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Jeorgina Beltràn

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Feb 9, 2009, 2:25:14 PM2/9/09
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Rev. David Wilkerson habla sobre la apostasía

Por David Wilkerson
7 de mayo de 1986
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Antes de que el anticristo sea revelado, habrá un misterio de impiedad funcionando. El que va a venir aparecerá después de una furiosa actividad de apostasía. Satanás y todos los poderes de las tinieblas estarán preparando el escenario – destruyendo la fe de muchos. Debido al desenfreno en el pecado, el amor de mucha gente de Dios se enfriará. Habrá creyentes náufragos por todos lados.
¡La mayor preocupación de Dios no es donde están cayendo los cristianos, sino de donde están cayendo! Hay multitud de cristianos, incluyendo pastores, diáconos y ministros de todas clases, ¡qué están perdiendo la fe y la confianza en el poder del nombre de Jesús! Están cayendo de esa fe como de niño, que cree que la solución a todos los problemas es sólo él. Se están volviendo a métodos psicológicos, experiencias humanas, y a filosofías y doctrinas de hombres.

Todos los profetas previeron esta gran apostasía. A Isaías Dios le dio un mensaje que se refiere especialmente a nuestros días. Habla de los últimos tiempos cuando el pueblo se "volvería a Egipto," para que les ayudara y rechazarían a Dios como su única fuente de provisión.
Dios se aseguro que no hubiera equivocación hacia quien iba dirigida esta profecía. Él le dijo a Isaías: "Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos… para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre" (Is. 30:8). La traducción literal es: "Para que sea para las generaciones futuras para los últimos días." El capítulo treinta de Isaías es el mensaje para la iglesia de los últimos tiempos. ¡Cuán exacto y cierto!

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¡El mensaje comienza con una
revelación del dolor de Dios
a causa de la apostasía!

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"¡Ay de los hijos rebeldes que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo y no de mí; para cobijarse con cubierta y no de mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto" (Is. 30:1-2).
¿Por qué les llama Dios hijos rebeldes? ¡Porque han cometido lo ultimo en pecado más grande, causándole a Dios la mayor pena! Aquí se introdujo un pecado peor que el adulterio, la fornicación, el robo, la mentira u odiar al hermano. ¡Es el ultimo pecado de rebelión y apostasía! Dios le llama pecado compuesto – de añadir pecado a pecado.

Es una bofetada en el rostro de Dios – es la consumación del pecado más declarado que pueda cometer un hijo de Dios. ¡Es avanzar hacia Egipto antes que consultar al Señor! Esto se les decía a los líderes de Israel en el reinado de Ezequías – pero también es para la iglesia de estos últimos días.

El abuso de drogas, el alcoholismo, el adulterio, el juego, la homosexualidad, la fornicación, la pornografía – todos estos malos actos son pecados contra la carne, contra la sociedad y contra las leyes y mandamientos de Dios. Pero este pecado es contra el Señor mismo ¡es una indignidad personal contra de un Dios santo!

Tenga en mente – este es nuestro Señor apenado que esta hablando:

"¡Ahora haces tus planes sin consultarme a mí!"
"¡Ahora estas con aquellos quienes confían en el brazo de la carne, y no en el Espíritu!"
"Estas volviendo a la misma cosa de donde te libre – volviste a buscar ayuda de lo que una vez te causo tanto dolor y esclavitud."
"¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos, y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!" (Is. 31:1).
¡Recuerda que todo esto tiene que ver como nos libramos del enemigo! ¡Tiene que ver con liberación! ¿Cómo liberamos al pueblo de Dios de enemigos enfurecidos? Los asirios están a la puerta, amenazando destrucción. Los asirios representan a un enemigo exitoso. ¡Esto representa la impetuosa manera de maldad que parece tener tanto éxito hoy! ¿Cómo van los líderes de Dios – sus pastores – sus ancianos a enfrentar a este formidable enemigo que está a la puerta? El enemigo ha barrido con todo lo que se ha encontrado delante de él y parece imparable.

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¡Israel se asustó!
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¡En vez de voltear al Señor con confianza, pusieron sus ojos en el enemigo! Se volvieron al brazo de la carne. Ellos enviaron embajadores a Egipto, a los lideres y generales de gobierno en Zoar y Hanes. Ellos tomaron el asunto en sus manos.

Isaías nos hace una vívida descripción del vacío y de la angustia delante de ellos. Al ir a Egipto iban camino a: "…por tierra de tribulación y angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela" (Is. 30:6). Ellos no encontraron nada más que vacío y vanidad. "Por tanto la llamó Rahab quien ha sido exterminada" (Is. 30:7).
Aquí Rahab en hebreo quiere decir: "He llamado a Egipto, bocón, que se sienta tranquilo." Otros lo interpretan como "Gente fanfarrona que es holgazana" (Keil, Delitzsch).
La escena es terrible: aquí tenemos al pueblo de Dios, ¡regresando por el mismo desierto del que habían sido libertados, volviendo por ayuda a un sistema del mundo, presumido y fanfarrón que no se podía mover! Estaban dispuestos a soportar una vez más el vacío, el dolor y la angustia – en un desierto, buscando que el mundo los ayudara.

Miren a la iglesia de hoy, miren a sus ejércitos de expertos entrenados, mire a sus pastores y trabajadores. ¿Hacia dónde se dirigen la mayoría de ellos? ¡De regreso al desierto, de regreso a Egipto, el bocón! Se están desviando del Hombre de Galilea, del oprobio de la cruz, del poder de la oración, de la fe y de la palabra de Dios. "Porque este es pueblo rebelde… que no quisieron oír la voz de Jehová" (Is. 30:9).

¡Moisés profetizó que esto mismo ocurriría en los últimos días! Él predijo acerca de la gran apostasía del pueblo de Dios. "Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti. "Porque yo conozco tu rebelión y tu dura cerviz; he aquí que aún viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto? "Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos" (Deut. 31:26, 27, 29)
Él advirtió: "Ustedes se apartaran – el mal caerá sobre ustedes en los últimos días. Moisés profetizó: "Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán y engordarán y se volverán a dioses ajenos y les servirán y me enojarán e invalidarán mi pacto" (Deut. 31:20).

Vamos a unirlo y llegar al punto que están haciendo los profetas. ¿Qué significa desdeñar al Señor – y regresar a Egipto? ¿Qué interpretación tiene esto en estos últimos días? Dios está diciendo: "Cuándo primero te llame – cuando te toqué y te libré de tus enemigos, ¡solo me querías a mí! ¡Orabas por todo! Tenias fe y confianza de niño en mi, que yo te guiara e hiciera provisión milagrosa para todas tus necesidades. Yo era tu gozo – solo yo era tu satisfacción. ¡No te habías consumido, tenías un corazón anhelante por mí!

"Ahora tienes todos tus expertos, tus libros de "como hacer." Tienes métodos modernos, no me necesitas para que te provea ahora. Tienes expertos que te digan como recaudar dinero, como escribir cartas, como hacer apelaciones. Tienes seminarios, sesiones de entrenamiento, más expertos y más consejo, mucho de los cuales incorporan las enseñanzas de este mundo. Estás aprendiendo como hacer las cosas mejor, ¡pero a mí me conoces menos! Ya no soy el centro de todo, haces las cosas en mi nombre y estás muy ocupado, muy comprometido y trabajas mucho – pero te deja cansado, consumido y vacío, porque estás en el camino a Egipto. Estás encauzado en la dirección equivocada."

Nuestras iglesias ya no tienen el poder de Dios para atraer a la gente. Ahora bajan a Egipto, toman prestada su música, sus danzas y su entretenimiento, ¡esperando atraer una multitud! ¡No hay pasión por las almas – solo el gentío! ¡Qué la iglesia crezca a cualquier precio! Fíjense en la mayoría de los boletines de las iglesias, parecen más bien un calendario teatral. ¡La iglesia quiere montar los rápidos caballos de Egipto! Es un hedor en la nariz de Dios.
¡Aun los ministerios de ayuda a la iglesia están cayendo en apostasía! Los trabajadores están estacionados enfrente del ídolo de la televisión. Muchos están leyendo libros de sicología. Aunque algunos tienen pasión por las almas, ¡aun esto se convierte en algo mundano y energía humana.
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¡Un rechazo seguirá al mensaje de
santidad, juicio y arrepentimiento!
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"Que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras" (Is. 30:10).

La iglesia apóstata no quiere saber nada de las visiones y las profecías de hombres justos. Ellos no quieren un mensaje que moleste o perturbe su mundo de éxito. Rechazan cualquier clase de corrección. Bajo la bandera del amor todo se disculpa.

¡Van detrás del entretenimiento! Van por millares a conciertos, obras teatrales y reuniones sociales; ellos ridiculizan a los profetas. Se burlan de los que llaman: "¡predicadores del día del juicio!" Viven ilusiones. Ellos no quieren a un predicador o un evangelista que les hable la verdad cruda – o que saque la espada del Señor. Ellos dicen: "¡Predícanos cosas suaves! ¡Bendícenos! ¡Haznos sentir bien!"

Rechazan especialmente el mensaje de santidad y separación Ellos dicen: "Dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel" (Is. 30:11).

Nunca pensé que vería el día en que pastores de la Asamblea de Dios me escribirían cartas, reprochándome y diciéndome que estoy trayendo confusión y tristeza al cuerpo de Cristo. ¿Por qué? ¿Por predicar santidad, juicio y arrepentimiento?

Jeremías fue enviado a profetizar en contra de judíos apóstatas, el mismo pueblo del Señor. Dios le advirtió: "Pelearán contra ti… me dejaron a mi fuente de agua viva, y cavaron para sí, cisternas… el temor de mí no está en (ellos)" (Jer. 1:19; 2:13, 19).

