El argumento de la simulación: por qué la probabilidad de que usted viva en una Matrix es bastante alta

8 views
Skip to first unread message

Ricardo de Jesús Pelcastre Cervantes

unread,
Apr 28, 2006, 6:51:18 PM4/28/06
to pozarica
Matrix hizo que muchas mentes no tan filosóficas rumiaran acerca de la
naturaleza de la realidad. Pero el escenario representado en la
película es ridículo: cerebros humanos mantenidos en tanques por
máquinas inteligentes sólo para producir energía.

Hay, sin embargo, un escenario relacionado que es más plausible y una
línea seria de razonamiento que nos lleva desde la posibilidad de este
escenario a una conclusión sorprendente acerca del mundo en el que
vivimos. Yo lo llamo el argumento de la simulación. Quizá su más
asombrosa lección es que hay una probabilidad significativa de que
usted viva en un simulación de computadora. Literalmente hablando: si
la hipótesis de la simulación es verdadera, usted existe en una
realidad virtual simulada en una computadora construida por alguna
civilización avanzada. Su cerebro, también, es simplemente una parte
de esa simulación. ¿Qué argumentos podríamos tener para tomar en
serio esta hipótesis? Antes de llegar a la esencia del argumento de la
simulación, consideremos algunos de sus preliminares. Uno de éstos es
la asunción de "independencia del substrato". Ésta es la idea de
que las mentes conscientes podrían en principio ser implementadas no
sólo en neuronas biológicas basadas en carbono (como las que están
en su cabeza) sino también en otro substrato computacional como los
procesadores basados en silicón.

Por supuesto, las computadoras que tenemos hoy en día no son lo
suficientemente poderosas para ejecutar los procesos computacionales
que ocurren en su cerebro. Y aun si lo fueran, no sabríamos cómo
programarlas para que lo hicieran. Pero, a fin de cuentas, lo que le
permite tener experiencias conscientes no es el hecho de que su cerebro
esté hecho de materia blanda, biológica, sino que implementa un
cierta arquitectura computacional. Esta asunción es bastante aceptada
ampliamente (aunque no universalmente) entre los científicos
cognitivos y filósofos de la mente. Para los fines de este artículo,
lo daremos por hecho.

Dada la independiencia de substrato, es posible en principio
implementar una mente humana en una computadora lo suficientemente
rápida. Esto requeriría de hardware muy poderoso con el que no
contamos aún. Requeriría también de habilidades avanzadas de
programación, o maneras sofisticadas de hacer una exploración
detallada de un cerebro humano que pueda ser cargada en una
computadora. Aunque nosotros no podamos hacer esto en el futuro
cercano, la dificultad parece ser simplemente técnica. No hay ley
física conocida o restricción material que impida a una civilización
lo suficientemente avanzada tecnológicamente implementar mentes
humanas en computadoras.

Nuestro segundo preliminar es que podemos estimar, más o menos,
cuánto poder de cómputo tomaría implementar una mente humana junto
con una realidad virtual que para esta mente se vería completamente
realista, con la cual interactuar. Además, podemos establecer límites
inferiores acerca de cuan poderosas podrían ser las computadoras de
una civilización avanzada. Futuristas tecnológicos han producido ya
diseños de computadoras físicamente posibles que podrían ser
construidas usando tecnología de fabricación molecular avanzada. El
resultado de tal análisis es que una civilización tecnológicamente
madura que ha desarrollado al menos aquellas tecnologías que nosotros
ya conocemos como físicamente posibles, podría ser capaz de construir
computadoras lo suficientemente poderosas para ejecutar un número
astronómico de mentes similares a las humanas, aun si sólo una
pequeña fracción de sus recursos fuera utilizada para tal propósito.

Si usted es una de esas mentes simuladas, podría no haber manera de
observación directa de saberlo; la realidad virtual en la que estaría
viviendo se vería y sentiría perfectamente real. Pero todo lo que
esto demuestra, hasta ahora, es que usted nunca podría estar
completamente seguro de que no está viviendo en una simulación. Este
resultado es sólo moderadamente interesante. Usted podría aún
considerar la hipótesis de la simulación como demasiada improbable
para ser tomada seriamente.

Ahora vamos al centro del argumento de la simulación. Esto no pretende
demostrar que usted está en una simulación. En cambio, muestra que
deberíamos aceptar como verdadera al menos una de las siguientes tres
proposiciones:

(1) La probabilidad de que una especie con nuestro nivel actual de
desarrollo pueda evitar extinguirse antes de convertirse en
tecnológicamente madura es insignificatemente pequeña.

(2) Casi ninguna civilización tecnológicamente madura está
interesada en correr simulaciones de computadora de mentes como las
nuestras

(3) Usted está casi con seguridad en una simulación.

Cada una de estas tres proposiciones podrían ser prima facie
inverosímiles; y aún así, si el argumento de la simulación es
correcto, por lo menos una es verdadera (mas no nos dice cuál).

Mientras el argumento completo de la simulación emplea algo de teoría
de la probabilidad y formalismos, su esencia puede ser entendida en
términos intuitivos. Suponga que la proposición (1) es falsa.
Entonces una fracción significativa de todas las especies con nuestro
nivel de desarrollo eventualmente se volverán tecnológicamente
maduras. Suponga, además, que (2) es falsa también. Entonces una
fracción significativa de estas especies que se han vuelto
tecnológicamente maduras usarán una porción de sus recursos
computacionales para correr simulaciones de computadora de mentes como
las nuestras. Pero, como vimos anteriormente, el número de mentes
simuladas que cualquiera de tales civilizaciones tecnológicamente
maduras podría correr es astronómicamente enorme.

