Hola Leo!
Disculpa que te conteste así a bocajarro sin conocernos (creo) pero al leer tu mail he sentido el impulso de hacerlo, porque lo que planteas es muy importante... Tanto, que creo que es muy importante que nadie de "baje del carro" por las razones que expones.
Creo que justamente lo que estamos poniendo en juego un poco entre todos, a base de equivocarnos mucho y rectificar más, es ensayar otro modo de hacer y relacionarnos políticamente. Para no hablar por nadie voy a hablar en primera persona... (intento no enrollarme.)
Hasta ahora teníamos dos espacios muy distanciados y diferenciados con dos prácticas muy distintas: una asamblea, horizontal, plural, etc. y unos mecanismos de representación jerárquicos y organizados institucionalmente. Pero la cuestión es que ni uno ni otro, en la práctica funcionaban según lo que les hacía singulares y antagónicos.
Al final, la asamblea no es nunca del todo un espacio horizontal y el mecanismo de representación resulta no representar a nadie porque no hay ningún vínculo ni espacio de encuentro entre representantes y representados. Como si de ciencia infusa o alguna extraña mística se tratase los representantes parecían conocer a la perfección lo que pensaban los representados porque jamás uno de ellos se acercó a preguntar: "hay que tomar esta decisión, ¿qué posición tomamos al respecto?".
Quizás de lo que se trata es de dejar de pensar en polaridades: horizontalidad buena, representación mala. O al revés, representación buena, horizontalidad mala. Quizás de lo que se trata es de ensayar cómo hacer de otro modo huyendo de maniqueísmos de cualquier clase.
Así que, respecto a lo que dices, no necesariamente las cosas deben funcionar así. Por ejemplo, si en una asamblea, ante un problema vemos que hay tres o cuatro sensibilidades distintas entre nosotros, puede llevarse directamente eso al órgano correspondiente e instar a la universidad a que atienda a esas distintas perspectivas del colectivo de estudiantes. Si en un momento se ve que es necesario tomar una decisión se puede decidir qué criterios usar en ese caso para hacerlo (que puede ser un día por mayoría simple, otro por 4/5, otro por delegar la decisión a un grupo que trabaje sobre ello si por alguna razón en ese caso se viese como lo mejor) . Es decir, no es necesario que unos mecanismos nos sirvan siempre y para todo. Podemos poner en una misma caja las prácticas que conocemos e ir usando la que más se adecúe, sin pensar demasiado si esa práctica tiene dueño y de qué color viste. Hay veces que delegar en un pequeño equipo agiliza mucho todo, hay veces que es preferible no delegar porque es necesario que todo el mundo tome parte en una decisión. Lo importante, creo, es que todo lo que hagamos esté vinculado a pensar desde un común, un común que no es idéntico ni homogéneo, pero es un común.
Leo, creo que si estamos intentando esto es porque algunos pensamos que a base de mayorías y representaciones estamos como estamos. Así que es muy importante que no nos homogeneicemos, que no se pierdan las voces críticas, porque de lo que se trata es de huir de eso que "ya sabemos cómo se hace" porque eso a lo que supuestamente sabíamos es lo que no nos sirve. Así que no está de un lado lo horizontal y de otro lado la jerarquía y el poder, no está de un lado la representación y del otro la diferencia, no está de un lado la mayoría y del otro las minorías. Creo que hay que intentar pensar de otro modo todo eso, ensayar formas nuevas de nombrar las cosas... Porque ya sabemos que el desacuerdo, la discusión, la diferencia de perspectivas es lo que producen los encuentros. Cuando todos pensamos lo mismo no ha trinfado la política, ha muerto... y tenemos como un veneno que nos dice que hay que buscar el consenso, el acuerdo, la coherencia.... Igual hay que empezar a hacer las cosas desde el desacuerdo, el debate y seguir adelante, sabiendo que ninguna decisión va a ser la definitiva. Pero sobre todo, de lo que se trata es de tener claro que hay que inventar cosas. En tu reflexión se ve muy claramente cómo la cuestión de la mayoría y la representación lleva a un problema. Bien ¡pensemos cómo solucionar eso pero sabiendo que está por pensar!
Así que Leo, es muy importante que pongamos encima de la mesa las prácticas que no vamos claras, porque será de eso de lo que nos nutriremos, un poco a tientas, un poco a ciegas... más que sabiendo a dónde vamos, sabiendo de dónde huimos.
En fin, he faltado a mi promesa y me he enrollado mucho. Pero es que a mi me parece muy importante lo que estamos haciendo entre todos. Buscar ese hueco que rompe esas polaridades antagónicas, generar un poco de aire fresco en esos modos de política que nos asfixiaban... O al menos, así es como lo vivo yo.
Un abrazo!
Ester