¿Por qué la gente acoge el mensaje de prosperidad y rechaza la corrección y los llamados al arrepentimiento, y a la santidad? Es por sus estilos de vida. Las predicaciones de prosperidad embonan muy bien en sus estilos de vida exitosos. Se amontonan donde aquellos maestros, porque quieren sentirse cómodos en su mundo de materialismo. No están dispuestos a dejar nada o a sacrificarse u oír de cruces y pérdidas. Ellos están por: comprar, adquirir, disfrutar y subir. Se rehúsan a poner atención a las advertencias proféticas de que la fiesta ya se va a acabar.
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Una iglesia apostata simplemente
soporta la voz profética.
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Lo menosprecian con una sonrisa condescendiente. Y eso es peor que un rechazo directo. "Y vienen a ti como viene el pueblo, y están delante de ti como pueblo mío. Oyen tus palabras, pero no las ponen por obra, antes hacen halagos con sus bocas y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. Y tú eres para ellos como un cantor de amores, de hermosa voz y que canta bien. Ellos oyen tus palabras, pero no las ponen por obra." (Eze. 33:31-32).
Para muchos cristianos, aún para aquellos que sinceramente se llamaban a ellos mismos "su pueblo", el llamarlos a que quiten de sus casas el ídolo de la televisión, que apaguen el "rock and roll" y la música del diablo, que tomen en serio un sometimiento total, es solo un mensaje nuevo. Les afecta por el lado del entretenimiento – les encanta escucharlo – decir "Amen", pero no les afecta. Siguen las lujurias de sus corazones. Ves, ellos están liberados, no Están bajo la ley o el legalismo y rehúsan permitirle al Espíritu Santo que escudriñe su hombre interior acerca de la corrupción que se esta infiltrando en sus vidas y hogares.
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¡Según la profecía de Isaías, la iglesia
apostata de los últimos días rechazara
completamente el llamado al arrepentimiento!
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Porque así dijo Jehová, el Señor, el Santo de Israel: En la conversión y en el reposo seréis salvos; en la quietud y en confianza estará vuestra fortaleza. Pero no quisisteis, … sino que dijisteis: No,…" (Is. 30:15, 16).
El mensaje de Dios a la iglesia ahora es este: "Tu ultima esperanza, la única fuerza que te queda, es volver a mi con todo tu corazón; arrepiéntete – ¡confía en mi solamente! ¡Vuélvete de Egipto, del mundo!
¡Dile esto a los ministerios multimillonarios de televisión! ¡Dile esto a los pastores ocupados de prosperidad! ¡Dile esto al gentío loco por dinero! ¡Dile que su única salvación ahora esta en el arrepentimiento y santidad! Ellos ni siquiera tienen el tiempo para considerar el asunto, mucho menos contestar a el. Isaías dice que ellos rechazaran el mensaje de arrepentimiento; rechazaran el pensamiento de quietud, reposo y confianza sencilla – ellos están demasiado ocupados corriendo sobre sus caballos ágiles, huyendo – detrás de sus propios sueños.
Isaías predice un derrumbe repentino de aquellos individuos y ministerios quienes rechazan el mensaje de arrepentimiento. "Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra y confiasteis en la violencia y en la iniquidad, y en ellas os habéis apoyado, por eso, este pecado os será como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene de pronto, repentinamente. Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; …" (Is. 30:12-14).

¡Viene un quebrantamiento repentino, destructor – un derrumbe de ministerios, iglesias, estilos de vida – de aquellos que están cómodos en Sión! ¡He visto lo que Isaías vio! Viene, muy pronto, una calamidad económica, tan repentina, tan inesperada – ¡el flujo de dinero se detendrá! Los ministerios de televisión caerán en bancarrota uno detrás de otro. Muchas iglesias las cuales están cargadas de deudas caerán en bancarrota.

Aquellos que predican prosperidad exclusivamente serán los predicadores mas odiados en la tierra. Ya estamos recibiendo cartas de aquellos que estuvieron en ese campamento, pero ahora en profundos problemas financieros – y los heridos se están volviendo contra sus maestros, gritando, "¡Tu me engañaste! ¿Por que no funciona tu palabrería ahora?" ¡Los maestros mismos estarán en terror, contemplando el derrumbe – de la noche a la mañana!

¡Créeme, todo se quebrara! ¿Esta mintiendo Isaías? Escúchalo: "Porque rechazaste esta palabra de santidad, arrepentimiento y avisos proféticas, tus muros altas desarrollaran un bulto; caerá de repente – ¡todo estará hecho y terminado en un momento!"

¿Quién puede creerlo? ¡Hoy, millones de dólares están fluyendo libremente! Ellos construyen; ellos compran; ellos venden; ¡siguen en sus sueños como que nunca terminara! ¡Pero el día esta por delante – en corto tiempo, viene un terrible derrumbe! ¡Tan despiadado! ¡Tan quebrantador! ¡Tan repentino! ¿Quién iba a creer que el temeroso derrumbe del mercado de petróleo? ¿Quién iba a creer que nuestra nave espacial "Shuttle" iba a explotar?
¡Miles de pastores apóstatas y sus ovejas indefensas temblaran en vergüenza y terror! "Un millar huirá ante la amenaza de uno; ante la amenaza de cinco, huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como un mástil en la cumbre de un monte y como una bandera sobre una colina." (Is. 30:17).
Esto significa que el temor los abrumara. Ellos correrán de un lado a otro, sin lugar de escondite, sin descanso, sin confianza en quietud, sin fuerza interior – ¡aterrorizados! ¡Ellos se convertirán en una sombra de lo que una vez fueron!

¡El reino del yo, de orgullo, de ambición, se viene abajo! Las advertencias de Isaías no serán escuchadas - mis advertencias serán mofadas. ¡Pero ellos han sido avisados! Cuándo venga, y vendrá, ¿de qué servirá su mensaje entonces? ¿Quién escuchara? ¡Sus sueños e ilusiones serán arrastradas! ¡Sus escenarios de entretenimiento destruidos! Aun los impíos dirán, "¿Cómo puede ser? ¿Por que Dios le ha hecho esto?"

Estas advertencias no molestaran a aquellos cristianos quienes están encerrados con Dios. Las advertencias de Jesús fueron más fuertes que las advertencias que acaba de leer – pero para los confiados él dice, "No temas." Sigan leyendo santos – ¡hay un lado glorioso a todo esto!
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3. ¡De la iglesia apostata se levantara
un pueblo santo y arrepentido quienes
tendrán ansias tras el Señor!
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¡Cómo nuestro Señor anhela tener un pueblo aquí que sólo lo anhele a él! Él se lamenta por esta apostasía, pero su compasión va a levantar un pueblo que se vuelva a él, que se arrepienta – ¡quienes solo lo desean a él! "Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto será exaltado, teniendo de vosotros misericordia. ¡Porque Jehová es Dios justo! Bienaventurados todos los que confían en él" (Is. 30:18).

¡Aquí Isaías se está dirigiendo a un pueblo del futuro! Está hablando a un pueblo que iba a formar a la Sión espiritual – Jerusalén, que nunca se caerá o derrumbará. ¡Es un pueblo santo, cuya principal característica son sus corazones anhelantes tras Dios!

¿Cuál era la señal de la gente apóstata? Ellos no anhelan al Señor; sino que anhelaban tras Egipto, el mundo, la carne y lo mundano. ¡Esta es la triste carencia de la iglesia de hoy! Hay muy poco de este profundo deseo por Cristo. Muy poco de estar encerrado con él, deseándolo a él como la plenitud de vida. Tenemos una generación que trabaja por él, testificaremos, alimenta a los pobres, ayuda a los desamparados y ministra a las necesidades humanas. ¡Pero muy pocos que pasen sus días anhelándolo a él! Dios dijo: "Mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días" (Jer. 2:32).

Auque todo alrededor habrá un derrumbe y lloro – ¡este pueblo no llorara! ¡Dios va a escuchar su clamor y contestara su oración! "Ciertamente el pueblo morará en Sión, en Jerusalén; nunca mas llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá" (Is. 30:19).

¡Habrá privaciones! Habrá opresión de parte de Satanás, del mundo, de las circunstancias, pero Dios se manifestará en medio de su pueblo. La presencia del Señor será preciosa para ellos. "Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo tu Maestro nunca mas te será quitado, sino que tus ojos verán a tu Maestro" (Is. 30:20).
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Vendrá una palabra pura, clara y santa.
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Dios le va a dar revelación verdadera a este pueblo. ¡Ellos verán lo que otros no han visto! ¡Ellos serán guiados paso a paso por el Señor! Entonces no va a haber hambre de la Palabra de verdad, ni habrá necesidad de sermones en cintas, ni de lejanos seminarios. El Señor ya tiene en su lugar una fuerza de predicadores de santidad y arrepentimiento que están esperando la hora en que los cristianos estén listos para escuchar. Estos predicadores ya no van a ser censurados, ni excluidos, se van a parar en la brecha y van a proclamar la Palabra santa y pura del Señor ante una nación que tiembla. "Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino; andad por él, y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda" (Is. 30:21).

