You do not have permission to delete messages in this group
Copy link
Report message
Show original message
Either email addresses are anonymous for this group or you need the view member email addresses permission to view the original message
to secreto-...@googlegroups.com
La Refundación de una Logia Esta noche de Tenida, queridos hermanos, nos reunimos para celebrar la refundación de la Logia de la Estrella Flamígera, luego que abatió columnas por 7 años pero sin perder sus derechos originales, esta Logia que fue un faro eterno de luz en el vasto océano de la existencia masónica. Algunos podrían sentir un atisbo de melancolía por los cambios que el tiempo impone, pero este no es un momento de lamento, sino de exaltación, un renacimiento inevitable que fortalece nuestra sagrada misión. Como masones, portadores de La Gran Verdad Universal, sabemos que la evolución no destruye, sino que ilumina y eleva, tejiendo los hilos de la sabiduría ancestral con el fuego de la renovación. Debemos aclarar que, el nombre técnico en el argot o Léxico masónico para la refundación o reactivación de una logia masónica que ha abatido columnas (es decir, que ha cesado temporalmente sus actividades y entrado en un estado de inactividad o "en sueño", sin perder sus derechos) es "despertar". Este término se refiere específicamente a la vuelta a la actividad masónica de la logia. Recordemos aquella antigua parábola, tan resonante en los anales de la sabiduría esotérica: donde el diablo y su amigo caminaban por una calle cuando vieron a un hombre detenerse, recoger algo muy brillante del suelo, mirarlo con atención, luego con regocijo y guardarlo en su bolsillo como algo muy valioso . El amigo del Diablo, intrigado, preguntó al diablo: "¿Qué recogió ese hombre?". "Un trozo de la Verdad", respondió el diablo con una sonrisa astuta. "Eso es un mal negocio para ti", replicó el amigo. "Oh, no, en absoluto", contestó el diablo, "voy a dejar que organice una religión o cualquier otro movimiento a partir de ese trozo de verdad". Así, luego de esto se fanatizaran , lucraran con esa verdad y finalmente esa verdad quedará sepultada bajo toneladas de estiércol y así todo se perderá . Esta fábula, que ha circulado en círculos iluminados desde tiempos inmemoriales –incluso atribuida en algunas tradiciones a sabios orientales y occidentales–, nos advierte contra la rigidez de las estructuras que encadenan la esencia viva de la Verdad. Pero en la Masonería, hermanos, no organizamos la Verdad para confinarla; la custodiamos como un jardín eterno donde florece libre, guiada por el compás y la escuadra, símbolos de equilibrio y rectitud que nos recuerdan que La Gran Verdad Universal no se impone, sino que se revela a través del trabajo interior y la fraternidad inquebrantable. Sostengo, con la convicción de un iniciado en los misterios masónicos, que La Gran Verdad Universal es una tierra sin caminos trazados por el hombre, inabordable por dogmas efímeros o sectas limitadas. Como bien expresó el ilustre hermano masón Rubén Darío, en su oda a la libertad del espíritu: "Tú eres un universo de universos y tu alma una fuente de canciones", recordándonos que cada masón es un cosmos en sí mismo, capaz de entonar el himno de la Verdad sin intermediarios. Y Alexandre Dumas, otro guardián de los ideales masónicos, nos ilumina con su sabiduría: "Grande es la verdad. El fuego no puede quemarla ni el agua ahogarla", afirmando que esta Verdad, que la Masonería preserva, trasciende las vicisitudes del mundo material. En nuestra Logia de la Estrella Flamígera, no cristalizamos creencias en credos inertes; las elevamos a través de rituales que despiertan el alma, forjando cadenas de hermandad que unen a los débiles con los fuertes, no para imponer, sino para elevar. La Verdad no se rebaja al valle; es el iniciado quien asciende la montaña, cruzando valles de duda y precipicios de temor, armado con el mandil de la humildad y el mallete de la perseverancia. La suspensión por 7 años de la Logia de la Estrella Flamígera no fue su final, sino una anunciada y gloriosa vuelta a su vida masónica a partir de las cenizas. Mientras otros podrían formar espurias órdenes efímeras en busca de