¿Qué hacer cuando sientes que ya no das más y que tu vida es un seco y árido desierto en el que no tienes ni ánimo ni esperanzas?
Gonzalo Gallo González.
Oasis
El desierto más grande del mundo es el Sahara que tiene más de nueve millones de extensión: 9 065 000 km2.
¿Qué
hacer cuando sientes que ya no das más y que tu vida es un seco y árido
desierto en el que no tienes ni ánimo ni esperanzas?
Ante todo no batallar con la realidad, aceptar ese drama pasajero y confiar que en algún momento llegarás a un fresco oasis.
Aunque estés desolado y abatido, la fe siempre es una fuerza poderosa, y Dios está contigo y te colma de paz y de amor.
Imita
a Jesús en el tormento de la cruz, no te hundas en el desespero y di
una y otra vez: Dios mío, en ti confío; te amo y me amas; esto pasará.
Cálmate, búscalo en tu interior, ora y cree que ninguna pena es eterna y que después de la tormenta llega la calma.
No
es fácil recuperar el ánimo, pero lo logras si apelas a lo mejor de ti y
te apoyas en el amor de Dios y de tus seres queridos.
Es bien
importante que enfoques tu mente en el instante y no permitas que ella
te lleve a un futuro sombrío o gris con el engaño de los miedos.