¡Este pueblo derribara todos sus ídolos! ¡Ansiaran tanto tras el Señor, todos los ídolos tienen que irse! "Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso. ¡Sal fuera!, les dirás" (Is. 30:22).
Ellos disfrutarán de su más grande ministerio cuando todo a su alrededor sea temor, fracaso y ruinas. "Y dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan abundante y sustancioso como fruto de la tierra. Tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en extensos pastizales." (Is. 30:23).
¡Alabado sea Dios! ¡Este remanente anhelante tendrá una cosecha gloriosa en el día de ruina y calamidad! ¡Ellos no van a estar huyendo o escondiéndose! Ellos oyeron el sonido de la trompeta y se prepararon. Se escondieron en Cristo y la hendidura de la roca.
En los últimos años, y ahora con más intensidad, ¡Dios ha estado y está preparando un pueblo que él va a llamar el día de la matanza! Ellos no van a ser sacudidos cuando todo sea sacudido por Dios. ¡Ellos tendrán esa quietud y fortaleza, van a tener su confianza en él!
¡Ellos no van a ser consumidos! ¡Ellos no se van a desanimar, ni estarán cabizbajos! ¡No habrá confusión en ellos! ¡Sabrán que Dios los ha preparado para esta hora! ¡Estarán bebiendo de los ríos de agua viva! "Y sobre todo monte alto y sobre todo collado elevado habrá ríos y corrientes de aguas en el día de la gran matanza, cuando caerán las torres" (Is 30:25).
¿Crees eso? En el día que Dios eche abajo todas las fortalezas en que confiaban los hombres y la iglesia apóstata, cuando comience la gran matanza de ministerios centrados en hombres, entonces, ¡su pueblo estará bebiendo de los manantiales de agua sobrenatural!
Pero lo mejor de todo es que estos santos heridos, pero confiados y anhelantes, entraran en la revelación más grande y brillante de Jesucristo que alguna vez fuera dada a la humanidad. "Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo y curare la llaga que él causó" (Is. 30:26).
Cada día que reste ates del regreso de Cristo – ¡este pueblo arrepentido, confiado y anhelante lo contemplara con siempre creciente luz! Este cuerpo disfrutara una revelación de Jesucristo siete veces más intensa que todas las revelaciones pasadas. Nos encontraremos con él, como su novia, vestida con su brillantez.
Si este mensaje te asusta o te molesta – ¡es mejor que escudriñes tu corazón! Este no es un mensaje de condena o de tristeza para los vencedores. Aquellos que confían completamente en el Señor se regocijarán – ¡porque el día de nuestra redención se acerca!
¡Yo soy uno de los predicadores más animados del mundo! Casi no puedo contener mi gozo – ¡porque Dios está a punto de echar abajo, sacudir y arrancar todo lo que es del mundo y de la carne!
¡Santos – regocíjense conmigo!
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Usado con permiso por World Challenge, P. O. Box 260, Lindale, TX 75771, USA
                   EL SISTEMA DE LA IGLESIA RAMERA

                                   "Salid de ella, Pueblo mío"

                                     Charles Elliott Newbold, Jr.

 

"Muestra a la casa de Israel esta casa y avergüéncense de sus pecados, y midan el diseño de ella" Ezequiel 43:10

La trompeta del Señor suena alarma al remanente santo de Dios, "salid  de ella pueblo mío, para que no seáis  partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas"  Apocalipsis 18:4

 
Contenidos

 

Capítulo1- Sión y Babilonia Comparados

Capítulo 2- Muestra La Casa a La Casa

Capítulo 3- Iglesia: La Cosa

Capítulo 4- Celos: Cometiendo fornicación

Capítulo 5- Nuestros Lugares Altos

Capítulo 6- La Babilonia Espiritual

Capítulo 7- Institucionalizados

Capítulo 8- EL Ministerio

Capítulo 9- Los Nicolaítas

Capítulo 10- Las Marcas de los Fariseos

Capítulo 11-Jezabel

Capítulo 12-Nabot

Capítulo 13-Brujería en la Vida Diaria

Capítulo 14-Brujería en la Iglesia

Capítulo 15. Legalismo

Capítulo 16- Los Demonios de la Brujería

Capítulo 17-Las Profundidades de Satanás

Capítulo 18-¿Quién Ascenderá?

 

Gracias a los muchos"hermanos" que trabajaron conmigo a través de las muchas correcciones de este libro, para asegurar, lo mejor que podamos, que lo que está escrito aquí, sea presentado claramente, y aún más importante, que sea espíritu y verdad. Aunque no vais a ser nombrados, quiero que sepáis cuánto os aprecio. Sabéis quienes sois. Gracias por vuestra contribución y ánimo.

Oro por todos lo que lean estos libros para que Dios les conceda un espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Él; que los ojos de vuestro entendimiento sean alumbrados, para que podáis conocer la esperanza de su llamamiento, las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, y cual la supereminente grandeza de Su poder para vosotros los que creéis.

 

Copyright © 1999 by Charles Elliott Newbold, Jr.-Todos los derechos reservados

Publicado por Ingathering Press

306 Cumberland Cove Road, Monterey, TN 38574

USA

Library of Congress Catalog Card Number:

99-96497-ISBN 0-9647766-3-4

 

Charles E. Newbold Jr. – El Sistema de la Iglesia Ramera

 

Capítulo 1-Sión y Babilonia Comparadas

 

Con frecuencia cantamos cánticos sobre Sión de las Escrituras. Yo era entonces un nuevo convertido, reuniéndome en una habitación con muchos creyentes sensibles al Espíritu. Esas canciones siempre tocaban una nota de alegría en mi corazón, pero no sabía por qué. "¿Sabes lo que es Sión?", Pregunté a una de las hermanas.

"Si", contestó ella humildemente.

"¿Querrías explicármelo?", Pregunté ansiosamente.

"Lo descubrirás en su momento"

"¿Eso es todo?", "Sabes la respuesta, ¿Pero tendré que esperar a descubrirlo por mí mismo?" No teniendo otra opción, esperé.

Algunos años mas tarde, llegué a comprender que Sión es un lugar simbólico en el espíritu en el que Jesús es lo único que hay. El solo tiene la preeminencia.

Algunos años mas tarde, llegué a comprender que Babilonia significaba algo también, que estaba en contraste con Sión. Simbólicamente, Babilonia es todo lo que la mente carnal (de la carne) maquina en la exaltación del Yo-la preeminencia del Yo sobre Dios. Es un lugar en nosotros donde pensamos que LO somos. Exaltamos nuestras imaginaciones y toda cosa altiva por encima del conocimiento de Dios. 2ª Cor, 10:5.

Tanto Sión como Babilonia fueron lugares históricos, y sin embargo, las escrituras también hablan de ellas como estados espirituales del ser. Hebreos 12:22 habla de Sión en este sentido figurativo: "Pero hemos venido al Monte Sión, y a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén Celestial, y a una compañía innumerable de ángeles, a la asamblea general y asamblea de los primogénitos, los que están escritos en los cielos, y a Dios, el juez de todos, y a los espíritus de los hombres justos hechos perfectos." 1ª Pedro 2:6 dice: "Mirad, he aquí que pongo en Sión una piedra angular, escogida y preciosa, y él que crea en Él, no será avergonzado": Este Sión es Jesús.

Apocalipsis 14:8 es un buen ejemplo de cómo Babilonia ha sido usada este sentido figurativo: "Otro ángel le siguió diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación"

Lo más notable es Apocalipsis 17:5, que identifica a la madre de las rameras como Babilonia: "Y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA, LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA".

Tanto Sión y Babilonia reflejan la condición de nuestros corazones.

La Babilonia simbólica es esa actitud del corazón que nos hace pensar que podemos resolver nuestros problemas y satisfacer todas nuestras necesidades sin Dios.  Miramos al gobierno, a la política, ciencia, tecnología, psicología, sociología, economía, entretenimiento y religión, para encontrar nuestra ayuda-cosas que la humanidad ha inventado. Por tanto, nos miramos a nosotros mismos para salvarnos a nosotros mismos.

En este libro, sin embargo, mi referencia a la Babilonia espiritual está limitada a los sistemas de iglesia religiosos, organizados, institucionalizados, que yo enfrento como productos de la mente carnal. Por favor, sigue leyendo para ver lo que quiero decir con esto.

(La palabra iglesia y el pronombre la, cuando los uso en cursiva en este libro, hacen referencia a esta cosa que llamamos la iglesia. Cuando no están en cursiva, me refiero a los edificios que han sido dedicados a la adoración de una deidad, o estoy citando directamente otras fuentes, tener esto en cuenta es importante para entender el contenido de este libro).

 

ESPÍRITU Y CARNE

 

Para entender estos dos "estados del ser espirituales"—es decir, Sión y Babilonia--, debemos entender la diferencia entre Espíritu y Carne.

En el contexto de este libro, la diferencia entre el cuerpo de Cristo y esta Cosa que llamamos  iglesia, es la diferencia entre Espíritu y carne—lo que es del Espíritu de Dios y lo que es de la naturaleza del viejo hombre de la carne y del pecado, incluso la mente carnal.

Sión representa al Espíritu, y Babilonia representa la carne. El cuerpo de Cristo necesita mucho discernir entre lo que es Espíritu y lo que es carne, porque lo que es de la carne es enemigo del Espíritu. Los que creen verdaderamente en Cristo han recibido el poder del Espíritu para vivir una vida separada de la carne. Esta separación es lo que llamamos santificación.

La palabra carne es usada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento en referencia a la existencia física natural de toda la humanidad, tal y como la vemos usada en Mateo 24:22: "Y, a menos que esos días fueran acortados, ninguna carne sería salva; pero por causa de los escogidos, esos días serán acortados".

La carne también se ha usado en referencia al cuerpo humano de un individuo. Después y antes de Su resurrección, y antes de Su ascensión, Jesús apareció a Sus seguidores y dijo, "Mirad mis manos y mis pies, que soy yo. Tocadme y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo". Lucas 24:39.