verdades parciales, nosotros, masones, nos mantenemos fieles a lo espiritual sin ataduras mundanas. Utilizamos herramientas mecánicas para el viaje terrenal –como el automóvil que nos lleva a la logia o el uso de la internet para trasmitir mensajes fraternales–, pero en lo espiritual, rechazamos muletas que mutilen el crecimiento. Como máximo responsable, elijo esta refundación no por persuasión externa, sino por la luz interior que guía a todo masón verdadero. No buscamos a masones ciegos por el dogma para refundar esta logia, sino a hermanos libres; no masones atrapados por el mundo profano, sino a verdaderos masones en la búsqueda de La Gran Verdad Universal. El único anhelo de esta Logia es liberar a los seres humanos de sus jaulas ideológicas: miedos religiosos, temores al castigo en el infierno , pánicos a ver la realidad. En palabras de Rubén Darío, "El verdadero artista es un rebelde que desafía las convenciones y crea su propia realidad", un eco perfecto de la rebeldía masónica contra las tinieblas de la ignorancia. Imaginad, hermanos, la grandeza de nuestra orden: como un templo eterno erigido sobre pilares de libertad, igualdad y fraternidad, donde cada ritual evoca la alquimia del espíritu, transmutando el plomo de la duda en el oro de la iluminación. Dumas nos inspira al decir: "La vida es una tormenta, mi joven amigo. Te deleitarás en el sol un momento, te estrellarás contra las rocas al siguiente. Lo que te hace un masón verdadero es lo que haces cuando llega esa tormenta", recordándonos que en la Masonería encontramos la brújula para navegar esas tormentas, fortalecidos por la cadena de unión que nos hace invencibles. Durante años nos hemos preparado para este renacimiento, no para aguardar a un instructor mundano, sino para encarnar nosotros mismos La Gran Verdad Universal. ¿Qué importan las insignias superficiales o las distinciones triviales? Lo esencial es cómo esta hermandad masónica nos hace más libres, más audaces, un peligro para las sociedades basadas en lo falso, un baluarte contra las sombras. Porque el Masón es libre, incondicionado, anhelando que todos los que buscan comprendan esta Verdad eterna. No para seguir ciegamente la idea masónica, sino para liberarse de miedos y erigir su propio templo interior. Como un artista que pinta por deleite en su expresión, así actúa el Masón , guiado por la luz masónica. Dumas lo captura magistralmente: "Nunca temas las disputas, sino busca aventuras peligrosas", invitándonos a la aventura suprema de la iniciación. Han escuchado mis palabras durante años; ahora, sean críticos, razonen, y verán cómo la Masonería disuelve barreras, no para dividir, sino para unir en armonía entre razón y amor fraternal. En esta refundación, descartamos complicaciones triviales: prejuicios, autoridades efímeras y rígidas, cultos obsoletos. En su lugar, abrazamos la incorruptibilidad del ser, eterna como el Gran Arquitecto del Universo. Rubén Darío nos eleva con: "La poesía existirá mientras haya un problema de vida y muerte", paralelizando nuestra labor masónica con la poesía eterna de la Verdad. ¿Por qué una organización? No para los débiles, sino para que los fuertes caminen juntos, como una llama inextinguible, forjando amistad verdadera y cooperación sin autoridad impuesta. Hermanos, esta decisión, meditada con calma durante años, no es impulsiva. Mi interés es hacer que los masones del mundo sean absolutamente libres, custodios de La Gran Verdad Universal. Nadie posee la llave del Reino de la Felicidad salvo vuestro propio ser purificado. En la Logia de la Estrella Flamígera, refundada en gloria, hallamos no jaulas, sino alas para volar hacia la eternidad. Que esta narrativa masónica, tejida con hilos de luz y fraternidad, os atrape como un ritual sagrado, guiándonos del velo de la ilusión al corazón luminoso de la Verdad. ¡Adelante, hermanos, en la gran obra! Y de esta manera con el esfuerzo unificado de todos los masones que conformarán esta Logia , no veremos a la Verdad enterrarse bajo capas de estiércol, sino que colocaremos a la verdad en la parte superior del faro , para que sirva de luz que ilumine y guíe a los masones que se inicien en esta augusta logia. Alcoseri