados, mucho más que los habituales .
Sus principios son anarquistas radicales: rechazan el Estado, el capitalismo neoliberal y las jerarquías, justificando la violencia como respuesta a la "violencia estructural" del sistema (por ejemplo, la represión policial o la explotación económica).
No buscan la violencia por sí misma, pero la ven como una herramienta cuando los métodos pacíficos fallan, inspirados en figuras históricas del anarquismo mexicano como el francmasón Ricardo Flores Magón, quien promovía la rebelión contra dictaduras y opresiones.
En este evento, se autodenominaron "anarquistas" y actuaron de manera horizontal, sin líderes visibles, enfocándose en la solidaridad colectiva para desafiar al orden establecido.
Algunos analistas, como el profesor Francis Dupuis-Deri, explican que estos bloques ven a la policía como encarnación de la violencia estatal, y a la destrucción de propiedad como una crítica al capitalismo, siempre que no cause daño directo a vidas humanas.
Acciones Durante la Marcha
Los disturbios comenzaron en puntos como el Eje Central y la Avenida 5 de Mayo, donde los anarquistas realizaron pintadas, saqueos en tiendas departamentales (como una joyería Bizarro y una Bodega Aurrerá) y extrajeron objetos para usarlos como proyectiles: comida, aerosoles, botes de pintura y hasta martillos.
En el Zócalo, los enfrentamientos duraron cerca de 90 minutos: lanzaron piedras, petardos, bombas molotov, cohetes y usaron lanzallamas caseros contra la policía.
Intentaron romper el cerco policial, despojaron a agentes de escudos y cascos, y trataron de prenderles fuego o golpearlos severamente. También agredieron a periodistas, dañando equipos y causando lesiones.
La policía, con unos 1.500 agentes desplegados bajo el mando de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) liderada por Pablo Vázquez Camacho, respondió con extintores y gases químicos para repeler, sin recurrir a represión masiva.
Autoridades como César Cravioto, secretario de Gobierno, calificaron los actos como "provocación" inusual, y se anunció la apertura de carpetas de investigación por robo, daños y lesiones, usando videos como evidencia.
Consecuencias y Reacciones
El saldo fue de 123 lesionados: 94 policías (con quemaduras, golpes y heridas en la cabeza) y 29 civiles (incluyendo reporteros y manifestantes desmayados o con convulsiones).
Sólo una persona fue detenida. Se reportaron daños en decenas de comercios y al espacio público, como jardineras destruidas para obtener piedras.
Organizaciones como la Concanaco Servytur llamaron a respetar la legalidad, mientras que algunos sectores oficialistas sugirieron infiltración de la "derecha" para desestabilizar al gobierno.
Este episodio se considera uno de los más violentos en marchas del 2 de octubre en años recientes, contrastando con el homenaje pacífico a las víctimas de 1968.
En el contexto del anarquismo mexicano —que tiene raíces en figuras como los hermanos francmasones Flores Magón y movimientos como el magonismo de la Revolución Mexicana—, estos actos reflejan una continuidad de resistencia radical contra el autoritarismo, aunque generan controversia por su impacto en civiles y la percepción pública. Si quieres más detalles sobre videos o fotos específicas, puedo ayudarte a explorar eso.
Anarquismo en Rusia
En 1905, en Rusia, muchos obreros se hicieron anarquistas tras la Revolución Rusa de 1905, la cual fue aplastada con más de 15.000 muertos, pero que sin duda sembró la semilla de la futura Revolución Rusa y de la expansión del anarquismo en el país.
Sin embargo, en el este de Europa, el anarquismo siempre vivió a la sombra del socialismo, salvo en Ucrania. Allí, cuando estalló la Guerra Civil Rusa en 1918, decenas de miles de campesinos ucranianos se unieron al llamado Ejército Negro anarquista de Majnó. Durante la Guerra Civil, anarquistas y bolcheviques cooperaron, pero cuando la derrota del Ejército Blanco se hizo evidente, los bolcheviques acabaron con los anarquistas en una sangrienta limpieza llevada a cabo tanto por la Cheka como por el Ejército Rojo de Lenin. No obstante, la organización social y económica libertaria basada en comunas autónomas fue dominante entre el campesinado ucraniano hasta el período de colectivización forzosa llevada a cabo por Stalin años después, siendo esta quizás la experiencia anarquista más importante, larga y grande vivida en la historia.