Sin embargo, la clase de carne de la que se escribe en este libro es en referencia a esa naturaleza caída de pecado en toda la humanidad que surgió cuando Adán se rebeló en el jardín. Pablo escribió en referencia a esto: "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes éstas; a cerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios."Gálatas 5:19-21.La carne es capaz de cometer los males más viles sin conciencia, incluso teniendo conocimiento de lo que es bueno y de lo que es malo. Así sucedió en los días de Noé. Génesis 6:5-7. Estas prácticas no son las obras del cuerpo físico, sino de la naturaleza caída de pecado que reside en nosotros.

Pablo ya había establecido en Gálatas 5:17 que "la carne es (pone su deseo) contra el Espíritu y el Espíritu contra la carne; y estos dos se ponen para que no hagáis lo que queréis" Romanos 8:7 afirma que "la mente carnal es enemistad (hostil) contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, y tampoco puede".

La mente carnal y el Espíritu de Dios hablan idiomas que son extranjeros y desconocidos mutuamente. La mente carnal (de la carne), no puede hablar Espíritu y el Espíritu de Dios no puede hablar carne.  La mente carnal no tiene capacidad en absoluto para entender las cosas de Dios, que son Espíritu. 1ª Cor. 2:12-14. Cuando las cosas inspiradas por Dios se reducen a doctrinas rígidas, sistemas de teología, razonamiento y lógica, ya no son por más tiempo Espíritu, sino que se han hecho carne. Y si carne, entonces engaño. La mente carnal es completamente extraña al Espíritu de Dios; es hostil a Dios.

 

 

LA SENTENCIA DE MUERTE

 

La sentencia de muerte ha sido pronunciada sobre la carne. La naturaleza carnal del hombre esta separada de Dios, que es vida; por tanto, la carne está muerta y todo lo que procede de la mente carnal es muerte.

No obstante, la carne tiene una vida propia. Es terrenal, sensual, egocéntrica, y en guerra con Dios. Su vida nace de la semilla de la muerte. Tiene un empuje inherente por preservarse a sí misma a cualquier costo. Teme la aniquilación. Sin embargo, no puede salvarse a sí misma porque esta destinada a la auto-destrucción. La naturaleza carnal gobierna a una persona hasta que la vida de Dios en Cristo es sembrada en su espíritu, momento en el que la vieja semilla de la carne y del pecado se entiende que esta como ya está—muerta. Por desgracia, incluso después de ser redimidos por la sangre del Cordero, y mientras permanezcamos en esta vida, llevamos ambas semillas: la semilla de la carne y de la muerte, y la semilla del Espíritu y de la vida.

 

LA RAMERA DEL YO

 

La carne ama al Yo. El Yo,  en mayúscula, es el término que uso en este libro para referirme a la naturaleza caída de la carne, egoísta, autocomplaciente, egocéntrica, ególatra y aprovechada.

La naturaleza carnal del Yo se vuelve a sí misma. Es egoísta, orgullosa, arrogante, altiva, vana, narcisista, manipuladora, controladora, dominante, impaciente, terca, insensible, resentida, enfadada, dura, rebelde, aprensiva, ansiosa, quejica, opuesta, juiciosa, negativa, crítica, cínica, indiferente, avariciosa, lasciva, sensual, envidiosa, codiciosa, celosa, busca defectos en los demás, deshonesta y engañadora. Es engañada y sufre de delirios de grandeza. Siempre pregunta, "¿Qué hay para mi?

La ramera, ampliamente definida, es cualquier cosa para el Yo. Estas cosas que llamamos  iglesia, me refiero a ellas como el sistema de la iglesia ramera porque han sido creadas desde mentes carnales y deseos para el Yo.  Las Iglesias, tal y como las entendemos hoy, no tienen fundamento en la Escritura. Son iconos de la adoración del yo. Aún más, son idólatras, engañosas, y peligrosas.

 

UN MENSAJE CONFLICTIVO

 

Voy a dar duro a la idolatría del sistema de iglesia tal y como lo conocemos y lo experimentamos hoy. Si no estás preparado para escuchar este mensaje por el Espíritu, sin duda alguna, te vas a ofender profundamente de ello. El mensaje de este libro será muy conflictivo a muchos de vosotros que sois victimas del sistema de iglesia, pero será mucho más conflictivo aún para los que dependáis del sistema de iglesia para vuestro sostenimiento, y para aquellos que encuentren significado, identidad, validez, reconocimiento, poder y seguridad en ello.

Si decides seguir leyendo este libro, te llevará donde piensas que no quieres ir. Viajarás más allá de la fachada de esa cosa que llamamos iglesia y verás como es una invención de la carne. Descubrirás los demonios que la potencian. Si llegas lejos, descubrirás con Abraham, en el mejor de los casos, la "ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor, es el Señor". Hebreos 11:10. Vendrás al "Monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos,  a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos" Heb. 12:22.23

 

SION Y BABILONIA

 

Antes de penetrar en la exposición de la idolatría de este sistema de la ramera, quiero abreviar algunas comparaciones entre el Sión espiritual, en el que Jesús es lo único que hay, y la Babilonia espiritual (la ramera), en la que la mente carnal del Yo se exalta a sí misma, para poder proveer un mejor punto de referencia a lo que sigue. Muchos de los pensamientos aquí debajo se desarrollan más ampliamente a lo largo de este libro.

Sión se refiere al genuino cuerpo de Cristo, la esposa, la ekklesia; Babilonia se refiere al falso sistema de iglesia de las tradiciones de los hombres y religiones. (Ekklesia es la palabra griega en el Nuevo Testamento que ha sido mal traducida como  "iglesia" –church en inglés- en la mayoría de las versiones inglesas, y que literalmente significa "los  llamados fuera").

Sión es un pueblo—el pueblo de Dios; Babilonia es una Cosa- instituciones de iglesia y sistemas.

Sión es un organismo vivo; Babilonia se caracteriza por instituciones y sistemas.

Sión consiste en un pueblo que ha nacido en ella. Babilonia consiste en un pueblo que se ha unido a ella, o han sido escogidos para ella.

Sión es un pueblo que es llamado por el nombre de Jesús. Babilonia es un pueblo que es llamado por muchos nombres diferentes que representan divisiones dentro de este sistema de iglesia babilónico: bautista, católico, carismático, episcopal, luterano, metodista, presbiteriano, pentecostal, y todos los demás.

Sión está centrado en Jesús. Babilonia está centrada en sí misma.

Sión vive por el Espíritu. Babilonia vive para la carne.

Sión es celestial, Babilonia es terrenal.

Sión es gracia; Babilonia es ley.

Sión es vida; Babilonia es muerte.

Sión es existir; Babilonia es hacer.

Sión es descanso; Babilonia es obras.

Sión es luz; Babilonia es oscuridad.

Sión es humildad; Babilonia está llena de orgullo, arrogancia, y altivez.

Sión es libertad en Cristo, Babilonia es cautiverio de la carne.

Sión es el Reino de Dios. Babilonia es los reinos de los hombres.

Sión tiene a Jesucristo como su cabeza; Babilonia ha elegido o nombrado a hombres como sus cabezas.

Sión es un pueblo guiado por el Espíritu. Babilonia es guiada por reglas y normas hechas por los hombres.

Sión es sensible al Espíritu, Babilonia agrada al hombre.

Sión es obediente al Espíritu Santo. Babilonia es trabajo duro de iglesia.

Sión logra sus cosas en el poder del Espíritu Santo (Zac. 4:6); Babilonia intenta lograr cosas en su propia fuerza.

Sión tiene su autoridad en la Palabra de Dios; Babilonia pone su autoridad en doctrinas hechas por hombres.

Sión es un cuerpo en Cristo Jesús como Señor; Babilonia es sectaria y divisiva, consistiendo en muchas divisiones de personas.

Sión adora en espíritu y en verdad; Babilonia programa la alabanza.

Sión predica a Cristo y a El crucificado. Babilonia proclama denominaciones, doctrinas, herencias, tradiciones, credos, posturas personales y opiniones.

Sión es el sacerdocio de todos los creyentes; Babilonia es el sistema del clero. El clero son aquellos que quieren diferenciar entre ellos y los demás.

Sión responde a Dios como la autoridad suprema. Babilonia responde a los hombres y a sus instituciones como la autoridad.

Sión obtiene revelación. Babilonia depende de imaginación.

Sión conforma al pueblo a la imagen de Jesús. Babilonia conforma al pueblo a su propia imagen.

Sión disminuye para que Cristo crezca. Babilonia crece para sí en poder, posición, riquezas y dominio.

Sión calcula el costo; Babilonia cuenta el dinero.

Si pone su vida; Babilonia se preserva y se protege.

Sión espera en Dios para producir lo que Él quiera en Su tiempo; Babilonia hace esquemas, organiza y promociona ejecutar su propio plan a su manera y en su tiempo.

Sión busca al Señor de todo corazón para ser poseída por Él; Babilonia va tras cosas y personas para poseerlos.

Sión es la ciudad de Dios; Babilonia busca construir una ciudad, una torre, y un nombre par sí. Gen. 11:4.

Sión anhela reunirse con Jesús; Babilonia busca con pasión reunir personas para sí.

 

NEGAR EL YO

 

Para ser un discípulo de Jesucristo, uno tiene que estar dispuesto a negar el Yo, tomar su cruz, y seguir a Jesús. Lucas 9:23. La negación del yo es la cruz que llevamos. El hombre viejo de la carne y de pecado tiene que ser considerado muerto. La vida sacrificada define el concepto del amor (ágape) del Nuevo Testamento.

Cuando vivimos de acuerdo con la carne, estamos viviendo para el Yo. A la inversa, cuando vivimos para el Yo, estamos viviendo conforme a la carne. Cuando vivimos conforme al Espíritu, llevamos el fruto del ágape. No hemos sido llamados a vivir para nosotros  mismos. Hemos sido llamados a entregar nuestras vidas a Cristo para que El pueda vivir Su vida de ágape a través de nosotros. No podemos ser la novia de Cristo y al mismo tiempo, vivir de forma egoísta en este mundo. O somos la novia, o estamos viviendo la vida de la ramera.

