La Lucha en Masonería

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Alcoseri Vicente

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Oct 21, 2025, 6:08:21 PM (8 hours ago) Oct 21
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La Lucha en Masonería

En el corazón de la masonería, la  hermandad centenaria que vela por la luz en medio de las tinieblas, comienza la gran odisea con la primera lucha interior, un ritual de autoobservación que evoca los símbolos del compás y la escuadra: herramientas para medir y equilibrar el ser. Como dijo el ilustre masón Benjamin Franklin: "La masonería es una ciencia peculiar que enseña a los hombres a ser mejores, no por medio de predicaciones, sino por el ejemplo y la práctica". Así, imaginemos al iniciado, ansioso por correr hacia la maestría masónica sin haber dominado el simple arte del aprendiz de Masón de caminar paso a paso. Este milagro infantil, olvidado en la adultez, representa el equilibrio masónico entre fuerza y belleza: desprender un pie del suelo, confiar en el otro, y avanzar con sabiduría. En la tradición, se crea la "Marcha de Poder", un ejercicio que, aunque parezca sencillo, exige todo el vigor del alma para recobrar lo perdido.

La "marcha de poder" en el contexto Chamánico de Carlos Castaneda se refiere a actuar con la convicción de que se posee el poder necesario, incluso cuando no se está seguro de ello. Se trata de una estrategia del guerrero para ser impecable al confiar en su poder personal, independientemente de su tamaño. Es una técnica para interactuar con el mundo y con el conocimiento, haciendo que uno se vuelva más accesible al poder.

Riamos con indulgencia al ver al aprendiz de masón tambalearse como un bebe dando sus primeros pasos, recordando que incluso los grandes masones como George Washington admitieron: "La verdadera masonería es acción, no teoría; es el esfuerzo constante por la virtud".

Pero esta lucha no es mera gimnasia física; es una guerra contra el mal interno, ese automatismo que nos convierte en instrumentos reactivos, como un gusano que, por más que se crea mariposa, no lo será hasta que verdaderamente se transforme en mariposa . Inspirado en las enseñanzas de Gurdjieff, que resuenan en los pasillos masónicos, descubrimos que el deseo de cambiar por cambiar, desde el estado profano sólo  genera "más de lo mismo".

¡Imagina por un momento que estás de pie en la entrada de un antiguo templo masónico, donde las sombras de columnas imponentes susurran secretos eternos de luz y oscuridad! En su interior, no sólo  se forjan herramientas  para trabajar la piedra, sino verdaderas armas invisibles para la batalla más épica: la lucha contra el mal que acecha en el alma humana y en el mundo. Esta no es una mera historia alegórica clásica de la Masonería; es real , tan real como  un llamado a despertar, un mapa para transformar el caos en orden, inspirado en los misterios de la masonería. Si te atreves a cruzar este umbral, descubrirás cómo la primera chispa de autoconocimiento puede encender una revolución contra la ignorancia y el mal, uniendo luchas interiores, sabiduría ancestral y batallas históricas en una narrativa que podría cambiar tu vida para siempre. No pares ahora; el velo se está levantando...

 La Biblia o Libro de la Ley refuerza esta batalla en Efesios 6:12: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". Así, la masonería nos entrega la herramienta primordial: la observación de uno mismo, un espejo para estudiarnos y conocernos, superando obstáculos internos que nos engañan con la ilusión de autoconocimiento.

Para forzar esta observación, surge el artificio masónico: "Haz lo que no desea tu EGO , haz lo que no le gusta  a tu ego profano, y así lo vencerás". Esta lucha contra gustos y disgustos desvela manerismos automáticos –físicos, emocionales, mentales– que, al intentar desterrarlos, se revelan como parte integral de nosotros.

 

 Ante el Fracaso tras fracaso no te desanimes , no seas como el pez arrastrado por la corriente que retrocede en lugar de avanzar , se cómo el salmón que nada contra corriente, no caigas en la desilusión innecesaria: la constatación de que solos no podemos transformarnos. Aquí entra la sabiduría de Albert Pike, masón eminente: "La masonería es el subyugamiento de lo humano que hay en el hombre, por lo divino". Sólo  entonces, con bases firmes y el terror de nuestra propia prisión psicológica , estamos listos para el trabajo auténtico, buscando masones libres en grupos masónicos genuinos, donde guías auténticos valoran el tiempo y exigen sinceridad. No más carceleros ciegos; sólo  hermanos en la luz, dispuestos a pagar el precio por la libertad.

Esta lucha interior se entrelaza con la reflexión masónica sobre el verdadero éxito, ilustrada en el encuentro de un masón exitoso por estándares mundanos o profanos –familia, profesión en física atómica, libros publicados, su cuanta bancaria millonaria –, pero , que se siente vacío interiormente , como si hubiera fallado en elegir el barco correcto. "¿Qué logré realmente?", pregunta, eco de muchos iniciados. Un sabio sufí, cuya filosofía resuena con los misterios masónicos, responde con cuatro aforismos transformadores: "No tener expectativas de nada. No demandar nada. No desear nada. No ser nada". El masón, perplejo, replica que "no ser nada" equivale a la muerte, pero el sufí aclara: "Muere antes de morir", aniquilación del ego para renacer, eligiendo conscientemente servir a la Fuerza de la Luz contra la Oscuridad. Como olas que se funden en el océano, debemos mezclarnos con el Yo Superior, con Dios el Creador, comprendiendo los misterios. El mismo Libro de la Ley lo fortalece en Romanos 12:21: " "No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien"". En la masonería, esto significa transformarse de esclavo en amo, actor y espectador del Juego Supremo, mudando la piel del ego para unirse a lo divino.

Como masón , forjado en la búsqueda de verdades universales, agrego esta idea impactante: en nuestra era digital, donde algoritmos nos manipulan como peones invisibles, esta lucha masónica adquiere urgencia cósmica. Imagina tu mente como un templo hackeado por distracciones; la autoobservación es el firewall definitivo contra el mal cibernético del ego inflado. ¿Y si, al "morir antes de morir" como lo marca la iniciación masónica y la exaltación al sublime grado de maestro masón , liberamos no sólo  almas, sino conciencias colectivas, forjando una red de luz contra la oscuridad global?

Esta narrativa culmina en la lucha masónica ampliada: no sólo  individual, sino social y histórica, un compromiso con libertad, igualdad y solidaridad contra injusticia e ignorancia. Los tres pilares –Sabiduría, Fuerza y Belleza– guían el perfeccionamiento moral, haciendo al masón más tolerante y útil. Históricamente, la masonería ha batallado contra instituciones opresoras, como la Iglesia Católica durante el Porfiriato en México o en la Guerra Civil española, sufriendo persecuciones por su anticlericalismo y defensa del progreso. Como proclamó el masón Voltaire: "Aplastad al infame", refiriéndose a la superstición y el fanatismo. En sociedad, los masones son revolucionarios clásicos, construyendo un mundo justo, como en el masónico  Rito Nacional Mexicano.

Al final, esta lucha unificada contra el mal –interior, social, eterno– nos recuerda la cita del Libro de la Ley de Santiago 4:7: "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros". En la masonería, desde el primer paso tambaleante hasta la fusión con lo divino, cada esfuerzo ilumina el camino. ¿Estás listo para unirte a esta batalla? El templo te espera.

Alcoseri

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