SIETE VENTANAS PARA EDIFICAR EL

[Ivanovik Sudacok]

SIETE VENTANAS PARA EDIFICAR EL

ÉXITO EN UN MINISTERIO CRISTIANO.

Por: Donizetti Barrios

 

1.   Trabaje siendo consciente de que Dios le está bendiciendio, pero nunca con neglicencia, sino con tal diligencia como si Él no le estuviera bendiciendo. Y evite las reconocidas fiebres ministeriales: doctoritis, pastoritis, apostolitis, microfonitis, editorialitis y otras que llevan al delirio. El ministerio es su herramienta de servicio a la gente, no su finalidad. Sea el jefe de su ministerio, no el empleado del mismo.

 

2.   Trabaje en equipo. El trabajo en equipo es la habilidad de laborar juntos hacia una visión común.  Es la capacidad de dirigir los logros personales hacia objetivos organizacionales. Es el combustible que permite que gente común logre resultados no comunes. Y trabaje venciendo cinco miedos: el temor al anonimato, a no tener el mando, a ser ovejas y someternos a la autoridad, al fracaso y a la crítica.

 

3.   Vea y oiga los comentarios de los demás, no para dejarse manipular por ellos, sino para evaluarlos y usarlos como guías. Nadie mejor que los comensales para opinar sobre la calidad de su comida. Y acepte de buena gana los limones de la crítica, con ellos puede hacerse una jugosa limonada, poniéndole azúcar para bajar la acidez y botando las cáscaras par evitar la amargura.

 

4.   Conozca y comprométase con los principios, no con los métodos. En la Biblia se nos enseñan principios, no métodos, por ello hay que ser original y desarrollar creatividad en las maneras de hacer las cosas, teniendo cuidado de no volvernos esclavos de las modas: teológicas o doctrinales, litúrgicas, literarias y musicales.

 

5.   Nunca pierda la visión y manténgase enfocado en ella siempre.

 

6.   Tenga un corazón enseñable y corregible aprendiendo aún a corregirnos a sí mismo. El libro de Proverbios en la Biblia dice que si corriges al sabio te amará y aumentará su saber, pero si corriges al necio, te aborrecerá.

7.   Desarrolla carácter cristiano antes que talentos, dones o imagen. Grandes talentos, maravillosas manifestaciones carismáticas y enormes estructuras organizacionales, sin carácter cristiano, son un inminente peligro. Son como un gran río, pero por fuera del cauce. O un inmenso fuego, pero por fuera de la chimenea. El carácter cristiano es la base del edificio, no la fachada. Un edificio de 50 pisos construido sobre las bases de uno de 20, amenaza ruina, no importanta cuan majestuosa sea su apariencia o cuan bellos sean sus acabados.