La vida centrada en el yo, es convertirnos en nuestro propio dios; por tanto, es idolatría. En un capítulo mas adelante, mostraré como la idolatría es HARLOTRY espiritual.

Nos hacemos prostitutas espirituales cuando creamos algo y le damos nuestro corazón en lugar de al Señor Jesucristo. Eso es lo que los hombres han hecho con esta Cosa que llamamos iglesia. Han hecho a la iglesia en un sustituto de Jesús.  Muchos de los que son parte de estos sistemas de la iglesia ramera son creyentes genuinos que aman al Señor, pero no están desinformados y engañados. Sin querer, han entregado sus corazones a estas Cosas que llamamos iglesia. Dios nos ama a todos, pero aborrece nuestras idolatrías.

Juzga las palabras en este libro por ti mismo, y júzgate por estas palabras. Abre tu corazón al Espíritu Santo para que El pueda instruirte y dirigirte a Jesús. Espero revelarte el corazón de Padre Dios para que tu corazón te sea revelado a ti; para que te atreves a enfrentarte a tus idolatrías, limpiar Su templo, de quién tú y yo somos, y regresar al Dios de vuestra salvación. La idolatría revelada en este libro no se refiere a "ellos" sino a cada uno de nosotros.

 

Charles E. Newbold Jr. – El Sistema de la Iglesia Ramera
 

Capítulo 2-Muestra La Casa a La Casa

 

Con mucho fervor, el hermano Leonardo, el predicador invitado, comenzó su mensaje pidiendo a la congregación que abrieran el Evangelio de Juan, capítulo 15. Afirmó inmediatamente que Jesús es la vid verdadera y que nosotros somos los pámpanos. Después hizo una sorprendente declaración diciendo que llevar fruto no era el asunto más importante en este pasaje; sin embargo, permanecer si lo era. "Llevar fruto" es mencionado cuatro veces", afirmó, "mientras que permanecer es mencionado nueve veces". Golpeó la frase repetidamente, "Tenemos que permanecer", "Tenemos que permanecer". Esperé que terminara su frase diciendo, "debemos permanecer en la vid, que es Jesús". Nunca lo hizo. Después lo vi venir. Tenía que decirlo. Era la abundancia de su corazón. Después de todo, era un hombre de iglesia. Se echó hacia atrás en el podio, apuntó con dedo acusador a sus insospechadas víctimas, y dijo,"El problema que tenemos en nuestra sociedad hoy, y especialmente en la iglesia, es que la gente no permanece. Van de iglesia en iglesia, y nunca hacen un compromiso con la iglesia o con el pastor".

¿Creía sinceramente que permanecer en el sistema que llamamos iglesia es lo que significa permanecer en Jesús? ¿Creía que comprometerse con una iglesia o con el pastor, es lo mismo que comprometerse con Jesús? Su conclusión era una escandalosa mal interpretación de la Escritura, hablada para el beneficio del pastor local, cuya iglesia tenía una larga historia de pérdida de miembros. En lugar de liberar a los santos para tener una relación mucho mas profunda con su Señor, puso una trampa para esclavizarlos más y más a la Cosa que llamamos iglesia.

No es que deliberadamente se propusiera engañar al pueblo. En toda veracidad, se estaba engañando a si mismo. Todos hemos sido engañados. Mentidos. Seducidos. Este engaño ha sido pasado a través de generaciones de Cristianos, desde al menos el tercer siglo después de Cristo. Los que perpetúan este engaño son igualmente víctimas del mismo. Esta mentira es tan profunda y cruel que la hemos creído como la verdad. Ministramos muerte con este engaño, pensando que estamos ofreciendo vida.

Y peor aún, la gente esta perdiendo sin darse cuenta a oportunidad de su unión gloriosa con Cristo porque han recibido una falsa seguridad de su salvación. Este engaño profundo nos ha envanecido en importancia egoísta. Ha hecho que muchos creyentes abandonen su primer amor, Jesús. El diablo nos ha seducido para danzar con él a la vez que nos hacia pensar que estábamos danzando con el Señor.

 

LA MENTIRA

 

Esta es la mentira: Se nos ha hecho creer que esta cosa que llamamos iglesia es de Dios y que nuestra membresía y participación en la misma es esencial para nuestro caminar cristiano cuando de hecho, es un sustituto idolátrico de Jesús, y con frecuencia, un estorbo para caminar con Él.

Esta Cosa que llamamos iglesia, tal y como la hemos experimentado, es una extensión idolátrica de nuestros propios egos. Aunque existe como una entidad para sí misma, estamos en ella, y ella esta en nosotros. Es un icono de auto-adoración que ha crecido a partir de las tradiciones de los hombres, y no tiene fundamento en la Escritura. Proclamamos que esta Cosa que llamamos iglesia es el Reino de Dios, cuando en realidad, no tiene nada que ver con el Reino de Dios. Más bien, es la cautividad babilónica de los escogidos de Dios.

Hemos confundido nuestra relación con Cristo fusionándola con esta cosa que llamamos iglesia. Somos llevados a creer que cuando estamos en una relación correcta con ella, estamos en una relación correcta con Cristo, que tenemos que ser miembros de una iglesia para ser salvos o para ser un buen cristiano: que servir a ella es servir a Cristo, que amarla es amar a Cristo, que diezmar para ella, es diezmar para Cristo.

En muchos casos, esta Cosa que llamamos iglesia es como una carpa que hemos hecho para extender los movimientos y revelaciones de Dios para preservarlos, manipularlos, adueñarnos de ellos, controlar en ellos a otra gente y usar a la gente y al sistema para nuestra sórdida ganancia carnal. Hallamos consuelo en las restricciones que los muros que esta  iglesia levanta delante de nosotros. Podemos escondernos en ellos y sentirnos bien en ellos. Ampliamos los ganchos de esta carpa lo suficiente para dejar que otros que quieren caminar, hablar y vestirse como rostros, entren también a formar parte de todo esto.

Hablamos de formas muy extrañas de esta Cosa que llamamos iglesia. ¿A que iglesia vas? ¿Cuál es el nombre de tu iglesia? ¿Cómo ha ido la iglesia hoy? ¿Estás construyendo un anexo a tu iglesia? ¡Vaya iglesia que tuvimos en la reunión de oración anoche! El pastor o el cura a menudo saluda a la muchedumbre el domingo por la mañana diciendo, "Buenos Días, Iglesia". Estas declaraciones convierten a la iglesia en un edificio, una institución con un nombre, un servicio, una reunión, la clase de rato que pasamos juntos, y la gente.

La palabra "iglesia" como se usa en las traducciones en inglés del Nuevo Testamento se refiere al pueblo de Dios, pero ya no limitamos su significado a la gente. Si en realidad quisimos decir que el pueblo es la "iglesia" cuando usamos este término, estas mismas declaraciones tendrían que hacerse de esta forma: ¿A que tú vas? ¿Cómo se llama tú? ¿Cómo ha ido tú hoy? ¿Estas construyendo un anexo a tú? ¡Vaya tú que tuvimos en la reunión de oración anoche! No conocemos otra cosa e insistimos en la teoría de que nosotros, el pueblo redimido de Dios, somos la iglesia. Sin embargo, en la práctica no hacemos distinción entre el pueblo y esta Cosa que llamamos iglesia. Sin embargo, que la palabra iglesia se use así, de manera intercambiable, no es el problema. Sucede mucho más de lo que los ojos ven en este asunto.

La palabra iglesia, tal y como la usamos, habla de una unión mística, profana, ilegal, que incorpora edificios, instituciones, denominaciones, y gente. Se han fusionado todas ellas de tal forma y confundido entre sí, que perpetúan la peligrosa mentira de que esta Cosa que llamamos iglesia (edificios, instituciones, denominaciones, y la gente que se asocia con ellos), es la asamblea de Cristo de los-llamados-fuera. Esta Cosa que llamamos  iglesia parece buena en su apariencia externa, pero a menudo es controlada interiormente por hombres y mujeres que buscan con ambición, a menudo sin saberlo, algo para ellos mismos.

 

SUSTITUTO DE JESÚS

 

Cuando predicamos la iglesia, como lo hacemos de forma muy astuta, predicamos por tanto otro evangelio, un falso evangelio. Perpetuamos la mentira. Con frecuencia tenemos mucho celo por evangelizar a la gente hacia nuestras iglesias; sin embargo, nos cuesta guiarlos a negarse a si mismos, tomar su cruz, y seguir a Jesús. Tal mandamiento de parte de Jesús, es un concepto extraño a la mayoría de los cristianos hoy. Si Llevamos a alguien a Cristo, inmediatamente imponemos membresía de iglesia sobre ellos, esperando especialmente que se unan a "nuestra" iglesia.

Personalmente he anhelado tener comunión con otros creyentes que estuvieran dispuestos a ser el cuerpo de Cristo conmigo sin tener que fichar por la esclavitud y jugar según las reglas que proceden de ser miembro de una de estas instituciones. No encuentro satisfacción en pagar mis cuotas a la iglesia solo para saludar y "dar palmaditas" a otros creyentes, mientras todos nos escondemos detrás de fachadas religiosas fingidas.

