Repensar el Día Mundial del Trabajo Social
Marcos Chinchilla Montes*
Hoy se celebra el Día Mundial del Trabajo Social. La Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social lo hace con el tema "Fortalecimiento de la solidaridad intergeneracional para el bienestar duradero", argumentando que:
"…al reconocer la interdependencia crucial de los pueblos y amplía estos conocimientos centrándose en el cuidado intergeneracional. El tema destaca que el cuidado es responsabilidad de todos y no solo del ámbito del "trabajo de las mujeres", como promueven algunas sociedades.
La solidaridad intergeneracional también se refiere a los desafíos económicos y ambientales que enfrentamos, ya que cada generación necesita actuar en relación con los entornos en los que vivimos para que las generaciones futuras puedan heredar entornos económicos y ecológicos saludables y sostenibles."
Desde que tuve conocimiento del tema el año pasado, debo reconocer que me generó algunas discrepancias; de manera sintética:
- La distancia entre el citado lema y las discusiones que hemos desarrollado en América Latina desde el Trabajo Social, mismas que se caracterizan por la problematización que a lo largo de décadas hemos realizando, especialmente con el Movimiento de la Reconceptualización y la teoría crítica en sus diferentes vertientes. Distante de las condiciones políticas que experimentamos como Abya Yala. Incluso, algo extemporáneo si se quiere de las discusiones que el feminismo latinoamericano ha desarrollado en materia de cuido y solidaridad.
- ¿Tendrá la solidaridad intergeneracional la capacidad de generar un bienestar duradero, particularmente cuando hay prácticas capitalistas que tienden a mercantilizar absolutamente todas las dimensiones del ser humano y de la sociedad? Esa ha sido una de las claves fundamentales del neoliberalismo desde los años 70, arrasar con los derechos sociales (salud, vivienda, educación, cultura, jubilaciones, etc.), y convertirlos en una mera mercancía a la cual miles de millones no pueden acceder.
- En América Latina, como parte de la estrategia de desarrollo capitalista, tenemos décadas de retroceso en materia de políticas sociales, décadas en que el Estado ha sido reducido y la inversión pública en materia social se ha constreñido afectando a millones de personas. Ante tal retroceso societal, la solidaridad intergeneracional genera la falsa idea de que ésta tiene la capacidad de enfrentar con éxito esa reducción de inversión en lo social, omitiendo las contradicciones propias de la cuestión social y del modo de producción.
- Ni por asomo, el lema hace alusión a la compleja situación planeta en la que vivimos: el peligroso aumento del fascismo, la crisis ambiental que se agudiza, el genocidio contra Gaza, el enfrentamiento hegemónico entre potencias que agudiza el riesgo de un conflicto militar planetario, el retorno a la Doctrina Monroe. La solidaridad intergeneracional omite de manera cómplice la extensión de la crisis civilizatoria.
Si bien valoro que la solidaridad es fundamental para el ser humano y para el avance societal, esta no puede estar desprovista de colectividad, lucha social y transformaciones estructurales. La solidaridad aislada, sin memoria, sin emancipación y sin proyecto ético político, está condenada al fracaso; a lo sumo teje puentes, brinda satisfacciones y ayuda a resolver el día a día.
* Representante por la Región México, Centroamérica y el Caribe de ALAEITS. -- =====================================Lic. Marcos Chinchilla Montesmarcos.c...@ucr.ac.crUniversidad de Costa RicaCel +506-88301091
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