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Red GeoEcon
EUROPA: UNA UNIÓN SIN LEY
Alex Krainer
15 de diciembre 2025.
Apostaron todo por el Proyecto Ucrania y perdieron. Los activos rusos podrían ser el último vestigio de garantía con el que podrían mantener el esquema Ponzi durante un tiempo más.
El viernes 12 de diciembre, la UE cruzó el Rubicón legal para congelar indefinidamente los 246 000 millones de dólares en activos rusos que se encuentran en Europa. Bajo el sistema anterior, los activos se congelaban temporalmente y la congelación debía renovarse cada seis meses, siempre que todos los Estados miembros de la UE votaran por unanimidad.
Hasta ahora, todos los Estados miembros de la UE podían acordar una congelación de seis meses, luego otros seis, y otros seis… Pero ahora, con Ucrania agotando rápidamente sus fondos, con el grave peligro de que la paz pueda detener el tren del dinero fácil y provocar la caída del Gobierno de Kiev, los eurócratas están en pánico.
La suma sacerdotisa de «nuestros valores» decidió llevar al bloque a cruzar el Rubicón legal y confiscar dichos activos de forma permanente.
La medida se enfrentó a obstáculos por parte de Bélgica y a cierta oposición por parte de Hungría y del nuevo Gobierno de la República Checa. Sin unanimidad, los activos de Rusia podrían descongelarse, dejando a la UE en jaque mate y retirando el soporte vital al Gobierno de Zelensky.
Para sortear este problema, el Consejo de Europa recurrió al artículo 122 del tratado de la UE, que les permite invocar poderes de emergencia y adoptar medidas económicas excepcionales en situaciones de crisis, sin necesidad de un acuerdo unánime.
Pero la medida está llena de riesgos y es seguro que desencadenará una avalancha de consecuencias y resultados no deseados. El mero hecho de recurrir al artículo 122 es dudoso y muy controvertido.
El artículo estaba destinado a emergencias excepcionales, como catástrofes naturales o crisis repentinas de suministro. Utilizarlo para eludir la oposición de los Estados miembros a la incautación de los activos rusos equivale a anular el marco jurídico de la Unión para facilitar un acto de piratería. Si esto se aprueba, cualquier cosa puede aprobarse y el Estado de derecho pierde todo su significado a nivel de la UE.
La UE es una asociación de naciones soberanas e independientes. Se asociaron a la Unión sobre la base del tratado de la UE. Si un pequeño grupo de burócratas no elegidos puede anular los artículos del tratado o interpretarlos a su discreción en función de sus objetivos políticos, entonces todo el fundamento jurídico de esa Unión se derrumba y pierde toda legitimidad, tanto a los ojos de sus naciones miembros como a los ojos del mundo.
La acción de la UE también pone al bloque en curso de colisión con la Administración Trump y sus esfuerzos por negociar un plan de paz para Ucrania. Concretamente, el punto 14 del plan de paz de 28 puntos de Trump preveía el desbloqueo de los activos rusos y su transferencia fuera de la supervisión europea.
El plan de Trump era asignar 100 000 millones de dólares de esos fondos para utilizarlos como capital controlado por Estados Unidos e invertirlos en Ucrania para su reconstrucción. La medida de la UE sabotea el plan de Trump y, con él, cualquier posibilidad de paz a corto plazo. En la práctica, la acción de la UE garantiza la continuación de la guerra en Ucrania.
Desesperación y pánico
¿Por qué los eurócratas arriesgarían de forma tan imprudente la legitimidad y la viabilidad de su propio bloque, básicamente para prolongar la vida de un gobierno de un Estado no miembro? Ese Estado resulta ser un pozo sin fondo notorio y una de las naciones más corruptas del mundo.
El mandato de su presidente expiró hace más de 18 meses y ahora se enfrenta a una agresiva investigación por corrupción que parece asombrosa en sus proporciones. Para colmo, Ucrania también se enfrenta a una derrota inminente en la guerra con Rusia. Es surrealista que los líderes de la UE se arriesguen ahora a derrumbar su propia casa por una causa perdida.
Todo esto huele a desesperación absoluta, derivada de una fijación obsesiva y sin sentido con el Proyecto Ucrania, que en última instancia va en detrimento de los Estados miembros de la UE y sus poblaciones.
A medida que se desmorona su fachada de legitimidad, se han desencadenado acalorados debates sobre la asociación con la UE en la mayoría de los países miembros, lo que ha proporcionado munición a las facciones políticas que desean reafirmar su soberanía y aflojar sus lazos con la Unión, o incluso salir de ella por completo.
Es difícil ver cómo se podría revertir esta tendencia, sobre todo teniendo en cuenta la hostilidad casi abierta de la Administración Trump. Como hemos visto en la recientemente presentada Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSS25), Estados Unidos ha tratado a la UE con duras críticas:
La Administración Trump se encuentra en desacuerdo con los funcionarios europeos que tienen expectativas poco realistas sobre la guerra, apoyados en gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean los principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición. Una gran mayoría europea quiere la paz, pero ese deseo no se traduce en políticas, en gran medida debido a la subversión de los procesos democráticos por parte de esos gobiernos.
La NSS25 también expresa el apoyo explícito de la Administración Trump a los movimientos soberanistas en los distintos países europeos:
La diplomacia estadounidense debe seguir defendiendo la democracia genuina, la libertad de expresión y la celebración sin complejos del carácter y la historia individuales de las naciones europeas.
Estados Unidos anima a sus aliados políticos en Europa a promover este renacimiento del espíritu, y la creciente influencia de los partidos patrióticos europeos es, sin duda, motivo de gran optimismo. Nuestro objetivo debe ser ayudar a Europa a corregir su trayectoria actual. … Queremos trabajar con países afines que deseen restaurar su antigua grandeza.
¿Quién lleva realmente las riendas?
El rumbo de la UE parece estar definido por un puñado de burócratas no elegidos que rodean a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a quienes se ha advertido en términos muy contundentes que no sigan adelante con su actual línea de actuación.
Las advertencias proceden de la Administración estadounidense, pero también del Banco Central Europeo, de Euroclear, donde se encuentran la mayoría de los activos, y de varios gobiernos europeos. El hecho de que sigan adelante a pesar de todas estas advertencias plantea la pregunta: ¿quién está realmente impulsando la agenda y con qué fines?
Solo podemos especular sobre quién podría ser, pero podemos estar más seguros de quién no es: la mayoría de los electores de la Unión Europea. Sospecho que los hilos de los títeres conducen en última instancia a las oligarquías de prestamistas de Londres, París, Fráncfort y Estocolmo, junto con sus compañeros de Wall Street.
Tras el velo de las instituciones políticas de la UE, el escándalo que se está gestando con los activos congelados de Rusia es el resultado del propio temor de los oligarcas a que su esquema Ponzi pueda desmoronarse pronto.
Apostaron todo por el Proyecto Ucrania y perdieron. Los activos rusos podrían ser el último vestigio de garantía con el que podrían mantener el esquema Ponzi durante un tiempo más.
Sin ellos, es posible que tengan que orquestar nuevos confinamientos, o la Tercera Guerra Mundial, si pueden organizar un evento de bandera falsa lo suficientemente convincente como para galvanizar el espíritu de lucha de la gente.
Traducción nuestra
*Alex Krainer Fundador, KRAINER ANALYTICS, I-System Trend Following Autor de: «Alex Krainer’s Trend Following Bible», «Mastering Uncertainty» y «Grand Deception» (prohibido).
Fuente original: I-System TrendCompass
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