Si fuera cierto que ir a la iglesia fuera sinónimo de venir a Jesús, entonces tendríamos que preguntar: ¿Qué Jesús es éste? ¿Es el Jesús Bautista? ¿La Iglesia de Jesucristo? ¿El Jesús Metodista? ¿El Jesús Presbiteriano? ¿El Jesús Católico Romano? ¿El Jesús Ortodoxo? ¿El Jesús Protestante? ¿El Jesús Carismático o Pentecostal? ¿E Jesús Independiente? Hay tantos para escoger. La gente sin iglesia mira a esta mezcla de iglesias a las que son invitados a entrar a formar parte, y se preguntan como alguien puede desear ser parte de eso.

Damos nuestros corazones a estas Cosas que llamamos iglesia más que al Señor Jesús.  Son enemigos de Dios porque están tomando el lugar, sustituyendo a lo que es santo, a lo que es Suyo.

 

MUESTRA LA CASA A LA CASA

 

Este engaño no es nuevo. Los hijos de Israel en Judá y en Samaria estaban ciegos espiritualmente por sus propios corazones de ramera. Rehusaban escuchar las palabras de los profetas para regresar a la adoración de su Dios. Así, Dios esparció a la gente de Samaria a Asiria y más tarde, exilió a Judá a Babilonia.

El profeta Ezequiel había sido llevado con los cautivos de Judá a Babilonia. Tuvo visiones de Dios que le pidieron que compartiera con  los ancianos de Judá "altivos de rostro"l de  "corazón duro", tanto si le escuchaban como si no. Dios quería que supieran que había habido un profeta en medio de ellos. Ezeq. 2-3.

Veinticinco años más tarde, Dios tomó a Ezequiel mediante una visión, a la tierra de Israel y le mostró a un hombre cuyo aspecto era como de bronce. Este hombre tenía una cuerda de lino y una vara de medir en su mano. Midió todo alrededor del Templo. Midió el ancho y el alto de la pared, las entradas, las habitaciones, y las salas. Después llevó a Ezequiel a la entrada que miraba al oriente, y la gloria del Dios de Israel vino del oriente. "Su voz era como el sonido de muchas aguas; y la tierra brilló con Su gloria." Ezequiel 43:2. El Espíritu levantó a Ezequiel y le llevó al atrio interior cuando la gloria del Señor llenó el Templo. Ezeq. 43:5.

Después Ezequiel escuchó al Señor hablándole desde fuera de la casa y le dijo que esta casa, el templo, era el lugar de Su trono, el lugar de la planta de sus pies, donde El habitaría en medio de los hijos de Israel para siempre. Sería el lugar donde Su santo Nombre habitaría. Ezeq. 43:7. Dios dijo a Ezequiel que "la casa de Israel no profanaría mas Su santo Nombre con sus fornicaciones; ni ellos, ni con sus reyes, ni con los cuerpos muertos de sus reyes en sus lugares altos".  Ezeq. 43:6-9.

 

Después el Señor encargó a Ezequiel que mostrara la condición de la casa del Señor a la casa de Israel, "Tu, Hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y avergüéncense de sus pecados y midan el diseño de ella. Y si se avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender el diseño de la casa, su disposición, sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus descripciones, y todas sus configuraciones, y todas sus leyes; y descríbelo delante de sus ojos, para que guarden toda su forma y todas sus reglas y las pongan por obra. Esta es la ley de la casa: sobre la cumbre del monte, el recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí que esta es la ley de la casa." Ezeq. 43:10.12.

Seguidamente, mostró a Ezequiel un templo de piedra. Desde la perspectiva del Nuevo Testamento creemos que este templo de piedra representa la casa espiritual de las piedras viva—el cuerpo de Cristo que es el templo del Espíritu Santo, del cual somos nosotros. La condición de los corazones reflejaba la condición del templo de Dios. A la inversa, la condición del tempo de Dios reflejaba la condición de sus corazones.

Todavía funciona así.

Siglos más tarde, el anciano apóstol Juan recibió la revelación de  Jesús en la que le pedían que midiera el templo de nuevo. EL escribió: "Me fue dada una caña, como una vara; y el ángel en pie me dijo: "Levántate y mide el templo de Dios, y el altar y a los que adora en el" Apocalipsis 11:1

Hoy, el Espíritu del Señor nos llama a que mostremos a la casa, la casa para que podamos avergonzarnos de todo lo que hemos hecho. Es decir, mostrar como hemos dado nuestros corazones a nuestras denominaciones, instituciones, edificios, vidrieras, nuestros bancos dedicados, nuestros santos, rituales, liturgias, doctrinas, normas de orden, programas, culto del domingo en la mañana, tantas, tantas cosas. El Espíritu del Señor quiere mostrarnos como vamos detrás de nuestras propias agendas aunque contradigan la agenda de Dios. El nos llama a guardar su patrón, no el nuestro; sus leyes, no las nuestras. Porque esta es la ley de la casa, que fuéramos santos (separados) para el Señor. Ezeq. 43:12

Si nos pidieran que midiéramos la estructura de una casa física, sacaríamos nuestra cinta de medir y calcularíamos los números .Comprobaríamos el ancho, el largo y el alto. Los que están en la iglesia institucional se miden típicamente a sí mismos por cuantos miembros tiene, lo grande de sus edificios, cuantos edificios tienen, cual es la altura de su campanario, cuantos coches pueden aparcarse en su aparcamiento, que clase de coches se aparcan en su aparcamiento, cuanto dinero meten. Miden estas cosas porque dan mayor honra a esos pastores y ministerios que tienen lo más grande y lo máximo. Esta casa es una casa falsa.

La verdadera casa de Dios se mide por el amor, la fe, la misericordia, la gracia, la paz, la vida, la luz, el descanso, el gozo, la esperanza, el perdón, la aceptación, la justicia, la alabanza, la adoración, volver la otra mejilla, sometimiento de unos a otros, recibir al profeta en el nombre del profeta, emplear los dones del Espíritu para la edificación del cuerpo, tener pasión por Jesús, y estar animado en cuanto a las cosas que animan a Dios. Son expresiones que definen nuestra relación con Cristo como Su novia y unos con otros como la familia de Dios.  Medimos el templo de Espíritu Santo, de quien somos, a través de estos términos bíblicos. Si aquello en lo que estamos que llamamos iglesia se caracteriza por términos tales como disensión, calumnias, obras muertas, incredulidad, legalismo, manipulación y temor, entonces es una casa de rameras. Tenemos una Cosa-una extensión idolátrica del Yo que no es de Dios.

 

Charles E. Newbold Jr. – El Sistema de la Iglesia Ramera

 

Capítulo 3- La Iglesia: La Cosa

 

Éramos pocos en número, sentados cómodamente cara a cara en el salón de la casa de una piadosa pareja. Yo tenía algo que compartir ese miércoles por la noche. Era la primera y más significativa revelación que yo había recibido del Espíritu Santo desde mi conversión, un par de años antes.

Titulé la enseñanza La Cosa. Años antes habían hecho una película de terror con ese mismo nombre.  Aseguré a mi audiencia que yo no iba a hablar de eso. Sin embargo, la cosa de la que hablé, era igual de monstruosa. Comencé la enseñanza diciendo, "Eso que llamamos la iglesia no es la iglesia, sino una Cosa." Con esa enseñanza, comencé mi viaje personal en el descubrimiento de la idolatría de la iglesia y la diferencia entre ella y la verdadera novia de Cristo.

Años más tarde, mi esposa y yo vivíamos en el oeste de Tennessee y estábamos esperando dirección del Señor. Mientras estábamos allí,  Él me llevó a comenzar una reunión los domingos por la mañana y a invitar a algunas personas que conocía para que asistieran. Algunos vinieron. Nos reuníamos en el Nombre de Jesús. Cantábamos. Yo compartía las revelaciones y enseñanzas que el Señor me daba; orábamos, nos despedíamos y seguíamos cada uno por nuestro camino. Estábamos bastante unidos unos con otros, y teníamos algún contacto unos con otros durante la semana. Comenzábamos a ser el cuerpo de Cristo unos a otros.

Después compramos un edificio, lo renovamos, abrimos las puertas, y tuvimos nuestras reuniones allí. Llamas al edificio "Centro de Enseñanza Cristiano". Hacía lo que creía que el Señor me decía, y la gente comenzó a asistir.

Éramos libres de las pesadas tradiciones de los hombres, formalidades, credos, reglas, normas y programas. Estábamos comprometidos a seguir al Espíritu Santo dondequiera que El escogiera llevarnos. Su presencia era poderosamente sentida en la mayoría de las reuniones en aquellos días de los principios.

Insistía en que no éramos una iglesia, que Dios no me había llamado a comenzar una iglesia, y que yo no era el pastor de una iglesia. Trataba de diferenciar entre el edificio, al que habíamos dado un nombre, y aquellos de nosotros que nos reuníamos en ese edificio, y a quienes yo rehusaba dar un nombre. Explicaba que era un centro de enseñanza para el cuerpo de Cristo en esa área. Quizás fue un error, pero teníamos reuniones los domingos por la mañana para aquellos que escogían no ir a ninguna otra parte. Esa reunión del domingo por la mañana se convirtió en el evento principal de la semana.

La presión comenzó. Algunos de los que venían allí querían que fuera una iglesia, y querían que yo fuera su pastor. Yo pastoreaba a individuos, pero insistía en que no éramos una iglesia.

Un pastor local discutía mi polémica, insistiendo en que éramos una iglesia. Afirmaba que no había un precedente de la Escritura para justificar el ministerio para-eclesial que teníamos. Dijo, "Si tu pareces un pato, caminas como un pato y graznas como un pato, entonces debes ser un pato. Pareces una iglesia, caminas como una iglesia y hablas como una iglesia." Yo no quería escuchar esto en aquel entonces, pero al mirar atrás, tengo que admitir que tenía razón. Esta Cosa que llamamos la iglesia se había introducido sigilosamente en nuestro trabajo. Se suponía que el trabajo del Centro de Enseñanza nunca había de ser una iglesia.

