El ojete

[Navarrete]

Esta tarde he visto en la televisión algo que me ha hecho reflexionar.
Las imágenes eran del túnel de vestuarios del estadio de Los
Pajaritos, en Soria. En ellas aparecían los jugadores del Madrid
dándose besos y animándose de cara al difícil partido que debían
afrontar aquella fría noche de sábado. Robben besaba a sus compañeros.
Sergio Ramos, también. Pero lo que me ha dado que pensar han sido las
palabras que pronunció el argentino Gabriel Heinze. El gringo, como lo
apodan en su tierra natal, arengó a sus compañeros con varias frases
y, metido él en su papel de motivador, espetó algo que resonó en mis
oidos y que a estas horas creo que es lo que mejor define el espíritu
colectivo de un equipo: ¡Vamos chavales! A partirse el ojete por el de
al lado!

Contundente pero reveladora. Es verdad. En los mejores equipos los
jugadores, básicamente, se parten el ojete por sus compañeros y, la
verdad, hacía tiempo que no caía en la cuenta de ello.

Nuestro deporte requiere de instinto competitivo. Nos enfrentamos a
rivales que quieren lo mismo que nosotros: ganar. Pero todo esto no
nos puede hacer olvidar que para poder competir al cien por cien antes
hay que ser capaz de cooperar y la mejor frase que se me ocurre para
resumir la esencia de la colaboración es la de partirse el ojete por
el compañero. Sí señor. Me prometo a mí mismo salir al campo el
próximo día a partirme el ojete por mis compañeros. No pensaré en los
goles, ni en el tío al que cubro. Sólo pensaré en hacer coberturas
para que no se regateen a mi colega, pensaré en ofrecerme siempre para
que el que tiene la bola pueda pasarla y pensaré en desmarcarme
continuamente para llevarme a los defensas rivales. Lo prometo. A ver
que tal.