Por lo tanto, si tanto (1) como (2) son falsas, habrá un número
astronómicamente enorme de mentes simuladas como las nuestras. Si
hacemos cuentas, encontramos que habrían muchísimas más mentes
simuladas que mentes no simuladas corriendo en cerebros orgánicos. En
otras palabras, casi todas las mentes como las suyas, teniendo los
tipos de experiencias que usted tiene, serían simuladas en vez de
biológicas. Por lo tanto, por un principio muy débil de indiferencia,
tendría que pensar que usted es probablemente una de esas mentes
simuladas en vez de una de las excepcionales que están corriendo en
neuronas biológicas.

Así pues, si piensa que tanto (1) como (2) son falsas, debería
aceptar (3). No es coherente rechazar las tres proposiciones. En
realidad, no contamos con mucha información específica que nos diga
cuál de las tres proposiciones podría ser verdad. En estas
circunstancias, podría ser razonable distribuir nuestro crédito más
o menos uniformemente entre las tres proposiciones, dando a cada una de
ellas una probabilidad substancial.

Consideremos las opciones con un poco más de detalle. La posibilidad
(1) es relativamente sencilla. Por ejemplo, quizá hay alguna
tecnología altamente peligrosa que cada civilización lo
suficientemente avanzada desarrolle, y que luego les destruya.
Esperemos que éste no sea el caso.

La posibilidad (2) requiere que haya una fuerte convergencia entre
todas las civilizaciones suficientemente avanzadas: casi ninguna de
ellas está interesada en correr simulaciones de computadora de mentes
como las nuestras, y casi ninguna de ella contiene individuos
relativamente ricos que estén interesados en hacerlo y sean libres de
actuar como deseen. Uno puede imaginar varias razones que puedan
conducir a algunas civilizaciones a renunciar a correr simulaciones,
pero para conseguir (2), virtualmente todas las civilizaciones
tendrían que hacerlo. Si esto fuera verdad, constituiría una
restricción interesante en la evolución futura de vida inteligente
avanzada.

La tercera posibilidad es la más intrigante filosóficamente. si (3)
es correcta, usted está casi con seguridad viviendo ahora en una
simulación de computadora que fue creada por alguna civilización
avanzada. ¿Qué tipo de implicaciones empíricas tendría esto?
¿Cómo cambiaría esto la manera en que vive su vida?

A primera vista podría pensar que si (3) es verdadera, entonces no hay
más apuestas, y que uno estaría loco si pensara seriamente que está
viviendo en una simulación.

Razonar así sería un error. Aun si estuviéramos en una simulación,
la mejor manera de predecir qué pasaría después en nuestra
simulación es todavía a través de métodos ordinarios -
extrapolación de tendencias pasadas, modelación científica, sentido
común common, etc. Si usted creyó estar en una simulación, debería
continuar con su vida de la misma manera que si estuviera convencido
que está viviendo en una vida no simulada en el nivel inferior de la
realidad.

La hipótesis de la simulación, sin embargo, puede tener algunos
efectos sutiles en el comportamiento racional cotidiano. Hasta el punto
de que usted piense que entiende los motivos de los simuladores, puede
usar este entendimiento para predecir lo que sucederá en el mundo
simulado que ellos han creado. Si piensa que hay una oportunidad de que
el simulador de este mundo fuera, digamos, un descendiente devoto de
algún fundamentalista cristiano contemporáneo, podría conjeturar que
ha configurado la simulación de tal manera que los seres simulados
serán recompensados or castigados de acuerdo a un criterio moral
cristiano. El más allá, por supuesto, una posibilidad real para una
criatura simulada (que podría ser continuada en una simulación
diferente después de su muerte o "cargada" en el universo del
simulador y quizá ser proveída allá con una cuerpo artificial. Su
destino en ese más allá podría estar adecuado para depender de la
manera en que se comportó en su encarnación simulada presente. Otras
razones posibles para correr simulaciones incluyen las razones
artísticas, científicas o recreacionales. Ante la ausencia de bases
para un tipo de simulación por sobre la otra, sin embargo, tenemos que
regresar a los métodos empíricos ordinarios para conducirse en el
mundo.

Si estamos en una simulación, ¿es posible saberlo con certeza? Si los
simuladores no quieren que lo descubramos, probablemente jamás lo
haremos. Pero si escogen mostrarse a sí mismos, podrían hacerlo
ciertamente. Quizá una ventana informándole del hecho aparecería
enfrente de usted, o quizá le "cargarían" en su mundo. Otro
acontecimiento que nos permitiría concluir con un alto grado de
confianza que estamos en una simulación es si llegamos algún día al
punto de encender nuestras propias simulaciones. Si comenzamos a correr
simulaciones, sería una evidencia fuerte en contra de (1) y (2). Lo
que nos dejaría a (3) solamente.


Documento original de: Nick Bostrom
Traducido: Gerardo Santana Gómez Garrido

Reply all
Reply to author
Forward
0 new messages