Una vez que comenzamos a "tener" iglesia, comenzamos a buscar algo para nosotros mismos. Creamos una Cosa que había ido mucho mas allá de lo que Dios me había llamado a hacer. Regresamos exactamente a la cosa de la que habíamos salido. Teníamos cultos los domingos por la mañana y por la tarde, escuela dominical, y un programa para jóvenes. Levantábamos ofrendas y las poníamos en una cuenta bancaria. Nuestro grupo empezó a ser conocido por el nombre que yo había puesto en el edificio.

Perdí mi visión de edificar a un pueblo, y en su lugar, comencé a edificar una Cosa. Comenzamos a ir tras ello en lugar de ir en pos del Señor Jesús. Nos reuníamos alrededor de ello, en lugar de alrededor de la presencia del Señor. La gente comenzó a marcharse y no sabían por qué. Cuantos más se marchaban, mas trataba de aferrarlos. Me sentí abandonado. Pero era yo el que les había abandonado a ellos permitiendo que la obra se convirtiera en una Cosa. Poco después de esto, el nombre Icabod se escribió sobre nuestra puerta, hablando espiritualmente. 1ª Sam. 4:21.  Como con Elías, el torrente se secó y los cuervos dejaron de traer sus bocados.1ª Reyes 17:3-7. Era hora de proseguir hacia delante. Tardé un año en acumular todo el coraje necesario para cerrar finalmente.

Aunque la mayoría de nosotros sabemos que la palabra "iglesia", tal y como se usa en la Escritura, se refiere al pueblo de Dios en Cristo, no obstante hemos hecho una Cosa de ello. Es una extensión de nosotros mismos y existe como una entidad para sí misma.

 

LA EVOLUCIÓN DE LA IGLESIA

 

¿Cómo evolución esta Cosa que llamamos iglesia?

Los creyentes del Nuevo Testamento no tenían tal bagaje. Al principio, eran llamados simplemente los seguidores del camino. Se reunían espontáneamente en el templo y en algunas sinagogas durante un tiempo. La mayoría, sin embargo, se reunían por las casas, e iban de casa en casa. Eran atraídos por la Presencia del Señor en medio de ellos.

Los cristianos no tenían edificios de iglesia hasta que Constantino, el gran Emperador de Roma desde el año 306 DC hasta el 337 DC, abrazó el Cristianismo. Su aprobación de la fe creó un clima de libertad para levantar edificios "para la gloria de su Dios".

Se cree que los primeros edificios cristianos fueron construidos según el patrón de la arquitectura de la basílica romana-arquitectura que estaba firmemente enraizada en las tradiciones del Imperio Romano y no tenía ningún fundamento en la Escritura. Los edificios de iglesia se hicieron mucho más trabajados con las influencias bizantinas, románicas y góticas. El diseño de estas catedrales con frecuencia escondía a los monjes y a los coros de la gente, anticipando la idea de la separación del clero del laicado, que no tiene fundamento en la Escritura.

Durante la reforma, los protestantes interrumpieron la construcción de grandes edificios. Los reformadores se contentaban con edificios rectangulares simples. Estaban fundamentalmente interesados en reunir a la gente y tener un lugar donde predicar. Sin embargo, hacia el siglo diecinueve, la arquitectura  de la iglesia protestante se había vuelto detallista, consistiendo en elementos de una variedad de estilos.

El encanto de los edificios de iglesia a lo largo de los siglos ha contribuido a la institucionalización del sistema de la iglesia tal y como lo conocemos.

 

LA ETIMOLOGIA DE LA PALABRA "IGLESIA"

 

Con la tendencia a la construcción de edificios para la adoración de Dios, no es sorprendente que los traductores de la Biblia en inglés, King James, escogieran traducir la palabra griega "ekklesia" usando la palabra inglesa "church" ("iglesia", en inglés). Una mirada profunda a la etimología de la palabra "iglesia" puede ser bastante reveladora.

Yendo hacia atrás en el tiempo, la palabra inglesa "church" derivó de la antigua palabra inglesa cirice, relacionada con la palabra noruega/escandinava kirkja. Ésta, a su vez, procedía de la palabra Germánica kirka; que derivó de la palabra Griega Kyrite; y ésta, a su vez, derivó de la palabra Griega kurio, que significa "gobernador", "señor","maestro". En Griego, Kuriake oika significa "la casa del señor".

Así, la palabra iglesia llegó a significar "un edificio apartado o consagrado para la adoración pública" {1}

Aunque la palabra inglesa "church" ("iglesia", en inglés) no tiene su raíz en el término griego ekklesia, se usa para traducir ekklesia. Ekklesia es la composición de dos palabras Griegas: ek, que significa "fuera de", y kaleo, que significa "llamar". Combinadas, la palabra significa literalmente "llamar fuera de". Ekklesia se utilizaba comúnmente entre los griegos en referencia a un cuerpo de ciudadanos que se "reunían" para discutir los asuntos de estado {1}. Una traducción correcta y bastante apropiada de ekklesia es "los llamados fuera de", aunque hay veces en que el contexto demanda que "asamblea" o "reunión de los llamados fuera", sean otras expresiones usadas. La palabra tiene que ver con una gente que son "llamados fuera de" para congregarse.

Quizás, los traductores de la versión de la Biblia King James tuvieran la idea de que el cuerpo de Cristo pudiera considerarse como una kuriake oika (La casa del Señor), puesto que somos el templo del Espíritu Santo. 1 Cor.3:16. Quizás. Pero desde entonces hasta ahora, la palabra iglesia se usa para referirse no solo a personas. Su uso ha sido adulterado de tal forma que nunca deberíamos usarla cuando nos estamos refiriendo al cuerpo de Cristo. Es apropiado el uso de la palabra "church" (en español, "iglesia"),  cuando estamos de hecho hablando sobre un edificio pero no cuando estemos hablando sobre el cuerpo de Cristo. (1). Lo que llamamos "church" en inglés (en español, "iglesia") es una Cosa. La ekklesia, es un pueblo.

 

LA COSA

 

Organizamos esta Cosa. Le damos nombre, la legalizamos, escogemos responsables para ella, abrimos cuentas bancarias en su nombre y entrenamos y contratamos al personal para que la ponga en marcha. Tomamos dinero para ella. Programamos campañas para reclutar más gente a unirse a ella. Llevamos un registro de asistencia a ella. La amamos, nos enfadamos con ella, dimitimos de ella, y la abandonamos. Si estamos particularmente contentos con ella, hacemos folletos y la publicitamos para promocionarla.

Evaluamos la Cosa para determinar su éxito o fracaso. "El culto de alabanza fue bueno", decimos."El sermón estuvo bien", "la ofrenda fue pobre". "La asistencia fue baja".

Pregunta a un pastor como va su iglesia, y puede que conteste con comentarios como que "nuestro programa de edificación va muy bien", "Tenemos nuevos miembros", "Hemos duplicado la membresía en el último año", "Estamos perdiendo gente por la puerta trasera en cuanto han entrado por la puerta principal". ¿Puedes ver donde esta su corazón? Está evaluando la Cosa sobre la que él probablemente es la cabeza.  El crecimiento de su iglesia  se refleja en su éxito o fracaso como líder. Por otro lado, si contesta respecto del bienestar espiritual del pueblo, entonces entenderá más o menos lo que significa ser el cuerpo de Cristo. "Bueno, ya sabes, muchos han sufrido alguna aflicción, pero eso les ha hecho más fuertes en el Señor".

Si habla sobre su gente de forma posesiva, esta atrapado por su propia vanidad.  No son su pueblo. Por otro lado, si habla sobre las ovejas que pertenecen al buen pastor que es Jesucristo, puede  que sea  libre y que posiblemente libere al pueblo de Dios.

 

POR CAUSA DE ELLO

 

Muy poco después de comenzar una iglesia, casi siempre comienza a tener una existencia de sí misma y comienza a existir por causa de ella misma. La gente en ella existe para servir a ella, más que para servir a la gente. Aquellos que están dedicados a la supervisión de la  marcha de la iglesia, esperan que sus miembros asistan a ella, la apoyen, y la sirvan.  Planifican varios programas que encajen en el modelo de lo que piensan que debería ser un servicio completo de iglesia.

La familia Conners había sido apoyada por su iglesia durante ocho años de labor difícil pero fiel en el campo misionero.  Después de regresar, asistieron a su iglesia durante un tiempo antes de abandonar. La primera pregunta administrativa o pastoral referente a ellos fue echa por el contable de la iglesia. "¿Asisten los Conners a la iglesia?" "No", contestó un amigo de ellos. "¿Por qué?" "Por ninguna razón en particular". Estaba indignado. "Después de todo el dinero que les hemos dado, ahora que pueden ayudar no vienen". Quizás esta hubiera sido una genuina preocupación bajo otras circunstancias, pero su interés  en ellos vino un año y medio después de su vuelta. "Estaba frustrado por el hecho de que nadie del personal hubiera ni siquiera notado que ya no asistíamos, y cuando se dieron cuenta, el primer comentario fue el del dinero". ¿Se había gastado el dinero de los Conners? No. Estaban en otro país para gastarse a sí mismos en el Señor, a favor de los santos allí.  Parece que se esperaba de los Conners que sirvieran a la institución, pero fueron en si mismos abandonados por el así llamado liderazgo dentro de esa institución.

