Cuando hubo explicado su problema al masón , el sabio masón dijo: Resolveré tu problema, con tal de que hagas algo para mí.
Haré cualquier cosa -dijo el hombre, excitado.
- Muy bien-dijo el masón -, encuentra y tráeme aquí a un hombre que nunca se haya perdido a sí mismo .
El hombre preguntó a todo el mundo en su aldea, luego en la ciudad cercana, luego en el país, y más tarde viajó de país en país, buscando a un hombre que nunca se hubiese perdido a sí mismo. Dondequiera que iba, por supuesto, la gente no sólo decía que habían perdido cosas, sino que insistían muy a menudo, cuando recordaban su pérdida, en contarle lo que habían perdido, y cuánto les apenaba, pero pocos entendían eso de que alguien se perdiese a sí mismo . La mayoría entendía eso de perder algo , como un objeto físico.
Observó que la mayoría de las personas se habían perdido a si mismas en alguna etapa de su vida , algunos se habían perdido a si mismo a muy temprana edad, y había ancianos que relataban a su manera como se habían perdido a sí mismos, al perder a un amor o al haber tenido una mala experiencia en su vida .
Finalmente sintió que había escuchado tantas cosas acerca del dolor y la pérdida que realmente le preocupaba muy poco su propio problema de no poder encontrarse a sí mismo . Pero ahora estaba obsesionado por encontrar a alguien que no hubiese tenido la mala experiencia de perderse a si mismo, o de no haber tenido pérdida alguna.
Después de años de esta búsqueda, escuchó que ciertamente había tal persona, y se las arregló para encontrarla en una cueva inaccesible de la montaña.
Al llegar con aquel ermitaño le preguntó :
¿Te has perdido a ti mismo ?
Nunca-dijo el enclaustrado .
¿Cómo es eso?
Porque nunca me he tenido a mi mismo .
Entonces debes venir conmigo, porque me ha dicho cierto eminente Maestro masón que tengo que llevarte ante él.
El sabio de la cueva inhaló profundamente y suspiró.
¿Cuál era tu problema inicial que te trajo hasta mí ? -preguntó.
Recuperarme a mí mismo .
El hombre de la cueva , le dijo obviamente no has conseguido reencontrarte.
¿Crees poder conseguirlo ?
No sé si podré conseguirlo, encontré tanta gente perdida en estos años, personas que ni siquiera saben que se han perdido a si mismos, personas que han perdido cosas y sufrido, que ya no me importa recuperarme a mí mismo .
Entonces, ¿qué es lo que quieres?
Llevarte con aquel masón .
¿Por qué te importa eso todavía? Preguntó el hombre de la cueva
Ahora el hombre no podía pensar por qué, cuando su problema ya había sido resuelto, debería importarle aun lo que el masón le había pedido.
Y, lo que, es más -dijo el ermitaño, ¿qué es lo que le hace pensar al masón que yo iré contigo?
Tienes razón -dijo el otro hombre-, esto prueba que el masón no sabía de lo que estaba hablando.
¿Estás ahora preocupado por llevarme de regreso al masón ? -preguntó el ermitaño.
- De ningún modo.
- Entonces, ¿no fue sabio el masón habiendo ingeniado toda esta serie de experiencias?
No -dijo el hombre-, si alguien fue sabio, ése fui yo, porque fui yo quien comenzó la búsqueda de mí mismo . Y, por supuesto, eso me volvió sabio; pero ahora veo que eso era lo que el masón había querido desde un principio, que comenzara la búsqueda , con lo que me has dicho antes, que tu no te has perdido a ti mismo , porque nunca tuviste un Yo a quien perder , igual yo jamás me tuve a mí mismo, era todo solamente imaginación y fantasías.
El hombre finalmente dijo ,llegue a mi etapa, de que ahora es tiempo de crearme un algo en mí, un alguien al que pueda llamar verdaderamente “Yo Mismo”.
Salió el hombre de la cueva y se dirigió al mundo de nuevo, pero ahora con la idea de construirse a si mismo.
Alcoseri