Pero volvamos a España, que nos habíamos quedado en que la CNT acababa de ser fundada en 1910. Los principales focos anarquistas en España eran los obreros de zonas industriales como Madrid, Barcelona y Asturias, y también entre los campesinos de varias regiones, especialmente Andalucía, donde la mayor parte de la tierra estaba en manos de unos pocos terratenientes. Muchos anarquistas tomaron parte en la Huelga General Revolucionaria de 1917, que supuso la caída del gobierno de Eduardo Dato. Sin embargo, la CNT no sería la gran protagonista de una huelga histórica hasta la famosa huelga de La Canadiense de 1919. En ella, la CNT fue capaz de resistir 44 días de huelga en los que Barcelona estuvo totalmente paralizada, así como el 70% de toda la industria catalana. La huelga de La Canadiense fue una de las huelgas más importantes de la historia de España y consiguió mejoras salariales, la readmisión de obreros despedidos, la liberación de miles de detenidos durante el tiempo que duraron los paros y la jornada laboral de 8 horas, convirtiendo a España en el primer país que promulgaba por ley esta reivindicación obrera.
Tras la huelga de La Canadiense, la popularidad de la CNT creció más. Sin embargo, con la llegada al poder en España del dictador Miguel Primo de Rivera en 1923, la CNT fue ilegalizada y todas las actividades sindicales tuvieron que ser llevadas en la clandestinidad. Esto no evitó que en 1927 se creara la Federación Anarquista Ibérica, más conocida como FAI, que unía a los anarquistas españoles y portugueses. Sin embargo, en 1930, con Primo de Rivera fuera de juego, la CNT fue legalizada de nuevo y, con la llegada de la Segunda República, volvió a ganar mucho peso en la sociedad. La CNT llevó a cabo tres insurrecciones revolucionarias, todas sofocadas por el gobierno de la Segunda República. La más importante fue la llamada insurrección anarquista de enero del 33, en la que ocurrieron los llamados sucesos de Casas Viejas. Durante estos sucesos, las fuerzas de orden público, al mando del capitán Rojas, provocaron una matanza de vecinos de la localidad que se convirtió en un gran escándalo político y que desencadenó la caída del gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña.
Sin embargo, todo eso quedará en nada comparado con la que se armó en 1934. Es entonces cuando el PSOE y la UGT organizan la Revolución de Octubre de 1934, también conocida como la Revolución de Asturias: un levantamiento general en el que los anarquistas no participaron en ninguna región de España salvo en Asturias, donde socialistas y anarquistas se unieron para tomar una gran parte de la región. En aquellas zonas donde predominaba el anarquismo, como en Gijón o La Felguera, se puso en práctica el comunismo libertario. El levantamiento fue finalmente reprimido con una dureza extrema, causando más de 2.000 muertos y decenas de miles de detenciones.
Cuando estalla la Guerra Civil Española en 1936, la CNT se convirtió en uno de los pilares militares del bando republicano. Al comienzo de la guerra civil, los anarquistas controlaban Barcelona, donde todas las grandes industrias pasaron al control de la CNT. En algunos lugares, el dinero fue reemplazado por cupones, mientras que en Andalucía, donde los anarquistas también se habían hecho fuertes, cada población actuaba bajo su propia responsabilidad, practicando en la mayoría de los casos la colectivización agraria. Estas amplias zonas se convirtieron en la otra gran experiencia anarquista mundial, junto con la de los anarquistas ucranianos de la que hablamos antes. La CNT también colaboró con diferentes órganos de gobierno, asumiendo cuatro ministerios en el gobierno republicano durante la Guerra Civil, lo que creó grandes contradicciones y disputas internas. Además de eso, la CNT tenía otro gran problema: el comunismo se estaba haciendo muy popular en el bando republicano gracias a la ayuda recibida por la Unión Soviética. Así que las tensiones se dispararon entre los comunistas, partidarios de un gobierno central fuerte cuyo objetivo principal fuese ganar la guerra, y los anarquistas, partidarios de hacer la revolución como prioridad absoluta. Tanto fue así que comunistas y anarquistas se acabaron enfrentando a tiros en Barcelona durante las llamadas Jornadas de Mayo del 37. Tras estas jornadas, el anarquismo perdió gran parte de su poder e influencia. A esto se le unió la derrota del bando republicano en la guerra civil, lo que hizo que la CNT fuese de nuevo ilegal, una ilegalidad de la que la CNT apenas se volvió a recuperar. La última gran experiencia anarquista había sido un fracaso, y el anarquismo nunca volvió a representar una fuerza de peso en ningún país desarrollado del mundo.