El hermano Billy se convirtió en el pastor de la Iglesia West Side después de la muerte de su padre. Su padre fundó la iglesia. El hermano Billy anunció un domingo que el estaba cumpliendo su visión de tener un ministerio en la cárcel y con un autobús. "Nos faltan estas cosas para ser una iglesia completa", explicó. "Necesitamos voluntarios para el ministerio de la cárcel y para el ministerio del autobús. Hay formularios para quien quiera inscribirse, en la mesa de atrás". Muchos amados corazones que no sintieron ningún llamado para un servicio de este tipo, se inscribieron pera hacer que el hermano Billy se sintiera bien sobre si mismo y su iglesia.  Tenían que servirle para que el cumpliera su visión de una Cosa.

Muchos a menudo se cansan de las obras de los hombres y se marchan. El liderazgo es difícil de encontrar. Si los cultos o programas estuvieran verdaderamente satisfaciendo las necesidades de la gente, la gente estaría dispuesta a apoyarlos. Una falta de apoyo puede ser un claro indicativo de que el acontecimiento ya no satisface  una necesidad que sea digna de apoyo.

 

PROVOCANDO CULPA

 

Si no damos el apoyo que se espera a la Cosa y sus programas, tanto si queremos como si no, si somos llamados a servir a una cierta capacidad o no, se nos hace sentir culpables. ¿Te has sentido culpable alguna vez por dejar de cumplir una función de la iglesia? Esas vocecitas llenas de vergüenza en tu cabeza susurran: "malo, malo". "Fue mi culpa que el programa fracasara. No di suficiente de mi dinero y de mi tiempo a ello." Puedes estar seguro por estos sentimientos de que estas sirviendo a la Cosa, no al Maestro.

Cuando el liderazgo de la iglesia nos pide que hagamos un compromiso con la iglesia, en realidad se nos está pidiendo que hagamos un compromiso con la Cosa. Nuestra lealtad se mide por como  servimos a esta Cosa. Se piensa de nosotros que somos cristianos perezosos si no la apoyamos; y si ni siquiera asistimos a una iglesia local, se asume que nos hemos apartado.

Por otro lado, cuando "hacemos" iglesia, tenemos expectativas de como ha de ser. Tiene que funcionar conforme a nuestras expectativas, o sentiremos que nos ha fallado.

Si la Cosa tiene que funcionar de un modo concreto antes de que tenga éxito, entonces aquellos que la apoyan van a sentir la presión de obrar de forma que la conviertan en un éxito.  Si no se convierte en un éxito, habrá alguien a quién culpar. O bien es culpa de la gente, del pastor, del director del coro,  o del consejo.

¿Qué pasa si tu y yo tenemos expectativas diferentes sobre como debería funcionar una iglesia? Tendremos conflicto. Siempre habrá conflicto en la iglesia porque siempre habrá expectativas en conflicto. Son las expectativas del hombre, no las de Dios.

 

ADICTOS A LA COSA

 

Algunos son clínicamente clasificados como adictos religiosos. Yo soy alguien que se está recuperando de adicción religiosa. Poco antes de mi conversión en 1978, vi como esta Cosa, la iglesia, era un sistema idolátrico de tradiciones de hombres. Yo lo deseché (no a la gente dentro de ella); y sin embargo, volví a sentir una atracción seductiva hacia ella.

La necesitaba. Había encontrado mi identidad previamente en ella. Tenía presencia, poder y posición en ella. Como pastor de la misma, pensé que al menos parte de ella era mía. Mi corazón se jactaba en lo secreto. "¡Esto es mío!". Era mi fuente de apoyo financiero. Era la única cosa para la que había sido entrenado.  Me uní a ella y ella se unió a mí.

Nos vinculamos a esta Cosa que llamamos iglesia y por ende, nos esclavizamos a ella. Nos unimos a ella y ella de alguna manera toma posesión de nosotros. De hecho, nos hacemos adictos a ella. Tal y como lo escribió Dennis Loewen, "Produce adicción. ¿Cómo lo sabemos? Una forma de saberlo es que todos pasamos por el síndrome de abstinencia cuando la dejamos".

Algunos creyentes con discernimiento que asisten a iglesias espiritualmente estancadas, se dan cuenta de que ya no necesitan estar ahí. El Espíritu Santo esta ausente. Los cultos están muertos. El predicador es aburrido. La gente discute sobre asuntos irrelevantes y triviales. Sienten que sus diezmos se malgastan en salarios inútiles, programas e hipotecas. Sus enormes edificios están vacíos la mayor parte del tiempo. Se sienten obligados a servir en comités que sirven a la institución más que servir a la gente. Ven al liderazgo probando un truco publicitario tras otro para convertir la Cosa en algo relevante con el fin de que más personas se unan a la misma y sean activas en ella.

Estos preciosos creyentes quieren salir, pero descubren que no pueden. La madre no lo entendería. "¿Por qué esa vidriera dedicada en el nombre del abuelo, y tú estás pensando incluso en marcharte?". Razonan que han sido amigos de toda la vida aquí. "¿Cómo podría abandonarlos?" Se les hace sentir como traidores, desertores, conflictivos, inconformistas. Algunos reniegan de los miembros de su propia familia por abandonar su "fe". Algunas tradiciones afirman que una persona irá al infierno si abandonan su forma particular de iglesia.

Así, se sienten atrapados en el sistema. Se visten de sus sonrisas de mañana de domingo y esconden sus resentimientos secretos por sentirse atrapados. Saludan y hacen gestos en el pasillo, pretendiendo que "¿verdad que es estupendo estar en la casa del Señor?". Se establecen en sus bancos y comienzan de nuevo a tener comunión con las nucas de la gente que hay delante.

Muchos de los que se atreven a dejar una iglesia, van por la calle deseando un "clima espiritual" mejor, solo para encontrar a la misma vieja ramera con un vestido nuevo. Solo que las reglas son ligeramente diferentes. Van de iglesia en iglesia, buscando lo genuino solo para encontrar mas falsas fachadas religiosas; salen en busca de Espíritu y verdad solo para encontrar más carne e hipocresía. Sin embargo, continúan con la búsqueda, porque son adictos a ella. Cabecean sobre sus caballos de madera, incapaces de bajarse por causa de la velocidad del carrusel—el sistema de la iglesia que da vueltas perpetuamente sin ir a ninguna parte.

Unas pocas personas con discernimiento son capaces de romper la esclavitud de la iglesia, pero a menudo se marchan dañadas y resentidas. Algunos asisten a grupos anónimos, buscando recuperarse de los abusos religiosos que les han producido estos sistemas religiosos de las tradiciones de los hombres.

La iglesia, tal y como la hemos experimentado, impregna cada aspecto de nuestra sociedad. Es la única cosa que hemos visto y sabido que en teoría representa a Cristo. Al ir tras ella, como hizo el Israel de antaño, hemos cometido fornicaciones y provocado a celos al Señor.

Espero que estés orando para que el Espíritu Santo levante el velo de tus ojos para ver como la iglesia es un sistema falsificado, para ver como hemos hecho una Cosa de quienes somos en Cristo, hemos corrido tras ello en lugar de ir tras Jesús.

 

Notas

{1} Webster's New World Dictionary, 2ª ed., sobre "church" ("iglesia", en Inglés)

{2} Vine's Complete Expository Dictionary of Old and New Testament words, N.T.,s.v. "assembly" ("asamblea", en Inglés)

 

Nota del Traductor

 

(1) La palabra española "iglesia" si deriva de la palabra griega "ekklesia", a diferencia de la voz inglesa "church", con raíz germánica.
 

Charles E. Newbold Jr. – El Sistema de la Iglesia Ramera

 

Capítulo 4- Celos: Cometiendo fornicación

 

La mayoría de la gente en la pequeña iglesia rural donde yo servía, aceptó el hecho de que yo creyera que hablar en lenguas, la sanidad divina, la expulsión de demonios, y todos los dones del Espíritu Santo fueran para hoy, incluso aunque la burocracia de la denominación no estuviera de acuerdo. De cualquier forma, intenté hacer de Jesús el único asunto que importaba. Todo el mundo estaba muy contento con este arreglo hasta que el Espíritu Santo habló a mi Espíritu pidiendo que aboliera la Escuela Dominical.

"Señor, me estás confundiendo", discutí. "Nadie cierra la Escuela Dominical, especialmente como pastor de esta denominación. La Escuela Dominical pertenece a los ancianos. Tú deberías saber eso, Señor". Deseché el pensamiento por imprudente. Tenía planes para levantar la Escuela Dominical. Había estudios que habían probado que la existencia de grupos pequeños como la Escuela Dominical, podían contribuir al crecimiento de iglesia, y en ese momento  de mi entendimiento, quería edificar la iglesia.

Sin embargo, después de ser dirigido con severidad al cierre de la Escuela Dominical por tercera vez, supe que tenía que hacer algo. Llamé a los hombres de la iglesia y les presenté mi dilema. La mayoría de ellos estaban dispuestos a probar para ver lo que Dios haría.  "Después de todo", muchos razonaron conmigo, "si no resulta provechoso, siempre podemos volver a tener Escuela Dominical".

Sin embargo, no todos estaban dispuestos a probarlo. No sabía que Dios quería que diera tal paso hasta que traté de negociar el trato con la persona de mayor influencia en la iglesia. Lágrimas brotaron de sus ojos, hablando con voz entrecortada, pero firme. "Tú no vas a quitar Mi Escuela Dominical". Entonces supe de qué iba todo esto. La Escuela Dominical era un becerro de oro para algunos de ellos, y yo me había atrevido a tocarla.

 
IDOLATRIA: LA EXTENSIÓN DEL YO

 

Judson Cornwall afirma acertadamente, "La idolatría es principalmente la respuesta de la adoración personal hacia algo inferior que Jehová Dios, sea el Yo, un objeto hecho por nosotros mismos, o un concepto que podamos abrazar. Un ídolo es cualquier cosa, o alguien, incluido

       
   

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