Llegó la oportunidad para protestar por los graves hechos ocurridos en la capital del país en el curso de la última semana de octubre ante una serie de manifestaciones y acciones por parte de encapuchados en el sector de la Universidad Nacional de Colombia y vendedores ambulantes que lograron obstaculizar en forma grave el servicio de TransMillenio y así afectaron a miles de personas muchas de las cuales visitaban la ciudad para cumplir diversos compromisos y hasta controles médicos.
Resultó nuevamente lamentablemente la acción vandálica de los encapuchados que desde los predios de la Universidad Nacional de Colombia protestaron y causaron daños y pérdidas económicas al servicio de TransMilenio, igualmente a los usuarios del servicio masivo del transporte; además fueron muchas las personas afectadas por esta situación como los habitantes del sector y comerciantes en general por la carrera 30 y calle 26.
Por otra parte los vendedores ambulantes bloquearon en varios sectores capitalinos el servicio del TransMilenio; así afectaron su operación y el servicio a la comunidad. Protestaron ante la decisión del la administración de Bogotá de impedirles las ventas en el interior del transporte.
Lo peor de todo es que, a pesar de la gravedad de éstos movimientos, no vimos la acción inmediata de la Policía Nacional y mucho menos la gestión oportuna del alcalde capitalino Carlos Fernando Galán.
Mejor dicho el trasporte está cada día que pasa más complicado en Bogotá y como siempre en los presentes 2 casos y otros muchos más faltó la aplicación efectiva y oportuna de la autoridad para proteger a los miles de usuarios del transporte masivo del TransMillenio.
Jorge Giraldo Acevedo