El anarquismo en México ha tenido un desarrollo significativo, con influencias europeas desde el siglo XIX que se manifestaron en movimientos sociales y culturales, y que han continuado hasta el presente de diversas formas. Orígenes e influencias europeas: Mediados del siglo XIX, las ideas anarquistas, con raíces en pensadores como Proudhon y Bakunin, llegaron a México en un contexto de cambio social y represión. Figuras como el griego Plotino Rhodakanaty fueron cruciales para difundir estos ideales entre los trabajadores y campesinos. Intentos de utopía: Ya desde el siglo XVI, hubo antecedentes de movimientos utópicos. En la década de 1530, Vasco de Quiroga intentó crear la utopía de Tomás Moro en dos comunidades, mientras que en 1825, el sacerdote José María Alpudre intentó iniciar una comunidad socialista.
El masónico magonismo y la Revolución Mexicana: Ricardo Flores Magón fue una figura central del anarquismo mexicano y uno de los precursores de la Revolución Mexicana. A través del Partido Liberal Mexicano (PLM), que en realidad promovía ideales anarquistas, Magón y sus hermanos (Enrique y Jesús) organizaron la lucha contra la dictadura de Porfirio Díaz. Influencia en la Revolución: Las ideas anarquistas del magonismo influyeron en varios sectores revolucionarios. A pesar de su posterior distanciamiento de la Revolución armada, sus ideales quedaron plasmados en la Constitución de 1917. Casa del Obrero Mundial: Este sindicato anarcosindicalista fue un actor importante entre 1912 y 1916, aunque posteriormente tuvo conflictos con el gobierno de Carranza.
El anarquismo posterior a la Revolución: Federación Anarquista Mexicana (FAM): Fundada en 1945, esta organización buscó dar continuidad al movimiento, contando con la participación de anarquistas exiliados de España. Sin embargo, su influencia organizada fue limitada tras la Segunda Guerra Mundial y el conflicto con el gobierno. Subculturas y movimientos sociales: El pensamiento anarquista no desapareció, sino que se transformó e influyó en movimientos de base y subculturas, como la escena anarcopunk de los años 90.
El anarquismo contemporáneo: Neoanarquismo e insurreccionalismo: En las últimas décadas, ha surgido un "neoanarquismo" en México y otros países, caracterizado por su enfoque en el individualismo y protestas callejeras violentas, con una organización espontánea a través de redes sociales. Estas acciones han sido a menudo violentas, generando controversia y rechazo. Movimientos de resistencia: En la actualidad, las ideas anarquistas persisten en varios movimientos sociales y de resistencia, aunque no siempre de forma explícitamente organizada. Un ejemplo notable de autogobierno inspirado en principios autónomos, aunque no estrictamente anarquista, es la comunidad indígena de Cherán, que se declaró autónoma tras un levantamiento en 2011. EZLN: El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994 tuvo un impacto e influencia en el movimiento anarcopunk, aunque el zapatismo tiene su propia ideología. Anarcobonapartismo: Algunos analistas han descrito la evolución del sistema político mexicano actual como un "anarcobonapartismo", caracterizado por un desorden aparente que acompaña un control absoluto por parte del poder central.
Figuras clave: Plotino Rhodakanaty: Filósofo griego considerado el introductor de las ideas anarquistas en México a mediados del siglo XIX. Ricardo Flores Magón: Líder revolucionario, periodista y principal exponente del anarquismo en el período previo a la Revolución Mexicana. Enrique Flores Magón: Hermano de Ricardo, también activista y militante anarquista.
Alcoseri